Blogia
INFOKRISIS, el blog de Ernest Milà

365 QUEJÍOS (229) ¡idiota!

365 QUEJÍOS (229) - NO SOLO SE ES IDIOTA POR CREER QUE EXISTE LA “REPÚBLICA DE TV3”

La viralización a escala mundial de la ecuación “creencia en que exista la república catalana = idiota” es solamente el reconocimiento de que el proceso soberanista ha entrado en una nueva fase. A nadie, en efecto, le gusta ser considerado como “idiota”. Idiota, en el fondo es un término derivado del griego que sugiere que tal o cual persona tiene alguna deficiencia cognitiva, el iletrado, poco inteligente e, incluso, plebeyo. Pero el idiota puede ser incluso “idiota en profundidad”, es decir, el sujeto que vive en plena “idiotez” (ausencia casi total de facultades psíquicas o intelectuales”) o a un grupo de personas “idiotas” que comparte el mismo tipo de criterios poco elaborados, simplones e intelectualmente indigentes.

El proceso soberanista, desde que se inició, no fue, precisamente una exaltación de la lógica, el sentido común y la racionalidad, sino más bien del primitivismo, los atavismos, la fe en mitos construidos ad hoc y convertidos en dogmas incuestionables y, finalmente, el optimismo de algo que se creía que estaba a la vuelta de la esquina. En muchas ocasiones hemos analizado en este mismo blog las raíces y los precedentes, lo absurdo del procés y sumado todos los artículos en un volumen titulado El camino a ninguna parte. Y lo hemos hecho con todo el respeto que cabe a los que sostienen otra idea. Es cierto que lo peor que se le puede decir a un loco, es que está loco y, el tiempo indica que una idea política delirante puede ser compartida, en un instante de alucinación colectiva por mucha gente, pero que, luego, al deshincharse se produce una selección a la inversa: los más inteligentes, los sinceros, los honestos, los reflexivos la abandonan y solamente quedan los que se sirve de ella como modus vivendi y… los idiotas.

El proceso soberanista se encuentra en su fase de desintegración. Llegó a ella después de que el fracaso del referéndum del 1-O demostrara a todos los que tenían ojos y veían, entendimiento y entendían, que la vía soberanista era impracticable (el camino a ninguna parte al que hacíamos referencia). Desde entonces, el independentismo ha sufrido tres tendencias: una contracción (cada vez menos), la radicalización (cada vez más violentos) y la sectarización (cada vez más idiotas). Y esto, que es evidente para cualquier observador desapasionado ha sido resumido por un Mosso d’Esquadra a un tipo disfrazado de guardia forestal (como si hubiera algún bosque que guardar en el área urbana de BCN el pasado 21-D). Ahora ya no somos unos cuantos los que creemos que los últimos mohicanos del independentismo están “tocats del bolet”, sino que, la viralización del concepto ha hecho que saliera a la superficie y que, en horas, fuera compartido en todo el mundo por millones de personas. Ahora ya puede hablarse del “proceso soberanista” como la “cena de los idiotas”. Ahora bien, no solamente se es idiota por creer en una república inexistente sino por otros buenos motivos, iguales o peores, que justifican perfectamente la aplicación de este término despectivo:

SEGUIR LEYENDO EL POST

0 comentarios