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INFOKRISIS, el blog de Ernest Milà

TERRORISMO

GAL: lo que queda por investigar

Infokrisis.- Habla la “X”… pero aún no confiesa todos sus muertos. El 11 de noviembre de 2010 el ex presidente del gobierno Felipe González realizó unas declaraciones en las que reconocía que durante su mandato tuvo la oportunidad de liquidar a la cúpula de ETA y, un cuarto de siglo después, todavía medita sobre si se equivocó o no. Ciertamente, hay que poner en caución cualquier frase de Felipe González, sin duda el presidente del gobierno que mentía con más desparpajo y cinismo. Pero si esta declaración nos parece tan incuestionable como significativa es porque investigamos el episodio… en 1993. Sin embargo, hay algo que este mentiroso redomado no cuenta: en todo este episodio sí hubo una víctima que no fue precisamente del entorno etarra. Vamos a refrescar la memoria del ex presidente.

Depende de cómo soplen los vientos, Felipe González manipula la verdad en una u otra dirección. En el mes de noviembre de 2010, las siglas “PSOE” se precipitaban por los abismos y la intención de voto en su apoyo había caído a mínimos históricos. Felipe González Márquez (a partir de ahora FGM) se creyó en la obligación de echar un capote a su partido dando una imagen “dura” que contrastaba con la debilidad y el afeminamiento de las formas políticas del zapaterismo. Es en ese contexto en el que hay que enmarcar el reconocimiento de una relación entre FGM y los GAL y la sospecha de que todavía queda mucho por investigar en esa dirección.

Unas declaraciones “desafortunadas”… pero reales

Las declaraciones de FGM reconociendo que “meditó” sobre lo oportuno de no haber actuado contra la cúpula de ETA a través del terrorismo del GAL creó “incomodidad” entre los actuales dirigentes del PSOE. Patxi López, cabeza del ejecutivo vasco, las calificó simplemente como “desafortunadas”. Barreda el presidente castellano-manchego se limitó a decir que habían sido un “error”. Las declaraciones en cuestión habían sido dadas por FGM al escritor Juan José Millás en el curso de una larga y plúmbea entrevista publicada en El País: "Tuve una sola oportunidad en mi vida de dar una orden para liquidar a toda la cúpula de ETA (...). Sólo cabía la posibilidad de volarlos a todos juntos en la casa en la que se iban a reunir. Dije no (...). Todavía no sé si hice lo correcto"...

Las declaraciones eran extremadamente arriesgadas porque suponían el reconocimiento implícito de que la “X” de los GAL era FGM. El ex fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, José María Mena, dijo que "si González tuviera datos relevantes de un hecho criminal debería ir a un juzgado a decirlo". Mena aseguró que "procesalmente sería posible abrir la causa y recabar estos nuevos datos" si la Fiscalía lo estima pertinente… La Fiscalía, por supuesto, miró a otra parte.

Como muestra del “talante” de FGM, vale la pena recordar que el 27 de junio de 2008, FGM arremetió contra la derecha en el curso de un mitin en el teatro Egaleo de Leganés, negando cualquier implicación en los GAL… ¿Qué es la verdad para FGM? Respuesta: lo que conviene a sus intereses en cada instante.

Lo que FGM calla 

En 1993 realizamos una entrevista a un ciudadano centroeuropeo de origen español quien nos realizó algunas confidencias sobre la muerte de un ciudadano francés en Biarritz el 19 de marzo de 1984. La víctima, Jean Pierre Cherid, era el puntal de los GAL en ese momento y ostentaba la responsabilidad de realizar personalmente los atentados contra activistas de ETA en el sur de Francia.

Cherid había nacido en Marruecos y era uno de los cientos de miles de Pieds-Noires (franceses repatriados de Argelia cuando De Gaulle concedió la independencia a este país) que, después de haber participado en la resistencia por la Argelia francesa en las filas de la OAS (Organisation de l’Armée Secréte) recaló en España desde 1962. En 1976 tuvimos oportunidad de entrevistar a Cherid en Madrid en su domicilio próximo al Puente de los Franceses y nos comunicó algunos episodios de su vida. Tras la experiencia argelina y el terrorismo de la OAS, Cherid se había dedicado a realizar trabajos como mercenario por África e Iberoamérica. Nos explicó que jamás había vuelto a Francia y lo justificaba como nacionalista maurrasiano que era: “Francia es como una mujer a la que se ha amado mucho y que, en un momento dado te engaña. Entonces le das la patada y nunca más quieres saber nada de ella”… Sin embargo, Cherid había mantenido una red de colaboradores e informadores en los departamentos vasco-franceses que ya habían sido utilizados por los servicios de seguridad españoles desde la segunda mitad de los años 70.

Cuando ETA Político-Militar (VIII Asamblea) secuestró al capitán de farmacia Alberto Martín Barrios, miembro de una familia socialmente muy bien relacionada en medios civiles y militares, FGM dio la orden a su perro de presa en Interior, José Barrionuevo, un antiguo carlista y funcionario de la Secretaría General del Movimiento franquista desde los años 60, para que liberaran “como fuera” al secuestrado.

Barrionuevo envió a miembros del cuerpo nacional de policía en misión encubierta al territorio del sur de Francia. Estos miembros tuvieron innumerables percances (fueron localizados por la policía francesa y algunos resultaron detenidos, otros se perdieron simplemente en Bayona incapaces de hacerse entender al no dominar el francés, y otros secuestraron por error a Segundo Marey que no tenía absolutamente nada que ver con ETA…) y no consiguieron evitar que ETA, finalmente, asesinara a Martín Barrios después de que sus exigencias no fueran satisfechas (ETA pidió la liberación de los etarras y miembros del partido independentista catalán PSAN, detenidos desde 1980 por el intento de asalto al Cuartel de Cazadores de Montaña de Berga).

El episodio del secuestro y asesinato del capitán Martín Barrios supuso el pistoletazo de salida para la creación de los GAL que en una segunda etapa –después del fracaso y de lo comprometido que resultaba enviar a funcionarios españoles al sur de Francia donde se movían literalmente como un pulpo en un garaje- recurrieron a Jean Pierre Cherid como punta de lanza.

Cherid había realizado previamente algunos atentados contra etarras en el período de gobierno de UCD, pero se trataba de acciones sugeridas por guardias civiles amigos suyos mucho más que de operaciones planificadas por Interior. En realidad, Cherid era un militante anticomunista fanático que estaba dispuesto a operar por su cuenta sin necesidad de órdenes superiores e incluso sin remuneración. Cherid nunca firmó sus acciones y son absolutamente falsas las vinculaciones que se han establecido sobre su pertenencia a siglas difusas como “Antiterrorismo ETA”, “Batallón Vasco-Español” o “Alianza Apostólica Anticomunista”. También es rigurosamente falsa su participación en el asesinato de Beñarán Ordeñana (a) “Argala”, responsable del atentado contra el presidente del gobierno español Luis Carrero Blanco, asesinato que fue cometido por militares en activo del arma de Marina. Su participación en los ametrallamientos a Domingo Iturbe Abasolo (a) “Txomin”, entonces jefe de ETA, a Enrique Álvarez (a) “Korta” o a Martín Sagardía, parece probada. También es completamente falsa la información según la cual secuestró a Eduardo Moreno Bergareche (a) “Pertur” en 1977 y que tiene su origen en un “arrepentido” italiano que jamás ha tenido la más mínima relación con España y que lo ignora todo de aquella época.

Entre noviembre de 1983 y marzo de 1984, Jean Pierre Cherid se convirtió en el frío ejecutor de etarras al servicio de los GAL. Hombre impulso, aventurero, de reacciones imprevistas, fanático combatiente contra ETA mucho más allá de las órdenes recibidas, con Cherid se inaugura el período más demoledor en la historia de los GAL. Todo debió terminar el 19 de marzo de 1984 cuando Cherid falleció víctima de una bomba que intentaba colocar. Los medios de comunicación no fueron mucho más explícitos: no informaron de contra quién pretendía atentar, ni siquiera la peritación del explosivo reveló las particularidades del atentado ni porqué la bomba había estallado inopinadamente causando la muerte del terrorista.

Y sin embargo, quedaban dos testigos…

Un extraño atentado todavía no explicado

Cuando en 1993 entrevistamos a un ciudadano centroeuropeo de origen español que formaba parte del mismo comando del GAL supimos algunos de los extremos del episodio que costó la vida a Jean Pierre Cherid. El atentado en cuestión había sido planificado por el propio Cherid el cual pudo enterarse a través de sus colaboradores y de seguimientos realizados por él mismo, de que la cúpula de ETA se reunía en un piso situado en las afueras de Biarritz. En aquella época, todavía ETA se movía con relativa libertad en el Sur de Francia y apenas adoptaba medidas de seguridad. Cherid supo que tras las reuniones celebradas en un primer piso, los etarras descendían juntos por las escaleras, caminaban unas decenas de metros, pasaban por debajo de un pequeño túnel sobre el que discurría la vía del ferrocarril y se iban a sus domicilios o bien de txikiteo… Al cotejar las fotografías de los etarras considerados como dirigentes de la banda, Cherid supo que aquellas reuniones englobaban a la dirección de ETA y su espíritu implacable le sugirió la posibilidad de realizar un atentado que, de un solo plumazo, acabara con la dirección de la banda. El lugar adecuado era, por supuesto, el pequeño túnel bajo el puente en donde los efectos de la explosión serían devastadores e incompatibles con la vida.

Cherid comunicó a su contacto en el GAL la posibilidad de realizar ese atentado... Con toda seguridad ese es el episodio al que tardíamente alude FGM cuando explicaba en noviembre pasado que tuvo en su mano la ejecución de la cúpula de ETA. Sin embargo, el crimen hubiera tenido varias implicaciones: de un lado, no era lo mismo matar etarras a cuentagotas que liquidar de un plumazo a la cúpula de la banda lo que podía generar fricciones con el gobierno francés y, por otra parte, entre la cúpula de Interior se veía a los GAL como una posibilidad de saquear los fondos reservados y acabar con la cúpula de ETA (esto es, con ETA…) hubiera supuesto matar a la gallina de los huevos de oro que todavía debía de rendir beneficios durante tres años más… De ahí que FGM negara su autorización para el atentado. Pero quedaba un problema: Jean Pierre Cherid.

La no autorización para cometer el atentado no hubiera sido comprendida ni por Cherid ni por sus amigos guardias civiles. Por otra parte, Cherid era lo suficientemente impulsivo y osado como para realizar el atentado por sí mismo sin necesidad de órdenes superiores o contraviniendo las órdenes recibidas. Existía, pues, la posibilidad de que actuara por su cuenta.

En lugar de transmitirle la negativa para que cometiera el atentado, se le entregó a Cherid un artefacto explosivo ya preparado del que le dijeron que era de mayor potencia y más efectividad para liquidar a la cúpula de ETA. Solamente había que colocar la batería en el último momento.

Cherid acudió aquella noche a su cita con la muerte acompañado por dos activistas de los GAL, el ciudadano centro-europeo en cuestión y otro colaborador argentino que vigilaron las inmediaciones separados cada uno unos 75 metros. En el momento en que Cherid colocó la batería se produjo la explosión que acabó con su vida. El ciudadano argentino fue el primero en darse cuenta de lo que había sucedido retirándose hacia donde estaba situado el centro-europeo que permanecía incrédulo ante la muerte de su compañero. En los meses siguientes, este ciudadano argentino visitó varios medios de comunicación intentando vender estas informaciones que, sin embargo, no se publicaron jamás.

La muerte de Cherid no pudo ser eludida por los medios de comunicación que, sin embargo, se limitaron a dar unas cuantas informaciones no siempre auténticas sobre su vida y su pasado y que nada dijeron sobre contra quien intentaba atentar. Meses después se supo que la Guardia Civil había concedido una pensión a la viuda de Cherid como “miembro del cuerpo”, lo que suscitó el encono de los diputados de Izquierda Unida.

En 2009, cuando escribimos en infokrisis (http://infokrisis.blogia.com) nuestras “Ultramemorias” ya mencionamos este episodio, anterior en año y medio a las declaraciones de FGM. Al expresidente, permanente desmemoriado que se enteraba por la prensa de cualquier cosa sobre los GAL, le faltó decir que en su “meditación” sobre si valía la pena asesinar a toda la cúpula de ETA, su decisión acarreó un muerto: Jean Pierre Cherid.

El GAL: otra madre de las corruptelas

Este país no hubiera llorado a ninguno de los etarras asesinados por el GAL a los que, por primera vez se habló en un lenguaje que eran capaces de entender. Quien desencadena un proceso de violencia y crímenes, frecuentemente se ve arrastrado por él y lo que el pueblo español reprochó a FGM no fue tanto que decidiera acabar con ETA poniendo la “directa”, como que los GAL se convirtieran en un pozo de corruptelas y en la excusa para el saqueo de los fondos reservados de Interior por parte de las sucesivas cúpulas que dirigieron el ministerio entre 1983 y 1996.

En muy pocas ocasiones (que nos conste, en ninguna) los 40.000.000 de pesetas habilitados en la Operación GAL por etarra muerto llegaron a los mercenarios que ejecutaron los crímenes. Esas cantidades se fueron perdiendo en los distintos escalones de interior y en el nivel más bajo, el protagonizado por Amedo, se dilapidaron en puticlubs, casinos y bingos… Amedo llegó a cometer un atentado por sí mismo, posterior a la orden de Barrionuevo de liquidar a los GAL (tras el asesinato por parte de un improvisado comando del “Gal Barcelona” de Robert Kaplan, ciudadano francés que no tenía nada que ver con ETA) y antes, incluso, había prometido a los pequeños hampones que sustituyeron a Cherid en la comisión de los atentados, que cuando vinieran con la esquela del Egin del etarra muerto les pagaría los 40.000.000 de rigor… pero antes de que abandonaran territorio galo se limitaba a avisar a su amigo del alma, un policía francés, para que detuviera a los autores, recibiendo por ella los correspondientes emolumentos.

Los GAL no fueron más que un saqueo sistemático de los fondos reservados amasados con los impuestos de todos los españoles, un caso sin precedentes en donde la vulneración de los principios del Estado de Derecho en materia de lucha antiterrorista, quedan superados por la corrupción que durante el felipismo se enseñoreó de la vida política de nuestro país.

FMG no es solamente un fantasmón, pedante, ególatra y mentiroso, residuo de otros tiempos. Él mismo ha reconocido ser la “X” de los GAL sin que ni la fiscalía general del Estado, ni la fiscalía de la Audiencia Nacional le requirieran para que ampliara datos. A esto se le llama “división de poderes”. Tenía razón el amigo del alma de FGM, Alfonso Guerra, cuando decía aquello de que “Montesquieu ha muerto”. Lo que vive y goza de buena salud es la corrupción…

(c) Ernesto Milà - infokrisis - http://infokrisis.blogia.com - Prohibida la reproducción de este texto sin indicar origen - infokrisis@yahoo.es

Del Opus Dei al Islam pasando por el terrorismo. Eduardo Rózsa: interrogantes sobre su vida y su muerte

Infokrisis.- Judío húngaro residente en Bolivia, miembro del Opus Dei, converso al islam, voluntario en la guerra serbo–croata al lado de los croatas, amigo del terrorista Carlos Illich Ramírez (a) “Carlos”, formado militarmente en escuelas militares húngaras y en la escuela Derjzhisky del KGB en Moscú, periodista recordado por Manu Leguineche, corresponsal de La Vanguardia, esta biografía debería ser suficiente como para suscitar perplejidad. Y sin embargo alguien así existía: Eduardo Rózsa Flores, muerto el pasado 20 de abril en Santa Cruz de la Sierra cuando su grupo preparaba –al parecer, ¿o quizás no? – un atentado contra Evo Morales por cuenta de la derecha secesionista. ¿Quién da más? Entre los terroristas, la policía boliviana identificó a un cocinero de Elche. Esta es la sorprendente historia del comando terrorista (o de un grupo de irresponsables).

En la guerra servo–croata de 1992–98

Su rostro apareció en 1992 por primera vez en la BBC en el documental Perros de la Guerra que mostraba a mercenarios británicos, con base en Osijek. El encargado de dar órdenes a los mercenarios británicos era Eduardo Rózsa Flores, jefe del Pelotón Internacional de Voluntarios. Tenía entonces 32 años. Poco después sería investigado por la muerte del fotógrafo británico Paul Jenks y de un periodista suizo, Christian Württemberg, en enero de 1992. Württemberg investigaban el tráfico de iconos robados en iglesias serbias y se había logrado infiltrar en el Pelotón Internacional de Voluntarios. Cuando el 13 de enero de 1992, Paul Jenks y su colega Hassan Amino visitaron la base del Pelotón Internacional de Voluntarios para preguntar lo que había ocurrido con Württemberg, el primero resultó asesinado de un tiro en la nuca. Los croatas ocultaron durante mucho tiempo las muertes. Scotland Yard abrió la investigación y debió cerrarla por falta de pruebas, cuando Rózsa ya había sido condecorado por Tudjman y disponía de pasaporte croata. ¿Cómo había llegado hasta allí?

En 1988 Rózsa se relacionó con un prominente miembro del Opus Dei, Ricardo Estarriol, corresponsal de La Vanguardia en Viena. En 1991, Estarriol lo envío primero a Albania y luego a Croacia que vivía una situación pre–bélica. El diario barcelonés publicó sus crónicas durante meses hasta que se comprobó que, además de escribir, se había sumado a las milicias croatas y había sido fotografiado –las fotos y el ego fueron la perdición de Rózsa– frente a un T–62 de uniforme y con armas. Había cambio la máquina de escribir por el AK–47. Justificó esta mutación alegando que le indujo a tomar las armas la muerte de Zarko Kaic, periodista de la TV croata. Manu Leguineche dijo de él que fue “un periodista que tomó partido”.

En realidad, a pesar de llegar como corresponsal de La Vanguardia a finales de agosto de 1991, Rózsa se alistó inmediatamente en la Guardia Nacional Croata en la localidad de Lazlovo (lo que demuestra que había llegado ya con intenciones pre–establecidas), en una zona poblada por etnia húngara. Fue allí donde junto a un norteamericano de origen croata, Johnny Kosie, y un húngaro de la aldea, formaron el núcleo del Pelotón Internacional de Voluntarios. A través del jefe de la milicia local de Osijek, lograron el reconocimiento de las autoridades croatas. La unidad llegó a tener 320 voluntarios procedentes de 20 nacionalidades, especialmente del Este europeo, que iban a afluyendo al conflicto. Todos llamaban a Rózsa “Chico”. La unidad fue disuelta el 31 de julio de 1994.

De la relación con Estarriol quedará su tenue vinculación al Opus Dei que seguramente fue un paréntesis oportunista para ser enviado como corresponsal al conflicto serbo–croata y tener puntos de apoyo en la católica república balcánica. Si sorprendente es su aventura croata, más sorprende aún es su pasado.

Antes de Croacia

Eduardo Rózsa–Flores había nacido en la tierra en la que terminó muriendo: Santa Cruz de la Sierra, en el Este boliviano, el país de los cambas. Su padre, György Obermayer Rózsa, era un pintor húngaro, de ascendencia judía, atraído por la vida bohemia de París a donde llegó en 1948. En 1952, György se integró en una misión científica francesa y recaló en Bolivia donde conoció a Nelly Flores Arias con la que se casó. Siguió siendo comunista durante mucho tiempo y dirigente del Partido Comunista Boliviano. A raíz de la aventura guerrillera del Ché Guevara en Bolivia, György fue expulsado por oposición a la línea de la dirección que implicaba cortar vínculos con la guerrilla guevarista y pasó a prestar apoyo logístico a la guerrilla, asumiendo la tarea de evacuar a los supervivientes hasta Chile. De todo este período quedó en la mente del joven Eduardo Rózsa, la imagen del Ché Guevara como ejemplo e ideal a seguir.

Cuando en 1972, se produjo el golpe de Estado de Hugo Banzer en Bolivia, los Rózsa huyeron a Chile. El joven Eduardo, tenía 13 años. En septiembre de 1973, tras el golpe de Estado de Pinochet, la pareja huyó primero a Suecia y luego a Hungría. En Budapest estudio enseñanza media, realizó el servicio militar como guardia en el aeropuerto Fery Hegy de la capital y luego, por motivos que se desconocen, probablemente porque su padre siempre había trabajado para los servicios secretos del Este Europeo, Eduardo Rózsa fue transferido a la Academia Dzerjzhinsky en la URSS, donde recibían formación básica en inteligencia los agentes del KGB.

La investigación abierta por Scotland Yard a raíz de las muertes de los dos periodistas citados en Croacia, determinó que Rózsa había sido incorporado a los servicios de inteligencia húngaros. En esa época reconocerá haberse encontrado con Carlos Ramírez “El Chacal”, “Carlos”. Fue el último Secretario de la Organización Comunista Juvenil en la universidad húngara de Eötvös Loránd en 1990. Al producirse la transición húngara fue portavoz de la Agrupación Martos Bela un grupo de militares comunistas partidarios del mantenimiento del antiguo régimen… y de ahí al Opus Dei en un triple salto mortal.

