La ministra Truquillo, quintaesencia del gobierno ZPlus
Redacción.- Los varapalos que ha recibido la ministra de la vivienda, Maria Antonia Trujillo (a) La Truquillo, son suficientes como para que insistamos. Sin embargo, el tema de la vivienda es suficientemente importante como para que no pasemos revista a algunos datos nuevos que, deben hacernos reflexionar sobre las consecuencias de la ineficacia e impreparación de la ministra. Y las conclusiones a las que llegaremos son, sencillamente, dramáticas.
La ministra Trujillo y 30 metros cuadrados
El despacho de la ministra Trujillo mide 34 metros cuadrados, es confortable y tiene un lavabo anexo de 15 metros cuadrados. Sin contar, por supuesto, con la recepción en donde su secretaria dispone de un espacio similar, y excluyendo, como no podía ser menos, otro espacio algo más reducido, habilitado como sala de espera. La ministra Trujillo cuenta con una buena solución habitaiconal.
Pero hay otras cifras que son, igualmente, significativas. En su primer año de existencia, el Ministerio de la Vivienda ha gastado el 90% de su presupuesto en la construcción del propio ministerio así que no cuentan con presupuesto para realizar absolutamente ninguna otra gestión. ¿Hacía falta un Ministerio de la Vivienda? ZPlus lo había prometido, así que lo cumplió a pesar de que todas las gestiones que podía realizar, ya estaban transferidas a las comunidades autónomas.
Así que tenemos a un ministerio inútil, dirigido por una incapaz, para qué nos vamos a engañar. Después, del maravilloso plan de las viviendas de 30 m, ya casi nadie, salvo la SER y El País, tienen ninguna duda.
Un proyecto que sólo satisface a los constructores
El lunes pasado se inauguró la edición anual del salón de la construcción de la Feria de Barcelona, Construmat. Fue, precisamente, allí en donde la ministra lanzó su plan habitacional. Uno de los estands muestra, en efecto, ese tipo de viviendas modulares de paredes movibles.
No es una idea nueva. La idea se aplica en los países nórdicos (eso sí, para estudiantes, se sitúa en campus universitarios y, además, está subvencionada por el Estado ), y procede de arquitectos que vivieron la experiencia socialista de Chile a principios de los años 70. Salvador Allende, por su parte, se inspiró en las viviendas gratuitas que había visto en Cuba. Y Castro, a su vez, tomó la idea de las viviendas comunales que existían en la Unión Soviética. No es que la ministra sea comunista, es que es, sencillamente, tonta del bote.
Si tuviera algo de idea del departamento que gestiona, sabría que contra más pequeña es una vivienda más cara sale el metro cuadro. Contra más viviendas hay en el mismo espacio, más servicios debe tener. Un piso de 180 metros cuadrados tiene solamente una cocina seis pisos de 30 metros cuadros (en total 180 metros), precisan seis cocinas. Otro tanto puede decirse de los sanitarios (a menos que sean comunales como en la URSS). Lo caro en la vivienda no son los tabiques sino los servicios. Así pues, resulta evidente que, la promoción de pisos pequeños, terminará encareciendo la vivienda. Una vez más, la sociedad recibirá lo contrario al efecto buscado por el gobierno.
Un año de cortinas de humo
Cuesta encontrar a una sola chica Vogue que no esté quemada en su ministerio. Ayer mismo, la ministra de agricultura fue abucheada por los agricultores murcianos. La ministra de cultura, en paradero desconocido mientras no se resuelva el contencioso de los papeles de Salamanca. La ministra de educación, deshaciendo lo ya hecho y creando confusión en los colegios. Y así sucesivamente.
Pero, de entre todos los ministerios, el de la Vivienda es el que a lo largo de este año se ha llevado la palma de la ineficacia y su titular el nóbel del cinismo. Llamar vivienda digna a 30 metros cuadrados, cuando su despacho mide mas, es, precisamente, una indignidad. Desde que la ministra está en su poltrona, el precio de la vivienda, no solamente no se ha desacelerado, sino que sigue subiendo con la misma cadencia. En 2004, las hipotecas crecieron un 24% (se supo el lunes). No es raro que los beneficios bancarios hayan aumentado en 2004 como nunca lo hicieron en años anteriores.
