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INFOKRISIS, el blog de Ernest Milà

ZAPATERO EN LAS NNUU: CUANDO EL TALANTE NO MATA AL HAMBRE

ZAPATERO EN LAS NNUU: CUANDO EL TALANTE NO MATA AL HAMBRE Redacción.- La participación de ZP en la cumbre de NNUU y sus propuestas para paliar el hambre en el mundo, han revalidado, esta vez a nivel internacional, la sensación de que el presidente del gobierno, tiene una vaga idea de lo que quiere hacer, unos conceptos parroquiales de lo que supone la ayuda humanitaria y un desenfoque global en este tema… como en cualquier otro.



UN PALETO EN LA PORTADA DEL TIMES



Los norteamericanos admiran los líderes, para ellos un jefe de gobierno es un líder y un líder sólo puede aspirar a ser “grande”. Así ven las cosas norteamericanos y en este terreno vale la pena darles la razón. Mejor un líder “grande” que un “líder “enano”. ZP, como era de prever opina de otra manera. Y lo ha dicho en el peor sitio en donde podía decirlo, en el “Times”: “No quiero ser un gran líder”. Dejando aparte que la posibilidad de que ZP pudiera convertirse en un “gran líder” es, como mínimo difícil, seguramente no ha medido en donde lo ha dicho: a partir de ahora, los lectores del influyente “Times” estarán convencidas de que España está dirigido por un mediocre. No se equivocarán.



Pero, por si esto fuera poco, ZP da a continuación una pobre muestra del peor populismo. Dice en la entrevista: “Quiero un socialismo de la ciudadanía que lo único que debe hacer es seguir lo que dice el pueblo; en una democracia el pueblo nunca se equivoca”… ZP ignora lo que es la lógica aristotélica y el sentido común: la historia enseña que el pueblo, habitualmente, se equivoca. La voz del pueblo no siempre es viable, ni razonable, pocas veces, salvo en aquellos problemas que le atañen directamente, “el pueblo” ignora lo esencial de los mecanismos de la economía, de la defensa o de la geopolítica. “El pueblo” habitualmente se guía por instintos y estos, frecuentemente, suelen ser viscerales. De hecho, la tarea de gobierno consiste en “modular” la voluntad popular y encarrilarla por la senda de la “política real”.



El problema de ZP es mucho peor de lo que imaginábamos: se trata de un idealista iluminado y con una muy escasa cultura política. En la pequeña entrevista en el “Times” lo ha demostrado con creces: solo y sin ayuda de nadie se ha presentado con la peor imagen que podía asumir ante el pueblo americano, mientras que de cara al stablishment ha dicho justo aquello que saben es rigurosamente falso en torno a eso de que “el pueblo nunca se equivoca”.



Una vez más, felicitaciones, ZP: una vez más has logrado evidenciar en el extranjero tu inadecuación para el cargo (nunca va a ser, desde luego, un “gran líder”) y el error de una votación popular realizada bajo la presión de 200 muertos (el pueblo SI se equivoca).



ANTE LAS NNUU, POR EL DESARROLLO



Hoy el 60% de la población mundial no ha realizado jamás una llamada telefónica y la cuarta parte de la población mundial vive con menos de 2 euros al día. La situación mundial no es que sea grave: es que es gravísima, especialmente en el antiguo “Tercer Mundo”. Menos mal que ahí está ZP para resolverlo todo, derrochando talante y propuestas tan ambiguas como problemática.



ZP ha ido a Nueva York a participar en la cumbre de “líderes mundiales” para lanzar un plan que acabe con el hambre en el mundo. Y ZP ha tenido sus 15 minutos de fama internacional realizando una propuesta, como todas las suyas, problemática. Veamos.



Va ZP y dice: “La solución paso por canjear la deuda externa de los países subdesarrollados a cambio de inversión para promover el desarrollo social, especialmente en educación”. Y, como siempre, no ha explicado como hacerlo: ¿Se trata de financiar a fondo perdido? ¿de conceder préstamos no reembolsables para el desarrollo? ¿quizás de condonar la deuda a cambio de invertir en educación? ZP no ha aclarado ni una palabra. Previendo que es preciso que empiece a pensar en la reelección, ha propuesto incrementar la ayuda al desarrollo duplicándola en los próximos cuatro años, hasta el 0’5%... y, de paso, ha dicho, si es reelegido, en ocho años logrará elevarla al 0’7% mítico que debería resolverlo todo.



Y es que ignora lo que es la pobreza real y el Tercer Mundo. En principio esa cifra del 0’7% es tan mítica como falsa: las necesidades del Tercer mundo son de tal calibre que existe muy poca diferencia entre el 0’5, el 0’2 y el 0’7%, en efecto, se trata siempre de cantidades que están muy por debajo de la realidad. Apenas son unas pocas gotas de agua en una bañera. Hay que recordar que Alemania invirtió en el desarrollo de la antigua República Popular Alemana, en diez años, en torno al 7% de su PIB… y hoy Alemania del Este, país europeo, con gente culta, buen nivel tecnológico, recursos propios, etc., tiene casi un 20% de parados y una situación económico-social degradada.



