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INFOKRISIS, el blog de Ernest Milà

Sentencia Célula Al Qaeda: confirmado el esperpento

Sentencia Célula Al Qaeda: confirmado el esperpento Redacción.- Tal como preveíamos en el mes de julio, la sentencia sobre la célula española de Al Qaeda, no ha confirmado ninguna de las acusaciones. La sentencia ha constituido un fracaso personal para el instructor –Garzón- y, al mismo tiempo, para la teoría oficial sobre los atentados del 11-S y del 11-M. Por si acaso, el juez ponente a dado una sentencia ambigua que, presumiblemente, no resista la apelación. En concreto, la condena contra Taysir Alony y contra el propio Abu Dadah, difícilmente pueden sostenerse.

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De 23.000 años a 167 años

Garzón es un hombre que no tiene miedo al ridículo. De hecho, ya es un ridículo, solicitar una condena de 223.000 años de cárcel para 24 procesados y 74.000 para uno de ellos, “Abu Dadah”. Pero mucho más ridículo es, basar una petición de esta magnitud, cuando no existían pruebas dignas de tal nombre.

La sentencia ha sido extremadamente dura con el fiscal y, deja entrever la responsabilidad del exjuez Garzón en el sainete. Garzón sostenía (utilizando material llegado de EEUU, del FBI, el Departamento de Estado y la CIA) que existía una “célula española de Al Qaeda” dirigida por Abú Dadah. Sostenía que esta célula tenía un comando supremo de tres personas y que había ofrecido cobertura y apoyo a Mohamed Atta, uno de los supuestos “pilotos suicidas” del 11-S, con el cual se habría entrevistado en España… La célula estaría directamente vinculada a Bin Laden con el que Abu Dadah tendría contacto permanente y al que Tayssir Alony entrevistó para la cadena Al-Jazzira, no en calidad de periodista, sino en su presunta calidad de terrorista.

Pues bien, todo esto –tal como se intuía desde el momento de las detenciones (hace cinco años) y como se tenía la convicción a la vista del desarrollo del proceso- ha caído roto en mil pedazos. Los 223.000 años de petición fiscal, se han convertido en 167, cifra que, probablemente, disminuirá sustancialmente cuando se vean los recursos que las defensas han anunciado que presentarán al Tribunal Supremo.

La instrucción del juicio ha supuesto una verdadera burla a la verdad, ha convertido a la justicia en una irrisión y, para colmo, ha servido para engañar a la opinión pública durante cinco largos años.

Lo que la sentencia considera probado

La lectura somera de la sentencia considera probado que existía una célula terrorista dotada de una cúpula de tres personas. La sentencia niega que la “célula española” tuviera que ver con la preparación del 11-S, tal como sostenía la acusación. Afirma –en buena medida por mero corporativismo y para cubrir la nefasta instrucción de Garzón- que la “célula española”, “estaba al corriente” de los atentados del 11-S”. Abronca, literalmente, al fiscal echándole en cara que tuviera valor para lanzar la acusación de que el propietario de una cinta en la que –entre otras decenas de imágenes de un viaje a Nueva York- se veían las Torres Gemelas, estaba implicado –por ese único hecho- en los atentados del 11-S. Se considera probado que Abú Dadah reclutó a mujahidines y se entrevistó con Mohamed Atta, lo que le permite afirmar que “sabía” lo que se cocía en los atentados.

Pues bien, de los 24 procesados, 6 han sido completamente absueltos y 18 condenados a distintas penas de prisión, destacando la de Abú Dadah, Taysir Alony (7 años) y José Galán (9 años). A la vista del tiempo pasado en prisión por algunos de ellos, en pocas semanas unos, otros inmediatamente y alguno en breves meses, serán puestos en libertad. Hay que destacar que algunas de las condenas se basan en algo tan usual entre inmigrantes ilegales como la “falsificación de papeles” (contratos falseados, sellos falsos en pasaportes, falsificación de permisos de residencia, etc.) que no tienen absolutamente nada que ver con el terrorismo.

Da la sensación de que el juez ha emitido una sentencia condenatoria de “mínimos”, para evitar dejar en evidencia a la policía que investigó el asunto, al juez que lo instruyó y a las versiones oficiales de los atentados. Por que, realmente, la condena contra Taysir Alón y Abu Dadah se basa en conjeturas extremadamente nebulosas e inconcretas. Al igual que en muchas sentencias en donde el juez no quiere comprometerse por uno u otro motivo, se firma una sentencia que implica alguna condena sin excesiva convicción, a sabiendas de que la sentencia caerá en el supremo.

Cuando la versión oficial es oficialmente insostenible

Cuando se ha cumplido el cuarto aniversario del 11-M, la versión oficial sigue sosteniéndose contra viento y marea. Sin embargo han ocurrido episodios que vale la pena recordar: de Bin Laden hace meses que nadie habla, se diría que ha desaparecido completamente o que ha sido sustituido por el no menos nebuloso Al Zarqawi, al que se le atribuyen todos los atentados contra la población civil iraquí… incluso aquellos de los que se sospecha que la paternidad recae sobre los SAS o los Delta americanos. La versión oficial ha sido impugnada desde dentro de los EEUU, por los conocidos documentales de Robert Moore y por la denuncia de un centenar de familiares de los fallecidos y personalidades de la cultura americana actual. Nada nuevo se ha aportado a lo dicho en los primeros momentos de la investigación.

En estas condiciones, en cuatro años, ninguna sentencia emitida por ningún juzgado del mundo, ha confirmado la versión oficial… Los juicios que se han visto hasta ahora en Alemania, España y EEUU, han sido anunciados como “juicios históricos contra Al Qaeda”, pero finalmente, han demostrado ser juicios contra “pezqueñines”, algunos de los cuales, era evidente que ni siquiera tenían relación ni con Al Qaeda ni con el integrismo islamista.

Las cosas nunca ocurren por qué si: siempre hay una explicación. El ridículo en el que, finalmente, ha caído la “teoría” sobre la “célula española de Al Qaeda” no puede achacarse solamente a la megalomanía del juez Garzón: éste, en el fondo, ha trabajado con material seleccionado, entregado y avalado por la CIA, el Departamento de Estado y el Departamento de Justicia norteamericanos. Y todo, absolutamente todo, era falso, ridículamente falso, increíblemente falso: bochornosamente falso.

[para completar la lectura de este artículo se recomiendan los libros “La Gran Mentira”, subtitulado “Por qué es imposible comprender el terrorismo internacional”, de Ernesto Milà, Editorial Pyre (15,00 €) y “Los perros del infierno”, subtitulado “En el terrorismo internacional, nada es lo que parece” (20,00 €). Ambos libros pueden ser solicitados a adb@pyrelibros.com o bien a infokrisis@yahoo.es, así puedes apoyar el mantenimiento de esta blog]

© Ernesto Milà – infokrisis – infokrisis@yahoo.es

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