Rózsa minimizó estas relaciones indicando que apenas hizo otra cosa que cooperar con los servicios secretos húngaros como estudiante. Sus primeros trabajos periodísticos los realizó para Prensa Latina, agencia de prensa vinculada a la seguridad cubana. En los años siguientes, estuvo presente en los desplomes de los regímenes comunistas de Hungría y Albania y en la secesión de Eslovenia.

A la vista de éste historia, pacientemente reconstruido por la seguridad inglesa, es fácil percibir que, como mínimo, en 1980 y hasta su entrada en Croacia en 1991, Rózsa estuvo vinculado a los servicios de inteligencia del Este Europeo. ¿Qué ocurrió después? ¿Entró en Croacia como agente de la inteligencia rusa? ¿Había cambiado de campo? ¿Era miembro de la inteligencia húngara y cuando se produjo el desplome del régimen comunista se convirtió simplemente en mercenario? ¿Enloqueció simplemente y se dejó arrastrar por el afán de aventura?

Santa Cruz: última etapa

Por la boca muere el pez. El septiembre de 2008, Rózsa abandonó Hungría no sin antes conceder una entrevista al periodista Lázar Gyorki. Explicó como siempre sus excentricidades con todo lujo de detalles, entre otros explicó haber realizado diversas tareas de reclutamiento de jóvenes dispuestos a “liberar Santa Cruz”. Era fácil pensar que estas informaciones publicadas en la prensa húngara serían leídas por la delegación diplomática boliviana en Budapest. Lo que ocurrió luego era previsible: el 16 de abril, los comandos Delta de la policía boliviana irrumpían en los hoteles Asturias y Las Américas, y desarticulaban completamente el grupo deteniendo a todos sus miembros y matando a tres, incluido Rózsa. La prensa boliviana habló de un complot de ultraderecha a la vista de que en los meses anteriores Rózsa había multiplicado sus contactos con organizaciones húngaras de extrema–derecha (concretamente con Jobbik, Székely Legio y Lelkiismeret).

El grupo desarticulado estaba integrado por dos supervivientes al tiroteo, Mario Tadik Astorga (58 años), derechista veterano del ejército boliviano, de ascendencia croata, y Elod Toaso, conocido nacionalista húngaro y experto informático, los dos mercenarios en el PIV, y otros dos muertos, además de Rózsa, Michael Martin Dwyer, irlandés (24 años), que había estudiado en el Galwy–Mayo Institute of Technology de Irlanda, del que se dijo que era aficionado a las armas de fuego y Arpad Magyarosi, experto francotirador rumano perteneciente a la minoría húngara. Dos días más tarde, resultaron detenidos Juan Carlos Gueder y el paraguayo Alcides Mendoza, miembros de la Unión Juvenil Cruceñista, brazo de choque del opositor Comité Cívico de Santa Cruz. Más tarde se sabría la implicación de un ciudadano español residente en Elche.

Pocos días después del tiroteo en Santa Cruz, la Policía Federal de Brasil detuvo a otro miembro del grupo Rózsa en el aeropuerto de Brasilia, el irlandés de nombre islámico Yasser Mohammed, acusado por el Gobierno de magnicidio, según ANF. La detención coordinada por Interpol fue realizada por miembros de la inteligencia brasileña y boliviana. El detenido sería el proveedor de armas del grupo, habría salido de Bolivia para intentar alcanzar Lisboa al estar buscado por tráfico de drogas y blanqueo de dinero. La cocaína es otro elemento a tener en cuenta. Santa Cruz es la capital de los “cocineros” de la coca. Es posible que el atractivo de la aventura para el grupo de mercenarios, no fuera tanto lograr la secesión como hacerse un hueco en el mercado de la droga. A fin de cuentas ellos lo podían conseguir: estaban fuertemente armados, tenían experiencia en guerras irregulares y, sobre todo, ambición.

La investigación posterior intentó demostrar que el grupo había sido contratado por autoridades de Santa Cruz a fin de generar un clima de inestabilidad que posibilitase la secesión de las provincias del Este boliviano. Esa secesión estaba alimentada por la extrema–derecha cruceña que habría contratado a Rózsa, no tanto por afinidad ideológica como por su condición de “mercenario internacional”. Si alguien quiere desestabilizar precisará mercenarios. Lo sorprendente es que en su blog todavía pueden verse los links de las organizaciones cívicas secesionistas cruceñas de extrema–derecha, junto a enlaces con organizaciones palestinas, iraquíes, antisionistas, etc.

A las 6:30 del 21 de abril, la policía boliviana se personó en la Feria de Exposición (Fexpo) de Santa Cruz encontrando un pequeño arsenal compuesto por una escopeta, cuatro fusiles, una carabina, una ametralladora y cierta cantidad de explosivo C–4 en el stand de la cooperativa cruceña de telecomunicaciones COTAS. Algunos medios atribuyeron a COTAS complicidad con el grupo terrorista. En realidad, el stand de COTAS, una empresa de telecomunicaciones que resultó completamente exonerada en semanas sucesivas, estaba instalada en Fexpo, propiedad de la empresa CAINCO cuyo presidente era Carlos Dabdoud, uno de los más activos defensores del separatismo cruceño. Así pues, según la versión oficial, los responsables de financiar al comando y quienes diseñaron el plan desestabilizador serían: Mirko Marinkovic, ex presidente del poderoso Comité Cívico, los directivos de CAINCO (Cámara de Industria y Comercio de Sant Cruz) y varios empresarios cruceños.

Se dijo que el grupo terrorista intentaba hundir un barco que realiza travesías en el Lago Titicaca y en el que se realizan algunas sesiones del consejo de ministros presidido por Evo Morales. Demasiado fantasioso –incluso para Rózsa– para ser cierto.

Puntos negros del tiroteo en Santa Cruz

Pronto empezaron a surgir sospechas sobre lo que había ocurrido. Uno de los muertos en el tiroteo, Michael Dwyer falleció a consecuencia de seis disparos según la autopsia realizada por la policía boliviana, sin embargo, una nueva autopsia realizada en Dublín concluyó que había muerto de un solo disparo en el corazón, como si se tratara de una ejecución sumaria. El embajador de Gran Bretaña en Bolivia, Nigel Baker, aludió a que el informe del gobierno boliviano tiene “demasiados puntos dudosos”.

Por su parte, Andras Kepes, periodista del canal estatal Magyar Televizió, autor de la última entrevista a Rózsa, afirmó a dos diputados opositores bolivianos que llegaron a Budapest para aclarar el asunto Rózsa que la conversación había sido desvirtuada por el gobierno boliviano y los medios afines a él. Kepes les informó que Rózsa tenía solamente la intención de “defender” la autonomía de Santa Cruz, creando una “milicia armada” y que no se trataba de llevar la guerra civil a Bolivia. Los dos diputados se entrevistaron también con miembros de la comunidad islámica húngara quienes les aseguraron que se sumarían a la demanda internacional contra el gobierno de Evo Morales por “ejecución sumaria”. La demanda fue presentada por los familiares de Michael Dwyer y del rumano Arpad Magvarosi.

La investigación se inició a raíz de que el gobierno boliviano se negara a enviar el resultado de las investigaciones sobre el episodio. Irlanda, el país más activo en la investigación, solicitó el 24 de octubre a la cancillería boliviana el informe oficial sobre los presuntos terroristas. Para colmo, Evo Morales, en el curso de una rueda de prensa, aludió a que el comando terrorista había sido financiado por la Fundación Iberoamérica–Europa con sede en calle Hermano Bécquer, 6 de Madrid y presidida por Pablo Izquierdo Juárez, ex diputado del PP y antiguo jefe de prensa de Aznar. Entre 1999 y mediados de 2008, la Fundación había recibido 4.370.477 euros, de los que la cuarta parte estaban dedicados a la “cooperación en Bolivia”. Esto y la presencia de otros dos ex parlamentarios del PP (José Manuel Peña y Joaquín Cotoner), evidencian la vinculación de FIE al entorno del PP o más exactamente a FAES, quien fue denunciada por Hugo Chávez como cómplice de la oposición venezolana. Se trata de una extraña Fundación que desde 2007 está siendo investigada por la UE por supuesto fraude, según información del diario Público. FIE transfirió enormes cantidades de dinero a la Cámara de Comercio de Santa Cruz (CAINCO), uno de los puntales de la oposición contra Evo Morales y a quién éste implicó en la “conspiración Rózsa”.

Diez días después del tiroteo de Santa Cruz, el presidente de la Comisión de investigación sobre el episodio acusó al prefecto cruceño Rubén Costas y al ex presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Branko Marinkovic, de haber ideado el plan de desestabilización del que Rózsa era el ejecutor. Ambos negaron terminantemente las acusaciones. Las pruebas eran bastante tenues: uno de los directivos de CAINCO, Alejandro Melgar había viajado a Madrid en noviembre de 2007 y sería desde Madrid, un año después que el grupo presuntamente terrorista viajó a Santa Cruz en vuelo de Aerosur…

La tesis oficial del gobierno boliviano sostenía que se trataba de repetir en Bolivia la misma estrategia que la aplicada en Kosovo durante la guerra de 1999, practicando el terror sobre las poblaciones. Lo que sí es cierto es que tanto en Kosovo en 1999 como en Bolivia diez años después, el embajador norteamericano era el mismo: Philip Goldberg. Lo cierto que es inmediatamente después de la llegada de Goldberg a Bolivia, el país empieza a padecer una oleada de separatismo en los departamentos del Este, un proceso que recuerda extraordinariamente a la desmembración de Yugoslavia. El hecho de que el multimillonario boliviano de ascendencia croata Branko Marinkovic adoptara una posición decididamente favorable a la secesión de la “Nación Camba” (formada por los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija), contribuía a reforzar esta hipótesis.

Pero había algo raro en todo esto. Alonso, el periodista español que conoció a Rózsa afirma que “Dos amigos de Rózsa, uno en Budapest y otro en Beli Monaster (Croacia), recibieron en el mes de marzo –es decir, poco antes del tiroteo– un video de Rózsa, en el que, según sus receptores, el mercenario se sentía traicionado por los que le habían contratado. Decidió grabarlo para que, en el caso de que lo eliminasen, se supiese cómo y quién había contratado sus servicios para organizar algo desconocido en Bolivia”. Si esto es así, ¿por qué no abandonó inmediatamente Bolivia? ¿Qué les decidió a permanecer en un lugar en el que le “habían traicionado”.

El factor ilicitano…

El pasado mes de agosto el fiscal de La Paz, ordenó a la policía de fronteras comprobar si el ciudadano español Alejandro Hernández Mora, había entrado legalmente en Bolivia. Según la tesis de la fiscalía, Hernández Mora había entrado en el país llamado por su antiguo camarada Eduardo Rózsa para encargarlo de la fabricación de armas y explosivos, en tanto que especialista en la materia. Sería él, pues, quien debería manipular el explosivo C–4 y las varias decenas de detonadores encontrados por la policía boliviana tras la masacre del hotel Las Américas. Hernández Mora pertenecería, pues, a la segunda oleada de terroristas que llegarían cuando el primer grupo hubiera construido una infraestructura en Santa Cruz.

Hernández Mora era un antiguo miembro del Pelotón Internacional de Voluntarios, con el alias de “Malaria”. Antes, había sido antiguo soldado voluntario en el Ejército Español y se relacionó en su ciudad natal con medios del grupo La Falange. Era considerado un tipo inestable y algo freaky y antes de partir para Bolivia colocó un anuncio solicitando trabajo como cocinero (véase el link: http://www.xing.com/profile/Alejandro_hernandezMora en donde él mismo, entre otras habilidades, explica que es “perforador de canteras y minas, barrenero” y en donde dice hablar serbo–croata).

En el momento de producirse el tiroteo de Santa Cruz, el propio Hernández Mora declaró encontrarse en Israel, sin especificar exactamente qué estaba haciendo. Lo sorprendente es que el anuncio en Xing buscando trabajo no se remonta más atrás de junio de 2008. Algo debió ocurrir cuando, en lugar de acomodarse en el sector de la hostelería pudo viajar a Israel donde abundan las empresas de seguridad especializadas en dar entrenamiento a miembros de servicios especiales públicos y privados. Según el acta de acusación, él debería haber fabricado explosivos para detonar en distintos puntos de La Paz creando un “estado de confusión que propiciaría un atentado contra el presidente de Bolivia Evo Morales”, atentado a partir del cual se formalizaría la escisión de los departamentos del Este boliviano.

Hernández Mora admitió en una entrevista a Elchedigital que en enero de 2009, Rózsa se puso en contacto con él para participar en una misión encaminada a derrocar a Evo Morales. Textualmente afirma que le dijo que “Hay mucho dinero por medio, detrás de todo esto hay ganaderos y compañías petroleras”, pero Hernández Mora afirmó haber rechazado la oferta: “estaba muy a gusto sin meterme en más líos”.

El vecino de Elche admitió que Eduardo Rózsa, ordenó al húngaro Óscar Würrtel, que asesinara al periodista suizo Christian Württemberg, cuando éste se enteró de que se había infiltrado como voluntario en las Brigadas Internacionales para realizar un reportaje para la BBC.

¿Hay una explicación al enigma Rózsa?

No hay duda de que Rózsa fue un aventurero, acaso psicópata, de vida agitada y superficial en sus juicios. A partir de esta ecuación todo es posible: Rózsa estaba dirigido solamente por sus vísceras y sus intereses personales y estos variaron a medida que fueron variando las condiciones políticas de  los países en los que residió (Bolivia, Chile, Hungría…). A partir de entonces empezó a actuar por su cuenta, sin respetar a ningún patrón. En tanto que histrión y ególatra, no podía evitar llamar la atención en cualquier país en el que vivió.

Fue comunista y miembro de la inteligencia húngara antes de la caída del comunismo. Quizás fuera rescatado por sus amigos de la Academia Derjzhisky del KGB en donde cursó estudios y fueron ellos quienes le sugirieron que se trasladara al escenario albano-croata en misión de información. La puerta de entrada en la católica Croacia era el Opus Dei y la carta de presentación una corresponsalía de cualquier diario (en este caso La Vanguardia) algo muy habitual para cualquier agente de información. Sin embargo, una vez sobre el terreno, Rózsa se convirtió en incontrolable, dejó de informar: la guerra le atraía más que el espionaje y el saqueo y el botín mucho más que los ingresos en cuentas cifradas. En la guerra olvidaba los trastornos de su personalidad (ver recuadro sobre su perfil psicológico) que no eran pocos. Una vez dado este paso comprobó que podía vivir huyendo de sí mismo en guerras oscuras y en misiones humanitarias en los lugares más recónditos del planeta.

No era un hombre de extrema-derecha, de hecho no tenía ideas políticas: podía trabajar con palestinos, con gobiernos de izquierda, y la definición que le cuadraba y que asumió era la de “nacional anarquista”, paradójicamente se definió también como “patriota internacionalista”. Le atraían las ideas de Alain de Benoist sobre el arraigo y la identidad… a él que era un mestizo de judío, húngaro y boliviano. Buscó contactos con el gobierno venezolano de Hugo Chávez que pronto advirtió su superficialidad y la posibilidad de manipularlo hacia mediados de 2008.

En ese momento, la situación en Bolivia estaba muy tensa. El “creciente boliviano” amenazaba escindirse y la misma posibilidad haría peligrar al gobierno de Evo Morales (el departamento de Santa Cruz es el más rico del país). Se daba la circunstancia de que el multimillonario Branko Marinkovic, cabeza visible de la disidencia, era de padres croatas. Era fácil improvisar una operación de inteligencia en la que alguien convenciera a Rózsa de acudir en defensa de las libertades cívicas de Santa Cruz (era un superficial que entendía poco de política y mucho menos de política boliviana; vivía en Budapest).

Incontrolable como siempre pensó en una nueva aventura: Bolivia era cocaína, Bolivia era la tierra donde el Ché Guevara –su ídolo- había ejecutado su aventura, Bolivia era la tierra de su madre, Bolivia era la posibilidad de montar una guerra que filmar con su cámara (ver recuadro sobre Chico y Guerra Sucia). Movilizó a su grupo, cometió incluso algunos atentados (en la casa del obispo de La Paz). Como era de esperar y como había hecho siempre, se fotografió con algún arma en la cama, explicó a la TV húngara sus planes… y marchó, alegre e inconsciente, hacia su muerte y la de dos de sus amigos.

La operación movida desde Venezuela tuvo éxito: como por azar, los comandos Delta de la policía boliviana lo localizaron en el hotel más lujoso de Santa Cruz y, a pesar de que en la habitación solamente se encontraba una pistola, no dudaron en asaltar la habitación ejecutando a Rózsa y a sus dos compañeros. Pero el objetivo estratégico de la operación no era acabar con un aventurero enloquecido, sino sembrar la desconfianza en la derecha cruceña e inhabilitar su proyecto secesionista… que desde aquel tiroteo no vuelto a agitar la bandera de la secesión. Operación concluida. Era cuestión de tiempo que algún servicio de inteligencia se fijara en la portentosa y desmesurada vida de Eduardo Rózsa Flores y lo utilizara para sus planes.

[Recuadros fuera de texto]

Recuadro I

Un extraño itinerario religioso

A pesar de la ascendencia judía de su padre, Rózsa parece haber sido impermeable a la influencia de la Torah hebraica. De hecho, desde muy pronto optó por la causa palestina, a pesar de que en su blog y en sus escritos siempre matizó esa posición, declarándose en contra del sionismo, pero mirando con benevolencia al judaísmo cabalístico no sionista. Poco puede decirse de su fugaz paso por el Opus Dei a quien reconoció siempre el haber “disciplinado su vida espiritual” y “favorecido en todos los sentidos”. Da la sensación de que con ese paso lo único que pretendía era obtener buenas relaciones para allanar su paso posterior por la católica Croacia. En todo momento Rózsa elogió los escritos de Escribá de Balaguer. Mucho más interesante –y reciente– fue su incorporación al islam.

Rózsa justificó el haberse integrado en la Umma islámica y sus fluctuaciones religiosas aludiendo en una entrevista a que “siempre se trata del mismo Dios” y añadiendo que “estamos hablando de los mismos valores universales y, por tanto, no veo ninguna contradicción”. Sin embargo, en la misma entrevista enfatizó su adhesión al Corán con palabras encendidas: Soy parte de un proyecto universal, iniciado con la revelación del Santo Corán a nuestro querido Profeta, y como tal, intento comportarme, llevar una vida encausada, e intento ayudar a mis hermanos, estén donde estén”.

Según explicó, se convirtió al Islam en una mezquita de Sarajevo en 1995, durante un asedio serbio. “Estaba allí, para hacer entrega directa de un paquete que contenía mapas, fotos, datos recopilados en la frontera húngaro–serbia, sobre el tráfico ilegal de armas que se hacía en esa zona, eran armas que iban a parar en manos de las bandas de serbios salvajes que estaban masacrando a la población bosniaca...Me invitaron a una mezquita, llegué allí poco antes de la oración vespertina. Nunca antes había estado durante la oración en una mezquita, así que me ubiqué en la fila trasera, intenté seguir el ritmo de la oración, y lo que se me ocurrió orar fue una frase muy simple: Dios es Uno, Dios es Uno...Sentí una gran satisfacción y alegría de estar allí, y hasta un poco de orgullo”. Y entonces se produjo su “iluminación”.

Con su habitual facilidad para alcanzar protagonismo allí donde iba, pronto empezó a realizar propaganda a favor del Islam. En Yakarta, habló en una mezquita ante centenares de islamistas presentes. Participó en misiones humanitarias en Sudán, Irak y en otros países. Defendió la inocencia de los implicados en el 11–S al que calificó como “empleados de la administración norteamericana”, añadiendo que “todo lo acaecido después del 11–S sólo ha favorecido o a los grupos de interés que deseaban esa atroz, injusta e inmoral guerra contra Iraq”.

En Hungría estaba considerado como “líder musulmán” siendo vicepresidente y diputado de la comunidad islámica de aquel país. En una entrevista realizada en Venezuela, termina con la exclamación islamista: “Allah Akhbar!”… En 2003 para sellar esas vinculaciones con el islamismo afirmó ser portavoz de un grupo disidente iraquí que se autodenomina el Gobierno Iraquí Independiente.

Islam, opusdeísmo católico, simpatías por el judaísmo no sionista, tales han sido las distintas posiciones religiosas adoptadas por Rózsa. ¿Eran sinceras? ¿No serían más bien excusas que le permitieran adentrarse en distintas zonas conflictivas sin despertar sospechas, presentándose como un rigorista de cada una de estas religiones y, por tanto, como personaje fuera de toda sospecha? Y si era así ¿al servicio de quién?

[Recuadro II]

Eduardo Rózsa Flores: perfil psicológico

Algunos de quienes lo conocieron decían que se veía a sí mismo como un "Patriota Internacional" que perseguía convertirse en héroe y alcanzar notoriedad, protagonismo y gloria. En ese sentido era un megalómano egocéntrico con unos fetiches a los que aspiraba a imitar. El Ché Guevara, sin duda, el primero de todos, pero también a Amir Ibn Al Khatabb, muerto en Chechenia, llamado “el Ché Guevara musulmán” y, cómo no, a Carlos Illich Ramírez (a) “Carlos”. Es posible que hubiera en su carácter cierta inmadurez o una personalidad no completamente redondeada que le llevaba a ensoñaciones, fugas fantasiosas y a cierta mitomanía enfermiza.