Tenemos el parque de viviendas más intensivo de toda Europa. Solamente en España el 2004 se construyeron 500.000 viviendas, más que en toda la Unión Europea. En toda la década de los 70, cuando la vivienda era aún asequible (los socialistas todavía no habían irrumpido), apenas se construyeron en 10 años, 1.000.000 de viviendas.
Estas cifras deberían operar, según las leyes del mercado, un descenso en el coste de la vivienda: más oferta, demanda constante, luego el precio debería de tender a bajar. Y sin embargo, ocurre lo contrario por dos factores: la vivienda se ha convertido en el refugio del dinero negro y en el principal atractivo de la economía especulativa y, por otra parte, el crecimiento de la población española y el repunte de la natalidad (a causa, solamente, no lo olvidemos, de la inmigración ilegal y masiva), hace que se espere que la demanda tenderá a dispararse en los próximos años (algo que no tenemos tan claro).
Pues bien, a lo largo de este último año, el ministerio de la vivienda y su titular, han pasado de evidenciar una ineficacia que la SER, El País y PRISA, tenían como circunstancial y producto de una primera toma de contacto de la ministra con su ministerio recién creado, a la ineficacia a través del estudio profundo que es lo que la ministra ha alegado para justificar pisos de 30 metros cuadrados. ¿Para cuándo un estudio profundo sobre las viviendas-nicho inspiradas en el modelo japonés?
El fondo de la cuestión es que ZPlus llegó al poder por carambola siniestra de 192 muertos, cuando nadie lo esperaba y provisto de un programa realizado de forma irresponsable para atraer el voto de bolsas de electores muy concretas. A los jóvenes se les prometieron 800.000 viviendas dignas. Era evidente que los municipios no estaban dispuestos a poner su suelo a disposición del ministerio para construir viviendas sociales. De eso se pasó a las soluciones habitacionales y de eso a las viviendas modulares de 30 metros cuadrados. Cortinas de humo para ocultar incompetencia e imposibilidad de realizar el programa.
Consecuencias psicológicas y sociales de la vivienda
Contra más pequeña es una vivienda, más trastornos psicológicos produce a quienes la habitan. Una vivienda espaciosa, permite espacios de intimidad, conjugados con otros de relación social. Una vivienda mínima, genera sensación de encierro, privación, encarcelamiento y aislamiento, impide la privacidad y las relaciones sociales. Las alteraciones y patologías sociales que todo esto produce no se le escapan a nadie. Mucho más, si como proponía la ministra, las viviendas estarán construidas con paredes de pladur que ni siquiera tienen la capacidad de aislar unos habitáculos de otros.
Una sociedad en la que sus habitantes viven en pisos de dimensiones mínimas, tiende a excitar la agresividad entre sus miembros. Al salir a la calle, con la agresividad contenida y las energías que no ha podido desplegar en el hogar, volcadas hacia la calle, el individuo tiende a un comportamiento expansivo y ofensivo para el resto de la sociedad.
Además, es evidente que pisos de 30 metros cuadrados, pueden ser, como máximo útiles para estudiantes y durante el curso lectivo, pero no para desarrollar una vida de pareja (la falta de espacio vital favorece inevitablemente el enfrentamiento y es causa de divorcios y rupturas) y, en absoluto para formar una familia (hacen falta, como mínimo 70-80 metros cuadrados para poder tener un hijo).
Así pues, lo que está en juego no es solamente la especulación o que una ministra surgida de la demagogia populista del 50% de cuota femenina, sea una inútil total; lo que está en juego es la estabilidad de la sociedad e incluso su misma viabilidad.
Y ZPlus, ni sus chicas Vogue, ni sus chicos Zero, tienen la más mínima idea de cómo resolver el problema del futuro de la sociedad española.
