Aullidos (I) Como si aquí no pasara nada. Aquí ha pasado mucho y pasará mucho más
Infokrisis.- En los últimos meses hemos evitado introducir comentarios sobre el tema de la inmigración ilegal y masiva a la vista de que lo que teníamos que decir lo decimos a través de la revista Identidad. Sin embargo, en estos últimos días, el espacio que una revista convencional puede publicar cada mes es insuficiente para incluir todos los elementos de crítica a la actual política del gobierno socialista en materia de inmigración. De ahí que reemprendamos, siquiera por una vez, los artículos de seguimiento del fenómeno de la inmigración y del drama político español.
El gobierno no ha aprendido nada
Jesús Caldera fue uno de los peores ministros que haya tenido el globo, incluidos los peores ministros de los peores países del más olvidado rincón del Tercer Mundo. Su “regularización masiva” de 2005 fue suficiente como para calificarlo de irresponsable y, por sí misma, mucho más que la entrada de España en la guerra de Irak, sirvió por sí misma para que ZP recibiera todas las collejas posibles de sus colegas europeos.
Tras esta regularización masiva y el efecto llamada que siguió, Jesús Caldera no volvió a levantar cabeza. El hecho de que redactara el programa electoral del PSOE en las últimas elecciones, es significativo del nivel intelectual de este partido. Pero hay que decir algo a favor de Caldera: tuvo un sexto sentido para retirarse antes de que lo vapulearan en la siguiente legislatura. En efecto, Caldera pudo incluir en el programa (y en la línea táctica que lo acompañaba) que el gobierno ZP lo había hecho a la perfección en todos los terrenos y, especialmente, en materia económica. Era todo un puro falseamiento de la realidad. El gobierno ZP no había acertado en ni un solo terreno en el que había intentado hacer algo diferente a lo que hizo el PP. Pero quedaba lo peor: la crisis existía y de qué manera y, sobre todo, iba a ser una crisis social (lo que Caldera tenía muy claro), pero también una crisis étnica (lo que las neuronas de Caldera ni siquiera son capaces de intuir).
Así que prefirió retirarse con buena paga, poco trabajo y ninguna responsabilidad a la “fundación de fundaciones” que el PSOE quiere propiciar, declarando pomposamente que será el “laboratorio de ideas”. Y algo falla porque Caldera e “ideas” son conceptos incompatibles.
12.000.000 de votantes que se han hecho daño a sí mismos
Lo peor no es que un perfecto inepto aspire a dar ideas a una izquierda europea que ha demostrado carecer de ideas. Si la izquierda europea ha quedado completamente en la cuneta y en España no es, sin duda, porque aquí la derecha se mueve en unos niveles de pobreza intelectual similares a los del PSOE, sólo que el PSOE logró con la telegenia de ZP un marketing más eficaz, mientras que el labio de Acebes y el aspecto amacarronado y chulesco de Zaplana no contribuían precisamente a hacerle ganar electores. Lo peor, decimos, no es que el gobierno haya estado cuatro años en la inopia y haya ganado las elecciones del 9-M gracias a una mentira y un muerto (desde luego, mucho menos dramático que ganarlas con 192 muertos) sino que lo peor es que el gobierno no haya extraído apenas conclusiones de cuatro años de fracasos en todos los terrenos.
A decir verdad, pensarán los Zapatero y los Caldera: “si hay 12.000.000 de gilipollas que nos han votado haciéndolo todo mal, ¿para qué diablos vamos a modificar nuestra línea política?”. Gilipollas es, según el diccionario de la RAE, todo aquel cuyas acciones contribuyen a hacerle daño a sí mismo. Solamente algunos beneficiarios del gobierno socialista saldrán indemnes, pero lo cierto es que buena parte de esos 12.000.000 de electores se verán tan afectados por la crisis como los votantes del Partido por la Paz Cósmica o del Partido del Cannabis. El problema es que los votantes socialistas no estarán completamente flipados –como los de estos dos partidos emblemáticos de la España del cuelgue y el cebollaza- para ignorar las consecuencias de su voto.
Del antiterrorismo a la inmigración: contumacia
La detención de “Thierry” y de sus compañeros suponía una acción policial encaminada a eliminar de la dirección de ETA a los contrarios a la negociación y a aquellos elementos opuestos a “José Ternera”. Era una detención selectiva que aspira simplemente a crear dentro de ETA las condiciones necesarias para una nueva negociación (más discreta y que si ZP logra cerrar antes de 2012 posiblemente le sirva para desviar la atención del caos económico y alardear de un éxito en materia antiterrorista). Dicho con otras palabras: ZP sigue barajando la carta de la negociación con ETA como forma de acabar con el problema. De momento, su anterior veleidad en la materia ya dinamitó el Pacto Antiterrorista.
Pero si hay otro terreno en el que ZP no se haya enmendado es en el de la inmigración masiva. Y esto es importante porque, con toda la que ha caído resulta absolutamente injustificable que ZP se haya negado a firmar lo que proponía Francia sobre prohibición de nuevas regularizaciones masivas en el ámbito de la UE. La razón que ha dado López Aguilar es que los mercados laborales pueden subir y bajar y mañana podemos necesitar más mano de obra extranjera, por tanto, ha dicho textualmente “no podemos atarnos las manos”…
Sería imposible condensar más estupidez humana en menos letras. No hoy, cuando ya hay 6.000.000 de inmigrantes y solamente cotizan a la seguridad social algo más 1.400.000, sino desde 2001, ¡sobran inmigrantes en España! Su presencia no ha servido para “cubrir puestos vacíos”, puesto que el paro nunca ha descendido de 1.500.000 y puesto que a lo único que ha contribuido la inmigración es a regular a la baja –incluso a la muy baja en el sector servicios- los salarios.