El psiquiatra Marcos Domich definió el perfil psicológico de Eduardo Rózsa Flores con estas palabras: “este tipo de casos dominados por el patetismo y la impulsividad y son las personalidades adecuadas para las acciones extremas”. No es raro que en su dramaturgia particular fuera particularmente aficionado a utilizar la consigna atribuida a Cayo Bruto en el instante de asesinar a Julio César: “sic Semper tyrannis” (muerte al tirano), pronunciada también por John Wilkes Wood, asesino de Abraham Lincoln, un actor frustrado.

Era un fanático de las armas: solía fotografiarse acompañado por algún arma o vestido de uniforme. Le costó caro. En noviembre de 2008 se fotografió en el Hotel Buganvillas de Santa Cruz en la cama con un fusil de asalto M–16 y una Uzi judía con silenciador. Había abandonado Hungría tres meses antes. Un psiquiatra freudiano lo tendría muy fácil para calificar el estado mental de Rózsa: en la cama acompañado por un arma de asalto entre las piernas… “complejo de castración”. Blanco y en botella. Algo, desde luego, no funcionaba bien en su sexualidad.

Un periodista español que le conoció en Albania y luego en Croacia, Julio César Alonso, recuerda un oscuro incidente que le costó a Rózsa el ser expulsado del hotel de la prensa tras salir de su habitación un niño con signos claros de abuso sexual y encontrarse en ella cierto número de granadas de mano. Años después volvió a verlo en Osijek en donde el jefe de la milicia le ofreció ametrallar su vehículo para poder acumular laureles como periodista de riesgo. Quien se lo propuso añadió que “El húngaro me ha pagado 50 dólares por disparar al suyo”. El  húngaro, naturalmente, era Rózsa. Horas después cuando lo encontró, efectivamente, con su vehículo ametrallado, Rózsa, en el bar, provisto ya de una metralleta Skorpion, instaba a otros periodistas a “defenderse”. Dos meses después ya dirigía el Pelotón de Voluntarios.

También resulta sorprendente que desde hace 20 años su hermana, residente en Santa Cruz, cortara toda vinculación con Eduardo, el cual siempre permaneció soltero y sin que se le recuerden compañías femeninas.

En cuanto a sus dotes histriónicas también están suficientemente claras. El dramatismo de algunas de sus afirmaciones y gestos, el histrionismo que lo suele acompañar en sus fotografías y declaraciones, unido a los argumentos con los que justifica sus saltos mortales políticos e ideológicos, lo definen como alguien superficial, visceral, para quien el gesto y el exhibicionismo son mucho más importante que los razonamientos o las opciones meditadas.

Había cierto infantilismo en todas sus acciones. Se definía a sí mismo como “nacional–anarquista” e incluso había intentado reagrupar a los exóticos individuos que en todo el mundo se reclamaban de esta corriente. No dudó en presentarse como exponente “nacional–anarquista” y su muerte fue recibida con lamentos en blogs, alguno de los cuales creados por él mismo como http://national–anarchism.blogspot.com/

¿Era Rózsa un psicópata? Algunos de los rasgos de su personalidad así pueden indicarlo (falta de empatía con los demás, facilidad para la mentira y la simulación, superficialidad en los juicios, búsqueda sin escrúpulos de apoyos a los que luego abandona o traiciona, sensación de desprecio hacia los inferiores, capacidad para cometer asesinatos fríamente). Seguramente era también el resultado turbulento del mestizaje entre tres sociedades: la judía, la boliviana y la húngara. Alguien desarraigado que optó por la aventura como forma de vida. Sin escrúpulos. Sin más objetivos que sembrar la guerra y el caos allí donde iba. Sin ideales más allá de seguir a las propias vísceras y sin la discreción suficiente como para poder realizar operaciones clandestinas como las que se propuso en Santa Cruz de la Sierra, última etapa de su aventura.

[recuadro III]

Chico: autobiografía llevada al cine

Es una película notable que ha obtenido varios galardones internacionales. Rodada en 2002 y dirigida por la directora magiar Ibólya Fekete no solamente está inspirada en la vida de Rózsa, sino, además, protagonizada por él mismo. La película entra dentro del exhibicionismo propio de la personalidad de Rózsa: no solamente ha vivido una aventura, sino que además necesita contarla y, por supuesto, embellecerla.

Chico se rodó en Hungría, Croacia, Albania, Chile y en la Tierra Santa. Estaba contratado para el papel de protagonista un actor de origen judío que no gustaba a Rózsa, así que asumió en la película su propio papel. En una de las escenas Chico–Rózsa escenifica su encuentro con Illich Ramírez (a) “Carlos”, añadió: “Quise que se expresara mi opinión sobre el Comandante, y que se intentara derrumbar ese mito negativo que se ha construido sobre su persona y sobre sus actos”. El “comandante” al que se refiere es “Carlos” y la revista en la que se publicó la entrevista es “ICR” (Imagen y Comunicación Revolucionaria) que agrupa a los simpatizantes de “Carlos” en Venezuela. En la película Chico se muestra como un hombre que viaja por todo el mundo, persiguiendo un ideal que encuentra en el conflicto balcánico asumiendo la causa croata. La película intercala escenas de ficción con fragmentos de documentales reales. Obtuvo las mejores críticas y cuenta entre sus galardones con los premios a la mejor dirección y el premio ecuménico en el Festival Karlovy Vary, de la República Checa.

Pero Chico no colmó las aspiraciones cinematográficas de Rózsa que, se creyó en la obligación de filmar una segunda parte, Guerra Sucia, título de uno de sus libros. No pudo rodarla. Los productores a los que acercó el guión, literalmente, se horrorizaron. El periodista español César Alonso, que lo conoció bien, explica que Rózsa “En Hungría consulta con varios técnicos de cine una idea macabra: rodar (grabar) una película real de cómo se puede provocar una guerra. Las imágenes serían reales y los muertos y torturados también. Pero nadie sabía dónde habría de realizarse. El proyecto quedó aplazado primero y desechado después… ¿Del todo? En realidad, la última aventura boliviana de Rózsa tenía todo el aspecto de tener muchas intencionalidades diversas: una de ellas correspondía exactamente con la intención que revela César Alonso sobre el tema de su nueva película, aquella que debería consagrarlo n la cinematografía internacional: un hombre que no dudaba en montar un conflicto y filmarlo desde el primer momento para demostrar la facilidad con la que se pueden organizar guerras y masacres. Quería hacer en cine lo que Orson Wells hizo en radio con la Guerra de los Mundos: convertir la ficción en realidad.

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El Caso Faisán o el vértigo del abismo

Infokrisis.- ¿Qué puede pensarse cuando un policía ayuda a un etarra? Que lo hace en beneficio propio… Distintas series de TV han aludido frecuentemente a la colusión entre policías y delincuentes (en los pasados Emmy la serie The Shields basada en este tema recibió uno de los premios). Así mismo, en Juego de Patriotas, basado en la novela de Tom Clancy,  Harrison Ford encarna a un alto funcionario de la CIA, Jack Ryan que se mueve en esta y en las dos secuelas en medio de un mar de traiciones interior y dobles juegos en el que otros miembros de la seguridad norteamericana e inglesa y terroristas actúan de común acuerdo. También la película Los tres días del cóndor va sobre un tema similar. La acción común de policías degenerados que practican el doble juego con terroristas ha sido tratado en múltiples ocasiones por la literatura de género negro que ha cogido sus casos de la realidad. Así pues no se trata de algo que pueda sorprendernos, lo que verdaderamente sorprende es que, aquí y ahora, todo esto ocurra ante nuestros ojos y no merezca una investigación exhaustiva ni un castigo ejemplar. Normalmente la realidad no termina tan felizmente como las películas y las novelas.

Un viejo tema: ¿por qué sigue existiendo ETA?


Uno de los misterios políticos más extraños de Europa Occidental es por qué sigue existiendo ETA y actuando en una comunidad de poco más de 2.000.000 de habitantes, reclutando y actuando por espacio de 50 años a pesar de ser objeto aquella comunidad de la mayor acumulación de fuerzas de seguridad de todo el Estado. ¿Cómo es posible que durante 50 años ETA se haya reconstruido una y otra vez?

Hay argumentos para todos los gustos. Para los abertzales esa persistencia es garantía de que una parte importante de la población apoya la causa de ETA, para otros el hecho de que ETA no termine de desaparecer jamás indica que estamos ante un problema político y no policial. Los hay que atribuyen la subsistencia de ETA a los errores cometidos por los gobiernos de turno y particularmente al Caso GAL. No hay nadie en estos momentos que subraye la “calidad” de los militantes de ETA para la lucha clandestina, no hay absolutamente nadie que les atribuya una preparación política y técnica superior a la de la policía.

Los militantes de ETA que, periódicamente son detenidos en Francia y España no dejan de ser unos chiquilicuatres que llevan escrita en la cara el estigma de su inmadurez y frecuentemente de su falta de talla política: a estas alturas deberían saber que todo militantes de ETA que ingresa en la organización tiene una vida activa media de poco menos de un año, tras lo cual le esperan 20-30 de estancia en prisión. Y ninguno de ellos tiene el aspecto de idealista convencido, sino más bien de porreros, colgados y marginales sociales; muchos de los militantes de ETA que hemos visto ante los tribunales se han revelado como auténticos psicópatas, chalados de la peor especie, asesinos en seria sin nada en la cabeza, sin proyecto político y sin dos dedos de frente. Entonces ¿cómo es que las fuerzas de seguridad del Estado no logran liquidar a un banda de anormales dirigidos por aventureros políticos? Ese es el gran misterio.

Planteémoslo de otra manera. En los años 70, Uruguay no tenía más población que la Comunidad Autónoma Vasca. Existía allí un movimiento terrorista, el Frente de Liberación Nacional “Tupamaros”, compuesto por militantes buena parte de los cuales habían sido formados en Cuba y cuyo nivel intelectual era alto, sino altísimo. Entre 1968 y 1973, los “Tupamaros” estuvieron en condiciones de realizar importantes acciones terroristas y secuestros incluso de funcionarios de la CIA, lo que indicaba un alto grado de preparación y de información.

Sin embargo, en pocos meses resultaron completamente diezmados. La reducida población de Uruguay hizo que un trabajo policial sistemático fuera capaz de desmantelar a los “tupamaros” en apenas dos años. Hoy, las fuerzas de seguridad españolas cuentan con sistemas mucho más sofisticados que la policial uruguaya para acabar con un movimiento que no llega a la altura de la suela del zapato a los “tupamaros”, compuesto, apenas, por… chiquilicuatres, dirigidos por aventureros de pocos vuelos todos ellos en el exilio. ¿Dónde está el misterio?

Los “tupamaros” tenían el seguimiento y la complicidad de buena parte de la población. Mucho más de lo que ha tenido jamás Herri Batasuna. El Frente Amplio, fundado inicialmente por los “tupamaros” en los años 70, ha gestionado el poder en Uruguay venciendo en las elecciones de 1999 y 2004. Así pues, los “tupamaros” contaron siempre con un fuerte apoyo popular, lo que no fue obstáculo para que una policía escasa de medios los liquidara en apenas dos años. ¿Por qué en el País Vasco esto no es posible?

Resulta en cualquier caso extraño que ETA haya podido celebrar su cincuenta aniversario manteniendo el mismo nivel operativo que en estos últimos 10 años. Nunca es definitivamente desarticulada, pero las desarticulaciones siempre tienden a cortarle las uñas y a impedir que realice actos de terrorismo similares a los que tuvieron lugar entre 1976 y 1997. Da la sensación de que la seguridad del Estado se limita a hacer la manicura a ETA, cortarle las garras y nunca jamás remata la jugada con una desarticulación total. ¿Puede creerse en una hipótesis así?

Es cierto que la Ertzaina, mientras estuvo dirigida por el PNV se preocupó de que la presión policial sobre ETA nunca fuera excesiva. La teoría del PNV es muy conocida como para que valga la pena recordarla: “unos golpean el árbol y otros recogen los frutos”… Todo esto es comprensible –e inmoral- si tenemos en cuenta que el principal beneficiario de los crímenes de ETA ha sido el PNV sin cuya presión jamás hubiera podido elaborar un estatuto de autonomía cuyo techo se sitúa por encima de cualquier otro… Bien, pero ¿y la policía nacional? ¿y la inteligencia? No, decididamente hay algo extraño en todo esto. ¿Una hipótesis de trabajo? Determinados sectores de la seguridad del Estado podrían haber entendido que sus sueldos y sus primas depende de que ETA siga existiendo y haber pactado con un sector de la banda el mantenimiento de unos umbrales mínimos de terrorismo. A eso es a lo que llamamos “hacer la manicura a ETA”. ¿Tiene visos de verosimilitud esta hipótesis de trabajo?

¿Precedentes en Europa?

Italia, Brigadas Rojas, 1968. Renato Curcio, Maga Cagol y sus compañeros organizan los Comités Unitarios de Base. Están influidos por el castrismo, las guerrillas tercermundistas auspiciadas por los monteros, los tupamaros y la experiencia brasileña de Carlos Margihela y su guerrilla urbana. En 1969, la pareja Curcio-Cagol, formará el Colectivo Político Metropolitano, núcleo inicial de las Brigadas Rojas. En 1974 el SID (Servicio de Información de la Defensa) logra introducir a un colaborador en el núcleo operativo de las BR, Silvano Girott (a) “Frate Mitra” que provoca la detención de Curcio. Inexplicablemente, de la redada sale indemene Walter Moretti. Poco después, Mara Cagol logra liberar a Curcio en una operación terrorista inexplicablemente fácil, pero menos de un año después Curcio es detenido de nuevo y su compañera muere en el tiroteo. A partir de la llamada “Resolución Estratética” de 1975, las BR llaman a “atacar al corazón del Esado”. Walter Moretti es el hombre fuerte de la organización. Ni es un gran teórico, ni es un gran estratega, ni siquiera es un líderes reconocido por todos, simplemente ha ocupado el espacio vacío dejado por los dirigentes detenidos o muertos. En 1976 todos los fundadores de las Brigadas Rojas están muertos o en la cárcel. Todos, salvo Walter Moretti. Un año después, tras la muerte de Walter Alasia y diversas redadas en Sesto San Giovanni, Moretti se convierte en el líder indiscutible de la organización. Seguía siendo un tipo mediocre y un activista de segunda fila.

Sin embargo es en esa época cuando las BR logran su mayor nivel de actividad terrorista hasta lograr secuestrar a Aldo Moro, jefe de gobierno y líder de la Democracia Cristiana. Nunca en Europa se había producido una acción de presión al Estado de tal envergadura. A partir de ese momento se produjo el fin de las Brigadas Rojas. En 1980, están prácticamente desarticuladas y su terrorismo empieza a ser residual. La historia no termina tan fácilmente. En los años 90 se supo que Walter Moretti colaboraba desde mucho antes del secuestro de Moro con la seguridad del Estado. Incluso durante el secuestro de Moro, Moretti permaneció en un piso franco situado en… unas viviendas militares. Se le avisó previamente de que no volviera a ese piso vigilado por la policía. Sí: las detenciones selectivas de la policía italiana permitieron que Moretti escalara sobre los vacíos dejados por los presos o por los muertos. Luego las BR sirvieron simplemente para efectuar operaciones terroristas que tendrían como fin eliminar a personajes políticos de relevancia (Aldo Moro) en beneficio de otros (Giulio Andreotti).

En España, durante la transición se aludió mucho al “extraño GRAPO”, un grupo maoísta vinculado al PCE(R), compuesto por no más de 200 militantes en su mejor momento, cuyo nivel teórico era ínfimo, tosco y primitivo y que, sin embargo, estuvo en condiciones de secuestrar al General Villaescusa y Antonio María de Oriol, Presidente del Consejo de Estado. La infiltración de un guardia civil en el seno del GRAPO provocó la liberación de ambos secuestrados. Ese guardia civil se había infiltrado previamente en el MPAIAC, movimiento independentista canario del que hoy sabemos que los EEUU utilizaron como presión para que España acelerara su entrada en la OTAN [ver recuadro].

Estos casos muestran que, efectivamente, no todo en el terrorismo está tan claro como parece a primera vista. El extraordinario impacto emotivo de cualquier acción terrorista hace que con demasiada frecuencia los terroristas sean manejados por poderes y designios que ellos ni siquiera están en condiciones de intuir. Un estudioso de las BR dijo en 2002: “Hay gente que cree que es el responsable de un atentado simplemente porque ha enviado la nota reivindicativa…”.

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ETA y el misterio de su existencia

Infokrisis.- Cada vez se entiende menos la persistencia del terrorismo vasco. En plenas navidades, Rubalcaba anunció la inminencia de un atentado de ETA. Recién acabadas las fiestas, la consabida furgoneta-bomba fue interceptada y sus ocupantes detenidos. Casi inmediatamente, otro etarra reconoció haber intentado atentar en tres ocasiones contra José María Aznar. El mísil no funcionó… Y todo esto en medio de un clima de derrota en el que ETA no logra recuperar la iniciativa estratégica. ¿Cómo es que la policía no apuntilla de una vez para siempre a la organización terrorista vasca?

Algo sigue sin cuadrar en el terrorismo etarra, configurado como la “excepción europea”. Y sin embargo, no hay absolutamente ningún motivo por el que ETA no hubiera debido de ser completamente desarticulada como las Brigadas Rojas, Acción Directa o la Fracción del Ejército Rojo, ni por el que no hubiera debido desmovilizarse como el IRA. Hay un misterio no aclarado en ETA que los últimos acontecimientos refuerzan.

Del día de los Inocentes a la cuesta de enero

El 28 de diciembre no era, sin duda, el día más adecuado para anunciar un nuevo atentado de ETA, pero Rubalcaba no lo dudó y, ejerciendo sus funciones de ministro del interior, amargó las fiestas navideñas a todo un país anunciando vagamente un “gran atentado” o un “secuestro”. Históricamente, siempre que se anuncia algo así, o no ocurre nada, o la policía logra una detención espectacular. Eso fue lo que ocurrió dos semanas después, en plena cuesta de enero.

Las informaciones sobre todo esto son confusas. Interior lo justifica diciendo que en este tema cualquier información puede “alertar a la banda”. Seguramente es así, pero, a estas alturas, ni “la banda”, ni sectores cada vez más amplios de la opinión pública, se llaman a engaño: los primeros porque conocen exactamente lo que ha pasado y el alcance de las detenciones al poco de haberse producido, y la opinión pública porque empieza a sospechar que hay algo que no cuadra: si se producen tantas detenciones ¿por qué no se acaba de una vez por todas con “la banda”?

En esta ocasión, el anuncio de Rubalcaba era todavía más incomprensible porque podía ser considerado como una forma de alertar “a la banda”. No hacía falta alertar en plenas navidades a la opinión pública, bastaba con hacerlo a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Pero lo más incomprensible todavía es que, alertado todo el mundo de la “inminencia de un atentado”, “la banda”, en lugar de replegarse y esperar mejor ocasión, en lugar de revisar su seguridad… empieza a moverse y a traslada una furgoneta bomba. ¿Hay alguien que lo entienda?

Ciertamente, ETA no está dirigida en estos momentos por mentes lo que se dice “preclaras”, pero incluso de un psicópata medianamente dotado, debería de esperarse una actuación más “prudente”. Todo esto sería cómico de no tener como protagonista a una organización terrorista con cientos de muertos en su haber.

Del atentado diario al atentado de mantenimiento

ETA ha pasado de cometer un atentado al día prácticamente (pequeñas bombas en repetidores de TV, en domicilios de personas significadas como no-abertzales, en locales de partidos político democráticos, etc.) a realizar unos pocos atentados al año. No se entiende tampoco éste cambio de estrategia. Se diría que se debe a la propia debilidad de la banda, pero también a la necesidad de mantener la llama del terrorismo. Sí, pero ¿para qué? Y esto es lo verdaderamente incomprensible.

Sin posibilidades de negociar nuevamente, sin frente político que valga, con 500 militantes en la cárcel y un número similar en el exilio, con divisiones cada vez más notorias entre los presos, con una situación progresivamente adversa, alejado el PNV –su máximo valedor– del poder, con militantes de cada vez peor calidad y sin experiencia, con una población que –salvo en los altos valles de Guipúzcoa– permanecen cada vez más alejados del terrorismo, con una incapacidad evidente en reconstruir una estrategia y con la iniciativa perdida desde hace casi 15 años (tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco… ¿qué pueden esperan obtener los últimos etarras aparte de 20-30 años de prisión casi asegurados?

Los actuales “atentados de mantenimiento” de ETA se ceban sobre números de las fuerzas de seguridad del Estado (3 en 2009), sobre “políticos” alejados de los centros de poder (el exconcejal socialista de Mondragón, Isaías Carrasco), muertos ocasionales (los dos ecuatorianos muertos en el atentado a la T-4 en diciembre de 2007), así como unas pocas acciones de kale-borroka y algún atentado aislado, es todo lo que ETA ha dado de sí en estos últimos ocho años.

