Elecciones 2014: fracaso ultra
Una meditación sobre los resultados de la extrema-derecha en España.- Lo primero de todo: llama la atención que hayan tenido el valor de presentarse cinco candidaturas de extrema-derecha a las elecciones europeas, ninguna de las cuales tenía la más mínima posibilidad de obtener resultados apreciables. Lo segundo, que poco más o menos, los resultados obtenidos por este pelotón en 2009, son los mismos que recogen hoy aunque en aquel momento fueran siete las siglas presentadas y ahora sólo cinco (pero en realidad englobaran 11 siglas en dos coaliciones, IS y LEM)...
Grupo por grupo, FE-JONS ha pasado de 10.000 a 21.301, duplicando el número de votos en lo que parece un buen resultado que confirma que su dirección es más dinámica que la que dirigía el partido en otro tiempo y que, a pesar de tener un “techo” evidente, esta opción representa lo esencial del voto falangista. Ahora bien, hay que tener en cuenta que en 2009, Falange Auténtica obtuvo 5.000 votos, con lo que al estar actualmente vinculado este grupo a FE-JONS, hay que pensar que puede haber arrastrado ese puñado de votos. El resultado ha sido el mejor de toda la extrema-derecha en la medida en que los medios empleado han sido escasos pero que, al menos, se han empleado de la mejor manera posible.
Respecto a Impulso Social con 17.530 votos, cabe decir ha empeorado en relación a los resultados obtenidos por AES en 2009 (19.583), pero que la merma ha sido todavía mayor si tenemos en cuenta que esta sigla se presentaba ahora en coalición del Familia y Vida que en aquel momento este grupo obtuvo 10.000 votos y con la CTC que también debía aportar algunos miles de votos. Este pobre resultado se explica por varios motivos: 1) la sigla IS era completamente desconocida para los votantes, 2) a pesar de tener un programa, a poco que se oía su discurso se percibía que solamente interesaba un tema: el aborto cero, 3) la competencia de Vox con un programa similar ha sido insuperable y 4) el empeñarse durante ya 10 años invirtiendo medios ingentes una vez más se ha demostrado inútil si el programa no tiene garra y se persigue un electorado inexistente (la derecha católica vota al PP). No creemos que haya ninguna rectificación por parte de AES y que en los años venideros insistirán en la misma vía obteniendo los mismos resultados, aunque la lógica indicaría que este grupo debería disolverse e ingresar en el más parecido a él: Vox.
Respecto a LEM cabe decir que ha constituido la sorpresa de la jornada. Sorpresa porque la campaña electoral ha demostrado la escasa capacidad de movilización y también han sido escasos los medios con que contaba. Obtener 16.675 votos es casi una “gesta” a la vista de que, además, se utilizaba como distintivo el yugo y las flechas y FE-JONS tenía más ventajas en atraer a un público identificado con ese símbolo. Si tenemos en cuenta que el reclamo esencial de LEM es el yugo y las flechas, la lógica indicaría que el grupo La Falange, verdaderamente el único de los miembros de esta coalición que tiene una estructura organizativa propia, aprovechara este éxito para negociar el reingreso en FE-JONS en condiciones ventajosas.
El paso de DN de 9.950 votos a 12.744 es insignificante sobre todo si tenemos en cuenta que esa cifra ya la habían obtenido antes en las elecciones de 2000 (si no recordamos mal). Pasito adelante, pasito atrás, pasito adelante. El problema que tiene DN es que su espacio político (el propio de los grupos anti-inmigración) ya está copado por PxC, PyL y E2000, que coinciden en no querer saber nada de este partido mientras siga dirigido por Manuel Canduela.
Del MSR cabe decir poco. A pesar de las brillantes perspectivas que se forjaba, ha obtenido un resultado extremadamente pobre pasando de 6.009 votos a 8.768. No vamos a ser nosotros los que indiquemos a este grupo la necesidad de meditar sobre su futuro. No se puede crecer de manera errática, unas veces hacia el falangismo, otras hacia el nacionalismo-revolucionario, otras hacia los defensores de la familia, y no se puede “evolucionar” desde el nacional-bolchevismo de su origen hacia lo que se preste en cada momento y que convenga para integrar a tal o cual persona o grupo local.
En su conjunto, estas formaciones obtuvieron en 2009, cerca de 80.000 votos y ahora se han quedado con algo menos. Está claro que este sector está estancado y que con una docena de siglas cada una por su parte, estos resultados persistirán hasta el fin de los tiempos.
Sin olvidar, por supuesto, que resultados de este tipo incorporan entre un 15 y un 20% de “error técnicos”, compuesto fundamentalmente por votos que les achacan por error o deliberadamente en las mesas electorales y que pertenecen a los grupos mayoritarios.
Vale la pena acabar recordando que las dos formaciones que no se han presentado a estas elecciones, PxC y E2000, por el momento y mientras no se demuestre lo contrario, tienen un numero de votos similar al que han alcanzado estas cinco formaciones que si se han presentado. Quienes no se han presentado, por este mismo hecho, demuestran más habilidad y conocimiento de los mecanismos de la política y por tanto explican porqué tienen concejales: siempre es un error presentarse para perder; estos dos grupos saben que lo esencial es reservar fuerzas para aquellas batallas en las que puedas obtener resultados, busca ganar peso político y evita hacer de Internet el eje de tu actividad. Quienes se han presentado sabían que iban a perder y que, muy probablemente, perderían por goleada, como así ha sido. Resulta incomprensible esta actitud masoquista. De todas formas, si hasta ahora no se han producido intentos serios para superar esta situación de impotencia, estamos persuadidos de que nunca se producirán.
Diferente ha sido en Europa. En todo el continente, los datos que van llegan indican el ascenso del euroescepticismo y se da casi por segura la posibilidad de crear un grupo parlamentario propio en el Parlamento Europeo que agrupe a las formaciones euroescépticas de la derecha nacional. El contraste entre los avances en Europa y el fracaso en España indica que en nuestro país no se sabe hacer política, que la clase dirigente de los cinco grupos que se han presentado adolece de graves déficits de comprensión de los mecanismos de la política y que difícilmente esta situación es superable.
Ni la existencia de unas condiciones objetivas favorables, ni de unos grupos sociales en crisis, ni la erosión de los dos grandes partidos, ni la distorsión que presenta la inmigración en el mercado laboral o en las ayudas sociales, ni una situación de precariedad el 50% de la juventud, ni un paro estructural del 25%, ni el dinero que se invierta, nada, absolutamente nada de todo esto es suficiente para avanzar si no existe una clase política dirigente consciente de cómo funcionan los mecanismos de la política y sean capaces de dirigir a pequeños equipos de militantes preparados, con cara y ojos, capaces de ser seguidos por franjas del electorado.
A estas alturas, resulta evidente que no vale la pena preocuparse mucho por los resultados casi infinitesimales que han obtenido todos estos cinco grupos. La política real no pasa por ellos. Está en otro sitio. Muy distante. Y ahora quizás se entienda mucho mejor el porqué Marina Le Pen dijo textualmente que no quería saber nada con los “partidos hermanos” españoles. Simplemente, no existen.
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