© Ernesto Milá infokrisis infokrisis@yahoo.es
La ministra Trujillo y 30 metros cuadrados
El despacho de la ministra Trujillo mide 34 metros cuadrados, es confortable y tiene un lavabo anexo de 15 metros cuadrados. Sin contar, por supuesto, con la recepción en donde su secretaria dispone de un espacio similar, y excluyendo, como no podía ser menos, otro espacio algo más reducido, habilitado como sala de espera. La ministra Trujillo cuenta con una buena solución habitaiconal.
Pero hay otras cifras que son, igualmente, significativas. En su primer año de existencia, el Ministerio de la Vivienda ha gastado el 90% de su presupuesto en la construcción del propio ministerio así que no cuentan con presupuesto para realizar absolutamente ninguna otra gestión. ¿Hacía falta un Ministerio de la Vivienda? ZPlus lo había prometido, así que lo cumplió a pesar de que todas las gestiones que podía realizar, ya estaban transferidas a las comunidades autónomas.
Así que tenemos a un ministerio inútil, dirigido por una incapaz, para qué nos vamos a engañar. Después, del maravilloso plan de las viviendas de 30 m, ya casi nadie, salvo la SER y El País, tienen ninguna duda.
Un proyecto que sólo satisface a los constructores
El lunes pasado se inauguró la edición anual del salón de la construcción de la Feria de Barcelona, Construmat. Fue, precisamente, allí en donde la ministra lanzó su plan habitacional. Uno de los estands muestra, en efecto, ese tipo de viviendas modulares de paredes movibles.
No es una idea nueva. La idea se aplica en los países nórdicos (eso sí, para estudiantes, se sitúa en campus universitarios y, además, está subvencionada por el Estado ), y procede de arquitectos que vivieron la experiencia socialista de Chile a principios de los años 70. Salvador Allende, por su parte, se inspiró en las viviendas gratuitas que había visto en Cuba. Y Castro, a su vez, tomó la idea de las viviendas comunales que existían en la Unión Soviética. No es que la ministra sea comunista, es que es, sencillamente, tonta del bote.
Si tuviera algo de idea del departamento que gestiona, sabría que contra más pequeña es una vivienda más cara sale el metro cuadro. Contra más viviendas hay en el mismo espacio, más servicios debe tener. Un piso de 180 metros cuadrados tiene solamente una cocina seis pisos de 30 metros cuadros (en total 180 metros), precisan seis cocinas. Otro tanto puede decirse de los sanitarios (a menos que sean comunales como en la URSS). Lo caro en la vivienda no son los tabiques sino los servicios. Así pues, resulta evidente que, la promoción de pisos pequeños, terminará encareciendo la vivienda. Una vez más, la sociedad recibirá lo contrario al efecto buscado por el gobierno.
Un año de cortinas de humo
Cuesta encontrar a una sola chica Vogue que no esté quemada en su ministerio. Ayer mismo, la ministra de agricultura fue abucheada por los agricultores murcianos. La ministra de cultura, en paradero desconocido mientras no se resuelva el contencioso de los papeles de Salamanca. La ministra de educación, deshaciendo lo ya hecho y creando confusión en los colegios. Y así sucesivamente.
Pero, de entre todos los ministerios, el de la Vivienda es el que a lo largo de este año se ha llevado la palma de la ineficacia y su titular el nóbel del cinismo. Llamar vivienda digna a 30 metros cuadrados, cuando su despacho mide mas, es, precisamente, una indignidad. Desde que la ministra está en su poltrona, el precio de la vivienda, no solamente no se ha desacelerado, sino que sigue subiendo con la misma cadencia. En 2004, las hipotecas crecieron un 24% (se supo el lunes). No es raro que los beneficios bancarios hayan aumentado en 2004 como nunca lo hicieron en años anteriores.
Tenemos el parque de viviendas más intensivo de toda Europa. Solamente en España el 2004 se construyeron 500.000 viviendas, más que en toda la Unión Europea. En toda la década de los 70, cuando la vivienda era aún asequible (los socialistas todavía no habían irrumpido), apenas se construyeron en 10 años, 1.000.000 de viviendas.