Las detenciones de etarras han sido constantes en todo este tiempo. En los últimos 30 años se han registrado casi 10.000 detenciones de etarras o simpatizantes con la banda. En los últimos años, las detenciones en Francia han ido aumentando paulatinamente. A partir del 2000 el aumento en el número de detenciones empezó a dispararse. Ese año se encontraban en cárcel en España 500 etarras y 75 más en Francia. Nunca, desde 1983, el número de etarras presos, cumpliendo condenas en firme, ha bajado de 450 presos. En la actualidad se encuentran encarcelados 750 etarras, llegando la cúspide de etarras presos en 2009 con 762. Los “atentados de mantenimiento” tienen su precio en presos y en suma de años de prisión…

Nuevo misterio: con 10.000 detenidos en estos últimos 30 años ¿cómo es posible que la banda no haya sido completamente desarticulada de una vez y para siempre?

La flor de la sospecha

Se han producido errores en la lucha antiterrorista: el primero de todos fue dar una amnistía general para delitos de sangre en junio de 1977. En aquel momento, ETA vio esta amnistía no como una posibilidad de insertarse en la vía democrática entonces iniciada, sino como una debilidad del Estado y, a partir de ese momento, las tres fracciones de la banda (ETA(pm), ETA(m) y los Comandos Autónomos) iniciaron una ofensiva terrorista como nunca antes se había visto que abarcó la primera mitad de los años 80.

El segundo gran error fue el GAL promovido desde el Estado y cuya gestión se entregó a los sectores más incapaces y corruptos de la policía, siendo, a la postre, más un medio para apropiarse de los fondos reservados del Estado que un medio para acabar con ETA. En realidad, pocos, salvo sus familias, lloraban a los etarras asesinados y menos aún hubieran reprochado al Estado el hablar a ETA con el único lenguaje que conocía y que era capaz de entender. Es más, lo que aún hoy suscita encono no fue tanto el que se asesinara a etarras, como el que los encargados de realizar la operación, la convirtieran en una fuente de ingresos personales.

El tercer gran error fue el “proceso de paz” iniciado por Zapatero, justo cuando “la banda” se encontraba más aislada y acorralada. ZP abordó ese proceso que situó a ETA en el centro del panorama político español. Y si ZP se atrevió a actuar así fue porque “alguien” le convenció de que esa operación llegaría a buen puerto. El garante de la operación era “Josu Ternera” y era evidente que “alguien” dentro de la seguridad del Estado tenía un nexo estable y continuo con “Ternera”. Cuando éste fue desplazado de la cúpula de “la banda”, la operación “proceso de paz” saltó por los aires.

En el colmo de lo incomprensible

Este proceso siniestro y esta renuncia a acabar definitivamente con ETA va generando muertos entre las fuerzas de seguridad del Estado y cientos de detenidos. Los episodios extraños se van sucediendo unos tras otros.

Recientemente el etarra Pedro María Olano, vecino de Lizartza el pasado 8 de enero y "enlace" de ETA entre Francia y España, confesó al juez Grande Marlaska que habría transportado material explosivo para los comandos operativos en el Estado español, incluido un misil SAM-7 destinado a asesinar a Aznar cuando era presidente del gobierno en 2001. El mísil fue vendido, según la versión oficial, por el IRA a ETA, y falló en tres ocasiones…

¿Cómo es posible que un arma de alta tecnología fallara en tres ocasiones? O la información es falsa, o el misil fue entregado a ETA ya averiado, o bien algún etarra lo inutilizó. Por otra parte, Pedro María de Olano es, al decir de quienes lo conocen, un individuo sin luces, un bravucón irrelevante y estúpido, capaz de amenazar pero no de pensar.

Tampoco es comprensible esta relación entre ETA y el IRA en… 2001. Por entonces, en el Ulster ya se había iniciado el proceso de paz que acabó en el desmantelamiento del IRA. Hubiera sido difícil que los terroristas irlandeses que, de los que desde hacía dos décadas no mantenían relaciones con ETA, bruscamente hubieran decidido vender un mísil a “la banda” en un momento en el que lo único que deseaban era concluir felizmente su andadura terrorista.

Es imposible no recordar que diez años antes, cuando se produjo la gran desarticulación de ETA en Bidart, también se encontraron mísiles SAM-7 en cuya cabeza se había colocado un localizador que permitía a la policía tenerlo permanentemente ubicado. En aquello ocasión la operación fue facilitada por el traficante de armas que vendió los SAM-7 a ETA. En 2001 ¿quién averió por tres veces el mísil?

El estado de la cuestión

Comandos detenidos antes de que realicen el primer atentado, misiles que se almacenan pero que no se utilizan y cuando se utilizan no funcionan, sombras proyectadas sobre el 11-M, un jefe terrorista –“Ternera”- que es el único miembro de la cúpula de “la banda” que no ha sido detenido en los últimos 10 años, terrorismo de mantenimiento que ya no mata ni a fiscales del Supremo, ni a Generales, ni a políticos de primera fila, sino que se centra en números de la Guardia Civil y en exconcejales, componen un cuadro desolador: ¿por qué no se apuntilla de una vez por todas a ETA? Respuesta: porque se hará según las conveniencias políticas, no según las exigencias de la ética o de la seguridad. Mientras esas circunstancias no se generen, algunos sectores de la seguridad del Estado han convenido que conviene mantener viva a ETA.

Mantener viva a ETA para que el terrorismo aparezca y desparezca según conveniencias, para tapar otras noticias igualmente dramáticas pero menos espectaculares; mantener en vida latente a ETA porque muchos viven de la “lucha antiterrorista” que ha terminado generando una red de intereses; mantener viva a ETA pero con las garras limadas para que solamente puede ocasionar pequeños daños, pero no destrozos que harían peligrar la posición de algunos encargados de la lucha antiterrorista.

¿Durante cuánto tiempo nos vamos a dejar engañar con el culebrón de “la banda”. Hasta “El Corazón de la Ciudad”, culebrón emitido por TV3, se terminó el pasado 23 de diciembre, después de 1906 episodios. Todo termina en esta vida… salvo ETA. Y ya va siendo hora de que alguien tenga el valor de apuntillar aquello que ya está muerto y enterrado.

[fuera de texto]

La extraña sombra de ETA el 11-M


Antes de las elecciones de 2004 se produjeron movimientos extraños de militantes de ETA. Por algún motivo empezaron a manejar la posibilidad (absurda y peligroso desde el punto de vista terrorista e incomparablemente más inseguros que un temporizador clásico) de sustituir temporizadores por teléfonos móviles que incluso cuando se intentaron utilizar (en el acto de homenaje a Gregorio Ordoñez) no funcionaron; un comando de ETA robó un vehículo justo en el callejón perdido asturiano en donde vivía González Trashorras y tres furgonetas-bomba fueron detenidas cuando intentaban alcanzar el corredor del Henares (precisamente el corredor del Henares, un objetivo que tenía muy poco de estratégico, sino fuera porque allí se colocaron las bombas del 11-M), una de ellas realizó el viaje en paralelo al vehículo en el que los delincuentes islamistas trasladaron los explosivos dados por Trashorras a Madrid… Todo esto no puede ser una casualidad. La sombra de ETA está demasiado presente en el atentado del 11-M. Sólo que esta sombra se ha interpretado mal.

La derecha, a raíz del monumental error del gobierno Aznar de atribuir en las 48 primeras horas posteriores al 11-M, se obstinó en los dos años siguientes en sostener que “ETA estaba tras el 11-M”. Y no era eso. El 11-M escapaba a las posibilidades y a los planes de ETA (de la misma forma que escapaba a las posibilidades de unos delincuentes comunes islamistas nunca hasta entonces interesados por la política, pero sí por el trapicheo y el dinero fácil). No, ETA no diseñó el 11-M. Harina de otro costal es que “alguien” no utilizara a ETA con dos objetivos: en primer lugar para lograr el “efecto engaño” que costó al gobierno Aznar la pérdida de las elecciones (sostener ante la opinión pública durante 48 horas que los atentados habían sido obra de ETA) y en segundo lugar para generar una “operación despiste” (si, por algún motivo, fracasaba la imputación contra los islamistas, siempre podía reabrirse la “pista etarra”, pista, también muerta e incluso si este primer despiste fracasaba, siempre había una segunda línea de despista: la tarjeta de Gráficas Bilbaínas, propiedad de un ultraderechista, encontrada dentro de la Renault Kangoo, unido a otras pistas elaboradas previamente que abundaban en la misma dirección).

Para que los terroristas de la banda generaran todas estas pistas era preciso que alguien de la cúpula de la banda mantuviera relaciones estrechas con alguno de los autores intelectuales del atentado.11-M. El proceso de destrucción de pruebas, la negligencia en investigar determinadas pistas, lo extraño de todo lo sucedido en el episodio de la muerte de los presuntos autores del crimen en la casa de Leganés, el innegable papel de algunos funcionarios de la seguridad del Estado en todo esto, inducen a pensar en que el formidable agujero negro que es el 11-M dista mucho de ser aclarado. Demasiados funcionarios de la seguridad del Estado tienen responsabilidades en que no se haya esclarecido toda la verdad sobre el crimen. ¿Alguno de ellos mantenía, además, vínculos con “Josu Ternera”.

Casi nueve años después de haber abandonado su escaño en el Parlamento Vasco, después de haber entrado en clandestinidad y tras haberse movido durante el “proceso de paz” con entera libertad por Navarra, después de que todos sus parteners en la dirección de ETA hayan resultado detenidos, cuando es evidente que en los últimos nueve años, alguien, desde dentro de la banda, “ayuda” a la policía a cortar las uñas a ETA, hace falta preguntar al ministerio del interior, por qué se niega a detener a “Josu Ternera” y acabar de una vez por todas con ETA.

“Ternera”, el hombre con 40 años de militancia en ETA a las espaldas, con una enfermedad de estómago incurable, sesentón, ya no puede albergar muchas esperanzas sobre el futuro de ETA. Su libertad a cambio de su colaboración. Colaboración ¿en qué? ¿en hacer desaparecer a ETA? ¿o más bien en seguir manteniendo la ficción de una organización terrorista operativa que ya solamente puede servir a intereses que no son los del independentismo vasco?

eLas detenciones de los tres últimos años se han realizado solamente en el sector etarra que desplazó a “Josu Ternera” de la dirección de ETA. Parece como si Interior quisiera ver de nuevo a “Ternera” y a su gente al frente de la banda: entonces sí que sería posible ofrecer la “gran noticia” del zapaterismo: “ETA se ha disuelto”. El descrédito político que sufre ZP en la actualidad induce a pensar que esta será una de las cartas que jugarán sus estrategas de cara a las elecciones de 2012: “Sí, ZP fracasó en su tratamiento de la crisis… ¡pero logró desmovilizar a ETA!”.

(c) Ernest Milà - infokrisis - infokrisis@yahoo.es - http://infokrisis.blogia.com - Prohibida la reproducción de este texto sin indicar origen

TERRORISMO Y MILENARISMO

Infokrisis.- Otro artículo escrito a mediados de los años 90, después del ataque con sarín en el metro de Tokio. el artículo fue publicado en la revista Defensa y reproducido en otras revistas europeas del mismo género. A veinte años de distancia debemos reconocer que nos olvidamos del elemento esencial : el terrorismo en el siglo XXI se ha convertido en un instrumento táctico en manos de poderes desconocidos para justificar cualquier movimiento estratético. El 11-M aupó al peor presidente del gobierno posible a La Moncloa y los ataques del 11-S abrieron las puertas para las guerras de Afganistán e Irak. Sí es cierto, en cambio, que acertamos en algunos aspectos parciales del análisis. Otro artículo rescatado para completar la colección...

*    *    *

Uno de los frentes de crisis abierta en el terreno político tiene que ver con el terrorismo. El año 1995 pasará a la historia por haber inaugurado una nueva época en el terrorismo moderno; un terrorismo que irá creciendo en los años sucesivos hasta alcanzar su máxima intensidad en las proximidades del año 2000. Pero si 1995 ha sido -está siendo- el de la gran convulsión, desde hace 20 años se venían percibiendo aquí y allí síntomas que hacían presagiar lo que ahora se ha coagulado. El atentado al metro de Tokio, la masacre de Oklahoma, el terrorismo integrista islámico y el atentado cometido durante la olimpiada de Atlanta, dan el pistoletazo de salida a la gran alianza entre el mundo de las sectas y el del terrorismo político.

COMO ES LA SOCIEDAD QUE DEBE SOPORTAR EL TERRORISMO

Nunca una sociedad organizada ha sido tan vulnerable a la amenaza terrorista como la sociedad que se ha formado a partir de la revolución tecnotrónica. En efecto, nuestra época vive solo el principio de una revolución tecnológica que está afectando a todos sus niveles. Esta revolución parte de un hecho aparentemente tan banal como es el nacimiento de la microinformática y la miniaturización de circuitos. Es a partir de este momento -a finales de los años 70- cuando se sientan las bases del futuro desarrollo tecnológico: máquinas cada vez más inteligentes y capaces de almacenar y procesar datos en menos tiempo que progresivamente van asumiendo nuevas tareas.

Es evidente que un ordenador aislado no representa nada más que un útil de trabajo como en otro tiempo fue la máquina de escribir, la calculadora y el fichero convencional. Pero no se trata solo de ordenadores aislados, sino de grandes redes y sistemas informáticos interconectados entre sí por cables a través de los que fluyen riadas de información que se transmiten de unas terminales a un cerebro central y viceversa. Gracias a todo este complicado entramado la información hace que nuestras sociedades modernas puedan funcionar. Gracias a ella los alimentos discurren por las autopistas, los aviones despegan, las cargas llegan a su destino, se distribuye el producto y una báscula dotada de un simple chip posibilita que se pese y calcule el costo de cualquier alimento a un ama de casa que solo cinco minutos antes ha extraido del cajero automático aquello que el banco de datos de su entidad le permite a la vista de su cuenta corriente. Todo este proceso se ha simplificado extraordinariamente en los últimos años y puede decirse que, sin excepción, ningún nivel de la producción y comercialización de bienes, alimentos y servicios, se realiza sin el concurso de la informática.

Pero hay otro elemento importante a considerar: nunca una sociedad como la nuestra ha tenido sus partes tan interdependientes unas de otras. En efecto, lo verdaderamente aterrador del marco global que hemos descrito es que el fallo de una de sus partes repercute en la totalidad del conjunto. Un error en un sistema informático puede hacer que alimentos procedentes de latinoamérica y con destino a Europa, languidezcan en un puerto sureño desabasteciendo a los mercados europeos. Una catástrofe natural, aun siendo parcial y limitada, puede provocar una paralización de una aglomeración urbana y repercutir en un segundo estadio en la economía de un país -a través de las inversiones para su reconstrucción- y luego, en un tercer nivel, tener repercusiones en la economía mundial. Más aún a principios de 1995 hemos visto como una pequeña guerrilla perdida en una zona olvidada e inhóspita, no excesivamente combativa, el Ejército Zapatista, era uno de los factores desencadenantes de la crisis económica sin precedentes de Méjico, cuyo "Efecto Tequila" repercutía en la lejana economía argentina. Así mismo el terremoto de Kobe ha puesto de manifiesto dos factores: 1) que no existe protección civil suficiente, ni medidas técnicas, suficientes capaces de paliar el devastador efecto de una catástrofe natural sobre una aglomeración urbana y 2) que las inversiones necesarias para reconstruir Kobe retraerán programas de inversión japonesa en el exterior y, consiguientemente, alterarán el curso de la economía mundial. En latitudes más próximas podemos ver como la ambición desmesurada, ciega y patológica de un grupo de corruptos, ha restado toda credibilidad al gobierno español y ha hecho tambalear nuestra esquilmada peseta.

El sistema mundial tiene una complejidad tal que cualquier alteración, por pequeña que sea, incluso siendo positiva -el descubrimiento de una vacuna, un invento afortunado que evite la dependencia tecnológica del petróleo, etc.- puede modificar los equilibrios de fuerzas y ser causa de aparición de nuevos e inesperados elementos de crisis. La aplicación de las nuevas tecnologías, un hecho positivo en sí, ha destruido muchos más puestos de trabajo de los que ha sido capaz de crear. Esto solo se ha sabido a mediados de los años 80, cuando quedaban atrás las espectativas de que la era del chip regulase al alza el mercado laboral. Lo que se ha creado, lo que se está creando en estos momentos se ha dado en llamar "sociedad de los tres tercios": no hay trabajo para todos, la simplificación de los procesos informáticos y su incorporación a las cadenas de montaje y manufactura hace que que miles de puestos de trabajo sean reemplazados por máquinas ausentes de las cotizaciones a la seguridad social y de los problemas laborales o sindicales.

Así pues existe en la cúspide jerárquica, una clase social definida, no ya por su relación en el proceso de producción, sino por su conformidad con las leyes impositivas y fiscales de cada país. Existe en esa cúspide un segmento de población -formado por VIP's, brokers, empleados fijos, dirigentes de empresa, profesionales, etc., es decir, por especuladores, asalariados aventajados y empresarios- que cumplen con todas sus obligaciones fiscales: pagan sus impuestos, cotizan a la hacienda pública y están dentro de los planes de ahorro.

Pues bien, ese primer tercio de la población es el que sostendrá en el futuro a todos los demás. Por que debajo de él está surgiendo una nueva clase -que ya no es la obrera- sino la de todos aquellos que viven situaciones de inestabilidad laboral, trabajos temporales, trabajo negro, que están en paro, pequeños industriales y comerciantes cuyos negocios han entrado en crisis, profesionales que no logran insertarse en el mercado de trabajo, etc. Todo ello hace que buena parte de esta clase se aproveche de los servicios y coberturas sociales pagadas por el primer tercio ya definido, pero que en su situación de provisionalidad, no puedan aportar nada a las arcas del Estado, sino que lo muñen para sobrevivir.

Todavía encontraremos un estrato de rango inferior: aquel segmento de la población que está en la indigencia total; se mantienen solo a costa de trabajo negro, cuando existe, carecen de lo esencial y están abocados a un proceso de marginalización siempre creciente. Sobreviven habitualmente acogidos a programas sociales, a la caridad pública y de instituciones religiosas o asistenciales. La previsible reestructuración de la "sociedad del bienestar" hará que disminuya su cobertura en muchos terrenos y que se genere un proceso de ghettización acelerado.

Este proceso ya ha sido iniciado con más o menos velocidad en la mayoría de países occidentales. Estados Unidos es el paradigma y la vanguardia de esta situación que aparece también en España. Allí el yuppismo y la especulación, tiene su antítesis en los "sin techo", clase social en aumento acelerado; mientras que una franja intermedia vive momentos de tranquilidad económica seguidos de etapas de angustia y lucha por la supervivencia. Obsérvese que la situación española no dista mucho de este marco social...

EL TERROSIMO APOCALIPTICO

Durante las tres últimas décadas los movimientos terroristas que han aparecido en Occidente, han podido ser controlados con mayor o menor facilidad por las fuerzas de seguridad del Estado. Esto se ha debido a que los Estados modernos siempre iban un paso por delante de los terroristas y aplicaban antes las nuevas tecnologías que, cada vez, han ido permitiendo un mayor control de la población y la detección de los focos terroristas antes de que pudieran  desarrollarse. Indudablemente las tecnologías informáticas han contribuido extraordinariamente a facilitar este proceso. Por su tarde, los terroristas no han sabido o podido incorporar nuevos elementos a su arsenal táctico y, cuando lo han hecho, ha sido de manera rudimentaria y limitada (el primer ordenador aparece en manos de ETA siete años después de que se haya iniciado la "era de la informática" y nunca su presencia ha sido decisiva en las infraestructuras desarticuladas por la policía. Pero con la llegada de lo que hemos dado en llamar "terrorismo apocalíptico" esto debía cambiar.

El 20 de marzo de 1995 miembros de la secta Aum Shinri-kyo ("La Verdad Suprema") colocaron cinco contenedores con gas tóxico en el metro de Tokio paralizándolo; 5.500 personas resultaron intoxicadas, 1.037 debieron recurrir a la asistencia médica (muchas de ellas sufrirán secuelas durante toda su vida) y 15 resultaron muertas. Meses antes los mismos terroristas habían realizado pequeños ensayos de lo que sería la gran operación del 20 de marzo. La CIA alertó a los servicios de seguridad nipones; pero no pudo evitarse la tragedia.

Menos conocido es el episodio que tuvo lugar el 2 de abril último en Gaza, cuando resultaron muertos cuatro militantes fundamentalistas chiitas de Hamas al estallar la bomba que manipulaban. Los vecinos pudieron ver perfectamente como la policía registraba las ruinas del inmueble provista de máscaras anti-gas. No hubo forma de que la prensa pudiera everiguar a qué se debía esta protección. Entre los corresponsales extranjeros circuló la versión de que se había descubierto un "polvo químico" altamente tóxico entre el arsenal de los terroristas muertos.

