Hace medio siglo, la juventud húngara moría contra el comunismo
Desde entonces ha llovido mucho. La URSS de ayer no es la Rusia de hoy. Hungría ya está en Europa, es Europa. No hay nada que separe la formación de un eje histórico desde Lisboa a Moscú. Tan sólo la existencia de la OTAN, esa organización que carece de sentido desde el 8 de noviembre de 1989, cuando cayó el Muro de Berlín.
No es precisamente un resentimiento el que queremos estimular contra Rusia, sino recordar que el comunismo supuso para Europa una tragedia y que Yalta fue la cristalización de esa tragedia. Y también, que los partidos comunistas occidentales –empezando por el español- callaron ante la tragedia de los patriotas húngaros.
Hoy, cuando Hungría después de 40 años de opresión comunista, es víctima de la corrupción partitocrática, creemos que la lucha de los patriotas húngaros todavía no ha concluido y encuentra un espejo en los que murieron hace 50 años.
Resulta muy difícil para mi generación expresar cómo influyó sobre nosotros el "mito de la revuelta húngara" y el que vivimos de manera más cercana con la "Primavera de Praga". Hoy, cuando el comunismo es unánimemente condenado por todos, incluso por los que sirvieron como monaguillos a Stalin, nosotros podemos decir que nunca nos dejamos seducir por sus ínfulas de intelectualidad y su "método científico". La rebelión de los patriotas húngaros nos había vacunado contra el comunismo.
Como homenaje hemos recuperado esta canción compuesta y cantada por Leo Valeriano, cuya letra hemos traducido.
Esta canción de Leo Valeriano expresa perfectamente lo que sentíamos a finales de los 60 cuando empezábamos a incorporarnos a la lucha política: náusea, no sólo por el estalinismo, sino por la reacción de Occidente: preocupado en la desastrosa invasión de Suez por las tropas anglo-francesas, ni Europa ni la OTAN osaron mover un dedo en defensa de las libertades húngaras.
Budapest – Leo Valeriano
Estoy en el momento mirando
allí donde había una ciudad
sobre las torres de las iglesias
picotea el “Gallo rojo”.
Rojos el cielo por las llamas
Roja la calle de sangre
Rojos son los tanques
Está ardiendo Budapest
Oh Budapest....
Hemos perdido sólos
éramos tantos hablando
cuando no costaba nada,
pero hoy ¿quién muere con nosotros?
Oh Budapest...
Y tú, burgués de Occidente,
tú que tienes mujer, hijos y amante
tus casas son cálidas
Y te arriesgarás por Budapest
Y tú burgués de Occidente,
que has amasado sacos de oro
nacidas de la sangre magiar
y luego nos has encadenado
al gigante del Este.
(hablado)
! Yo acuso! Yo, poeta mudo de 12 años
Que quizás esté mudo para siempre ¡acuso!
Y no te acuso a ti, horda enorme de Asia;
a ti oso brutal que no conseguiste
ser europeo. Y no te acuso a ti, canalla vil
que has permitido la nueva invasión de los tártaros
para salvar así tu existencia
pero te acuso a ti, Occidente, que no has atendido
a nuestro último grito de ayuda. Te acuso, Occidente,
que has preferido la Asia lejana
Al pueblo de San Esteban.
Y luego sobre las ruinas
de París, Londres, Nueva York
Marcharán los carros armados de nuestro tirano.
Recuerda entonces que todo se habrá realizado,
incluso la maldición
del magiar que has abandonado
Yo te acuso, Occidente
mañana tu también llorarás
como el magiar
por ti abandonado en Budapest
Oh Budapest...
Aquí sobre el monte estoy mirando
el fin de una ilusión
nacida a lo largo de nuestro río
y que muere asesinada con Budapest
Oh Budapest...
Martes, 24 de Octubre de 2006 03:06 #.
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