EL CARMELO o el bochorno de 3 administraciones inútiles
Redacción.- ZP no ha calmado al barrio de El Carmelo. Todo lo contrario: después de ofrecer unas indemnizaciones miserables y ofensivas que no cubren ni los gastos mínimos de subsistencia, la visita de ZP ha encolerizado a los vecinos. No sólo no ha ido a ver la Zona Cero, sino que, además, los responsables del Ayuntamiento y la Generalitat han escurrido el bulto. El responsable de información de la Generalitat (ERC) ha levantado, ante la presión de los medios, la prohibición a que los fotógrafos y cámaras de TV entrarán en la Zona Cero. Mientras el PSC y ERC siguen haciendo gran política, regateando competencias y redactando un nuevo (e inútil) Estatut.
Ningún nivel de gobierno asume su responsabilidad
Es difícil encontrar un episodio anterior en la que un gobierno español, uno autonómico y uno local, hayan estado de acuerdo en no asumir sus responsabilidades, ofrecer indemnizaciones miserables y procurar, por todos los medios, que el asunto amaine primero y se olvide después. Un millar de personas están hoy en la calle por la irresponsabilidad y la cicatería de las autoridades de la Generalitat: de las de ayer (CiU) y de las de hoy (PSC-ERC-IU) y ante el silencio del gobierno central y de las autoridades municipales.
Vergüenza, bochorno e ira es lo que sentimos los barceloneses que conocemos el barrio de EL CARMELO. Un barrio que nunca se ha llamado El Carmel, pero que la Generalitat se ha cuidado mucho de que no figurara con el nombre con el que lo conocen sus vecinos: EL CARMELO ES EL CARMELO, NO EL CARMEL. Un barrio de inmigrantes que llegaron de fuera de Catalunya en los años 60 y que ha sufrido todo tipo de maniobras especulativas. Primero constructores desaprensivos utilizaron materiales de baja calidad que en 1992 llevaron a la ruina a varias manzanas de edificios. Ahora es el método austríaco el que ha destrozado el barrio: dinamita a pocos metros de los cimientos el sistema más barato y más peligroso para hacer un túnel, desaconsejado por todos los estudios técnicos y que ha sido abandonado en zonas como El CARMELO, cuyo subsuelo no puede soportar este tratamiento terrorista sin que se hunda lo que hay encima: las viviendas de miles de familias.
Los vecinos del barrio no se hacen ilusiones: hoy ya no es un rumor el que otros bloques deben ser desalojados y que el ayuntamiento está sólo esperando a que amaine un poco el temporal, o de lo contrario, el barrio puede convertirse en un foco de revuelta contra las autoridades del Estado, de la Generalitat y del Ayuntamiento.
Maragall, a todo esto, de lo único que se ha preocupado es de sondear a la UE para que se haga cargo de las indemnizaciones y la UE ha respondido: no hay problema, pero dado que es un problema ocasionado por negligencia, esos fondos serán sustraídos de otras subvenciones que debía recibir la Generalitat
El verdadero rostro de ERC: stalinismo con barretina
La Generalitat catalana no quiere que los medios de comunicación desarrollen con libertad su trabajo en lo que a la cobertura del hundimiento del túnel de metro en el Carmel se refiere. Los motivos esgrimidos son, oficialmente, la seguridad y la intimidad de los afectados. Las consecuencias, una restricción importante y creciente de la labor informativa que intenta recoger la realidad del drama que vive todo un barrio desde todos los ángulos posibles.
Así se desprende de un borrador de protocolo elaborado por el Govern. Un texto que pretende regular el trabajo que han de desarrollar los profesionales de la información en las diferentes situaciones que se pueden producir durante la cobertura diaria de las noticias que se producen en el Carmel.
Así, el borrador prevé que cuando se reúna a vecinos y Administración no estén presentes los medios de comunicación. Al principio de las reuniones, se permitirán «dos minutos» para tomar fotografías y registrar imágenes y «sonido ambiente». Después, los periodistas serán «invitados», dice textualmente el borrador, a abandonar la sala donde se celebre el encuentro.
