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INFOKRISIS, el blog de Ernest Milà

VIAJES

La Puda en Banyoles

La Puda en Banyoles

El balneario de la Puda (Banyoles). Lo que fue y no volverá a ser.- En 1965 conocí el balneario de La Puda, cerca de Banyoles. Tenía 13 años y pasamos el verano en aquella localidad. La noticia de aquel verano que sacudió la minúscula colonia de veraneantes, fue que un joven se había ahogado en el lago. Pasé unos días después por allí y su padre todavía estaba silencioso y meditabundo sentado ante las aguas negras del lago. Se me quedó grabada aquella imagen de tristeza y abatimiento.

Bordeando el lago, llegamos al balneario de la Puda. Allí manaba una fuente, la Font Pudosa que en catalán, quiere decir algo así como “fuente maloliente”. Aquel lugar visitado por fanáticos del termalismo y de la hidroterapia (que en Cataluña se contaban a miles empezando por el arquitecto Antoni Gaudí o el frenólogo Mariano Cubí). Nunca había estado en ningún balneario. Me llamó la atención aquel olor a bomba fétida que lo impregnaba todo. Si bebías un vaso de aquella agua era como si te tragaras una caja de bombas fétidas. Eran aguas sulfurosas y carbonatadas, buenas para enfermedades de los huesos, reúmas, y para aliviar dermatitis y otros problemas de la piel. La humedad pegajosa del ambiente, agravada por el sol de plomo de una tarde de verano, parecía acentuar aquel olor pestilente que lo impregnaba todo.

Cuando fui por primera vez al balneario de La Puda, a menos de doscientos metros del lago de Banyoles, los momentos de esplendor del lugar ya habían pasado. Su ciclo duró algo menos de cien años: de 1862, cuando se construyó, hasta los años 50 del siglo XX, cuando cerró sus puertas. Quedaron, sin embargo, abiertas algunas dependencias del lugar, próximas a la fuente, en donde era posible beber agua de la fuente y adquirir unos dulces que hacían allí y que, por chocante que parezca, recibían el nombre de “gazpachos”, aunque fueron lo más parecidos a los tradicionales carquiñolis. Nunca he podido explicarme el motivo.

Nunca más volví. Desde aquel primer viaje, han pasado exactamente cincuenta años. Tampoco es tanto. De aquel lugar quedan solo ruinas. Terribles, siniestras, sombrías. Lo que hasta 1959 fueron cabinas con bañeras para la inmersión en las aguas sulfurosas, hoy no quedan ni los marcos de las puertas. Las baldosas de las paredes y del suelo han sido arrancadas. Donde en otro tiempo hubo la fuente, hay solamente una A de “anarquía” y poco más. Hay que caminar con cuidado. El techo puede hundirse en cualquier momento. Todo está tapiado, claro, pero quien se obstina en entrar puede hacerlo sin muchas dificultades. Lo que queda del interior son piedras pútridas, a veces recubiertas de musgo, no hay ningún cristal que haya resistido el tiempo, vegetación inmunda e insectos infames pueblan en lugar. Aquel olor nauseabundo pero curativo, se ha disipado. Ignoro si la fuente se secó o, simplemente, la secaron. Los desconchados de paredes hacen peligroso acercarse a ellas. Musgos y líquenes infectos parecen reconstruir los paisajes minuciosamente descritos por Lovecraft como si hubiera viajado en sueños a este lugar maldito.

He buscado imágenes de La Puda de los “buenos viejos tiempos”. Me he encontrado quizás del primer “novecento”. Un grupo de niños, con sus madres e incluso con un agente de la autoridad y en segunda fila con varios camareros del balneario mira a la cámara. Todos deben haber muerto. La niña más joven debería tener hoy en torno a 120 años y de seguir viva gozaría de la fama mediática que se concede a las excepcionalidades. Es terrible ver uno de estos documentos gráficos y saber que no puedes ya preguntar a nadie cómo era aquella época y si sintieron la misma repugnancia que yo ante aquellas aguas sulfurosas.

La Puda es solamente un recuerdo. Una sensación y unas imágenes. Lo que queda de ella, en la actualidad, no son más que ruinas. El testimonio más rotundo de un tiempo que quedó atrás y, como todo lo que es historia, jamás vuelve.

No sé lo que es la nostalgia. Cuando llegué la primera vez a Banyoles, allá por el 64, tenía muy claro lo que era la vida, algo pasajero y fugaz. Sabía que yo también crecería, envejecería y moriría. Luego, cuando conocí el budismo tibetano y más tarde el zen, estas doctrinas sintonizaron con mi interior porque me decían algo que ya había experimentado cuando tenía 13 años: que todo en la vida eran experiencias y que solamente valía la pena vivir si el número de experiencias que atravesabas te podía enseñar algo. La visita de hoy al balneario de La Puda me ha servido para revalidad aquellas convicciones: ni te alegres por tu suerte, ni te desesperes por tu desgracia. Todo cambia, para bien o para mal. Y, al final, siempre encuentras ruinas, desolación y finales sombríos. Pero en aquellas ruinas hay también algo bello: la notificación del final de una época y del principio de otra. 

BCN ciudad porno

BCN ciudad porno

Info|krisis.- Barcelona: ciudad muerta – capital del porno. El título puede parecer desmesurado y, contra lo que podría pensarse, no viene a cuento del nombramiento de Águeda Bañón para el cargo de Directora de Comunicación del Ayuntamiento de Barcelona. Resulta inevitable, claro, que hablemos de ese nombramiento, pero no antes de recodar que se ha llegado al extremo de nombrar a una pornógrafa espabilada como responsable de un área municipal extremadamente importante después de que los anteriores ayuntamientos de Barcelona (socialistas y convergentes) consiguieran que la, en otro tiempo Ciudad Condal, se convirtiera en escenario para la filmación de las más discutibles (y ofensivas para la dignidad de la mujer) películas porno. El equipo de Ada Colau no es más que el heredero de una “tradición porno” creada por quienes la han precedido en el cargo.

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Es cierto que el Bagdad, un viejo local porno en las proximidades del Paralelo, tiene más años que Matusalén y que en otro tiempo (incluso durante el franquismo) aquella zona estaba infestada de cabarets, putiferios y demás lindezas. Los barceloneses no se sorprendían –no nos sorprendíamos– porque siempre había sido así. Desde la Edad Media, fuera de las murallas de la ciudad, vivían los marginados, los fuera de la ley, la Barcelona golfa y las minorías malditas. De hecho, la iglesia románica de Sant Pablo Extramuros con su pequeño y recoleto claustro estaba allí instalada para redimir –sin muchas esperanzas– a lo que podemos llamar “la Barcelona marginal” (hemos aludido ampliamente a esta temática en nuestro blog y en la siguiente url: http://info–krisis.blogspot.com.es/2015/06/los–barceloneses–y–el–sexo.html#more , así que no insistiremos mucho más en estas curiosidades antropológicas).

