365 QUEJÍOS (227) psoe
365 QUEJÍOS (227) – PRIORIDAD NACIONAL: LIQUIDAR AL PSOE
La democracia española ha tenido un verdadero cáncer desde 1977: el PSOE. Prácticamente, hasta el 21 de noviembre de 1975 el PSOE no tuvo existencia real. Era una entelequia formada por un grupo de vascos despistados en torno a Nicolas Redondo, a un grupo de catalanes divididos en varias sectas algunos de los cuales (la Federación Catalana y el PSC-Reagrupament) que se habían formado en la masonería durante el exilio y, para terminar, unos jóvenes andaluces de pana y barba al estilo de la época. Eso y el grupo de masones en el exilio en torno a Rodolfo Llopis que respondían a la sigla PSOE (histórico), era todo lo que el PSOE podía movilizar.
UN PARTIDO CONSTRUIDO A GOLPES DE MARCOS ALEMANES
La socialdemocracia alemana, en 1974, valorando las posibilidades del socialismo español en un futuro marco democrático, tuvo claro que había que apostar por el grupo andaluz: era el que más se adaptaba a su diseño, no en la ideología, sino en su sumisión perruna: con lanzarles un hueso, lo roerían y se pondrían al servicio de quienes se lo habían lanzado. El hueso lo lanzó la Fundación Ebert y el hueso tuvo forma de cientos de millones de marcos de la época. Así se construyó, marco a marco, el PSOE y la UGT (todavía más esquelética que el partido-madre). A la vuelta de año y medio, las siglas PSOE empezaron a competir con las del entonces todopoderoso PCE que había cargado a sus espaldas con la parte más importante de las movilizaciones durante el franquismo. Entre 1976 y 1978 fueron a confluir a la sigla PSOE lo más oportunista y desaprensivo del panorama político español. En 1979, cuando las paredes de toda España se cubrieron con carteles que celebraban los “100 años de honradez” desde que se fundó el PSOE, los comunistas contestaran: “…y 40 años de vacaciones. Quedaban todavía los siguientes 40 años de corruptelas.
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