Ayer mismo se puso en marcha otra de las medidas que afectan a la cobertura informativa: el que se refiere a la filmación o toma de fotografías en el lugar que rodea la zona cero del hundimiento del túnel a través de un pool. Es decir, que cada día sea un medio de comunicación el que acceda al lugar donde se produzca la noticia y que luego facilite el material resultante de su trabajo a todos los medios que lo deseen.
El artífice de estas medidas no es otro que el responsable de comunicación de la Generalitat, miembro de ERC. Es algo más que una paradoja que ERC esté a favor de la independencia de la autonomía plena pero no sea capaz de aceptar que los profesionales de la información den a conocer a la opinión pública la realidad de un barrio destrozado por la prepotencia y el desinterés de los distintos niveles de gobierno (estatal, autonómico y local).
La repugnante, bochornosa y cobarde visita de ZP
Hasta ayer se dudaba de que ZP tuviera valor de ir a la Zona Cero. Pero era imposible pensar que no lo haría: estaba claro que existía la posibilidad de que algunos vecinos reaccionaran de manera hostil, pero, estaba claro que su obligación era estar allí en donde ha ocurrido una tragedia justo por la negligencia de las autoridades. Esto no es azar del chapapote, como predicó hace unos días Maragall: esto es un fallo técnico-político en el que hay responsables.
ZP se ha atrevido solamente a recibir a una pequeña comisión de 3 vecinos y 3 comerciantes. En este petit comité se ha atrevido a ofrecer indemnizaciones que apenas llegan a 10.000 euros ¡a gentes que lo han perdido todo!. Una vez más, ZP ha ejercido de cobarde y pusilánime: no ha ido donde su obligación y su sueldo le obligaban a ir. Se ha portado como lo que es, un cobarde mediocre, embaucador de lelos y boy-scouts, con una talla política no superior a un tranchete.
La visita, a pesar de unos cuantos aplausos de la claca enviada allí por el PSC, ha sido un jarro de agua fría para los vecinos que esperaban algo más. No es raro que un centenar de personas lo hayan abucheado y que, el resto de vecinos (y buena parte de los barrios populares de Barcelona) hayan reaccionado airadamente al saber las concesiones que el talante de ZP ha dado a los vecinos. Veremos si en EL CARMELO, en el próximo referéndum, vota algo más del 5% del electorado
Eso sí, la visita de ZP a la Ciudad Condal le ha llevado delante de un público tan escaso como entregado (verdadera muestra de funcionarios paniaguados por el socialismo maragalliano) junto con un exultante Chiracq, consciente de que ZP afronta los primeros problemas graves con la política de la avestruz (escondiendo la cabeza), el gusano (metiéndose en la madriguera), la comadreja (huir cuando alguien se mueve) y el carroñero (llegado al poder gracias a 192 cadáveres).
Una vez más, la falta de talla, se ha evidenciado de manera brutal. Pero no olvidemos que esto no es nuevo: es lo ya sabido. Lo nuevo, lo triste, lo dramático, es que hay 1000 españoles residentes en Barcelona, en el barrio que la Generalitat se niega a llamar tal como lo conocen sus vecinos, en EL CARMELO, que se han quedado sin nada. Lo han perdido todo. Imaginad lo que supondría que un día alguien llamara a la puerta y os dijera que os tenéis que ir de vuestra casa con lo puesto, por que se va a hundir de un momento a otro: allí quedarían vuestros recuerdos, vuestra vida pasada, vuestra posibilidad de ser felices, vuestras hipotecas Pues bien, eso es lo que ha pasado en EL CARMELO. Unos rufianes, funcionarios de la Generalitat y del Ayuntamiento, han abaratado los costes de las obras en beneficio propio, han alterado la ruta del túnel, han utilizado procedimientos terroristas para abrir el camino Y HAN GOLPEADO A LA VIDA DE 1000 PERSONAS (que corren el riesgo de duplicarse en los próximos días).