Sin embargo, desde hace 20 años la ciudad está adquiriendo un tono que a muchos barceloneses no, solamente no nos gusta, sino que hemos, literalmente, huido de la ciudad que nos ha visto nacer. Nadie me puede acusar de no conocer la que fue la ciudad en la que nací. He escrito varios libros que han alcanzado tiradas importantes, dedicados a mi ciudad (Guía de la Barcelona mágica, Ed. Martínez Roca, o Gaudí y la masonería, Ed. PYRE) y también he tratado de explicar aspectos poco conocidos o desconocidos de Barcelona (por ejemplo, la presencia de herejes cátaros en el siglo XIV que huían de la cruzada de los “franchimanos” contra las tierras de Occitania, recalando en el Raval y en torno a Sant Pau y a la Plaza del Padró, en Guía del Catarismo en Francia, España y Andorra, Ed. Martínez Roca). Hoy, procuro pasar por Barcelona lo menos posible. Es triste comprobar la decadencia de una ciudad y ver como la que algunos quisieron convertir en “ciudad fashion”, en la Nueva York del Mediterráneo, se ha terminado convirtiendo en una reedición de Marsella, probablemente la ciudad más desgraciada y desagradable de la orilla norte del Mare Nostrum.

Lo que ha pasado en Barcelona es una mutación sin precedentes: cuando podía ser una ciudad ejemplar se ha convertido, digámoslo ya, en un estercolero…

No es, sin duda, por casualidad que buena parte de los escándalos de corrupción pasan por Barcelona. La trama de financiación ilegal que alcanzó al PSOE en tiempos de Felipe González (Malesa, Filesa, TimeExport) tenía su sede en Barcelona y en el PSC a sus lacayuelos. Los Pujol hicieron de Cataluña el jardín escenario de sus actividades, instituciones como el Palau pasaron de ser puntales de la cultura catalana a meras excusas para desvío de fondos. UDC (la otra pata de CiU) también hizo de la consejería de trabajo su centro de operaciones y desvíos de fondos que terminaron con algún conceller sentenciado en firme. Cuando en Andalucía estaban todavía en mantillas, en Cataluña ya se dominaba la técnica de desviar fondos de cursos de formación de parados hacia bolsillos ajenos, hacia el partido y hacia la persona que firmaba las entregas de fondos. Y así sucesivamente. De hecho, la única, la auténtica rivalidad que la Cataluña Autonómica ha mantenido con Andalucía ha sido por la primacía en el título de “comunidad autónoma más corrupta del Estado”. Y si bien, está claro que el caso de los EREs ha decantado el liderazgo hacia Andalucía, no es menos cierto que la Cataluña de Mas le va a la zaga a escasa distancia y con esperanzas de igualarla.

Pero hay algo en lo que Cataluña ha dejado atrás para siempre a Andalucía. En porno. Y más que Cataluña, concretamente, Barcelona.

En Barcelona, en efecto, se encontraba en los años 80 el centro difusor del incipiente porno español. Fue en Barcelona en donde empezaron a organizarse los primeros festivales eróticos poco antes de las Olimpiadas del 92. En cuestión de puterío, Barcelona también tomó la delantera en los años 90 con la creación de macro-complejos de folleteo (¿quién no recuerda el Club Riviera de Castelldefels, por ejemplo?). Por Cataluña, también, empezó a notarse hacia el 98 un aumento de la prostitución rusa (venían, primero para ejercer este oficio huyendo del caos en el que había sometido Boris Eltsin a su país con el beneplácito y la instigación de los EEUU, pero también para rehacer su vida, encontrar marido y un lugar en el que establecerse; todo ello legítimo). Luego llegaron miles y miles de andinas y caribeñas. Y, finalmente, rumanas. Pocas magrebíes, es cierto, se integraron en el circuito de la prostitución barcelonesa. Como si el ideal estético carpetovetónico no coincidiera con el de la orilla sur del Mediterráneo. Y, finalmente, la invasión asiática que ha terminado con “un completo” a 20 euros, copa incluida. Si es que no se puede competir, ni en fabricación de manufacturas, ni en folleteo con los precios chinos. El 2004, el 85% de las prostitutas que ejercían en España eran de origen extranjero y los precios habían descendido a los niveles de 1982. ¿Quién dijo que la inmigración no tiene una repercusión inmediata en el precio de la fuerza de trabajo?

Pero en el porno, Barcelona tardó en encontrar el pulso. Más que turismo sexual, Barcelona recibió a un turismo de aluvión, de chancletas y litrona, en el circuito gaudiniano japos cámara en ristre, pasaje de cruceros de pulserilla y puente aéreo desde los arrabales de Manchester y el Est End londinense alcoholizado ya desde el aeropuerto de salida. El Barrio Chino resultó barrido por la reforma del Raval operada por el PSC. Se reformó la Plaza Real y se limpió de yonkis, traficotas y choricetes después de que un conocido concejal socialista comprara buena parte de los edificios de la zona. Incluso se construyó una comisaría de la Guardia Urbana al otro lado de las Ramblas para que la inversión del citado concejal resultará segura y pudiera ir al Liceo sin jugarse el tipo (lo que no impidió que a principios del milenio unos atracadores magrebíes lo asaltaran, a él y a su pareja, en ese tránsito). La Barcelona socialista era así.

Pero el turismo sexual no era el propio ni siquiera en el momento dorado de los macro-burdeles y de la exhibición de putones callejeros. En tanto que “Ciudad de Ferias y Congresos”, la industria del sexo se había adaptado a esos menesteres antes de la llegada de Internet. La Vanguardia, hoy boletín interno de CDC y ayer diario de la burguesía catalana, anunciaba la oferta sexual en sus páginas de anuncios por palabras para uso y disfrute de los directores comerciales y los agentes de ventas de los diversos certámenes internacionales. Pero la ciudad no era todavía escenario de turismo sexual.

No ha sido sino en los últimos dos gobiernos municipales que precedieron a la Colau, cuando el nombre de Barcelona se propagó internacionalmente en los circuitos del porno más degradado. Es difícil establecer cuando ocurrió (y no nos corresponde a nosotros sino a la fiscalía), pero el nombre de Barcelona se propagó como la pólvora entre los amantes del porno. Verán como fue la cosa.

Es posible que fuera en los últimos tiempos del alcalde Joan Clos o quizás durante el período de gobierno de Jordi Hereu, socialistas ambos (2003–2011), o quizás del convergente y nasal Xavier Trias (2011–201). El caso es que se filmaron en las calles de Barcelona decenas de producciones pornográficas todas del mismo sello (insistimos: no en estudios, ni en locales especializados, sino en las calles de la Ciudad Condal por donde pasean menores y gentes, en cualquier caso, que aspiran a otro tipo de sexualidad más allá del pajote y la gallarda, y que se convirtieron en actores secundarios involuntarios de estas filmaciones).

Ha sido el nombramiento de Águeda Bañón quien nos ha permitido descubrir este filón inédito en la cinematografía de los barceloneses. En efecto, a pesar de ser “alto cargo” del Ayuntamiento, no existen muchas informaciones sobre esta amiga de la Colau. Se sabe de ambas que han vivido a expensas de ONGs subsidiadas por los distintos organismos del Estado y que la Bañón fue “activista porno” y que se otorgaba a sí misma el título de “porno alternativa”. Las fotos de la flamante directora indicaban que compartía el decir de aquella noble abadesa que proclamaba: “No digáis dómine meo que es muy feo, decid dómine orino que es más fino”. Yo no sé qué tiene la Puerta de Brandemburgo (no son precisamente urinarios los que faltan a lo largo de la Unter den Linden hasta llegar allí) que inspira a la Bañón a bajarse los pantalones en aquel lugar con cara de estreñimiento y a proclamarlo su hazaña a los cuatro vientos publicando la foto. O a hacer lo mismo en una céntrica calle murciana, uniendo bragas a pantalones y dejando como recordatorio un colosal dómine meo. Y, por supuesto, publicar la foto para que psicólogos, sexólogos y barrenderos consigan explicar cuál es la patología de esta chica. Servidor, que es muy condescendiente con todas las parafilias, no termina de entender esa necesidad de publicar poses que, por poco originales, son, además, menos eróticas y, más que eso, definitorias de un estado de espíritu.

