Hacia un Nuevo Poder Municipal en defensa de la comunidad (I Parte)
Infokrisis.- La proximidad de las elecciones municipales nos obliga a decir algo sobre esta convocatoria electoral para la que faltan menos de ocho meses. Nuestro voto está orientado hacia las Iniciativas y las Plataformas Cívicas, allí donde existan. Esperamos que estas candidaturas irrumpan con fuerza en el panorama municipal y apuntamos algunas ideas para su programa político.
Hacia un Nuevo Poder Municipal en defensa de la comunidad
I Parte:
Los principios y los medios
El poder municipal es, en este momento, el único accesible para los ciudadanos que aspiran a organizarse y a defender sus intereses fuera del marco de los partidos mayoritarios. Estos partidos son los responsables de los graves problemas que el ciudadano tiene planteados en su vida cotidiana y que han convertido a este país en una gigantesca Marbella, corrupta y corruptora. Organizarse fuera de sus altos muros constituye, no sólo una necesidad, sino una alta tarea moral.
La conquista del poder municipal es, pues, la puerta entreabierta a disposición de los ciudadanos honrados para aspirar a reformar los mecanismos de poder. Porque el objetivo final de la conquista del poder municipal no es solamente gobernar en los municipios y llevar a ellos reformas urgentes, sino reformar los mecanismos de representación y poder político.
Por ello proponemos un criterio estratégico basado en los siguientes principios:
1) Actuar localmente, pensar globalmente.
- La acción municipal no es un fin en sí misma, sino un medio para alcanzar un fin. Y ese fin es la reforma del sistema político.
- La acción municipal permite conocer las situaciones locales y determinar, con relativa sencillez, las políticas adecuadas y aplicar las reformas necesarias.
- El poder municipal es un poder de “proximidad”, cuyo ejercicio se basa en el conocimiento de las realidades locales por el arraigo del candidato en su localidad y en el conocimiento de los problemas de los vecinos.
- No se trata de un poder anónimo en el que no existe ninguna relación entre los electores y los elegidos, entre los elegidos y su gestión a favor de sus vecinos, sino que se basa en relaciones personales de confianza y afecto entre electores y elegidos.
- A esto le llamamos “actuar localmente”. Pero las soluciones y los programas, en un mundo tan complejo e interconectado como el del siglo XXI, no pueden establecerse sólo en el marco local, sino que precisan tomar en consideración análisis y planteamientos globales.
- Los grandes problemas que afrontan los municipios en este momento, en buena medida, exceden de la dimensión del municipio mismo. Por tanto es preciso que las candidaturas que aspiren a conquistar un poder municipal sean conscientes del origen remoto de los conflictos.
- Y, por todo ello, estas candidaturas tienen la obligación de pensar globalmente y actuar localmente.
2) Avanzar hoy en las municipales para irrumpir mañana en las generales.
- El poder político del Estado está en condiciones de ahogar a los municipios. Las reformas de los Estatutos de Autonomía no han supuesto unos mayores y mejores niveles de descentralización, sino la reproducción a escala autonómica de las lacras de los peores Estados centralistas.
- El impacto mediático que puede suponer la irrupción de candidatos que propugnen un nuevo poder municipal no puede terminar en la convocatoria de las elecciones locales. En tanto que subyace en la iniciativa una volunta de reforma política del sistema, el éxito municipal debe ser la antesala de una irrupción en la política nacional.
- En un momento como el actual en el que la política es un hecho esencialmente mediático, y en tanto que la dimensión local es la única accesible para candidaturas independientes, se trata de lograr un éxito local para que ese éxito posibilite una irrupción en las elecciones generales a partir del efecto mediático generado.
3) Concentrar esfuerzos donde haya posibilidades de obtener resultados.
- Lo hemos dicho: en este momento, los ayuntamientos de todo el país son una cloaca de iniquidades y corruptelas. Lamentablemente, los niveles de movilización y toma de conciencia son extremadamente diferentes entre las distintas comunidades autónomas e, incluso, en el interior de cada comunidad.
- No es posible cubrir ni remotamente todo el territorio nacional con candidaturas independientes, pero sí existen algunas localidades en las que existen fundadas posibilidades de obtener resultados esperanzadores.