Pocos días después, una gigantesca bomba destrozaba el edificio que albergaba las oficinas federales en el Estado de Oklahoma. Casi 200 personas perecieron entre los escombros. El atentado fue cometido en protesta por el asalto del FBI, relizado un año antes, al rancho de la secta de los "davidianos" en Wacco (Texas). Como se sabe los "davidianos" defendían la proximidad del fin de los tiempos y el advenimiento del nuevo mesías, el propio David Koresh, fundador de la secta.

Estos episodios marcaron el advenimiento de una nueva era, de un nuevo estilo de terrorismo. ¿Cuáles son las características de este nuevo fenómeno? Creencia en el advenimiento del "milenium", sensación de la inminencia del apocalipsis, tendencia a utilizar métodos de terrorismo alternativo (guerra ABQ, atómica, química y bactereológica) como superación del terrorismo clásico, terrorismo no "de masas", sino "contra las masas", es decir, terrorismo indiscriminado, ausencia de ideología politica e ideología sectaria de sustitución, relación entre mafias de la droga y el universo sectario. Un panorama muy poco tranquilizador.

En 1983 la guerrilla ceylandesa de la etnia tamil utilizó el tráfico de heroina para financiar sus campañas. A partir de entonces las cárceles occidentales empezaron a llenarse de presos tamiles que perdieron a buena parte de sus veteranos en estas actividades. Fue el primer caso de aproximación entre guerrilla terrorista y narcotráfico; no sería el único.

Por esas mismas fechas los traficantes colombianos fraguaban pactos con los restos de la guerrilla izquierdista; el callejón sin salida en el que se encontraban los grupos castristas y nacionalistas revolucionarios, hizo que mientras una parte de la guerrilla pactaba con el gobierno su progresiva integración en la vida política legal, otra aceptara el contacto con el "cartel de Medellín" para recomponer su maltrecha situación. Otro tanto ocurría en Perú, donde Sendero Luminoso, entre 1986 y 1992, había conseguido expulsar a los funcionarios estatales de amplias zonas montañosas -especialmente en Ayacucho- creando una administración paralela. En estas zonas el narcotráfico funcionaba -y funciona todavía en algunos puntos- con entera libertad. A cambio de pagar a los campesinos las cosechas de cocaina por adelantado y de un canon por tonelada a Sendero Luminoso, las multinacionales del narcotráfico pudieron contar con un abundante suministro de materia prima peruana.

En Sedero Luminoso se empiezan a encontrar algunos rasgos preocupantes: no se trata de un partido marxismo clásico; si bien sus consignas siguen siendo la "insurrección armada de masas" y la "guerra popular prolongada", propias del maoismo, junto a ellas aparece una indudable vena mesiánica y milenarista. Sendero Luminoso se considera heredero de las tradiciones incas, quiere recuperar para su proyecto político el universo ancestral pre-colombino, anunciando un apocalipsis -"debemos de tender railes de acero sobre ríos de sangre" había escrito su jefe Abimael Guzmán- sangriento que abrirá el "tiempo nuevo" de la revolución indígena.

El mismo sentimiento mesiánico y la misma ferocidad se encuentra en el Grupo Islámico Armado, cuyo radicalismo va mucho más allá de las posiciones del Frente Islámico de Salvación, así como el de otros grupos fundamentalismas islámicos. No hay que olvidar que el Islám chiita sostiene que está por venir el último Imán, El Mahdî ("el guiado") y que lo hará en tiempos apocalíp-ticos. Ciertamente, el Islam dominante en Argelia es el sunnita, pero la promesa de llegada de un redentor está contemplada en los "ahâdîth" del Profeta. El Profeta ha dicho: "Un hombre de mi linaje aparecerá sobre la tierra y actuará según mi tradición. Alá extenderá sobre él Su gracia y la bendición de los cielos y de la tierra, y llenará el mundo de justicia expulsando la opresión y la iniquidad". Hay muchas otras referencias que preveen que el fin de los tiempos, "tras la aparición de califas, reyes y príncipes tiránicos e injustos, en el tiempo donde habrá conflictos entre los hombres, en el tiempo en que el mundo moderno será lacerado", en ese momento aparecerá El Mahdî justiciero. Entonces "todos los falsos gobiernos serán destruidos" (Muhmmad al-Bâqir), "limpiará la tierra de toda opresión y de toda injusticia" (Ja'far al-Sâdiq)...

Después de las citas de estos tratadistas se puede entender que situemos al GIA entre las formaciones del terrorismo apocalíptico y milenarista. Ciertamente su acción va mucho más allá del mero plano político: quieren una revolución, una revolucion religiosa desde la óptica del fundamentalismo islámico.

Los "Hermanos Musulmanes", extendidos desde Mauritania a Filipinas, han constituido históricamente una prefiguración de esta tendencia caracterizada por reconstruir el tema de la "guerra santa" en forma de terrorismo fundamentalista.

En 1955 Prabhata Ranjana Saikar, conocido como "Anandamurti" ("personificación de la virtud"), fundaba en Calcuta la secta "Ananda Marga" que experimentó un rápido crecimiento en 1960-7. Su azarosa vida estuvo recorrida por innumerables episodios de violencia. En 1982, 5 de sus monjes fueron quemados vivos en Calcuta, mientras que 12 discípulos resultaban apaleados hasta morir. Se les acusaba de haber secuestrado niños. Unos años antes, en diciembre de 1971, Saikar y 4 discípulos fueron encarcelados por el presunto asesinato de 6 ex-miembros de la secta cuyos cuerpos aparecieron descuartizados en la jungla. Indira Gandi terminó prohibiendo la secta; fue entonces cuando iniciaron su migración hacia Occidente. Varios miembros de la secta se han quemado vivos como acto de protesta por motivos político-religio-sos.

Similares peripecias sacudieron la vida del Centro de la Luz Divina, fundado por Swami Omkarananda. La secta trasladó su dirección a Brühlberg, Suiza, un pacífico pueblo cuya vida quedó trastornada durante 4 años por los cánticos de los sectarios a las 4:30 de la madrugada, el traqueteo de una imprenta nocturna insoportable para los vecinos, y los choques continuos con los fanáticos de Omkarananda. Este y cinco de sus discípulos fueron juzgados el 22 de mayo de 1979 por un tribunal de Lausanne. El gurú resultó condenado a 14 años de cárcel.

La secta -como Ananda Marga- practicaban el "tantrismo de la mano izquierda" fue acusada de haber robado un cráneo de un cementerio en donde el gurú vertió su semen en un ritual. Pero lo que acarreó su enjuiciamiento fueron la colocación de artefactos explosivos contra una comisaría de Zurich y contra el despacho del abogado de los vecinos. Robaron fusiles de asalto de guardias suizos y se habían procurado 9'6 kg. de gas fosfeno, venenoso y con el que hubieran podido realizar una masacre de resultar detenidos antes. En su loca carrera terrorista adquirieron bacilos de cólera y viruela que extendieron en casa del alcalde... El atentado al metro de Tokio, como se ve, tenía precedentes.

Los Hare Krisna, por su parte, también estuvieron mezclados en actividades presuntamente terroristas, especialmente en algunos puntos de los Estados Unidos. En uno de sus textos proclaman que "la violencia tiene también su utilidad y corresponde a la persona con conocimiento". Estos principios se coagularon en EE.UU. en la creación de un grupo armado que se entrenaba con fuego real tres veces por semana. Entre 1975 y 1979 fueron descubiertas en distintos puntos de EE.UU., drogas y armamento en manos de la secta. En el registro de una granja en Monte Kailasc, el FBI encontró 17 fusiles y escopetas, 3 de cañón recortado, lanzagranadas, material paramilitar y literatura de autodefensa y ataque. En marzo de 1980 fueron incautados en Cerrito, California, 9 TM de pólvora de fusil, 350.000 balas y material para fabricar cartuchos. Un portavoz de la secta aseguró que se trataba de "armas para autoprotección". En Europa, concretamente en el castillo de Rettershorf, la policía alemana incautó más armas pertenecientes a la secta. Un ex-adepto español de este mismo grupo declaró que al hacer la mili sus superiores jerárquicos en la secta le habían ordenado seguir los cursos de armamento. La efectividad de los Hare Krisna españoles se puso de manifiesto en un choque con miembros de Fuerza Nueva que terminó con los ultraderechistas en el hospital. Solamente una conversación entre el líder de la secta en España y Blas Piñar, pacificó los ánimos. Pero el episodio es, en cualquier caos, significativo. Lo curioso es que los Hare Krisna no pretenden engañar a nadie. Basta conocer sus fuentes doctrinales para advertir que nada de lo que hacen está desprovisto de sentido, desde de su óptica. Como se sabe el texto fundamental de este grupo es un fragmento de la epopeya hindú "El Mahabharatah", llamado "Bhagavad Gita" que narra la conversaciónn entre Krisna y Arjuna, un príncipe guerrero que duda antes de comenzar la batalla. Krisna le convence que debe cumplir con su destino y luchar. El "Bhagavad Gita" es un texto de singular belleza propio de la casta guerrera hindú; recuperado por los "Hare Krisna", se convierte en un formidable motivación para la violencia. Los sectarios de "Hare Krisna" opinan que estamos ante la tercera guerra mundial que traerá la renovación del cosmos; solo sobrevivirán los fieles de Krisna, al resto le darán la oportunidad de convertirse o morir, y ellos quieren estar preparados para cuando la hora haya llegado.   

Los Hare Krisna, por su parte, también estuvieron mezclados en actividades presuntamente terroristas, especialmente en algunos puntos de los Estados Unidos. En uno de sus textos proclaman que "la violencia tiene también su utilidad y corresponde a la persona con conocimiento". Estos principios se coagularon en EE.UU. en la creación de un grupo armado que se entrenaba con fuego real tres veces por semana. Entre 1975 y 1979 fueron descubiertas en distintos puntos de EE.UU., drogas y armamento en manos de la secta. En el registro de una granja en Monte Kailasc, el FBI encontró 17 fusiles y escopetas, 3 de cañón recortado, lanzagranadas, material paramilitar y literatura de autodefensa y ataque. En marzo de 1980 fueron incautados en Cerrito, California, 9 TM de pólvora de fusil, 350.000 balas y material para fabricar cartuchos. Un portavoz de la secta aseguró que se trataba de "armas para autoprotección". En Europa, concretamente en el castillo de Rettershorf, la policía alemana incautó más armas pertenecientes a la secta.

Un ex-adepto español de este mismo grupo declaró que al hacer la mili sus superiores jerárquicos en la secta le habían ordenado seguir los cursos de armamento. La efectividad de los Hare Krisna españoles se puso de manifiesto en un choque con miembros de Fuerza Nueva que terminó con los ultraderechistas en el hospital. Solamente una conversación entre el líder de la secta en España y Blas Piñar, pacificó los ánimos. Pero el episodio es, en cualquier caos, significativo.

LA CRISIS DEL CAMBIO DE ESTADO


No es raro que muchos de los líderes sectarios procedan de la izquierda militante. Emilio Fiel, fundador del grupo "Arco Iris" pasó por la oposición antifranquista. Jim Jones, el suicida fundador de "El Templo del Pueblo" formaba parte de la nueva izquierda americana y hasta última hora hizo gala de su pensamiento político. Rennie Davis, otro líder de la nueva izquierda USA pasó, junto con Allen Ginsberg, a las huestes de gurú Maharaj-ji en 1973.

No era raro que así fuera, la izquierda americana se había nutrido a partes iguales de freudismo, marxismo, alternativismo y, finalmente, revolución sexual. Su pérdida del impulso revolucionario coincidió con la llegada de los primeros gurús procedentes de la India que llevaban en su oferta los temas sexuales propios del tantrismo. La sexualidad supuso el elemento de unión entre ex militantes de izquierda revolucionaria y las sectas tántricas.

Esta misma componente estaba presente en los Niños de Dios fundados en 1966 por David Brandt Berg (a) "Moisés David", un seudo-profeta obsesionado por la idea del fin de los tiempos. En su jerga existe también esta mixtura entre "revolución" y "sexualidad". Los "Niños de Dios se tenían a sí mismos como "revolucionarios por Jesús"; consideraban "revolucionario" el adulterio, la poligamia y el incesto; en su "Carta de Mo nº 321", presentan un remedo de la lucha de clases marxista en la fábula "El Sr. Ricachón y el Sr. Pobretón".

Los servicios franceses de inteligencia -SDECE- realizó en 1984 un informe sobre el chantage a políticos europeos realizados por los "Niños de Dios" a cuenta del gobierno Libio. Moisés David fue acogido por Ghadafi a cambio de poner las capacidades eróticas de sus adeptos al servicio del espionaje libio.

Sobre otros grupos existieron sospechas de colaboración con la CIA y el Pentágono. Los misioneros mormones entraron masivamente en Chile tras la subida al poder de Allende y fueron acusados de desestabilizar al gobierno de la Unidad Popular; de los adeptos de Moon son conocidas sus actividades anticomunistas y al servicio del conservadurismo norteamericano en todo el mundo. También ellos disponen en EE.UU. de una red de gimnasios de kárate militar.

El denominador común de estos grupos, de todos los que han sido mencionados en este artículo, es estar persuadidos de la proximidad de un apocalipsis que renovará el cosmos y la vida sobre la tierra. El física todo cambio de estado produce necesariamente una crisis: análogamente, estos grupos se preparan para la crisis que provocará el advenimiento de la "nueva era". El atentado al metro de Tokio, la masacre de Oklahoma, no son accidentes aislados en la historia del terrorismo moderno: suponen el nacimiento de un nuevo terrorismo aquel que une la formidable potencia de odio y violencia del terrorismo de siempre al espíritu de las sectas seudo-religiosas. Y la colusión se presenta terrible.

POR UNA SOCIOLOGIA DEL TERRORISMO FUTURO

La mayor parte de lo dicho anteriormente induce a pensar que el terrorismo del futuro no responderá a unos esquemas típicamente irracionales. En esto no variará mucho en relación al terrorismo clásico. A pesar del ropaje marxista con que se vistió en ocasiones el terrorismo de antaño, para nosotros no cabe la menor duda de algo tan evidente que se suele pasar por alto: si hay terrorismo es por que hay terroristas y si hay terroristas es porque su existen resortes psicológicos en su personalidad que les llevan hacia esas posiciones. Desde el punto de vista ideológico el marxismo, como el nacionalismo, como cualquier forma de fascismo, o cualquier otro compendio ideológico, dispone cada uno de ellos de una talla diferente adaptable a la propia interioridad del sujeto. Nuestra experiencia directa en este terreno nos ha demostrado que las actitudes humanas normalmente no se pueden explicar por posicionamientos ideológicos concretos, sino a la inversa: son las preferencias del sujeto las que luego, en una segunda fase, la de racionalización, consiguen una adaptación ideológica y estratégica y no al revés. En 25 años de movernos en medio de grupos políticos radicales en España y en el extranjero, podemos afirmar que la adopción de líneas políticas y estratégicas basadas en una objetividad absoluta ha sido algo inexistente; una línea política ha ido a remolque de las preferencias del sujeto y estas, a su vez, han derivado de su personal ecuación interior, sujetos violentos de carácter agresivo, dan lugar a formaciones violentas; personajes moderados en lo personal dan pié a agrupaciones moderadas. Recordamos el caso de Eduardo Moreno Bergareche (a) "Pertur" cuyo error consistió en adherirse a ETA, un hombre que, por carácter, hubiera estado más cómodo en una sociedad gastronómica vasca y cuya teorización -que constituyó el principio del fin para ETA(p-m)- se explica no tanto por su objetividad en sí como por el carácter de quien la enunció. Recordamos así mismo a uno de los autores del atentado contra el cuartel de la Guardia Civil de Vich, murciano de nacimiento, primeramente militante de Terra Lliure y luego pasado a ETA. Evidentemente, acompañó todas estas evoluciones con los más extensos razonamientos ideológicos, en el fondo de todo ello no había sino un carácter irresistiblemente atraido por las armas y el terrorismo. La ideología es como un chicle: se puede estirar, adaptar, deformar, sirve para cualquier tipo de pirueta y justo para su contraria, a través de los textos de Lenin un buen equilibrista puede justificar A y no-A y mediante un somero conocimiento de Primo de Rivera nacerán falangistas franquistas, falangistas sindicalistas, falangistas anarquistas, falangistas-falangistas y falangistas-poético-ingenuo-felizontes

Repetimos lo esencial del mensaje: existe terrorismo, porque existe mentalidad terrorista. Y existe mentalidad terrorista fundamentalmente por tres motivos: 1) la sociedad no puede evitar que aparezcan en algunos de sus miembros defectos en la conformación de los rasgos de la personalidad;  un complejo de castración es algo imposible de evitar, una personalidad psicótica y agresiva surge como producto de un ambiente y de unas circunstancias en las cuales el Estado tiene poco que decir; 2) la sociedad sí puede evitar, en cambio, que algunos sectores de ella se vean marginalizados, perciban una situación de radical insatisfacción que se traduzca en una oposición al Todo, a ese Todo dentro del cual no tienen cabida; 3) es inevitable que hoy algunos sectores de la sociedad, rechazen el actual sistema político-social y todo lo que representa, con su carga de hipocresía, doble lenguaje, injusticias palmarias, contradicciones lacerantes entre una opulencia frecuentemente especulativa y un esfuerzo de trabajo personal habitualmente mal retribuido y 4) finalmente, no puede evitarse la circulación de ideas milenaristas, mesiánicas, escatológicas y apocalípticas que supongan la infraestructura emotivo-sentimental de movimientos que pretendan acelerar el proceso destructor del mundo moderno "para cumplir los designios cósmicos".

Es desconocido generalmente -y será objeto de análisis pormenorizado en el Capítulo V- que la absurda creencia en la reencarnación aparece históricamente en Europa por primera vez con Theodor Lesing en el siglo XVIII y luego, se populariza mediante los socialistas utópicos (Owen, Fourier, Saint-Simon, etc.) la mayoría de ellos pertenecientes (hasta el comunismo utópico de Cabet) a sectas político-místicas. Pocos hoy recordarán que fue del socialismo romántico, pero hasta la última comadre nos sabrá hablar de la reencarnación y quizás hasta haya alguna que recuerde su vida anterior como maharaní de Kapurtala... Esto viene a cuento de que no es la primera vez en la historia que convergen ideas de revolución socio-política, con ideas místico-escatológicas. Lo único que ha variado es el contexto histórico-cultural: la sociedad que vieron desde Owen hasta Cabet no es la misma que la que la que vieron los secterios japoneses que protagonizaron el atentado en el suburbano de Tokio o los seudo-rosacruces suicidades para mayor gloria de la irracionalidad.

El terrorista futuro será pues un personaje caractereológicamente propenso a la violencia, probablemente psicótico, aquejado de mil y un complejos y traumas, con rasgos esquizoides -bajo su piel se albergará un ángel del señor proclive al sermón apocalíptico desde el púpito y un terrorista ciego y salvaje- y paranoicos -se creará otra realidad, vivirá en ella y para ella, progresivamente ese mundo hecho de fantasía y delirio irá sustituyendo a la realidad objetiva- tal será su esquema de base. Pero el común denominador de todos ellos será un concepto cuya mera alusión evoca destructividad: el odio. Odiará la sociedad y el sistema porque no tiene cabida en él; en una sociedad extremadamente competitiva como es esta, no se sentirá con ánimo de abordar la salvaje carrera hacia el éxito y solo le queda una vía de fuga: negar legitimidad a la sociedad dentro de la cual no se siente en condiciones de triunfar. Y tras ello, hacer lo posible por destruirla.

Dado que su estructura mental no estará dominada por una ideología, sino por una concepción del mundo, es difícil saber hasta qué punto ésta es simplemente una justificación a su actitud vivencial o un hecho objetivamente sentido. A decir verdad la secta logra a la perfección aquello que el partido político tiene más lejos: el lavado de cerebro de sus miembros. A ello contribuyen prácticas especiales que han estado ausentes en los partidos políticos: determinados ejercicios inspirados en el yoga, sistemas de relajación, terapias de grupo, meditación y concentración ante formas geométricas y poligonales (similares a los mandalas) y por supuesto, creencia ciega en las cualidades paranormales reales o supuestas del gurú de turno. Hasta el último bolchevique sabía que Lenin era humano y lo siguieron y murieron allí donde Lenin les exigió el sacrificio final. Igualmente, hasta el último miembro de cualquier secta está dispuesto a jurar sobre sus libros sagrados, que su gurú es dios padre redivivo y, naturalmente, morirá, con más razón, allí dónde éste le indique, sobre todo si sabe infundirle la seguridad de que su sacrificio le depara un destino venturoso.

El perfil psicológico del terrorista futuro es pues idéntico al que corresponde a los miembros de cualquier secta seudo-religiosa moderna, solo con un pequeño añadido: no se contentará con seguir los rituales y prácticas ocultistas (yogas, "desdoblamientos astrales", recitación continuada de mantras, visualización de mandalas, etc.) sino que además pretenderá actuar sobre el mundo. Se ha dicho que un fascista es un pesimista activo, pues bien, algo parecido puede decirse del terrorista futuro: al igual que el fascista del pasado, su visión de la historia como proceso decadente no le sumirá en la inacción y la pasividad, sino que, antes bien,  sublimará esta visión pesimista en una voluntad de incidir sobre los acontecimientos y confirmar la visión terminal que tiene del mundo mediante un intento de profundización y aceleración de las crisis destructivas a través de una acción terrorista.