Pero estas notas no van sobre la Bañón. Allá ella con su sexualidad, sus morbos y sus parafilias. Esto va de Barcelona–ciudad–de–sexo–duro.

Decíamos que al enterarnos del nombramiento de la Bañón intentamos buscar en su biografía apuntes que nos redondearan más al nuevo personaje mediático. Encontramos poco. Así que insistimos. Colocamos en un conocido buscador “Barcelona+pornografía”. Las primeras entradas seguían siendo de la Bañón, pero a partir de la página segunda empezamos a ver las URLs de algunos videos, como mínimo, sorprendentes.

¿Quién iba a decir, por ejemplo, que en la Plaza de Cataluña a plena luz, sin nocturnidad, ni alevosía, se iba a filmar una escena porno? Véanla en http://www.xvideos.com/video444392/public_disgrace . O que en las inmediaciones de la Sagrada Familia se iba a repetir una escena similar (véanla en http://www.xvideos.com/video620337/bound_susana_abril_public_group si lo desean). Pero si lo que desean es recorrer el casco antiguo (en otro tiempo zona señorial de la ciudad setecentista) les sugiero que vean esta otra escena: http://www.xvideos.com/video580550/brunette_babe_disgraced_in_public (a estas alturas ¿para que se van a privar de ver convertida su ciudad en un macroescenario porno). En este otro, podrán recorrer los jardines del Paseo de Gracia justo cuando empieza Mayor de Gracia, o bien Montjuich en su zona más céntrica y visitada (http://www.xvideos.com/video1470963/handcuffed_and_gagged_babe_walked_in_public ) La zona del MACBA tampoco se salva (con la presencia estelar de “la brasileña Dunia Montenegro” nos dice la web) en una larga escena que verán recogida en http://www.xvideos.com/video681049/brazilian_brunette_in_public . Y luego otra más en el puerto de Barcelona (no se priven: http://www.xvideos.com/video1735953/bare_redhead_walked_in_public_in_daytime) … ¿Para qué seguir? Hay más, muchas más de ese tipo.

Lo anterior es un filón suficientemente consistente como para poder seguirlo. Detrás de todas estas producciones (y de varias más que no nos hemos tomado la molestia de enumerar pero que recorren ABSOLUTAMENTE CASI TODA LA GEOGRAFÍA DE LA CIUDAD CONDAL) está lo que parece una productora de cine porno norteamericana: PublicDisgrace. Tiene web. Búsquenla. Verán que se trata de una productora especializada en algo así como exhibicionismo sadomasoquista. El matiz es importante porque todas las escenas filmadas en Barcelona tienen como denominador común un cuerpo de mujer exhibido, encadenado, humillado y maltratado. No se trata del habitual porno chico–folla–chica en sus múltiples combinaciones ideadas para precalentar al personal. Se trata de un tipo de porno que las feministas (y no solo ellas) harían muy bien en condenar y del que protegerse. Pues bien, esa pornografía se ha filmado durante días y días (las películas que aparecen son tantas que los barceloneses que no hayan actuado como extras involuntarios en las mismas, con derecho a mojar, deben ser excepciones) en BARCELONA y, por lo que puede intuirse en las cintas, se han grabado (las obras de la Sagrada Familia parecen indicarlo) entre 2005 y 2012, es decir en el tiempo en que eran alcaldes los socialistas Clos o Hereu, o el convergente Trías.

Todo esto suscita algunos interrogantes:

  1. Aceptando el derecho (e incluso a conveniencia) de filmar y consumir porno, lo que se cuestiona aquí, es el derecho a filmar en espacios públicos películas porno en primer lugar y en segundo, películas porno que evidencien humillación hacia la condición femenina.
  2. Resulta absolutamente imposible el que, entre tantas horas de filmación, el equipo de pornógrafos no se haya cruzado con ninguna patrulla de la Policía Municipal, especialmente porque absolutamente todas estas películas se han filmado en lugares de mucho tránsito en donde habitualmente se ve vigilancia. Lo que induce a pensar que estas películas se han filmado con los consiguientes plácemes y autorizaciones municipales.
  3. De ser así, la persona (¿probo funcionario, concejal cachondo?) que autorizó tales filmaciones debería de ser procesado por alguno de los múltiples tipos delictivos: escándalo público, vejación a la mujer (y no importa si las actrices protagonistas consentían… lo que importa es el resultado de su consentimiento y la imagen de humillación hacia la condición femenina que emana de tales escenas). La productora norteamericana (a la vista de su web) se ha limitado a explotar su objeto comercial… el funcionario o el concejal que firmaron los permisos correspondientes, en cambio, ha cometido varios delitos tipificables: el primero de todos transformar el espacio urbano en plató porno.
  4. Claro está, que dichas filmaciones pudieron ser realizadas sin la autorización pertinente. Y esto abre una posibilidad interesante que enlaza con el nombramiento de Águeda Bañón: de no haber contado la productora norteamericana con las autorizaciones correspondientes cabría que el propio Ayuntamiento la demandara por incurrir igualmente en múltiples delitos, el primero de los cuales filmar en espacios públicos sin autorización películas para su explotación comercial. Y, a partir de ahí, lo que prevemos sería una larga lista de delitos cometidos por la misma productora contra los intereses del Ayuntamiento y de los de los ciudadanos…

El destrozo está hecho. Consumidores de pornografía de todo el mundo se han marcado lujuriosas gallardas con los lugares más emblemáticos de la Ciudad Condal como trasfondo. A fin de cuentas ¡qué importa! Si tenemos un turismo de botellón, litrona y clubs de cannabis, si tenemos un turismo de borrachera y balconing (¿mejor que el turismo de carteristas y sirleros llegados de todos los rincones de la galaxia que viene para expoliarlos a estos?), ¿por qué BCN no iba a convertirse en plató pornográfico? La ciudad está tan degradada que, en el fondo, esto ya se notará poco.

Por eso decía antes que Ada Colau y su equipo de honestas mediocridades, funcionarios de ONGs y demás rescatados de las listas del paro, lo tienen mal para enderezar una ciudad que en breve será la Marsella del Mediterráneo español. Haría bien el equipo municipal en trasladarse a aquella ciudad en otro tiempo francesa para percibir cómo será el futuro de BCN. Créanme: Barcelona no tiene futuro. No le vamos a atribuir al equipo de la Colau las próximas desgracias que afecten a BCN que no serán sino la lógica consecuencia de una vía emprendido hace más de un cuarto de siglo y que conduce a esta ciudad a ser hostil especialmente hacia sus propios habitantes, a renunciar a su bienestar y a su tranquilidad para abrirse al turismo de más bajo nivel, para mayor gloria del gremio de Hostelería.