- De ahí que se trate en este momento de concentrar esfuerzos en esas zonas, a la espera de que se produzca un proceso de maduración que en las siguientes elecciones municipales permita la presentación masiva de candidaturas.
4) Un modelo inicial de organización en Red.
- Hoy vivimos un sistema político que no puede ser definido como “democracia”. Es, antes bien, una “partitocracia” (poder omnímodo de los partidos) y “plutocracia” (poder del dinero). Creemos que la democracia es una aspiración irrenunciable de la que nos estamos alejando aceleradamente.
- Así pues, para promover una reforma del sistema democrático, parece poco adecuada una estructura de partido convencional, que siempre corre el riesgo de centralización y de reproducir las taras de los partidos mayoritarios actuales.
- Por otra parte, resulta difícil pensar que los partidos mayoritarios van a generar una reforma para acabar con una situación de la que ellos son los principales beneficiarios.
- Creemos que han pasado los tiempos de los partidos monolíticos, altamente ideologizados, dotados de “líderes máximos” y “grandes timoneles”.
- Es el tiempo de los grupos de afinidad, de las asociaciones y las ONG´s, de los grupos de opinión, de las iniciativas locales, de las plataformas cívicas, de los blogs y los medios de comunicación independientes.
- Es el momento de que la sociedad civil vuelva a tener protagonismo y peso y es bueno que así sea, porque de ella, y no de los partidos mayoritarios y convencionales, derivarán las posibilidades de reforma en el futuro.
- Por todo ello creemos que el modelo organizativo de los próximos años es el modelo en red, en el que los distintos grupos, plataformas, iniciativas, blogs, asociaciones, ONG´s, se unen para proyectos políticos concretos.
- Una red no implica una estricta uniformidad ideológica, ni una disciplina rígida de partido, sino una comunidad de intereses, de fines y de metas; y una estrategia unitaria para marchar a su conquista a través de tácticas distintas.
- El modelo de organización en red es el primer nivel de aproximación entre átomos que inicialmente han tenido pocos contactos, e introduce solamente la sensación de que pueden trabajar y colaborar juntos en función de objetivos mínimos y respuestas comunes ante temas complejos.
- Así pues, la “organización en red” es el primer nivel de aproximación en los momentos de despegue, al que debería seguir un segundo nivel de integración y complejidad: el “movimiento de defensa cívica”.
5) Hacia un Movimiento de Defensa Cívica.
- En este momento, los ciudadanos tienen que defenderse en dos frentes: de los graves problemas que tienen por delante y de la clase política que ha olvidado sus responsabilidades en beneficio de su situación personal. Así pues, es preciso articular las distintas candidaturas y movimientos independientes con vistas a formar un movimiento de defensa cívica.
- Es imposible y peligroso eludir el sentido y la dimensión de estos dos grandes riesgos: una clase política pendiente solamente de sus recalificaciones y de los negocios realizados a la sombra del poder ha eludido sus responsabilidades, ha actuado mecánicamente en función de tópicos políticamente correctos y de medidas cosméticas y, finalmente, ha generado una situación de crisis global en la que el ciudadano apenas puede hacer otra cosa que sobrevivir en el día a día en medio de enormes dificultades.
- Nosotros estamos persuadidos de que, además de sobrevivir, los ciudadanos tenemos derecho a VIVIR, y de que las distintas administraciones tienen la obligación de gestionar los recursos fiscales de la manera más rigurosa y eficaz posible, en función de una planificación y una previsión lúcida. Pero ese derecho, hoy, no queda garantizado. Por eso, los ciudadanos deben movilizarse en defensa de sus intereses.
- La cristalización de la organización en red debe proyectarse en el futuro en forma de “movimiento” (conjunto de unidades, grupos, asociaciones, revistas, plataformas, iniciativas, publicaciones, Web, etc.) que, una vez superada su colaboración inorgánica y espontánea, tomen conciencia de que “se mueven” en una dirección concreta de reforma del sistema para alcanzar más altas cotas de democracia y participación.
- Y ese movimiento debe ser un movimiento de “defensa”, en tanto que sus intereses y derechos fundamentales, son atacados por la partitocracia y la plutocracia.
© infokrisis – infokrisis@yahoo.es – 01.08.06
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