Mientras, eso sí, Bargalló y Carod, babeando un nuevo estatuto y Maragall, como siempre, de vacaciones mentales. Realmente bochornoso, unido a la cobardía estructural de ZP. El electorado debe empezar a pensar en reciclar a toda esta basura en el lugar que le es propio: como abono a la tierra para que una nueva clase política emerja.
© Ernesto Milà infokrisis infokrisis@yahoo.es
Ningún nivel de gobierno asume su responsabilidad
Es difícil encontrar un episodio anterior en la que un gobierno español, uno autonómico y uno local, hayan estado de acuerdo en no asumir sus responsabilidades, ofrecer indemnizaciones miserables y procurar, por todos los medios, que el asunto amaine primero y se olvide después. Un millar de personas están hoy en la calle por la irresponsabilidad y la cicatería de las autoridades de la Generalitat: de las de ayer (CiU) y de las de hoy (PSC-ERC-IU) y ante el silencio del gobierno central y de las autoridades municipales.
Vergüenza, bochorno e ira es lo que sentimos los barceloneses que conocemos el barrio de EL CARMELO. Un barrio que nunca se ha llamado El Carmel, pero que la Generalitat se ha cuidado mucho de que no figurara con el nombre con el que lo conocen sus vecinos: EL CARMELO ES EL CARMELO, NO EL CARMEL. Un barrio de inmigrantes que llegaron de fuera de Catalunya en los años 60 y que ha sufrido todo tipo de maniobras especulativas. Primero constructores desaprensivos utilizaron materiales de baja calidad que en 1992 llevaron a la ruina a varias manzanas de edificios. Ahora es el método austríaco el que ha destrozado el barrio: dinamita a pocos metros de los cimientos el sistema más barato y más peligroso para hacer un túnel, desaconsejado por todos los estudios técnicos y que ha sido abandonado en zonas como El CARMELO, cuyo subsuelo no puede soportar este tratamiento terrorista sin que se hunda lo que hay encima: las viviendas de miles de familias.
Los vecinos del barrio no se hacen ilusiones: hoy ya no es un rumor el que otros bloques deben ser desalojados y que el ayuntamiento está sólo esperando a que amaine un poco el temporal, o de lo contrario, el barrio puede convertirse en un foco de revuelta contra las autoridades del Estado, de la Generalitat y del Ayuntamiento.
Maragall, a todo esto, de lo único que se ha preocupado es de sondear a la UE para que se haga cargo de las indemnizaciones y la UE ha respondido: no hay problema, pero dado que es un problema ocasionado por negligencia, esos fondos serán sustraídos de otras subvenciones que debía recibir la Generalitat
El verdadero rostro de ERC: stalinismo con barretina
La Generalitat catalana no quiere que los medios de comunicación desarrollen con libertad su trabajo en lo que a la cobertura del hundimiento del túnel de metro en el Carmel se refiere. Los motivos esgrimidos son, oficialmente, la seguridad y la intimidad de los afectados. Las consecuencias, una restricción importante y creciente de la labor informativa que intenta recoger la realidad del drama que vive todo un barrio desde todos los ángulos posibles.
Así se desprende de un borrador de protocolo elaborado por el Govern. Un texto que pretende regular el trabajo que han de desarrollar los profesionales de la información en las diferentes situaciones que se pueden producir durante la cobertura diaria de las noticias que se producen en el Carmel.
Así, el borrador prevé que cuando se reúna a vecinos y Administración no estén presentes los medios de comunicación. Al principio de las reuniones, se permitirán «dos minutos» para tomar fotografías y registrar imágenes y «sonido ambiente». Después, los periodistas serán «invitados», dice textualmente el borrador, a abandonar la sala donde se celebre el encuentro.
Ayer mismo se puso en marcha otra de las medidas que afectan a la cobertura informativa: el que se refiere a la filmación o toma de fotografías en el lugar que rodea la zona cero del hundimiento del túnel a través de un pool. Es decir, que cada día sea un medio de comunicación el que acceda al lugar donde se produzca la noticia y que luego facilite el material resultante de su trabajo a todos los medios que lo deseen.