Una visión de este estilo, paradójicamente, solo puede ser asumida por dos tipos humanos de formación cultural extrema: o bien personajes extremadamente cultos y sensibles cuyos análisis racionales les hayan llevado en parte a una interpretación de la historia como proceso decadente y para ello encuentren todo tipo de argumentos, o bien, gentes de una pobreza cultural extrema, cuya simplicidad de análisis conduzca directamente a actitudes extremistas. Repetimos aquí nuestra comparación con el fascismo: el nazismo fueron las Secciones de Asalto hitlerianas formadas en los arrabales de las grandes ciudades, pero también Enrst Jünger y Martin Heidegger, el fascismo italiano fueron los squadristi, pero también Marinetti, Giorgio de Chirico y Giovanni Gentile. Y en cuanto al comunismo, la simplicidad y rusticidad de los "guardias rojos" maoistas contrastaba con la sofisticación de muchos de sus intérpretes en Occidente. El extremismo político y vivencial solo puede ser vivido en condiciones climáticas extremas: y no es raro que así sea, lo acomodaticio, oportunista y ambiguo solo puede sobrevivir en la moderación y el centro; ya sea por defecto o por exceso, el extremismo solo puede nacer en los márgenes del espectro político-socio-cultural.

Sin embargo, hay que hacer aquí un alto en el camino y definir las tácticas del terrorismo futuro, porque es a través de ellas como podremos completar su sociología.

LAS TACTICAS DEL TERRORISMO PRE-APOCALIPTICO

Hágase balance de lo dicho hasta aquí: solidificación de la sociedad, búsqueda de su centro neurálgico que pueda resultar bloqueado por una acción terrorista, estrategia basada en la destrucción y en el mesianismo. ¿De qué formas concretas puede aplicarse este proyecto estratégico basado en la escotología y el milenarismo? Por curioso que parezca el terrorista futuro tendrá a su alcance armas tácticas excepcionalmente adecuadas a su diseño estratégico. Y lo que es peor: no deberá depender de traficantes de armas, con un pié en los conventículos terroristas y otro en los servicios de seguridad del Estado, tampoco deberá depender de fuentes de financiación o información excepcionalmente sólidos, no existirá terrorismo al servicio de una superpotencia con cuya manipulación intentará debilitar a la otra; en absoluto. Todas las armas al alcance del terrorista futuro se ensañarán en las facultades universitarias, estarán al alcance de quien quiera aprenderlas en las estanterías de las bibliotecas públicas y en las revistas de divulgación científica; podrá fabricar tales ingenios con la sola utilización de las nuevas tecnologías, en ocasiones le bastará con adquirir un ordenador, no precisará cruzar la calle hasta la droguería de la esquina para proveerse de óxido de hierro, azufre e hidróxido de aluminio, le bastará con ir a la biblioteca de cualquier facultad de ciencias y allí, a su alcance, al alcance de cualquiera, tendrá los medios para llegar al apocalipsis. No deliramos, simplemente vaticinamos una opción de futuro.

El terrorismo futuro contará con dos armas tácticas fundamentales: la incorporación de la revolución informática a su arsenal y la utilización de las técnicas de lo que se ha dado en llamar guerra ABQ, íniciales de "atómica", "química" y "bacteriológica".

1) Incorporación de la revolución informática: las transmisión de datos, desde las terminaels hasta el centro neurálgico de los sistemas informáticos y viceversa se realiza a través de canales inpout y outpout y, de la misma forma que una línea fronteriza puede ser difícilmente sellada y todo depende de la habilidad de quien quiera atravesarla, así mismo, la transmisión de datos en uno u otro sentido, al realizarse mediante canales físicos, puede ser vulnerada por quien tenga la decidida voluntad de hacerlo. Hasta la fecha, uno de los elementos más discutidos de la revolución tecnológica ha sido la protección de la información, en su accesibilidad e integridad. Cada sistema de protección ha sido vulnerado por inteligencias que, conociéndolo, han sabido esquivarlo. Cualquier "password" puede ser vulnerado por quien disponga de tiempo, medios y conocimientos para hacerlo. Un simple programa de combinatoria y una línea telefónica, propia o pirateada mediante medios físicos, permite que el más sofisticado de los sistemas informáticos caiga, antes o después, como fruta madura. Y una vez dentro, depende solo de la inteligencia de quien haya penetrado, que pueda introducir un virus destructivo.

Hoy, lo que se ha dado en llamar "cyberespacio" está tan poblado de personajes amables y oportunistas como son los "hackers" (quienes por puro placer lúdico se introducen en los más complejos sistemas informáticos, frecuentemente para mostrar así su preparación técnica y encontrar puestos de trabajo en las empresas cuya intimidad vulneran), como en el futuro lo estará de "crackers" (aspecto oscuro de los anteriores, aficionados a introducirse en los sistemas informáticos solo para destruirlos). Destrozad una red informática y creareis el caos en todos aquellos elementos que la componen, tal es la filosofía del "cracker". Más alto y decisivo es un sistema informática, más completo serán el caos y la destrucción que generen su neutralización.

Haría falta realizar un completo perfil psicológico de los estudiantes de ingeniería informática y telecomunicaciones, para comprobar la presencia de sujetos con anormalidades en la conformación de la personalidad (como, por lo demás, en todas las escuelas técnicas y facultades universitarias, solo que en estas especialidades, están en condiciones de adquirir unos conocimientos que pueden ser utilizados en un sentido destructivo) y de una psicología muy particular. Dentro de pocos años el mercado informático empezará a estar saturado de técnicos; las colas del paro harán que se encuentren viejos compañeros de facultad: allí la frustración por unos estudios que no les han facilitado una salida profesional, se unirá al resentimiento hacia una sociedad en cuyo interior no encuentran espacio para asentarse. ¿Cómo evitar que, primero como broma -nivel de los "hackers"-, luego como desafío -nivel de los "crackers"- y finalmente como proyecto destructivo -nivel de lo que podríamos llamar "cyberterroristas"-, tome cuerpo este resentimiento?

Si hoy alguien fuera capaz de neutralizar el "Gran Berta", el ordenador del que depende la seguridad del Estado Español, quedarían bloqueadas todas las gestiones que tienen relación con las actividades del Ministerio del Interior, desde la lucha contra el narcotráfico, hasta la expedición del DNI ¿puede alguién imaginar un caos semejante? Y a nivel de instituciones privadas: la pérdida de la información de un solo día por parte de cualquier gran entidad bancaria ¿podemos suponer el caos económico que acarrearía? ¿Y en una facultad universitaria? la destrucción del banco de datos de las notas de fin de curso ¿cómo sería aceptada por la comunidad estudiantil?

El terrorista futuro sabe que cualquier dato en soporte informático puede ser destruido sin necesidad de acercarse a él físicamente y que tal destrucción genera caos y paralización de un aspecto de la sociedad. Pero hay otros procedimientos para llegar a la misma finalidad.

2) Las técnicas de guerra ABQ. Ya hemos aludido a la guerra atómica, química y bactereológica, hasta hace poco solo al alcance de los grandes laboratorios y de Estados desarrollados. Hoy, todo esto, como la piratería informática, está a disposición de quien quiera utilizarla. En el momento en que escribimos estas líneas se ha sabido que los terroristas de "La Verdad Suprema", el grupo autor de la masacre de Tokio, disponían de bacterias que generaban toxinas mortales y, lo que es peor, que estaban dispuestos a utilizarlas -y que el dios de la biomecánica sabrá si no las utilizan finalmente- en lo que podemos definir en sentido estricto como "guerra bactereológica". Estos mismos sujetos ya hicieron gala de su disposición para emplear elementos de guerra química; nos demostraron a todos que el gas "Sarín" -como el "Tabún", como el "Somán", como la "yperita"- están al alcance de cualquier inteligencia. Pueden parecer excéntricos, iluminados o simplemente imbéciles, pero los miembros de "La Verdad Suprema" mostraron cierta lucidez en el razonamiento: paralizar el metro de Tokio es paralizar la economía japonesa y paralarizar la economía japonesa es atrancar uno de los motores de la economía mundial... 

Cualquier estudiante de microbiología, cualquier perito químico aventajado, cualquier ingeniero en telecomunicaciones, tiene acceso a conocimientos que pueden acarrear la destrucción del planeta. Recuérdese aquí lo dicho sobre la posibilidad de destruir una estructura diamantina con un solo golpe asestado en su punto de ruptura. Pues bien, estas profesiones y nuevas tecnologías, apuntan justo al corazón del "sistema", al centro neurálgico del mismo. Pero aun, lamentablemente, hay más.

En la trilogía ABQ nos falta todavía por analizar el valor de su primera inicial: "atómica", guerra atómica. Vamos a dar solamente dos datos, pero lo suficientemente escalofriantes como para que inquieten nuestros sueños. Desde 1974 ya algunos grupos extremistas se plantean la posibilidad de incorporar el arma atómica a sus arsenales tácticos. En el número 9 de la revista "Undercurrents", datada en esa época, era posible leer un artículo de título significativo: "La bomba atómica del pueblo"... no se trataba sino de una serie de consejos sobre como fabricar un ingenio nuclear de bolsillo. La temática fue recuperada para mayor gloria de la narrativa y del cine en "El cuarto protocolo", pero se trataba de algo más que una ficción. A partir de entonces, en diversos libros y publicaciones, se ha divulgado voluntariamente, con las palabras más sencillas y llanas, los procedimientos para construir un ingenio nuclear y quien quiera sofisticación tiene a su alcance los áridos tomos que desde 1961 explican, sin limitaciones el procedimiento de fabricación de una bomba atómica. Publicaciones de este tipo yacen en los anaqueles de cualquier bibliotéca universitaria al alcance de quien tenga el morbo de consultarla. En 1974 se publicaba que la Comisión de Energía Atómica de los EEUU reconocía haber perdido material suficiente "para fabricar cinco bombas atómicas". Un año después, en Argentina, Reuter anunciaba que se habían extraviado 50 kg. de plutonio capaces de acarrear una destrucción cinco veces superior a la de Hiroshima. En el otoño de 1994 un súbdito español era detenido el Alemania intentado pasar material radiactivo adquirido en Rusia y, por lo demás, es suficientemente conocido, que el arsenal nuclear ruso se cotiza casi al peso y está al alcance de cualquier Estado tercermundista y todo aquel que tenga los medios para corromper al oficial de turno poco atraido por el plan de jubilaciones de Boris Eltsin.

Pero si el grupo terrorista en cuestión no desea adquirir una bomba atómica manufacturada en el Este, puede construirla a su medida. Requerirá solo Uranio 235 y un explosivo plástico clásico, unido a determinadas medidas de seguridad en su manipulación. Un poco de glucinio tampoco le sobrará. Puede utilizar otros productos aleatorios: acaso hexafloruro de uranio, material más accesible, que deberá transformar en óxido de uranio el cual sí podrá utilizar en un arma atómica. En 1980 se produjeron un total de 25.000 kg. de plutonio para atender a las necesidades de la industria atómica y se prevee que la cantidad de multiplicará por 40 antes de la llegada del año 2.000. Un millón de toneladas de plutonio suponen una cantidad extremadamente difícil de controlar y resulta prácticamente imposible que no se pierda un cierto porcentaje en los transportes. Lo cierto es que, hoy la energía nuclear de fisión está tan divulgada que no ofrece secreto alguno. Antes o después algún terrorista tendrá la voluntad de incorporarla a su arsenal. A decir verdad, un secuestro de personalidades, tal como el que realizó "Carlos" en la reunión de la OPEP en Viena, es mucho más dificultoso que la intercepción de un convoy cargado de uranio o plutonio. Claro está que "Carlos" pertenecía a ese terrorismo romántico que nació con la revolución francesa. Hoy los vientos soplan en otras direcciones.
Lo dicho sobre la guerrilla informática y sobre la guerra ABQ define, en parte, la sociología del nuevo terrorismo: sus componentes, sus direcciones tácticas, estarán en manos de estudiantes avanzados procedentes de facultades que ensayen disciplinas tecnológicas de vanguardia. Los microbiólogos, los químicos, los ingenieros superiores, informáticos, en telecomunciaciones, etc., mientras sean "buenos chicos" ansiosos de alcanzar un status económico medio dentro del actual sistema, no presentarán ningún tipo de conflictividad, pero en el momento en que a alguno de ellos, se le despierte un resentimiento y un odio visceral, un conflicto psicótico, contra la sociedad, allí, este sujeto en concreto, supondrá una amenaza mayor que todos los terroristas juntos, desde Ravachol hasta "Carlos", han representado en estos últimos 200 años.

El terrorismo futuro encontrará en profesionales de estas nuevas tecnologías a las direcciones tácticas y operativas de sus comandos. La ejecución práctica quizás esté en manos del lumpen intelectual asimilable a la clientela de base de cualquier secta. Sus direcciones estratégicas probablemente aunarán algo de lo uno de lo otro, añadiéndose el factor místico propio de la secta seudo-religiosa.

Ante todos ellos la sociedad bienpensante no puedo sino exhalar un escalofrío de terror...

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¿Qué es ETA? ¿A quién sirve ETA? ¿Cuál es el papel de ETA?

Infokrisis.- La duración del impacto de un acto terrorista sobre el conjunto de la sociedad se estima no superior a los cuatro días, acabados los cuales, la víctima es olvidada, sus familiares cargan en solitario con el dolor y las protestas ciudadanas se diluyen como un azucarillo. Los muertos pasan a la estadística y sus nombres ds olvidan. Por lo demás, no vale la pena desgañitarse mucho con condenas a ETA y a la madre que la parió, la imagen que queda fijada en la retina de la gente es la del presidente del gobierno, la del ministro del interior, algún miembro de la familia real y el jefe de la oposición condenando el atentado. A la sociedad no le llega ni que usted ni yo estemos contra ETA o que pidamos la cadena perpetua (y a todo esto ¿por qué cadena perpetua y no pena de muerte? Para delitos de especial gravedad el sentido común dice que cuatro paredes para un castigo son tres de más y que su poder ejemplificante es superior).

Creo que algunas veces enfocamos mal el problema. La acción de ETA y su misma existencia es, simplemente, tan odiosa que ante su primera manifestación en forma de crímenes reaccionamos como cualquier bien nacido: exteriorizando la protesta contra ETA y queriendo hacer algo para acabar con el medio siglo de actividad terrorista de la banda. Valdría la pena aprovechar estos momentos de “crisis” para plantearse qué es ETA, por qué existe hoy y quién forma parte de ETA. Empecemos por esto último.

La militancia etarra o el pringao criminal

A poco del atentado de Palma de Mallorca se han publicado las fotos de los terroristas. Es habitual. En realidad, a la vista de anteriores ocasiones en las que se ha hecho lo mismo, tenemos todo el derecho a dudar si verdaderamente se trata de los asesinos que pusieron la bomba en Mallorca o bien, simplemente, de las primeras fotos de etarras que tenían a mano en Interior, como para indicar que “todo está controlado”. Y lo mejor del caso es que nosotros pensamos también que, efectivamente, “todo está controlado”, luego explico el por qué.

Las fotos que hemos visto no difieren extraordinariamente de las que se han ido publicando reiteradamente en los últimos años. Siempre chavales jóvenes, siempre luciendo su mejor aspecto de descerebrados, siempre trasluciendo una imagen de escasa formación intelectual, moral y humana, siempre evidenciando un inequívoco aspecto de impericia tanto en terrorismo como en cualquier otra actividad. Así son siempre los próximos etarras que resultarán detenidos. Habrán colocado entre 3 y 6 bombas, asesinado entre 1 y 4 personas, y tendrán que sumar a sus actuales 20 ó 23 años, treinta más a la sombra. Ni siquiera tiene aspecto de psicópatas. Se trata simplemente de “pringaos”. Claro está que llamarles “pringaos” sin añadir que se trata de asesinos sería olvidar que ellos han elegido su camino y que deberán pagar por ello, su opción, simplemente, ha destruido su vida.

Cualquier chiquiliquatre que ingresa en estos momentos en ETA debería saber que no tiene por delante mucho futuro que digamos. Unos meses de preparación, su integración en un comando reunido a prisa y corriendo, apoyado por una pobre infraestructura, probablemente “quemada” por desarticulaciones anteriores, sin preparación técnica (no digamos política), tras haber disparado un par de cargadores en cualquier monte y leído cuatro comics sobre cómo armar un petardo, es lo que el neonato etarra porta en sus maletas para este viaje sin retorno. Entre tres y seis meses después, su foto aparecerá en un cartel. A partir de ese momento, puede ser detenido en cualquier instante. Fin de la historia. Otro chiquiliquatre lo sustituirá con idéntica perspectiva de futuro: treinta años a la sombra.

Desde el punto de vista político y jurídico, se trata de asesinos. Desde el punto de vista social no les cabe otro calificativo que el de “pringaos”. Un “pringao” es aquel que destroza su vida al servicio de una causa con la que ni siquiera está identificado. Se inmola al servicio de los intereses de otros, que, por supuesto, no son los suyos.

La “excepción vasca”

Hubo un tiempo en el que las fotos de los militantes de ETA eran diferentes. Los juzgados en el proceso de Burgos eran “hombres” hechos y derechos. Sabían lo que querían, e incluso sabían cómo lograrlo. No es que fueran menos criminales que estos, pero al menos mataban con la convicción moral de que estaban construyendo una opción política. En ellos había una voluntad política.

A partir del atentado de la calle del Correo cualquiera que hasta ese momento hubiera considerado a ETA como un fenómeno “político”, debió de renunciar a este punto de vista: lo peor de aquel atentado, no sólo fueron los muertos, sino que ETA jamás lo reconoció como propio… a pesar de que las pruebas eran abrumadoras. Simplemente, ETA no quiso reconocer que había asesinado a inocentes y, explícitamente,  asumía que no había explicación posible.

La sociedad española, y especialmente la oposición democrática, a partir de ese momento debió empezar a ver a ETA con otros ojos. Y sin embargo, no fue sino hasta entrado el felipismo, cuando el PSOE advirtió que no se trataba más que de un grupo de descerebrados dirigidos por asesinos en serie y psicópatas que argumentaban las más peregrinas razones para justificar sus desmanes. Y un fenómeno así solamente puede combatirse generando otro de efectos opuestos y que haga gala de la misma brutalidad. Durante la época del GAL la mayor parte de los españoles permanecíamos absolutamente indiferentes ante la liquidación física de etarras. Que los lloren sus madres que para eso parieron monstruos; la sociedad española no los lloró. El problema fue que el felipismo, fenómeno político corrupto como pocos, no fue capaz de encargar esta tarea más que a una banda de chorizos integrales dirigidos por incompetentes absolutos.

En los años 90, el terrorismo etarra quedó como “la excepción vasca” en Europa. Hasta el IRA se desmovilizó. Antes, en los años 80, todas las “organizaciones armadas” que actuaban en Europa Occidental fueron completamente desmanteladas, algunas de las cuales habían logrado un nivel de estructuración muy superior al de ETA (Brigadas Rojas, por ejemplo). ETA permaneció a título de excepción. ¿Algo se estaba haciendo mal? ¿por qué se hacía mal?

¿Para qué sirve ETA en 2009?

No creo que quede nada en ETA que remita a los viejos ideales de “independencia y socialismo”. Estos, como máximo, quedan como coreografía emotiva y romántica para justificar unos crímenes. Y, a todo esto, ¿qué sentido tienen esos crímenes? Respuesta: Mantener la llama de la franquicia. En general, poco más. Pero ¿por qué ese interés en mantener viva a una organización terrorista cuando por vía democrática sería posible llegar más lejos en la independencia vasca? Esa es la pregunta clave. Y responderla es bastante fácil.

Hubo un tiempo en el que ETA actuaba en función de una estrategia política inexorable y claramente definida. Eran los tiempos del “Vasconia” de Federico Krutwig, incluso de la Ponencia Otsagabia de Moreno Bergareche, de las resoluciones emanadas por los organismos directivos de la banda, etc. Eso quedó ya muy lejos y a partir del asesinato de Miguel Ángel Blanco y del empantanamiento de la banda y la sucesión de redadas, detenciones, etc., e incluso de la hostilidad social creciente, era imposible que la banda siguiera actuando por consideraciones políticas. En ese momento, ETA ya no tenía posibilidades de elaborar una estrategia y si hasta ese momento había tenido cierta iniciativa estratégica en el Euskalherria, a partir de ese momento le iba a ser imposible reconstruirla. Luego, ETA ya no servía como organización política, pero siempre podía servir para los intereses personales de su cúpula.

A partir de ese momento, ETA empezó a adquirir una nueva fisonomía: unos dirigentes políticos a los que solamente les interesaba su margen de maniobra, esto es, de poder, y unos dirigentes terroristas que, en principio pensaban sólo en sobrevivir y luego en extraer un beneficio personal a la situación. Pero el zapaterismo añadió un nuevo elemento en la ecuación.