Pero lo más sorprendente es el “optimismo” -propio del gilipollas- de López Aguilar que –a lo mejor por ignorancia- cree que la crisis se resolverá mañana y que en un año se absorberán los 2.500.000 de parados a los que nos encaminamos y harán falta otros 2.500.000 millones de inmigrantes para “cubrir puestos de trabajo”…
¿Puestos de trabajo? ¿de qué? ¿de qué sectores? Dado que el gobierno ZP (como ayer el de Aznar) no se enteraron de que la crisis es estructural y no coyuntural y de que aquí lo que hace falta es un cambio de modelo económico y éste precisa un mínimo de 5 años para surtir efectos desde el momento en que se aprueba, hay que pensar que “el no atarse las manos” que decía López Aguilar es un nuevo y estúpido gesto de inmadurez, falta de preparación para gobernar e incluso ignorancia supina de lo que está pasando en la sociedad. ¿Ignorancia? Sí, de ZP hacia abajo, todos, ¡por que resulta absolutamente increíble que no haya en el PSOE ni una sola voz discordante del discurso único pro-inmigracionista. Ni un afiliado con personalidad, ni un afiliado que pertenezca a la cuota de “hombres que tienen redaños para decir la verdad”.
Estamos en el atrio de la crisis
El gobierno español sostiene que el único culpable de la crisis es la subida del petróleo… Si era eso, bastaba con bajar impuestos que gravan a los carburantes y todo hubiera seguido igual. Y si se trataba de la escasez de petróleo con estimular el cultivo de biodiesel en las cada vez mayores extensiones de tierras de cultivo abandonadas en nuestro país, era posible contrabandear la crisis.
El gobierno sabe que no es eso lo que está ocurriendo sino algo de mucha mayor envergadura:
1) Lo que ha fracasado es la globalización y su autopista de doble circulación (de Norte a Sur, la deslocalización empresarial y de Sur a norte, la inmigración masiva).
2) Lo que ha fracasado es la estructura económica de España y el modelo económico basado en la especulación y el ladrillo desde las profundidades del felipismo, además de en los contratos basura y los salarios de miseria.
3) Los costes de mantenimiento de un Estado sobrecargado en burocracia y sin duda el más pesado y tensionado de toda Europa. En período de “vacas gordas” no había problemas, pero a la hora de las “vacas flacas” todos los niveles administrativos, endeudados, reclaman su parte.
4) El deterioro de la clase política, la connivencia de los grupos mediáticos y económicos con facciones de la clase política que nos ha llevado de ser una “democracia formal” a ser una “plutocracia real” en donde el único poder que cuenta es el poder del dinero.
La gravedad de la crisis mundial remitirá –o no- pero, aunque remitiera, ninguno de estos elementos presentes en España de manera especial y en Europa en distintas medidas, seguirán incidiendo negativamente sobre la situación.
Todo esto rebasa la formación intelectual de Zapatero y de su equipo ministerial hecho a medida del Principio de Peter sobre los distintos niveles de incompetencia. Así que nada buena, ni siquiera nada mediocre, puede esperarse para salir de la crisis económica.
Para acabar de arreglarlo, la persistencia del gobierno en no reconocer jamás sus errores y en persistir en ellos llevarán inevitablemente a consecuencias indeseables. En 2010, los 6.000.000 de inmigrantes se habrán transformado en 7.500.000 como mínimo. Y será una suerte porque algunos preveíamos que entre 2010 y 2012 se llegaría a los 10.000.000 de inmigrantes. Pero todavía estas cifras pueden modificarse.
En efecto, la situación en el Magreb sigue siendo tan explosiva como hace un año y medio y no ha remitido ninguno de los elementos coadyuvantes a un estallido social que se adivinan en el ambiente del norte de África desde principios del milenio. Estos países, por lo demás, no pueden evitar la presión demográfica del África Subsahariana… creer que se puede alejar el riesgo de llegada de riadas de inmigrantes a Europa sin necesidad de asumir medidas de dureza inaudita, es cada vez más ilusorio.
Ni la Directiva Europea del Retorno (a aplicar dentro de 2 años y que apenas contribuirá a resolver la cuestión de los ilegales), ni mucho menos las torpes medidas propuestas por Corbacho (limitar la reagrupación familiar y subvencionar el retorno de los parados) paliarán los efectos más demoledores de la crisis. La paz social ha terminado. La paz étnica puede terminar en cualquier momento y no solamente en España sino en toda Europa.
Pero para ZP todo el problema consiste en retomar la negociación con ETA, contentar a sus cada vez menos aliados, generar “pensamiento positivo” en torno a la crisis económica y enarbolar la mejor de sus sonrisas al a hora de echar la culpa de todo al “precio del petróleo” (que para él es como el precio del cafelito…, que si se entera del verdadero le da un disgusto).
© Ernesto Milá – infokrisis – infokrisis@yahoo.es – http://infokrisis.blogia.com
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