El artífice de estas medidas no es otro que el responsable de comunicación de la Generalitat, miembro de ERC. Es algo más que una paradoja que ERC esté a favor de la independencia de la autonomía plena pero no sea capaz de aceptar que los profesionales de la información den a conocer a la opinión pública la realidad de un barrio destrozado por la prepotencia y el desinterés de los distintos niveles de gobierno (estatal, autonómico y local).
La repugnante, bochornosa y cobarde visita de ZP
Hasta ayer se dudaba de que ZP tuviera valor de ir a la Zona Cero. Pero era imposible pensar que no lo haría: estaba claro que existía la posibilidad de que algunos vecinos reaccionaran de manera hostil, pero, estaba claro que su obligación era estar allí en donde ha ocurrido una tragedia justo por la negligencia de las autoridades. Esto no es azar del chapapote, como predicó hace unos días Maragall: esto es un fallo técnico-político en el que hay responsables.
ZP se ha atrevido solamente a recibir a una pequeña comisión de 3 vecinos y 3 comerciantes. En este petit comité se ha atrevido a ofrecer indemnizaciones que apenas llegan a 10.000 euros ¡a gentes que lo han perdido todo!. Una vez más, ZP ha ejercido de cobarde y pusilánime: no ha ido donde su obligación y su sueldo le obligaban a ir. Se ha portado como lo que es, un cobarde mediocre, embaucador de lelos y boy-scouts, con una talla política no superior a un tranchete.
La visita, a pesar de unos cuantos aplausos de la claca enviada allí por el PSC, ha sido un jarro de agua fría para los vecinos que esperaban algo más. No es raro que un centenar de personas lo hayan abucheado y que, el resto de vecinos (y buena parte de los barrios populares de Barcelona) hayan reaccionado airadamente al saber las concesiones que el talante de ZP ha dado a los vecinos. Veremos si en EL CARMELO, en el próximo referéndum, vota algo más del 5% del electorado
Eso sí, la visita de ZP a la Ciudad Condal le ha llevado delante de un público tan escaso como entregado (verdadera muestra de funcionarios paniaguados por el socialismo maragalliano) junto con un exultante Chiracq, consciente de que ZP afronta los primeros problemas graves con la política de la avestruz (escondiendo la cabeza), el gusano (metiéndose en la madriguera), la comadreja (huir cuando alguien se mueve) y el carroñero (llegado al poder gracias a 192 cadáveres).
Una vez más, la falta de talla, se ha evidenciado de manera brutal. Pero no olvidemos que esto no es nuevo: es lo ya sabido. Lo nuevo, lo triste, lo dramático, es que hay 1000 españoles residentes en Barcelona, en el barrio que la Generalitat se niega a llamar tal como lo conocen sus vecinos, en EL CARMELO, que se han quedado sin nada. Lo han perdido todo. Imaginad lo que supondría que un día alguien llamara a la puerta y os dijera que os tenéis que ir de vuestra casa con lo puesto, por que se va a hundir de un momento a otro: allí quedarían vuestros recuerdos, vuestra vida pasada, vuestra posibilidad de ser felices, vuestras hipotecas Pues bien, eso es lo que ha pasado en EL CARMELO. Unos rufianes, funcionarios de la Generalitat y del Ayuntamiento, han abaratado los costes de las obras en beneficio propio, han alterado la ruta del túnel, han utilizado procedimientos terroristas para abrir el camino Y HAN GOLPEADO A LA VIDA DE 1000 PERSONAS (que corren el riesgo de duplicarse en los próximos días).
Mientras, eso sí, Bargalló y Carod, babeando un nuevo estatuto y Maragall, como siempre, de vacaciones mentales. Realmente bochornoso, unido a la cobardía estructural de ZP. El electorado debe empezar a pensar en reciclar a toda esta basura en el lugar que le es propio: como abono a la tierra para que una nueva clase política emerja.
© Ernesto Milà infokrisis infokrisis@yahoo.es
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