El terrorismo sienta mal a las víctimas y a sus familiares, mucho más que al poder. El terrorismo nunca erosiona al poder, siempre, en cambio, opera un reflejo condicionado en la opinión pública: a cada acto terrorista, el grueso de la ciudadanía se aproxima al gobierno, acogiéndose bajo la protección de su paraguas. Además, el terrorismo tiene un efecto traumático en la opinión pública que no puede desdeñarse especialmente en momentos como éste en los que las noticias alarmantes sobre el paro, la crisis económica y la endiablada ausencia de “brotes verdes” son el pan de cada día de la información. El terrorismo permite que incluso la oposición tenga que callarse: ¿cómo no va nadie a dejar de apoyar al gobierno en su lucha antiterrorista? Hasta el jefe de la oposición cierra filas y apoya las iniciativas de Interior… Cada atentado es como una diversión cruel que distrae la atención de los problemas centrales de la gobernabilidad del Estado.

Han quedado atrás los tiempos en los Zapatero llegó a la Moncloa mesiánico e ingenuo-felizote, pensando que pasaría a la historia de España en dos patadas resolviendo por vía de la negociación el problema de ETA. Sus asesores en la materia, le habían contado que dentro de ETA había una posición favorable a la negociación. Es posible –seguro en nuestra opinión- que ZP se arrojara en plancha por la vía de la negociación por que le presentaron “argumentos de peso”. Y, uno de ellos, sin duda, era que “alguien” dentro de la cúpula etarra ya había colaborado con un sector de las fuerzas de seguridad del Estado. Ese “alguien” garantizaba el buen fin del “proceso de paz”.

A partir de aquí, las preguntas que pueden formularse son muchas.

¿Qué permite suponer un entendimiento entre ETA y un sector de la seguridad del Estado? Respuesta: el atentado del 11-M y cuatro hechos vinculados al mismo.


a) El increíble paralelismo de las “caravanas de la muerte” que llevaron parte de los explosivos de Mina Conchita a Madrid y de la furgoneta etarra cargada de amonal que debía ser colocado en el “corredor del Henares” (era, además, la tercera furgoneta-bomba detenida por la policía y que apuntaba al “corredor del Henares”).

b) El robo de un coche por parte de la banda en el callejón en el que vivía Rodríguez Trashorras, el pequeño delincuente condenado por haber vendido una parte de los explosivos.

c) El hecho de que en pisos francos de ETA en Francia se hubieran encontrado rastros que indicaban que estaban ensayando dispositivos de detonación activados por teléfonos móviles (sin duda la peor forma de activar un explosivo y la que ningún terrorista real utilizaría jamás) idénticos a los utilizados el 11-M.

d) El que entre 2002 y 2004 se había producido un número excepcionalmente anómalo de detención de etarras que dejaba suponer la existencia de un “topo” situado en funciones de dirección en ETA.

No es que ETA tuviera nada que ver con el 11-M, sino simplemente, que alguien de dentro de ETA accedió a crear pistas falsas o elementos que, en el primer momento pudieran ser utilizadas por los autores intelectuales para realizar su objetivo: inducir una versión inicial errónea del atentado, confundir a un ministro del interior del PP de poca experiencia en materia antiterrorista (Acebes) induciéndole a hacer pública la hipótesis etarra… sobre la “pista islámica”, de tal manera que fuera fácil desatar una oleada de histeria entre el 11 y el 14-M –el “queremos saber la verdad”- que tuvo como conclusión el fin buscado: el tránsito de 1.500.000 de votos del PP al PSOE que implicaron el fin de la “era Aznar”. Para este objetivo era ABSOLUTAMENTE NECESARIO poder contar con algún puntal en el interior de la banda, un canal de transmisión de “peticiones”.

No se trataba, por supuesto, de un infiltrado policial al estilo de “Lobo” o de “Cocoliso”, sino de algo mucho más rentable: un etarra de estricta observancia, miembro de la banda desde su adolescencia y que, en un momento dado de su vida, con familia, hijos, cáncer de estómago, entiende que si lo detienen nunca más saldrá en libertad. Tiene nombres y apellidos. Es “Josu Ternera”, el “inaprensible”…

Algo debieron detectar sus colegas del “aparato militar” cuando crearon una estructura terrorista completamente diferenciada de la conocida por “Ternera” y cuando, finalmente, lo desplazaron de las conversaciones de paz… entrañando el fin del proceso, el ridículo espantoso de Zapatero (“hoy estamos mejor que mañana”… y, 24 horas después de pronunciada esta frase, saltó por los aires la T-4) y la nueva situación que se abre ante nuestros ojos.

La hipótesis sobre la que la prensa (e incluso las fuerzas de seguridad del Estado) deberían trabajar es la de una “entente cordiale” entre determinados policías y determinados dirigentes de la banda. No sería la primera vez que en el terrorismo europeo se han dado estas circunstancias. A partir de la detención de Renato Curzio y Adrana Faranda, las Brigadas Rojas cayeron en manos de una dirección de la que hoy se sabe que, al menos uno de sus miembros –el más importante, por cierto, Mario Moretti- trabajaba para un sector de la seguridad del Estado. ¿Vamos a extrañarnos de que en España –cuya trayectoria terrorista hasta hace poco ha sido tan parecida a la de Italia- ocurran cosas similares?

El cambalache no es tan difícil de establecer: “yo no te detengo a ti, pero tú me llevas a los que ponen bombas”. Es como ir a la manicura: no te arrancan las uñas, pero te impiden que arañes. El intercambio de favores satisface a las dos partes: los “colaboracionistas” de la dirección etarra adquieren una especie de inmunidad (durante el “proceso de paz” se vio a Ternera en Navarra) que les justifica entregar regularmente a los “pringaos” de la base, y la seguridad del Estado puede alardear de éxitos y, al mismo tiempo, de tener controlado el fenómeno etarra, y por tanto, utilizarlo en beneficio propio. ¿Para qué acabar con ETA si ETA todavía puede rendir dividendos a un gobierno? Nadie acaba con la gallina de los huevos de oro.

A este respecto, valdría la pena recordar que en las elecciones de 2008, después de meses sin que ETA atentara, nuevamente volvió a hacerlo asesinando al ex concejal socialista Isaías Carrasco el 7 de marzo… cuando las elecciones eran el 9 de marzo. Era evidente que tal asesinato tenía como ÚNICO FIN, no matar a una figura absolutamente irrelevante en la política vasca… sino reforzar la sensación de que ZP “combate al terrorismo”… “por eso los terroristas asesinan a socialistas”. Se borraba así de un plumazo (y dentro del margen de días ajustado para que esa idea no se disipara en la cabeza de los electores) el efecto negativo que todavía ejercía el proceso de paz impulsado por ZP. El vínculo entre la seguridad del Estado (una seguridad, por algún motivo interesada en que ZP siga en el poder el máximo de tiempo posible) y ETA, aparecía de manera tan diáfana que resulta increíble que ningún medio de prensa osara ni siquiera plantear el por qué en “zona electoral” siempre un atentado, mira por dónde, termina arañando unos votos para el PSOE.

ETA es hoy un despojo de lo que fue a finales de los 70 o durante los 80. Un cadáver que “alguien” (la “X” actual es demasiado tonta para ver más allá la Moncloa) se encarga de mantener en vida latente unos veces para justificar una detención y prestigiar a un ministro, otras para crear un cortina de humo (contra más se hable de un atentado, menos e hablará de la crisis), a veces para tapar la paternidad de un crimen mayor (11-M), qué importa. El problema en todo esto es que mientras siga habiendo en la calle descerebrados con una parabellum o una olla de amonal, siempre podrán zafarse de cualquier tutela y actuar por sí mismos. Tal parece que es lo que ha ocurrido en Mallorca y en Burgos: uno o dos comandos de ETA se han visto momentáneamente revitalizados, aunque es difícil saber por quién y sólo el tiempo dirá para qué.

Desgraciadamente, la lucha antiterrorista y todo lo que tiene que ver con los entramados terroristas no es tan simple como nos lo presentan: los buenos no están a un lado y los malos a otro, frecuentemente hay sectores intermedios, ósmosis entre gentes de uno y otro lado que sirven a proyectos de manipulación, información no divulgada a la opinión pública, intereses de las empresas periodísticas. Nada es, en definitiva, lo que parece en el mundo del terrorismo. Por tanto, gritar “ETA: pena de muerte” o exigir la “cadena perpetua para etarras” es demasiado poco. LO QUE HAY QUE EXIGIR ES LA VERDAD SOBRE EL TERRORISMO. Que Rubalcaba no explique dentro de unos días cómo han detenido a los seis “pringaos” asesinos de las fotos difundidas por Interior, sino cómo es posible que “Josu Ternera” no haya sido todavía detenido y sea, en los últimos siete años, el único etarra de la banda que sigue en libertad. Combatir al terrorismo implica que el mejor terrorista no es aquel con el que te marcas una partida de mus, sino el que visitas en prisión.

© Ernest Milà – infokrisis – infokrisis@yahoo.es – http://infokrisis.blogia.com – Prohibida la reproducción de este texto sin indicar origen.

"Takfires": dando una explicación absurda a lo inexplicable

Infokrisis.- Hemos recuperado este artículo publicado en nuestro blog www.krisis.info (hackeado desde las alcantarillas y que fue sustituido por infokrisis)  en junio de 2004, a poco de haberse cometido los atentados del 11-M. El sabotaje de www.krisis.info hizo que este artículo desapareciera, sin embargo, lo hemos recuperado para nuestros lectores a la vista de la importancia del tema. Lo importante de este artículo es las fuentes que cita, en gran medida, de intoxicación pero que tienden a explicar y a justificar el por qué los responsables del 11-M (como también los del 11-S) considerados como integristas islámicos tenían un comportamiento tan poco islamista.


Redacción.- El problema que encuentra el "centro de operaciones psicológicas" que está detrás de toda al campaña curgida tras el 11-S y el 11-M consiste en explicar porqué los islamismas "normales" no conocen absolutamente la fe islámica de los "terroristas internacionales". En efecto, se trata -siempre- de gentes que no visitan la mezquita o que son completamente desconocidos en las mezquitas. De ahí que sea preciso "inventar" nuevas vinculaciones y estructuras que, al menos durante unas semanas, mantengan cierto nivel de "despiste" y sorpresa en la opinión pública, hasta que, finalmente, se desvanecen y son sustituidos por otros del mismo calado. Ahora han saltado a la palestra los "takfires".

Pero el problema no es si Al Qaeda organiza a sus comandos en base a estos presuntos "tafkires": sino si Al Qaeda sigue existiendo después de casi 3 años del 11-S, cuando perdió su base en Afganistán o desde hace ocho años, desde el atentado al USS Cool, con una persecución a escala internacional por parte de todos los servicios secretos del mundo... incluidos los de los países islámicos. En esas condiciones, una organización, por clandestina que sea, no puede soportar la persecusión y su única actividad es la autodefensa.
La primera vez que se habló de los "takfires" fue hace casi un mes, exactamente el 21 de abril. La información llegó también a La Razón; decía así:

"¿Quiénes son los «tafkires»?

Los miembros de la facción fanática que pudieron profanar el cadaver del geo fallecido en Leganés, son una secta salafí, de origen wahabí, fundada en Egipto en los años 40, bajo el nombre de Takfir Oual. Se la considera como una herejía («aljvarij») dentro del Islam.

Se trata de una fación radical escindida de los Hermanos Musulmanes de Egipto fundado por Shukri Mustafa, juzgado y ejecutado por el asesinato del presidente Annuar el Sadat en 1981.

De Egipto saltaron a Argelia y Marruecos de la mano de los salafistas. En los noventa también se establecieron en Líbano y Sudán, donde algunos de sus miembros se asociaron a la red terrorista de Al Qaida y Ben Laden, que se encontraba refugiado allí tras la Guerra del Golfo.

Desde hace varios años, se han establecido en España bajo el paraguas de salafistas marroquíes, argelinos y tunecinos. En Marruecos, seguidores de los «takfires» han protagonizado extraños sucesos como la profanación de tumbas en cementerios judíos.

Este movimiento ultrareligioso permite incluso a sus adeptos asesinar a musulmanes, incluídos niños y mujeres, que no cumplan los preceptos más rígidos del Islam, para así evitar que se conviertan en infieles («kafires»).

Tras los atentados del 11-S, esta secta de corte nihilista está cogiendo muchos adeptos islamistas en Europa, principalmente entre los salafistas magrebíes y tiene su cuartel general en Londres, Reino Unido".

A su vez, la información reproducida por La Razón hoy dice así:

[De La Razón]

Al Qaida ha radicalizado sus comandos en toda Europa al incorporar «takfires»

Los servicios de inteligencia alertan de que esta ideología controla las «células durmientes»

Los servicios antiterroristas europeos han alertado de que la ideología de Al Qaida se ha radicalizado aún más con la expansión de los «takfires», grupo islamista que ha logrado hacerse con el control de las «comandos durmientes» en Europa. Forman pequeñas células, siguen los comunicados de Ben Laden, se camuflan como inmigrantes totalmente integrados en el país de acogida, con un trabajo legal y, en el caso de ser detenidos, «niegan que son devotos musulmanes, llegando incluso a beber vino y tomar jamón», según el informe policial al que ha tenido acceso LA RAZÓN.

Pedro Arnuero

Madrid- Los informes de los servicios antiterroristas destacan que la nueva Al Qaida tiene seis características comunes a los grupos salafistas asociados a la red terrorista que lidera Osama Ben Laden y que les diferencia de los antiguos. Primero, son células más pequeñas, formadas por seguidores de la ideología islamista llamada «Takfir wal Hijra» (Anatema y Exilio).

En segundo lugar, este núcleo duro de la organización es más fanático y agresivo. Tercero, son refugiados o inmigrantes con trabajos legales que han constituido «células durmientes que se activan para llevar a cabo atentados concretos. Cuarto, siguen devotamente los comunicados de Ben Laden que emiten los canales de televisión por satélite y las páginas web árabes. Quinto, saben como evitar los controles policiales, ya que son buenos conocedores del país donde residen. Y sexto, saben utilizar el «factor político» para sus fines, tal como ocurrió en los atentados del 11¬M en Madrid.

Sobre los «takfires» salafistas, los documentos de los servicios antiterroristas a los que ha tenido acceso LA RAZÓN señalan que están compuestos principalmente por marroquíes, argelinos, sirios y casi siempre tienen en el país donde están instalados un líder ideológico de origen egipcio. «Dentro de la nueva organización de Al Qaida en Europa, los takfires son los más duros y manipuladores. Están totalmente integrados y viven como un inmigrante más, lo que dificulta su localización. Son educados, amables y sus miembros suelen vivir juntos, como en una comuna o secta. Algunos de ellos pueden ser interrogados por la policía o los jueces, e intentan engañarlos negando ser buenos musulmanes, llegando incluso a beber vino y tomar jamón», apunta el informe.

«Takfir wal Hijra» ha conseguido aglutinar en torno suyo a dos grupos salafistas ejecutores el 11¬M: el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) y su honónimo el Grupo Combatiente Tunecino. Estas tres organizaciones están fuertemente implantadas en España. Según las mismas fuentes, el grupo de los «takfires» fue el que jugó un papel más destacado en la planificación y, sobre todo, la «concienciación ideológica» de los atentados del 11¬M. Para los investigadores policiales los «takfires» tienen su centro espiritual europeo en Londres con un imán radical conocido con el apodo de Oman Ben Salawi. Son considerados por el Islam como herejes, ya que no les importa atentar contra musulmanes sean niños o mujeres. Tal como adelantó este periódico el pasado 21 de abril, los «takfires» estarían trás el ritual macabro contra el cadáver del subinspector del GEO (Grupo Especial de Operaciones) muerto en Leganés en el asalto al piso de los terroristas kamikazes, presuntos autores de los atentados de Madrid
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Lamentablemente, esta información no explica por qué, si se trata de una organización con cierta tradición en el mundo islámico... su nombre sólo aparece en Internet en relación con los dos artículos de La Razón [al menos en junio de 2004, nota de infoKrisis]. Vanamente encontraríamos en cualquier otro idioma referencias a esta secta. "Testimonio único, testimonio nulo".

Si se lee con detenimiento la información, se entiende por qué ha sido filtrada; vean el siguiente párrafo: "se camuflan como inmigrantes totalmente integrados en el país de acogida, con un trabajo legal" y, en el caso de ser detenidos, «niegan que son devotos musulmanes, llegando incluso a beber vino y tomar jamón»... lo que contribuye a explicar el por qué la mayoría de los detenidos por el 11-M o lo que se sabe de los suicidas del 11-S, no cumplen absolutamente ninguno de los reflejos que cabría explicar de un integrista islámico... Una maniobra que no podemos calificar sino de infantil. Repetimos: los detenidos del 11-M y los suicidas de Leganés eran chorizos, pequeños narcotraficantes, delincuentes comunes... su perfil no correspondía al de peligrosos terroristas internacionales.

Sin embargo, lo más sorprendente es que la persona que aludió por primera vez a los "takfires" fue... "Abu Dahdah", encarcelado y procesado por el sumario de Al Qaeda, como presunto jefe de la célula durmiente española. Entrevistado por El Mundo, Dahdah, explicó que:

«ABU DAHDAH» / Presunto responsable de Al Qaeda en España
"Doné sangre tras el 11-M. Sólo una herejía del Islam pudo hacerlo"

Imad Eddin Barakat Yarkas, de 42 años, de origen sirio y casado con una española, lleva encarcelado dos años y medio en la prisión de Soto del Real después de que el juez Baltasar Garzón le acusara de ser uno de los máximos responsables de la célula de Al Qaeda en España. Conocido en los ambientes islámicos como Abu Dahdah, su historia vuelve a aparecer ahora en todas las líneas de investigación tras conocerse que el nombre de Jamal Zougam, uno de los detenidos por los atentados del 11-M en Madrid, figuraba en su agenda.

En su módulo le llaman El peregrino, porque mantiene su apostolado coránico entre los más necesitados, y hace apenas tres meses recibió la noticia del nacimiento de su sexto hijo, concebido en un bis a bis en prisión. El nacimiento de su quinto vástago se produjo también varios meses después de su detención. Tras declarar por voluntad propia ante el juez Garzón el pasado jueves, Imad concedió esta entrevista a CRONICA mediante un cuestionario entregado a su abogado Jacobo Teijelo.

PREGUNTA.- ¿Cuál es su grado de relación con el detenido Jamal Zougam?

RESPUESTA.- Le conocía como cliente de sus tiendas de Lavapiés.Primero le compraba fruta, pepinos sobre todo, y después lotes de tarjetas para mis móviles. Me movía mucho por ese barrio porque es un lugar obligado para comerciantes como yo y su tienda de móviles era especialmente famosa por lo barato. Tomamos café alguna vez y teníamos amigos comunes. Nada más. Es incierto que viajásemos juntos. No éramos amigos.

P.- ¿Pensó en él cuando se enteró de los atentados de Madrid?

R.- En absoluto. Lo primero que sentí fue una preocupación enorme por mis hijos porque algunos toman el tren para Atocha a esas horas. Nosotros vivimos en Vallecas y, por lo tanto, mi familia podría haberse visto afectada. Me parece terrible, inasumible para nadie lo sucedido. Eso no puede ser obra de un buen musulmán porque nuestra religión condena claramente este tipo de matanzas.Y más si hay mujeres y niños.

P.- Entonces, según usted, ¿quién puede haber concebido semejante salvajada?

R.- Eso es lo que he tratado de explicarle a Garzón. Como estudioso del Islam puedo afirmar que existe una herejía denominada Aljuarij o Aljanerej, que traducido significa algo así como Anatema y Exilio, cuya materialización es un grupo nacido en Egipto en los años 40 llamado Takfir Oual para los que todos los musulmanes son susceptibles de ser asesinados por no cumplir los preceptos más rígidos de la religión. Incluso las mujeres y los niños para que en un futuro no sean infieles. Sólo gente así puede haber hecho esto. En Egipto se esconden en cuevas del interior del país estudiando el Corán. Son difíciles de detectar porque actúan individualmente y no se suicidan en los atentados. Ellos fueron quienes mataron a Sadat y actuaron con terrible violencia en Argelia. Es una especie de movimiento nihilista o anarquista, como los de principios de siglo en Europa, que está cogiendo muchos adeptos entre la gente más pobre de los países musulmanes.Precisamente, conocí a uno de sus miembros en un viaje a Londres, discutiendo con el mulá Abu Qatada, quién le echó fuera de la mezquita por lo radical de sus ideas.

P.- Entonces, ¿ni ellos ni usted tienen que ver con Al Qaeda?

R.- Al Qaeda, tal y como la han presentado en Occidente, no existe.No es como una especie de Demiurgo que todo lo controla. Se trata de grupos independientes entre sí que actúan con un fin común.Es un cajón de sastre que se han inventado para explicar estas tramas. Yo nunca oí hablar de ellos hasta poco antes de los atentados del 11-S. Creo que los servicios de investigación están mal enfocados porque es imposible infiltrarse en estos grupos terroristas.Y, por supuesto, yo no tengo nada que ver con ellos. Todo esto es una locura.