Digámoslo ya: el 0’5, el 0’7% del PIB no van a solucionar nada por que el problema no es la cuantía de la ayuda, sino la distribución de la misma. Es evidente que los países del Tercer Mundo están gobernados por oligarquías, habitualmente brutales y malignas a las que nadie en sus cabales confiaría ni un euro. ZP, en cambio, sí. Dale un euro a un político del Tercer Mundo y tendrás un euro más en su cuenta cifrada de Suiza y un euro menos en tu bolsillo.



Desde que Europa dio la independencia a sus excolonias africanas, se han derrochado cantidades absolutamente brutales en “ayudas al desarrollo” (sin contar con la iniciativa privada y las ONGs)… y todo, absolutamente todo, no ha servido para nada. Así pues, algo debería de aprender Europa: que la ayuda no es un cheque en blanco a nombre de las oligarquías locales.



En esto ZP debería de haber sacado pecho: no lo hará, su proverbial falta de carácter se lo impide. Además “no quiere ser un gran líder”: si fuera una sombra de eso diría en voz alta “Basta ya de expolios y exacciones por parte de las élites dirigentes africanas, basta ya de vivir a costa de la ayuda humanitaria, basta ya de saquear los envíos humanitarios y revenderlos, basta ya de desviar caudales destinados a educación y a proyectos humanitarios hacia sus cuentas cifradas en Suiza”. ¿Cómo iba a poder decir ZP a la cara a las élites africanas reunidas en NNUU estas palabras que indicarían firmeza? Sonrisita y palabras encendidas y voluntaristas, como a los trabajadores de Izar



DE LA CUMBRE DEL MILENIO AL ABISMO



La reunión de Nueva York ha sido una secuela de la “Cumbre del Milenio” en la que los “líderes mundiales” se propusieron reducir el hambre en el mundo en un 50% en los próximos 15 años, parar la escalada de la malaria y del SIDA y promover la alfabetización.



Desde entonces no ha ocurrido absolutamente nada: no se ha invertido nada más de lo que se estaba invirtiendo y se ha demostrado que las naciones desarrolladas tienen un escaso interés en ayudar al Tercer mundo. ¿Cómo podía reprochársele a la vista de cómo se dilapida tal ayuda? Por lo demás, a nadie puede extrañar que las poblaciones europeas permanezcan de espaldas a estos proyectos: también aquí hay pobres y también aquí, entre nuestra gente hay hambre y miseria. Pero, en fin…



Lo más terrible es constatar que no hay voluntad, ni siquiera entre los “líderes”, sólo grandes palabras. De hecho, la iniciativa está guiada por Francia, España, Brasil y Chile, verdadero “núcleo duro” de la iniciativa. Pero, a la postre, solamente están presentes Francia y Brasil. Chile es desde siempre, el aliado geopolítico de Brasil que intenta, mediante esta alianza estratégica debilitar a Argentina. Hoy esa política chilena sigue en pie mediante el apoyo a Lula. En cuanto a España, hoy es un apéndice de la política exterior francesa, como bajo Aznar lo fue de la norteamericana. Así pues, el núcleo duro está formado por Brasil y Francia.



Brasil quiere beneficiarse de las ayudas al desarrollo: o el experimento Lula sale bien o Brasil estalla. Y, por el momento, no es mucho lo que ha conseguido el “líder de los pobres”. Lula aspira a que la reducción de la pobreza genera una situación en la que su país se convierta en el leadership de toda América Latina: tiene población, tiene territorio y tiene reservas, para colmo la alianza con Chile hace que tenga salida a dos océanos (Pacífico y Atlántico), con lo cual, tiene todos los requisitos para convertirse en una gran potencia. Francia lo sabe y sabe también que un Brasil que lidere el hemisferio Sur latinoamericano terminará generando problemas en el coloso del Norte. El está dispuesto a alimentar esta conflictividad que, finalmente, redundará en la creación de un mundo multipolar. No es un mal plan pero tiene un handicap: la población brasileña se ha habituado a décadas de samba, carnaval, liga paulista de fútbol y liga de voley-playa… da la sensación de que Brasil va a tener dificultades en aumentar su productividad.



Veamos la cosa de otra manera: si Lula fracasa, Brasil estalla. Si Brasil estalla, hará falta ver si sus llamaradas no prenden en otros países de la zona. En toda América Latina, salvo en Chile, las oligarquías locales, en su insensata rapacidad, han laminado a las burguesías locales, las han empobrecido y, finalmente, en el mejor de los casos, las han proletarizado. De ahí a situarlas en una situación de revuelta no hay más que un paso. Créanme: no inviertan en empresas españolas que tienen intereses en América Latina. Tienen varios números para perder enteros.