Cuando era pequeño y volvía casa con el uniforme de Can Culapi (el colegio de los Escolapios de la calle Balmes) manchado, mi madre lo lavaba. Cuando ese mismo uniforme estaba irremediablemente roto, lo único que cabía era reconocer que había que no podía hacerse nada, salvo comprar otro. Esto es lo que le pasa a Barcelona actual: dad una vuelta por las Ramblas y meditad sobre si eso es lo que habéis conocido y si eso es lo que queréis para vuestra ciudad. Pasead por las grandes calles (si los manteros es dejan espacio y pensad en lo que opinan los propietarios de los comercios que justo enfrente venden productos similares pagando alquileres, impuestos y tasas municipales). Mejor que recorráis algunos barrios brazos en alto con la cartera entre los dientes para facilitar la tarea a los sirleros y, sobre todo –esto es importante– no ponerlos nerviosos que es peor. Pero lo mejor que podéis hacer es abandonar la ciudad: que se queden con ella los que la han convertido en un infierno inhabitable o los que quieren vivir a la sombra de los presupuestos municipales. Pero creo que ni tú ni yo estamos por pagarles los caprichos, los salarios de ellas y de sus compis, ni siquiera un orinalito para la Bayón. Una ciudad es como una mujer a la que se ha querido mucho: un bien día te das cuenta que se ha degradado, que ya no es lo que era, que te engaña en todos los burdeles y ha adquirido todas las enfermedades venéreas  posibles. Entonces la dejas con harto pesar de tu corazón. Esa no es la mujer a la que has amado. Esta no es la ciudad que hubiéramos deseado.

Y ahora que caigo, ¿cómo es que en la abundante filmografía porno de Barcelona ninguna escena discurre por Pedralbes o por los baluartes del dinero donde se refugia la aristocracia económica de la ciudad? Créanme que la duda me consume. Otra cosa que me gustaría que explicara la responsable de comunicación del nuevo equipo municipal…

© Ernesto Milá – info|krisis – ernestomila@yahoo.es

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MITOS DEL FUTURO: EL MAYOR NEGOCIO, EL MEJOR OCIO. TURISMO ESPACIAL. EN 2001 SE INICIA EL FUTURO

Infokrisis.- En 2001 apareció este artículo en una revista de antropología y simbolismo. Nos lo solicitaron ya que en aquel momento se daba por inminente la entrada en la era del "turismo espacial". Seguimos esperando. Las últimas noticias la retrasan ahora cinco años. De tanto en tanto se sabe que algún millonario logra acompañar a los astronautas. Así en una sociedad neoliberal se financia la conquista del espacio... privatizando el espacio. También se han vendido terrenos en la luna. Así que nada nos puede impresionar ya...

MITOS DEL FUTURO: EL MAYOR NEGOCIO, EL MEJOR OCIO.

TURISMO ESPACIAL.

EN 2001 SE INICIA EL FUTURO

 El turismo se inició con el siglo XX y dio su salto cualitativo a principios del XXI. Dennis Tito ha sido un precursor. Su nombre será recordado por las generaciones venideras por haber sido el primer turista que visitó el espacio exterior. El camino hasta llegar aquí ha sido largo y dificultoso. A partir de ahora, es posible que la popularización del turismo espacial sea solo una cuestión de tiempo. Hace apenas 80 años, viajar en avión era, no solo una aventura apta solo para corazones intrépidos, sino una empresa accesible a muy pocos. Como hoy el abandonar la biosfera y poder contemplar la Tierra desde el Espacio exterior.

Millonario norteamericano de 60 años, Dennis Tito se convirtió en el primer turista espacial. Para ello solo tuvo que pagar a la empresa MirCorp 20 millones de dólares. Hijo de inmigrantes italianos, se graduó en Astronáutica y Aeronáutica en 1962. Trabajó en el Jet Propulsion Laboratory, donde colaboró en el desarrollo de las naves Mariner, que viajaron a Marte y Venus.

La vida le sonrió y en 1970 Tito entró en el mundo de los negocios de Wall Street, llegando a fundar la empresa de inversiones Wilshire, donde ha amasado una fortuna que hoy le permite habitar en una villa de 3 kilómetros cuadrados en la cima de una colina, coleccionar Ferraris y embarcarse en proyectos filantrópicos como la construcción de un laboratorio de investigación sobre el cáncer en la Universidad de California. Se convirtió en la persona 403 en viajar al espacio.

Su sueño de viajar al espacio fue posible por varios factores. El primero y muy importante fue el poder financiarlo. El segundo fue la posibilidad, al crearse Mir Corporation, de visitar la Estacion Espacial Mir, en lo que fue el compromiso original.

La situación se complicó cuando Rusia tuvo que tomar la decisión de destruir la Estacion Mir, en la medida que su órbita estaba decayendo. Esto trajo por consecuencia el tener que cumplir con el compromiso de Tito y la alternativa fue la nueva Estacion Espacial Internacional, ISS.

Pero la ISS aun se encuentra en fase de ensamblage. Además, la ISS es un navío diseñado para trabajo y experimentación, distando mucho de tener las condiciones de un hotel espacial. De ahí vino la oposición por parte de Estados Unidos y los Países Europeos participantes en la ISS, a recibir a Tito. Finalmente, Daniel Goldin, Administrador de la NASA, tuvo que optar por hacer una excepción y así apoyar a los rusos que también participan en la estación.
Tito permaneció en la ISS del 30 de abril al 6 de mayo. Estuvo restringido a permanecer en el módulo ruso y sólo efectuó visitas escoltadas al módulo americano Destiny. Se dedicó a tomar fotografías, escuchar música y disfrutar de la microgravedad, que sólo durante los dos primeros días le ocasionó las típicas molestias de vómitos y mareos.
El hecho plantea ya la necesidad de adicionar a la ISS módulos especiales, principalmente por iniciativa de los rusos, para continuar vendiendo vuelos al espacio y mantener un ritmo en la visita de turistas. Por otra parte, algunas compañías ya exploran la posibilidad de colocar en órbita de la Tierra el primer hotel espacial.

No mucho después del retorno de Tito, James Cameron, director de películas como “Alien” y “Titanic”, manifestó que estaría dispuesto a pagar la misma cifra para hacer un viaje similar. A su vez el excéntrico Richard Branson, dueño de “Virgin Atlantic”, anunció que podría desarrollar planes turísticos para todos los que quisieran pasar una temporada en condiciones de microgravedad.

Desde que las sondas Voyager enviaron en 1979 y 1980 sus espectaculares fotografías de Júpiter y Saturno no se observaba tanta emoción alrededor de este tema. 

QUINCE AÑOS PARA EL TURISMO ESPACIAL

De acuerdo con "BBC Tomorrow's World", dentro de 15 años el turismo espacial será una realidad: más de un millón de personas por año eligirá pasar sus vacaciones fuera de la órbita terrestre. incluso, ya existen los planos para los primeros hoteles espaciales. El primero de ellos ya estaría en órbita en el año 2017. Por lo tanto, los primeros viajes serán sólo por un día, de ida y vuelta.