P.- ¿Cómo es su situación en la cárcel?

R.- Después de los atentados me aislaron por si sufría alguna represalia. Pero fue todo lo contrario. Los mismos que al principio me llamaban Talibán ahora me daban ánimo. Leo y pienso mucho.Ese jueves recé más que nunca y estuve dos días casi sin comer.Doné sangre y he rechazado esos atentados públicamente, ante todo el que ha querido oírme. Porque soy musulmán y quiero que oigan mi versión de los hechos. Después de lo que ha pasado tendría todo perdido. Pero soy inocente...


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Las "gargantas profundas" que intoxican a los medios de comunicación, se limitaron a recuperar este relato de Abú Dahdah y "adornarlo" con los detalles que explican el porque los presuntos terroristas islámicos, son... poco islámicos.

(c) Ernesto Milà - infokrisis - infokrisis@yahoo.es - http://infokrisis.blogia.com - Prohibida la reproducción sin indicar procedencia

 

Terrorismo, Matriarcado Vasco y Sacrificios Humanos.

Infokrisis.- Escrito en 1999  publicado poco después en la revista Nuevos Horizontes, en este artículo pretendíamos realizar un análisis antropológico sobre el terrorismo vasco. En aquel momento resultaba un misterio para nosotros el por qué individuos jóvenes, habitualmente de clase media iniciaban la vía muerta del terrorismo que arruinaría las vidas de las víctimas y sus familiares y la suya propia. No existía para nosotros una causa política que pudiera justificar el desatino, así pues partíamos de la base de que si el terrorismo solamente había sobrevivido en Europa en el País Vasco y desaparecido en cualquier otro lugar era porque, efectivamente, existía un "factor diferencial". Siguiendo algunas notas de Caro Baroja, elaboramos esta hipótesis pocos días antes de que Ardi Beltza -entonces el órgano "legal" del entorno etarra- publicara unas cuantas informaciones sobre nosotros. Aprovechamos parte de estas notas para elaborar un artículo sobre Federico Krutwig y Jon Mirande, publicado en este mismo blog.

 


    El País Vasco no ha asimilado la violencia cotidiana. En medio de un rechazo cada vez más unánime, el terrorismo sigue existiendo apoyado por un 12-14% de la población y, la sociedad se siente impotente contra él. Nos equivocaríamos si percibieramos solo un fondo político-ideológico en el terrorismo. Quienes hemos tenido la ocasión de entrevistar o interrogar a etarras, leer sus publicaciones y documentos, hemos podido constatar la extrema pobreza intelectual de la organización. La “ideología” etarra no es más que una cobertura de lo que podríamos llamar “un estado de espíritu”.  ¿Qué impulsa a unos jóvenes a entrar en una organización terrorista? ¿por qué el terrorismo y la violencia han arraigado en el País Vasco con una intensidad desconocida en cualquier otro lugar del mundo desarrollado?

    Todos los intentos de aproximación al fenómeno etarra se han realizado desde el punto de vista político o sociológico y, por tanto, las respuestas han sido necesariamente parciales, en tanto se refieren a los fenómenos más superficiales de la conducta humana. Nuestra intención es analizar el terrorismo vasco desde una perspectiva antropológica

ETA: JOVENES Y VARONES

    Lo esencial de ETA, desde sus orígenes, ha estado constituido por militantes extremadamente jóvenes. La misma organización nació de un grupo juvenil –“Ekin”- en el curso 1953-54, formado por estudiantes de la Universidad de Deusto que atrajo a las juventudes del PNV. Esta constante se ha mantenido hasta nuestros días. Si bien los comandos más experimentados y que realizan acciones de mayor envergadura, están compuestos por individuos maduros, lo esencial de ETA y del electorado de HB sigue siendo un público extremadamente joven. Los etarras de mayor edad, son pocos y figuran a título de excepción y protagonizan la casi totalidad de “arrepentidos”.

    Históricamente, las mujeres apenas han estado presentes en ETA, ni a nivel de base ni de dirección; incluso en la “galaxia etarra”, tienen un porcentaje muy disminuido. ETA como su entorno, es “cosa de hombres”. ¿Podemos extraer alguna conclusión?

EL MATRIARCADO VASCO

    La sociedad vasca es telúrica y matriarcal. El drama del nacionalismo es precisamente éste: a la hora de destacar el factor diferencial, lo que se están destacando son los aspectos telúricos y ginecocráticos del pasado ancestral. Y esto no hace sino generar una contradicción exasperante entre una sociedad machista (recuérdense los chistes que circulan al respecto) cuyas raíces son telúricas.

    Las sociedades pre-modernas hicieron del factor religioso el eje de sus vidas. La tradición se solidificaba y conformaba en torno al factor religioso. El pueblo vasco ha sido un pueblo extremadamente religioso. En la antigua religiosidad vasca se muestran más detalladamente los carácteres telúricos y ginecocráticos. El hecho de que el catolicismo haya impregnado hasta la médula la psicología vasca es un hecho meramente accidental: paralelamente han sobrevivido las leyendas y mitos precristianos.

    Mari está situada en el centro del panteón vasco. No es, sin embargo, una diosa, sino más bien una especie de genio de la Tierra y de la Naturaleza. Su vivienda está en el interior de la Tierra y se comunica con la superficie a través de cuevas y barrancos. Se la representa con pies de oca o de cabra, puede ser un árbol parecido a una mujer o bien un zarzal; en el valle del Baztán es un macho cabrío y en Oñate una novilla. Es la Madre Tierra, la Gran Diosa neolítica, dispensadora de vida y gracias a la cual todo existe. En otro tiempo, toda mujer vasca era una perífrasis simbólica de Mari.

    No hay nadie por encima de Mari y, en modo alguno, su marido, Sugar, representado frecuentemente con forma de serpiente, animal telúrico, por lo demás. Mari tuvo dos hijos, Atarrabi y Mikelats, sobre los que circula un ciclo legendario extremadamente rico; uno de ellos es bueno y el otro malo... Del Todo telúrico, nace la Dualidad, representada por los dos hijos de Mari.

    En otro tiempo, cuando un vasco se iba de su casa para vivir en casa de la esposa, adoptaba el apellido de ésta. La herencia la recibía no en tanto que tal, sino como marido o hijo de la “Señora de la casa”, “etxekoandre”. La casa supone una progresión en relación a la caverna primitiva; era en la caverna donde habitaban todos los seres superiores y, en especial, la Mari.

    El caserío tiene tanta fuerza y arraigo en la cultura vasca que sus habitantes, implícitamente, se consideran propiedad de la casa. Así pues, al hablar de alguién se dice “Fulano de Tal, de la casa de...”. La casa no pertenece solo a los vivos, sino también a los muertos. En las cavernas neolíticas vascas se han encontrado enterramientos situados, no en las profundidades, sino en la entrada. La costumbre ha persistido con el paso de los milenios. Hasta hace relativamente poco, los niños sin bautizar, muertos en los caseríos, eran enterrados en el jardín de la dueña de la casa y solamente ella podía plantar flores allí. La mujer fue hasta ayer la sacerdotisa del hogar, como en un tiempo excepcionalmente remoto lo fue de la Naturaleza. En este culto dispensado por la mujer, honrar a los ancestros era capital.

    Junto a Mari figuran otros personajes igualmente femeninos: las lamias, mujeres palmípedas, las sorgiñas que presiden los nacimientos, Eguzkia, el Sol y Ilargia, la Luna, igualmente femeninas en la mitología vasca; Ama Lur, la Madre Tierra, es otro de los avatares de Mari, y así sucesivamente.

EL GRUPO SANGUINEO VASCO

    Exiten dos grandes grupos de religiones y cosmogonías: las de naturaleza masculina y solar y las de carácter telúrico, femenino y lunar. Este hecho, ha determinado los grandes conflictos históricos: Roma contra Cartago, Dorios contra Minoicos, etc. La religión vasca pertenece al grupo telúrico y lunar. Podemos establecer que su origen es similar a la del resto de pueblos que tienen idéntico simbolismo religioso. El grupo sanguíneo nos ayudará a perfilar la respuesta al problema de los orígenes vascos.
    El grupo sanguíneo dominante entre los vascos autóctonos es el 0 (entre un 75 a 80%). Tal proporción solamente se da entre pueblos atlánticos (escoceses, irlandeses, islandeses), en Creta, Cerdeña, algunas zonas de Túnez y poco más. La sangre 0 está ligada a pueblos marineros y disminuye a medida que vamos dejando atrás el Atlántico. La sangre A, por el contrario, está presente de forma mayoritaria a medida que nos remontamos hacia el Norte de Europa y disminuye cuando vamos descendiendo. A pesar de las migraciones y los cambios provocados por las invasiones, es posible percibir perfectamente que allí donde las religiones de tipo solar fueron hegemónicas, la sangre dominante era del grupo A y cuando predominaron las telúricas y lunares, la sangre fue de grupo 0. Y es así como podemos hablar de dos grupos de mitos que aluden a ubicaciones geográficas muy concretas que se corresponden con grupos sanguíneos y con formas religiosas.
 
    Los mitos de los pueblos que ostentaban religiones solares y sangre A, afirmaban que su lugar de procedencia era el Norte, Hiperbórea o Thule, mientras que los pueblos telúricos y lunares, de sangre 0, se querían hijos de la Atlántida o de Occidente. Los vascos pertenecen a este segundo grupo. Tal es su origen mítico... Si los escrúpulos, impiden hablar de la Atlántida en el caso vasco, habrá, necesariamente que aludir a “pueblos marineros”, pues no hay ni uno solo en donde la sangre 0 y la religión telúrica predominen, que desconozcan las rutas marítimas.

LAS INICIACIONES HEROICAS EN LAS SOCIEDADES TRADICIONALES

    El pueblo vasco recibió poca aportación de sangre A. Las legiones romanas, apenas se internaron en lo que hoy es el País Vasco. Los pueblos germánicos tampoco penetraron. Leovigildo y los visigodos arrinconaron a los vascos en sus valles rodeados de montañas. Los vascones perdieron La Rioja y Navarra. Los musulmanes, ascendieron hasta Poitiers, pero no se preocuparon de penetrar en el País Vasco. Solo en el siglo XIX, la industrialización hizo necesaria la presencia de mano de obra nueva y la burguesía local hubo de apelar a la emigración. Esta prosiguió hasta hace poco. Euskal-Herria dejó de ser una sociedad estanca, encerrada en valles y caseríos, la emigración trajo la diversidad cultural y las doctrinas nacionalistas de Sabino Arana, constituyeron un reflejo de autodefensa para la identidad vasca. Pero, por entonces, era inevitable que el matriarcado originario hubiera entrado en conflicto con el sistema patriarcal que, no solo rodeaba a Euskal-Herria, sino que había penetrado con la inmigración. En el fondo, el nacionalismo, con su culto a la tierra natal, no es sino una muestra evolucionada de telurismo.

    La sociedad vasca, especialmente los jóvenes varones, terminaron por experimentar una incomodidad existencial. Su problema consistía en huir del matriarcado originario y construir una sociedad patriarcal a imagen de los pueblos vecinos. Para ello se sirvió de los mecanismos iniciáticos y, en particular, de las iniciaciones heroicas.
 
    Permanecen rastros de estas iniciaciones en ciertas danzas que todavía hoy siguen practicándose. En la “mascarada” de Zuberoa o en la “Axeri dantza” de Azuma, en las fiestas de Carnaval de muchos pueblos vascos, los jóvenes imitan la conducta del zorro o del lobo, animales típicamente guerreros; luego deben mostrar su habilidad como jinetes, decapitan aves y danzan con espada y palo. El baile de “Orratzakoa” es particularmente significativo: los danzantes se colocan uno tras otro con las piernas abiertas formando una especie de túnel que cada uno de ellos debe atravesar a gatas. Al llegar al final, el primer bailarín lo pone de pié agarrándolo por las axilas. Evidentemente se trata de la dramatización de un parto. Bruno Bettelheim escribe a propósito que uno de los fines del ritual de iniciación masculina podría consistir en afirmar que “también los hombres pueden engendrar hijos”. En el País Vasco existía la costumbre de la "covada", pantomima consistente en que el padre se acuesta en el lecho de la esposa que acaba de dar a luz, simulando los dolores del parto, mientras la madre se incorporaba para realizar los trabajos cotidianos... Lejos de ser una costumbre desprovista de sentido, supone una aspiración a asumir la generación del hijo y tener potestad sobre él.

    Mediante la iniciación, el joven que ha nacido en una sociedad dominada por lo telúrico, intenta zafarse de esta influencia que considera contraria a su naturaleza y establece su hegemonía en el seno de una sociedad de hombres. A través de la iniciarión, el joven muere como adolescente -equiparado a las mujeres y a los niños-, es arrancado de los vínculos que la unen a la madre y entra en la comunidad de los hombres. Su equivalente moderno son las “peñas” y “sociedades” vascas.

    Este esquema ha funcionado durante milenios hasta que el mundo moderno lo ha arrojado al baúl de las supersticiones y de lo irracional. Caro Baroja decía que cuando se cierra la puerta a lo mágico, vuelve a entrar por la ventana. Este es el motivo de porque ha arraigado con tanta fuerza el terrorismo y la violencia callejera.

    Hoy conocemos buena parte de las tradiciones vascas gracias a los estudios etnográficos. El Euzkal-Herria ha sufrido el mismo proceso de abandono de las tradiciones que otros pueblos occidentales, se ha cerrado la puerta a lo mágico. Sin embargo el proceso iniciático se ha reconstruido en forma de terrorismo y de violencia callejera. Mediante estos dos fenómenos, una parte de los jóvenes vascos se afirma como “hombres” realizando actos terroristas, pobres remedos de acciones “guerreras”, gracias a las cuales, olvidan su carácter de adolescentes en régimen de dependencia de la Madre. Huyen así del mundo matriarcal y se refugian en el patriarcal. Los “Comandos Y de Apoyo a ETA” y los jóvenes violentos de “Jarrai” entran perfectamente dentro de este esquema que explica porqué su militancia es siempre corta en el tiempo. La iniciación es un momento de tránsito, no una situación estable que pueda prolongarse muchos meses.

    La iniciación viene prologada de un período de retiro en el que el joven, solo o en compañía de los que están en su misma situación, se prepara para la prueba (el joven que se integra en "Jarrai" o en los "Comandos Y", pasa por "cursos", "seminarios" de formación como primer acto de su militancia). Luego, como en todo rito de este tipo, viene la “aventura iniciática”; entre los jóvenes africanos se tratará de cazar a un león o a un animal salvaje; los jóvenes urbanos occidentales, en unos casos, irán a los estadios de fútbol a animar a su equipo y buscar el enfrentamiento violento con los hinchas contrarios y en el caso de los radicales vascos, se tratará de vivir su aventura lanzando un cóctel molotov contra una entidad bancaria, incendiando un autobús o destrozando el mobiliario urbano. Al cabo de un tiempo, cuando el joven ya ha mostrado su virilidad y valor, cuando gracias a una serie de acciones delictivas, logra sentirse “hombre” y ser reconocido como tal por sus compañeros, ya no precisa más de la organización activista y reemprende una vida normal. Apenas se contentará con votar a HB como recuerdo de su período de militancia activa.

ETARRAS CON UN PIE EN LA ATLANTIDA

    En 1998 quien se vincula a una organización como ETA, lo hace por motivos irracionales, causas psicológicas inconscientes o impulsos irreflexivos. El etarra se siente atraído hacia esa organización por que piensa que, gracias a ella, superará su estado de dependencia matriarcal y se afirmará como hombre a través de una serie de pruebas iniciáticas (actos terroristas).

    Hay muchos datos en la historia de ETA que abundan en dirección de lo ya expuesto. Uno de los primeros teóricos de ETA, Federico Krutwig, mezclaba elementos muy disparen con la ideología marxista. Krutwig tenía ascendencia alemana; excepcionalmente erudito, entró en la Academia de la Lengua Vasca. Su implicación con ETA le obligó a exiliarse en Bélgica. Krutwig tuvo parte de responsabilidad en el decantamiento de ETA hacia la lucha armada. En uno de los textos más difundidos entre los nacionalistas radicales de los años sesenta, intenta sintetizar sus orígenes germano-vascos: “La tendencia hacia las ciencias secretas y el ocutismo son uno de los rasgos resaltantes del carácter vasco que lo acercan en mucho a un sentimiento parecido que existe entre los pueblos germánicos. Por otra parte, no sólo en los libros ocultistas sino también en la literatura teosófica, los vascos juegan un papel importante como descendientes de la raza “atlántica” que precedió a la llamada “arya”, entendiéndose por estas palabras algo muy diferente a lo que la ciencia enseña”.

    El teórico etarra conocía la obra de Helena Petrovna Blavatsky, fundadora de la Sociedad Teosófica, grupo ocultista que hizo furor en los últimos años del siglo XIX. La Blavatsky sostenía la llamada “teoría de las razas matrices”, que se irían superponiendo y "guiarían" la evolución mítica de la humanidad; una de ellas era la “atlántica” a la que sucedió la “arya”, que daba como hegemónica en el momento actual. Para la Blavatsky, la raza vasca es un residuo del “ciclo atlante”. Y tal es la tesis que recoge Krutwig, lo cual demuestra que los primeros etarras sí tenían presente tesis ocultistas e insertaban –incluso los marxistas- su nacionalismo en un terreno místico.

SIMBOLOGIA ETARRA

    ETA ha tenido distintos símbolos a lo largo de su historia. En un primer tiempo se limitaron a utilizar el lauburu, svástica vasca, o simplemente las siglas como logotipo. Finalmente, a lo largo de los años setenta, se fue extendiendo, a partir de la VI Asamblea, la utilización del hacha y de la serpiente.

    El hacha es, tradicionalmente, un símbolo de sacrificio y de cólera,  emblema de fuerza, dureza y penetración. Contrariamente a las hachas de doble filo propias de los pueblos indo-europeos, cuyo significado no es solamente destructor sino también creador, el hacha utilizada por ETA quiere ser símbolo de dureza (“duros como el hacha, sigilosos como la serpiente” decía el slogan de ETA). El hacha etarra pretende ser un símbolo de virilidad, atenuada por el símbolo femenino de la serpiente que la rodea y estrecha. El conjunto es andrógino (hacha masculina y serpiente femenina) y refleja hasta cierto punto el drama psicológico de la banda terrorista: hombres con la sensación de estar disminuidos en el seno de una sociedad matriarcal, que solamente mediante una dureza y virilidad fálica (Federico Krutwig, una vez separado de la organización, explicó que, el “cojonímetro era la medida de todas las acciones”...). Otro militante, igualmente separado, José María Escubi Larraz, pinta un cuadro muy particular de los etarras en fuga y de su actuación cuando eran acogidos en algún caserío: “Cuando nos cobijaban en alguna casa, debíamos adaptarnos a su régimen de vida, ayudar en la cocina, cuidar de los niños, hacer las camas, etc.” en otras palabras, todas las actividades tradicionales propias de las mujeres vascas...

EL TERRORISMO COMO FORMA DE SACRIFICIO HUMANO

    Lejos de ser una organización madura, en la que sus militantes tienen integrado el consciente y el inconsciente, ETA muestra rasgos, cada vez más primitivos y degradados. Los factores subpersonales (traumas, frustraciones, bagaje inconsciente heredado, virilidad fálica, complejos e inhibiciones) se imponen a cualquier otra consideración lógica, política o estratégica.
 
    En el momento de justificar sus crímenes los militantes etarras y la torpeza a la hora de elegir objetivos, ponen de manifiesto la estructura arcaica y primitiva de sus resortes psicológicos. La pobreza de sus argumentos contrasta con la desproporción de sus crímenes. Haciendo abstracción del primitivismo de sus justificaciones, tras el terrorismo reaparece la vieja teoría universal del sacrificio humano, practicado en tantas latitudes: el sacrificio de unos debe servir para restablecer el orden cósmico y salvar a la comunidad. Se ofrece sangre inocente a los dioses -y muy frecuentemente a las diosas- para que intercedan en los asuntos de los hombres y les concedan aquello que piden. La víctima expiatoria se convierte intermediario entre el dios y el hombre. En ocasiones es necesario que la víctima sufra hasta lo indecible antes de ser ejecutada (pensamos en Ortega Lara), eso garantiza que su sacrificio surtirá sus frutos. El esquema utilizado por todas las sociedades que han practicado sacrificios humanos es aplicable también al terrorismo moderno. Pero lo que era propio del neolítico hoy adquiere su auténtica dimensión de salvajada.

    ETA y su entorno precisan asistencia psiquiátrica y seguimiento psicológico antes que negociación. Etarras y radicales son, ante todo, enemigos de sí mismos, antes que enemigos de la sociedad que les ha visto nacer. Solamente un proceso psicológico mal asumido de rechazo del universo de la Madre, ha sido capaz de generar en la sociedad vasca el cáncer terrorista. No todo el terrorismo vasco deriva de esta componente, pero, al menos a nivel inconsciente, es la más importante. ETA y el terrorismo armado son, antes que una ideología o un proyecto político,  una patología del alma. Y como tal hay que tratarlo.

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