Y Lula puede fracasar si no recibe urgente ayuda exterior. Francia, por supuesto, no la va a regalar, la va a fiscalizar y la va a encarrilar en beneficio propio. ZP intenta hacer lo mismo, pero le faltan tablas. De hecho a ZP le ha acompañado Pepe Bono con la intención de colocarles a los chilenos un par de submarinos que aparcarían durante unos años la división militares de Izar. Veremos si es mejor comercial, que como ministro.



Y A TODO ESTO ¿CÓMO AYUDAR AL DESARROLLO?



Hacen falta reunir 50.000 millones en 15 años. No parece una gran cifra, el presupuesto del Pentágono el año pasado es de 490.000 millones, casi diez veces más. No es una gran cifra pero va a costar, primero, reunirla y luego distribuirla racionalmente.



Los promotores de la iniciativa de ayuda al Tercer Mundo han dado solo respuestas parciales y limitadas al problema. La Tasa Tobin (gravar las transferencias de capital) es una de las medidas propuestas… resulta curioso que el propio Tobin hace solo quince años reconociera que esa tasa era literalmente inaplicable. Otra medida sería gravar con un impuesto los giros de dinero de un país a otro. Y, otra medida más, gravar con un impuesto especial el comercio de armas… (¿y por qué no el de perfumes de calidad o la alta peletería, o quizás determinados modelos de automóviles de marcas muy concretas o la compra de yates o los pasajes de determinados tours turísticos?).



Todo esto parece poco serio. Es dudoso que la Tasa Tobin pudiera llegar a cobrarse algún día. Los derechos de giro no aportarían gran cosa y en cuanto a grabar el comercio de armas… como símbolo valdría, pero aportaría menos.



Supongamos, de todas formas, que ese dinero se recauda ¿A quién se entrega? Los países del tercer mundo no están gobernados por gentes honestas, sino por sátrapas de la peor especie, chorizos sin escrúpulos y dictadores ególatras. Los demagogos dirán que ese dinero se entregue “a los pobres”, ¿a los pobres? ¿qué harán con él? Sin duda gastarlo en sus necesidades más perentorias. De nuevo al cabo de unos meses la situación de pobreza inicial volvería a reconstruirse y harían falta otros 50.000 millones más. Entregarlo a las ONGs tampoco parece la mejor de las ideas: frecuentemente más de la mitad del presupuesto de las ONGs se dedica al mantenimiento de su propia estructura funcionarial.



Lula lo ve claro: entréguenmelo a mí, algo deberé de hacer si quiero salir reelegido… es razonable que Lula intente sobrevivir al estallido que su fracaso pudiera generar y eso sólo lo va a conseguir inyectando fondos y ayudas al desarrollo. En política internacional no puede confiarse en las buenas intenciones y, por el momento, Lula es una buena intención para quien quiera creer en sus buenas intenciones.



Finalmente, los vendedores de ética como ZP sueltan, como término de su perorata humanitaria, la frase clave: “inversiones y democracia, cuando van juntas, son invencibles”… se equivoca, claro está. Para que una democracia pueda arraigar precisa de una clase media culta y estable, nunca ha existido nada parecido a una democracia en un país subdesarrollado. Cuando hay pobreza de lo que se trata es de planificar, concentrar esfuerzos, dedicar todas las energías al desarrollo y no al diletantismo político o a la inestabilidad que dan los giros electorales.



Y hay que ser claro en esto: el tercer mundo tiene que definirse y elegir. Nadie puede, eternamente, aspirar al “oro y al moro”.



El tercer mundo tiene que elegir entre desarrollo o democracia, tiene que elegir entre independencia o asociación con Europa. Si, por que lo que estamos proponiendo para paliar el subdesarrollo en Africa es la creación de la figura de “países libremente asociados con la UE”: ¿ayuda? La que haga falta, claro está, pero no a cambio de nada, no esa ayuda que constituye un cheque en blanco para las oligarquías locales… ayuda y planificación realizada por técnicos y expertos europeos, ayuda distribuido por una agencia federal de la Unión Europea dedicada a tal fin… y, a cambio, compromiso político de apoyo a la UE y acuerdos preferenciales con empresas europeas… Por que nunca nadie en la historia ha dado algo a cambio de nada. La tragedia humanitaria de Africa no puede hacernos olvidar que estamos hablando de política, de relaciones internacionales, de áreas de influencia, de conflictos, no de limosnas, caridad o idealismo planeando en las nubes…



A ver si se entera ZP.



© Ernesto Milà – infokrisis – infokrisis@yahoo.es

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