Ciertamente, la exploración espacial no ha avanzado a la velocidad que pensaban Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke cuando escribieron el guión de "2001". El error es perdonable. En 1960, el logro más destacado de la carrera espacial era algo similar a una pelota de playa que la URSS acababa de poner en órbita: el Sputnik. Diez años más tarde, se había llegado a la Luna. Cualquiera hubiera predicho que, con treinta años más, habría bases lunares y viajes interplanetarios.

Pero han faltado el dinero, la motivación y la seguridad suficientes para poner ciudadanos en órbita. Situar un kilo de satélite en órbita cuesta hoy día unos 20.000 dólares (unos cuatro millones de pesetas); poner en órbita una persona de 75 kilos costaría 300 millones de pesetas, sin contar el equipaje, el seguro de vida y el coste adicional de bajarla de nuevo a la Tierra.
 
No deja de ser sorprendente que fueron los rusos quienes vendieron ese primer billete para ir al espacio y no los norteamericanos -líderes de la libre empresa- como hubiéramos podido suponer. Es más, la NASA se opuso a la transacción. Como quiera que el ticket costó carísimo (20 millones de dólares). Pero no hay ninguna duda que el precio irá descendiendo con el tiempo, a medida que aumente la demanda.

En cincuenta años el hombre no sólo habrá puesto su pie en Marte; habrá construido en el planeta rojo un hábitat permanente, desde donde planificar su conquista. Antes de que termine el siglo XXI se habrán hecho las primeras pruebas para proveerlo de atmósfera.

Gracias, o más bien precedido todo esto, por el primer turista espacial, ese afortunado hombre de apellido Tito.

NASA: RETRASAR LO INEVITABLE

La NASA ha impulsado durante 40 años la exploración del espacio. Sin embargo, hoy es el principal obstáculo para el "turismo espacial". Sin embargo, distintos empresarios del ramo turístico, estimulados por el viaje de Dennis Tito, el millonario estadounidense que viajó a la Estación Alfa a bordo de una nave rusa, pretenden promover una estrategia agresiva de captación de clientes. En Mayo de 2001 se reunieron el Washington para coaligar esfuerzos e iniciativas.

Al frente de este consorcio se encuentra uno de los pioneros de la astronáutica, Buzz Aldrin, quien junto con Neil Armstrong, pisó por primera vez la Luna el 20 de julio de 1969, en el Apolo 11. "La negativa de la NASA a impulsar de modo activo el viaje de pasajeros en el transbordador espacial es uno de los mayores obstáculos para el desarrollo del turismo espacial” afirmó Aldrin.

El viejo astronauta, hoy presidente de la Share Space Foundation de Los Angeles, considera que "usar el turismo espacial puede atenuar costes de puesta en órbita de las cargas en más del 50 por ciento”. Aldrin también advirtió que Rusia, el antiguo competidor de EE.UU. en la carrera espacial, ha apostado por esta línea y su industria aeroespacial, hasta hace pocos meses detenida por falta de presupuesto, puede revitalizarse en cualquier momento.

Casi dos centenares de empresas y agencias volcadas en el turismo espacial se han reunido en un edificio del Congreso de EEUU para discutir como se desarrollará el negocio de los viajes espaciales a gran escala. La Universidad de la Estación Espacial, que pondrá en septiembre en Estrasburgo, Francia, un "master" de 11 meses sobre estudios espaciales, las opciones que ofrece Luna Corp con sus "cámaras de telepresencia" o los parques temáticos sobre el espacio son algunas de las iniciativas que ya existen.

Se considera que la industria del turismo espacial, la misma que ha posibilitado el viaje de Tito, mueve ya muchos millones de dólares, pero el negocio que se vislumbra en el horizonte puede elevar el monto a cientos de miles de millones de dólares.

Desde el 31 de agosto al 3 de septiembre se darán cita en Pasadena, California, las principales opciones que hoy puede ofrecer esta industria, en la "Space Tourism Expo 2001", en la que estarán desde la NASA a los estudios de la Warner Brothers.

Otra de las grandes organizaciones creadas en torno al turismo espacial, la National Space Society, ha pedido a la agencia espacial estadounidense que reconsidere su oposición a los viajes de pago porque puede ser la clave para estimular la economía espacial. La NSS considera que para 2003 deberían estar fijados los criterios para elegir a los "turistas" que viajen al espacio y que en cada vuelo del trasbordador deberían viajar al menos uno o dos visitantes de pago.

Para Buzz Aldrin, el turismo espacial ha emergido como "la clave para generar el alto volumen de tráfico que puede reducir los costes de los lanzamientos".

Afirma, además, que el espacio que poseen los transbordadores está infrautilizado por la NASA. Aldrin calcula que desde que el transbordador comenzó a funcionar más de 100 "asientos" han viajado al espacio vacíos. A un promedio de 20 millones de dólares, que es lo que pagó Tito a la Agencia Rusa del Espacio, la NASA ha perdido 2.000 millones de dólares, sostiene el astronauta, pionero en los viajes a la Luna...

UNA REALIDAD EN LA PROXIMA DECADA

Space Adventure, es la compañía estadounidense que arregló el viaje de Tito a la Estación Alfa. Hasta el momento del lanzamiento, la empresa había conducido a 150 clientes a 80.000 pies de altura, el límtie de la atmósfera terrestre. Desde allí –quienes han tenido la suerte de poder observarlo- se percibe la oscuridad del espacio exterior y el contorno redondeado de la Tierra.

Los ejecutivos de Space Adventure están convencidos que dentro de tres años podrán disponer de un cohete suborbital privado capaz de llevar a los pasajeros en un viaje similar al que hizo hace 40 años el primer astronauta norteamericano, Alan Shepherd. Y todo por menos de 98.000 dólares.

Space Island, la competencia de Space Adventure, tiene un programa todavía más ambicioso. Han desarrollado el proyecto de construir una estación espacial y una flota de seis lanzaderas por 12.000 millones de dólares. El proyecto debería estar listo en el 2007. Compañías mucho menos solventes, pero no por ello menos espectaculares, anuncian vuelos programados a la Luna y el establecimiento de una red de hoteles en el satélite. Sin embargo, todas estas compañías tienen unas dimensiones excepcionalmente reducidas. La más gran de, Space Adventures, apenas cuenta con ocho empleados.

Pero ¿qué puede importar esto? En realidad la aviación hace solo 100 años se encontraba en una situación mucho más retrasada que la astronáutica actual en relación a los progresos que se operaron en las décadas siguientes. No es por casualidad que hace 40 años se llamaba a las primeras naves espaciales “cápsulas”, pues, de hecho, eso eran, pequeños habitáculos con unos pocos instrumentos de comunicación. La astronáutica tardó diez años más en conquistar la Luna. La aviación esperó mucho más tiempo hasta que los primeros vuelos suicidas lograron atravesar el Atlántico.

La humanidad futura verá en Dennis Tito como a un mito. Todos los momentos han tenido personajes de este calibre. En 1969, el doctor Barnard realizó el primer transplante de corazón. Hoy, Barnard es un mito para los miles y miles de personas que cada año reciben órganos de otras personas. Cuando Barnard realizó las primeras operaciones que lo catapultaron a la fama, nadie soñaba que veinte años después los transplantes se iban a convertir en una operación casi banal. Con la colonización turística del espacio exterior va a ocurrir un fenómeno similar. En la actualidad se dan todas las circunstancias favorables para que las lanzaderas espaciales, además de satélites de comunicaciones y observación, lleven pasaje. Turistas.