Estas cifras deberían operar, según las leyes del mercado, un descenso en el coste de la vivienda: más oferta, demanda constante, luego el precio debería de tender a bajar. Y sin embargo, ocurre lo contrario por dos factores: la vivienda se ha convertido en el refugio del dinero negro y en el principal atractivo de la economía especulativa y, por otra parte, el crecimiento de la población española y el repunte de la natalidad (a causa, solamente, no lo olvidemos, de la inmigración ilegal y masiva), hace que se espere que la demanda tenderá a dispararse en los próximos años (algo que no tenemos tan claro).
Pues bien, a lo largo de este último año, el ministerio de la vivienda y su titular, han pasado de evidenciar una ineficacia que la SER, El País y PRISA, tenían como circunstancial y producto de una primera toma de contacto de la ministra con su ministerio recién creado, a la ineficacia a través del estudio profundo que es lo que la ministra ha alegado para justificar pisos de 30 metros cuadrados. ¿Para cuándo un estudio profundo sobre las viviendas-nicho inspiradas en el modelo japonés?
El fondo de la cuestión es que ZPlus llegó al poder por carambola siniestra de 192 muertos, cuando nadie lo esperaba y provisto de un programa realizado de forma irresponsable para atraer el voto de bolsas de electores muy concretas. A los jóvenes se les prometieron 800.000 viviendas dignas. Era evidente que los municipios no estaban dispuestos a poner su suelo a disposición del ministerio para construir viviendas sociales. De eso se pasó a las soluciones habitacionales y de eso a las viviendas modulares de 30 metros cuadrados. Cortinas de humo para ocultar incompetencia e imposibilidad de realizar el programa.
Consecuencias psicológicas y sociales de la vivienda
Contra más pequeña es una vivienda, más trastornos psicológicos produce a quienes la habitan. Una vivienda espaciosa, permite espacios de intimidad, conjugados con otros de relación social. Una vivienda mínima, genera sensación de encierro, privación, encarcelamiento y aislamiento, impide la privacidad y las relaciones sociales. Las alteraciones y patologías sociales que todo esto produce no se le escapan a nadie. Mucho más, si como proponía la ministra, las viviendas estarán construidas con paredes de pladur que ni siquiera tienen la capacidad de aislar unos habitáculos de otros.
Una sociedad en la que sus habitantes viven en pisos de dimensiones mínimas, tiende a excitar la agresividad entre sus miembros. Al salir a la calle, con la agresividad contenida y las energías que no ha podido desplegar en el hogar, volcadas hacia la calle, el individuo tiende a un comportamiento expansivo y ofensivo para el resto de la sociedad.
Además, es evidente que pisos de 30 metros cuadrados, pueden ser, como máximo útiles para estudiantes y durante el curso lectivo, pero no para desarrollar una vida de pareja (la falta de espacio vital favorece inevitablemente el enfrentamiento y es causa de divorcios y rupturas) y, en absoluto para formar una familia (hacen falta, como mínimo 70-80 metros cuadrados para poder tener un hijo).
Así pues, lo que está en juego no es solamente la especulación o que una ministra surgida de la demagogia populista del 50% de cuota femenina, sea una inútil total; lo que está en juego es la estabilidad de la sociedad e incluso su misma viabilidad.
Y ZPlus, ni sus chicas Vogue, ni sus chicos Zero, tienen la más mínima idea de cómo resolver el problema del futuro de la sociedad española.
© Ernesto Milá infokrisis infokrisis@yahoo.es
3 comentarios
Antonio García Fuentes (escritor y Filósofo) -
AGF (en mi web mucho más sobre este y otros temas)
Antonio García Fuentes (escritor y Filós -
benito -
que afirman enarbolar
nuestros dirigèntes,
no parece corresponder
con sus realizaciones
materiales.circustancìa
asaz llamativa en personas
marcadas por una educaciòn
pegada al suelo,que recomien-
da buscar el lucro y dejarse
de tonterias.o sea,que nos
confian a los administrados
la conservaciòn de las virtu-
des,entre ellas la austeri-
dad.por tanto debemos estàr-
les agradecidos de encaminar-
nos hacìa los bienes morales,
mientras nos descargan de mo-
lestos lastres que ellos car-
garan con gusto,sobre sus an-
chas espaldas.