El día que veamos en una agencia de viajes, un folleto perdido entre tantos otros que nos anuncie un fin de semana de ensueño en una de las lunas de Júpiter por un módico precio financiado a dos años, no lo dudemos: justo en ese momento estaremos en el futuro. Y pensaremos en Dennis Tito como el precursor de esa nueva forma de conocer el Cosmos.

(c) Ernest Milà - Infokrisis - infokrisis@yahoo.es - http://infokrisis.blogia.com - Prohibida la reproducción de este texto sin indicar origen.

La Sagrada Tierra de Europa (III). Islandia:

La Sagrada Tierra de Europa (III). Islandia:
Infokrisis.- Los grandes historiadores romanos Dios Casio y Diodoro Sículo reproducen, con abundante lujo de detalles, la peripecia de un marino masaliota que, en el 330 antes de Cristo, desde las orillas del Mediterráneo, emprendió la ruta hacia el Norte en Busca de Thule. Los historiadores modernos sostienen que Thule constituía un mito sin base real, sobre el que el mundo clásico se forjó la idea de la Edad de Oro, equivalente al "paraíso" judeo-cristiano. Thule, en el lejano Norte, era la tierra de los orígenes.

THULE: TIERRA DEL NORTE, PAIS DE LOS ORIGENES

En el año 330 antes de JC, Massalia -la actual Marsella- era una colonia griega que extendía su influencia en una franja costera de poca profundidad, pero cuyo arco alcanzaba desde el actual Principado de Mónaco hasta la frontera pirenaica. Los masaliotas situados entre Liguria e Hispania, cerraban la salida al mar de los Celtas; su negocio era el comercio, no sólo en el Mediterráneo sino con el centro de Europa.

En esa época los arcontes que gobernaban la ciudad se pregunta­ban si existía una vía marítima hacia el Norte capaz de regularizar la llegada de estaño de Cornualles y ámbar del Báltico. Pero además de soluciones comerciales querían respuestas. Les preocupaba el misterio de sus orígenes. Los masaliotas, descendientes de los dorios, doblegaron a cretenses y minoicos y dieron a Grecia los mejores momentos de su historia. Los dorios, a su vez, habían descendido del Norte y los arcontes, sus últimos descendientes, querían no solo vías comerciales, sino renovar el contacto con su patria originaria y con sus raíces míticas. Phiteas armó su navío para remontar la ruta que habían seguido sus ancestros.

Hoy se ha perdido buena parte de la documentación de la época. El relato completo de Phiteas, el marino, ardió con el resto de la Biblioteca de Alejandría. Su diario de navegación -llamado "En torno al Océano"- se conoce gracias a algunos fragmentos citados por Estrabón, mientras que otros textos y hallazgos arqueológicos han desvelado las técnicas de la navegación masaliota. Se sabe que la quilla de sus barcos estaba construida en roble, la proa reforzada con bronce y los laterales recubiertos de plomo. Se llamaban "pentecóntores" y estaban propulsadas -como los drakars vikingos posteriores- por velas cuadradas o por los cincuenta remeros que formaban su tripulación. Ágiles y veloces, con buena capacidad de carga, la potencia naval de Massalia derivaba de estas naves.

Antes de abandonar los abigarrados muelles de su ciudad Phiteas había consagrado su barco a Apolo, el dios del Sol, el dios del Norte.

EL LARGO PERIPLO EN POS DE THULE

El "pentecóntore" se dirigió primero a las Columnas de Hércules, contorneó la costa de Iberia, luego se puso rumbo Norte hasta la península armoricana y llegó a la isla de Ouessant cuyas costas suelen ser teatro de enfurecidas tempestades y aparatosos naufragios. Finalmente divisó Cornualles, atravesó el Canal de la Mancha y remontó hasta el extremo Norte de Escocia. Cuenta un fragmento de su crónica que al llegar allí preguntó a los pictos si era ese el fin del mundo. Los indígenas le hablaron de una isla situada allende los mares a donde solamente llegaban los marinos de corazón puro: Thule. Algunos vacilaron en seguir adelante, pero Phiteas se mostró inflexible en su voluntad de llegar al lugar de donde descendieron sus antepasados. Cuando dejó atrás las costas de Escocia, acompañado de algunos pilotos pictos, era consciente de que iba a llegar donde nadie había llegado jamás.

Superó las islas Orcadas en la primera jornada de navegación. Cuando suena de nuevo el grito de "tierra", Phiteas ordena pasar de largo. Son las islas Faroe, no es todavía Thule. Con un vigor titánico, los marinos empuñan los remos. Phiteas, cuando no grita exhortándoles a un mayor esfuerzo, otea el horizonte. El quinto día de navegación muchos de los suyos empiezan a experimentar un terror irracional. Al mismo Phiteas le asalta la duda de si los pictos le habrán engañado. Si han dicho la verdad, Thule deberá aparecer de un momento a otro.

A lo largo del sexto día de navegación suena por fin el grito esperado. La amplitud de las costas indica que el navío no se encuentra ante un pequeño archipiélago. Phiteas sabe que es Thule. El avistamiento tuvo lugar en las inmediaciones del solsticio de verano, cuando los días tienen 19 horas. Thule está, pues, situada a seis días de navegación del Norte de Escocia, en torno a 1000 km.

THULE, HIPERBOREA, LA ATLANTIDA...

Thule se encontraría, para los greco-latinos, en el mar que lleva precisamente el nombre de Cronos, dios de la Edad de Oro, Mare Cronium, y que corresponde a la parte más septentrional del Atlánti­co. En esta misma región las tradiciones más tardías situaron las islas que, sobre el plano del simbolismo, se convirtieron en Islas Afortunadas, Islas de los Inmortales o Isla Perdida, que, tal como lo describió un autor del siglo XII, "se oculta a la vista de los hombres, siendo descubierta solo casualmente". Thule se confunde con el país legendario de los hiperbóreos situado en el extremo norte, de donde los linajes aqueos originarios llevaron el Apolo délfico, pero también con la isla Ogigia, "ombligo del mar", que se encuentra lejos, sobre el ancho océano y que Plutarco sitúa, en efecto, en el norte de Gran Bretaña, cerca del lugar ártico donde permanece aún, sumido en el letargo, Cronos. Allí el sol no desaparece más que una hora por día durante todo un mes y las tinieblas, durante esa única hora, no son muy espesas sino que recuerdan a un crepúsculo... exactamente como en el Ártico. La noción confusa de la noche clara del Norte contribuyó, por otra parte, a hacer concebir la tierra de los hiperbóreos como un lugar de luz sin fin, desprovista de tinieblas. Estos recuerdos fueron tan vivos que subsistieron como eco en la romanidad tardía. La tierra primordial fue asimilada a Gran Bretaña y se dice que el glorioso Constancio Cloro se adelantó hasta allí con sus legiones, no tanto en busca de laureles de gloria militar, sino para alcanzar la tierra "más próxima al cielo y más sagrada" y contemplar al padre de los dioses gozando de un "día casi sin noche".

Según Lactancio, el Príncipe poderoso que restablecerá la justicia tras la caída de Roma deberá viajar hacia el Norte. Es igualmente en el Norte donde "renacerá" el héroe tibetano, el místico e invencible Guesar de Ling, para restablecer un reino de justicia y exterminar a los usurpadores. Es en Shamballa, ciudad sagrada del Norte, donde nacerá el Kalki Avatara, aquel que pondrá fin a la "edad sombría". Es el Apolo Hiperbóreo, según Virgilio, quien inaugurará una nueva edad de oro y de los héroes bajo el signo de Roma. Todo un grupo de pueblos, efectivamente, miran hacia el Norte como a su patria originaria. Hiperbórea y Thule son, pues, una misma y única realidad universal: la matriz y la cuna del genio de Europa. Aqueos, dorios, romanos, celtas, germanos, indo-europeos en definitiva, proceden del Norte, de la Ultima Thule que buscó Phiteas. En ocasiones se confunde Thule y la Atlántida.

Cuando el frío fue avanzando por efecto del desplazamiento progresivo del eje del globo terráqueo o quizás por un brusco cataclismo, los habitantes de Thule e Hiperbórea debieron abandonar sus lugares de origen y trasladarse más al sur, a la mítica Atlánti­da. Las sagas islandesas recuerdan perfectamente este episodio. El "Vôluspa", uno de los Eddas, dice "Recuerdo los gigantes, nacidos en los orígenes y el glorioso árbol del mundo, hundido bajo la tierra desde la primera era (Hiperbórea y Thule)". Pero luego siguió una gran convulsión: "El Sol no sabía cual era su lugar; la Luna ignoraba la fuerza que tenía. Las Estrellas desconocían donde tenían su sitio". De esta gran convulsión nació nuestro mundo. Buscar la Tierra de Thule supone para muchos de nosotros viajar a los orígenes. Quizás no sea casual el hecho de que una de las especies marinas más frecuentes en Islandia sea la concha de Santiago: el emblema del peregrino.

EL MITO DE THULE Y EL OCULTISMO NAZI

Desde la prehistoria del nazismo, siempre ha existido un hilo que lo ha unido al ocultismo. Antes de la Primera Guerra Mundial la Sociedad Teosófica, uno de los grupos ocultistas más poderosos fundado por H.P.Blavatsky, había sufrido varias escisiones en Alemania. Mientras una de ellas, formada en torno a Rudolf Steiner, daba vida a la Sociedad Antroposófica, la otra, vinculada a distintas personalidades ocultistas, Jöris Lanz, Hans Horbiger, Guido von List, etc., dieron vida a la corriente "ariosófica", la teosofía germani­zada. Esta corriente desembocó en dos órdenes iniciáticas: la Orden del Nuevo Temple y la Orden de los Germanos, que sufrió una escisión en 1916, constituyéndose la "Germanenorden Walvater der Santo Grial" en torno a Herman Phol. Este grupo estaba organizado, como la masonería, en logias; su logia bávara estaba dirigida por Rudolf von Sebotendorf y tomó el nombre de "Thule". En 1918 la Logia Thule encargó a un cerrajero, Karl Harrer, la constitución de su desdobla­miento político, el Partido Socialista de los Trabajadores que luego, ya con Hitler, se transformó en el Partido Nacional-Socialista Alemán. Al igual que los teósofos, sus hermanos separados alemanes se organizaron en dos grados, "visitadores" o "huéspedes" (en teosofía "probacionistas") y "hermanos" o inicia­dos. Hitler fue sólo -y durante un breve tiempo- un "huésped". Sin embargo, Rudolf Hess (lugarteniente de Hitler), Alfred Rosemberg (ideólogo del nazismo y Ministro de Exteriores) y Karl Frank (gobernador nazi de Checoslova­quia), alcanzaron el rango de "herma­nos". Durante la sublevación comunista de Baviera, la logia organizó un cuerpo de voluntarios armados, el "Overland", que entró en Munich donde los comunistas habían fusilado a siete miembros de la Logia Thule.

Después de estos enfrentamientos armados, la Logia Thule entró en decadencia. Su fundador, Sebotendorf, marchó a Suiza; Hitler prefirió dedicarse al "trabajo de masas", seguido por los más activos de "Thule". En 1925 sabemos, por propia confesión de Sebotendorf, que la logia apenas contaba con 25 miembros en activo. Un año después solo quedaban 5 y en junio de 1930, la logia es oficialmente disuelta. Tres años después, Hitler llegaría al poder. Los caminos del esoterismo nazi, a partir de 1921, pasaban por vías diferentes a las trazadas en la logia "Thule". Sin embargo, miembros de éste grupo y de las organizaciones ariosóficas, supieron escalar posiciones dentro del régimen y especialmente en las SS, donde diseñaron los emblemas y ritos de la "orden negra".

JULIO VERNE Y OTTO RHAN EN ISLANDIA

Toda la isla está cubierta de fumarolas, geisseres (palabra de origen islandés), sulfataras y aguas termales, hasta el punto de que el agua caliente en casas y  piscinas es producida directa­mente por la naturaleza. Las fumarolas arrojan gas carbónico e hidrógeno sulfuroso; éste, al contacto con el oxígeno del aire, precipita cristales de azufre. En islandés "reykur" quiere decir humo y "reykja" vapor; abundan los topónimos con esta raíz; Reykja­vik, la capital, es solo un ejemplo. Basta lanzar jabón a los géiseres calmados para excitar la expulsión de agua ardiente, disminuyendo su tensión superficial.

Otto Rhan, miembro de las S.S. y renovador de los estudios sobre el catarismo, llegó hasta Irlanda en busca de herejías anticatólicas. En su relato "La Corte de Lucifer" cuenta como la explosión de un geisser le produjo la sensación de estar próximo al infierno. Rhan es recordado por los islandeses amantes del esoterismo, y los círculos ocultistas locales continúan buceando en la senda emprendida por él. Para ellos Islandia es la "isla del Grial", un lugar amado por los dioses. Pero el diablo está siempre presente.

Los valles y zonas volcánicas con abundancia de estos fenómenos se llaman en Islandia "marmitas del Diablo". La isla está salpicada por más de 200 volcanes. Hoy todavía, algunos de ellos siguen en activo. El Hekla es, sin duda, el más famoso. Una vieja tradición afirma que el Etna en Sicilia y el Hekla en Islandia están comunica­dos bajo tierra. Julio Verne -rosacruz- se tomó muy en serio esta leyenda que le sirvió como base argumental de su novela más famosa: "Viaje al Centro de la Tierra". Parte de la trama se desarrolla en tierra islandesa.

El protagonista de la novela, el profesor Lidenbrok, antes de penetrar por la boca del Snaefells, un volcán apagado, se entrevistó en la capital islandesa con el profesor Fridriksson a quien ganó para su expedición. Fridriksson existió verdade­ramente, era un profesor islandés amigo del cónsul francés y del comandante Charcot, hijo del famoso hipnotizador, director del hospital psiquíatrico de la Salpetriere en París y maestro de Freud. Verne presentó su novela como un auténtico viaje iniciático que terminó en la isla de Strómboli, próxima a Sicilia. El viaje, un verdadero "descenso iniciático a los infiernos", se inspiró en las leyendas sobre el Hekla, "morada del infierno" en la tradición islandesa y residencia de entidades maléficas. Aun hoy, cuando los islandeses pasan cerca del Hekla, se encomiendan a sus genios protectores.

VICTORIA SOBRE EL INFIERNO

En la Edad Media se tenían los rugidos del Hekla por los lamentos de los condenados a las penas del infierno que sufrían en los abismos; sus erupciones eran anuncio de nuevos y más terribles tormentos para los pecadores. Pero el Hekla ha resultado, a la postre, beneficioso para la economía islandesa. Aparte de pescado la isla exporta la piedra pómez producida por las erupciones.

En 1973, otro volcán, el Helgafell (la raíz "hell-" indica infierno) provocó en las islas Vestruarum una lluvia de 10 metros de cenizas que cubrió por completo la población. Es frecuente oír a los guías turísticos alardear orgullosos de que los volcanes islandeses han expulsado la tercera parte de lava que ha caído sobre la tierra desde el 1500. Las cenizas volcánicas cubren el 10% del país; con razón los islandeses dicen que la formación de su país constituye una victoria sobre el infierno. Si los volcanes son las puertas del infierno, Islandia debería ser, sin duda, la zona más visitada por el diablo.

 

[recuadros fuera de texto]

[RECUADRO I]

UNIVERSALIDAD DE THULE

Las etimologías de Thule no aportan gran cosa. Algunos dicciona­rios hacen derivar el misterioso nombre del término griego "tholos", niebla, o "tele", lejos. En lo que se ha podido reconstruir de la antigua lengua céltica, el vocablo "thual", muy próximo a Thule, significa "Tierra del Norte".

René Guenon sostiene que Tulâ alude a Libra, signo zodiacal que une a la Osa Mayor y a la Osa Menor, asimiladas a los dos platillos de la balanza; en la Estrella Polar que forma parte de ésta constela­ción, residiría el equilibrio del mundo.

Asimismo, existe una Tula al Sur de Moscú y otra en Centroaméri­ca. Todos estos centros habrían nacido del avance de los hielos y del desplazamiento de la población en busca de climas más benignos.

[RECUADRO II]

CRISTIANISMO Y PAGANISMO EN ISLANDIA

Los islandeses son habladores; es fácil comunicarse con ellos en inglés, idioma que aprenden desde la infancia. El islandés pertenece al tronco escandinavo y no ha evolucionado desde finales de la Edad Media. Entienden sin dificultad los Eddas y las Sagas nórdicas en la versión en la que fueron escritas hace casi mil años, contrariamente a suecos, noruegos y daneses, que deben realizar esfuerzos de traducción. No hay grandes museos en la isla, ni monumentos que nos aporten pistas sobre el pasado. Las antiguas construcciones se realizaban en madera y de ellas no queda ni rastro. Tampoco existen monumentos megalíticos; estos fueron construídos por otros linajes que tenían como origen el "extremo-occidente" (la Atlántida), no el "extremo-norte" (Thule-Hiperbórea).

Las grandes catedrales -la luterana y la católica- datan solo del siglo XIX. Cristianizada a principios del siglo X, quinientos años después pasó al protestantismo; la cabeza del obispo católico rodó sin juicio previo.

[RECUADRO III]

ISLANDIA: CRISTIANOS Y ESPIRITISTAS

A mediados del siglo XX una nueva confesión irrumpió en la isla: el espiritismo; hacía casi 100 años que su fundador, Allan Kardec había muerto. Como tantas otras cosas, fue traída por los norte­americanos durante la Segunda Guerra Mundial. Existen en la isla millar y medio de espiritistas, el 1'5% de la población, el porcenta­je más alto de afiliados a esta pseudo-religión que se ha dado jamás en el mundo.

Los espiritistas locales pretenden tener comunicación privilegia­da, a través del más allá, con los primeros vikingos que llegaron a la isla. La falta de rastros arqueológicos y de fuentes objetivas permite que cualquiera busque las piezas que faltan por procedimien­tos heterodoxos. El espiritismo es uno, el recurso al mito y a la leyenda es otro.

[RECUADRO IV]

MASONES Y NEO-NAZIS AL ENCUENTRO CON SU PASADO

La Islandia actual es un país sorprendente. Todos sus habitantes conocen sus raíces y están orgullosos de ser descendientes de los vikingos que colonizaron la isla. En los últimos años ha aparecido un extraño nacionalismo islandés teñido de ribetes esotéricos, más cultural que político. Pequeños círculos -en Islandia todo es pequeño- intelectuales realizan un sincretismo prodigioso entre la religiosidad nórdico-germánica, el lenguaje sagrado de las runas y el esoterismo.

España e Islandia tienen algo en común: constituyen los dos extremos míticos de Europa. El Jardín de las Hespérides y la Ultima Thule son dos importantes jalones de nuestro más misterioso pasado. Es a través de un miembro de la masonería española como entramos en contacto con el "Círculo Halgadom". La Gran Logia Nacional de Islandia, fundada en 1951, que hoy cuenta con unos dos mil "hermanos masones" que siguen el Rito Sueco, muy influido por las doctrinas del místico Emmanuel Swedemborg. Algunos templos masónicos locales tienen las inscripciones en alfabeto rúnico como muestra de fidelidad a sus orígenes. Islandia, con un cuarto de millón de habitantes, tiene el mismo número de masones que España con una población 120 veces superior: en torno a los 2000. Asgeir Asgeirson, antiguo presidente de la República fue Gran Maestre de la organización que cobró renovado vigor durante la Segunda Guerra Mundial, cuando ingleses y norteamericanos establecieron "logias militares".

 

En el otro extremo, los estudios sobre el pasado ancestral interesan igualmente. Antiguos miembros del grupo neo-nazi Nordiska Righs Partiet (NRP), fundado por Goran Asän Oresson en los años 60, se extendieron por todos los países nórdicos y constituyeron una sección en Islandia. Hoy el grupo está disuelto, pero algunos antiguos miembros se dedican a investigaciones esotéricas.

© Ernesto Milá Rodríguez – infokrisis – infokrisis@yahoo.es – 27.05.06

La Sagrada Tierra de Europa (I) El mito de Guillermo Tell y la religión de los druidas

La Sagrada Tierra de Europa (I) El mito de Guillermo Tell y la religión de los druidas
Infokrisis.- Al regreso de Suiza, hemos vertido en Word algunos de los apuntes tomados a lo largo del viaje y los hemos cotejado con notas previas sobre el paganismo celta. El resultado ha sido identificar en la tierra helvética un centro del cultu druídico, del que el mito de Wilhelm Tell es, sin duda, su postrero reflejo. Vale la pena conocerlo para conocer un poco más sobre el pasado de Europa.

Suiza no es solo el lugar más estable de Europa, sino también el país donde el pasado celta se ha conservado con mayor pureza. Desde hace más de setecientos años, aquellos altos valles mantienen vivo el recuerdo de Guillermo Tell, el héroe de la indepen­dencia suiza. Su leyenda encubre una vieja tradición de origen celta. Pero no es esta la única huella de la religión de los druidas en los Alpes. Incluso la actual fiesta nacional suiza, -1º de agosto- coincide con el Lugnasad, la fiesta del Sol de los antiguos druidas.

GUILLERMO TELL Y SU LEYENDA

En el siglo XIII, Uri -uno de los actuales cantones suizos- se encontraba bajo dominación de los Habsburgo. El gobernador Gessler había colocado su sombrero en el centro de la villa, en lo alto de una lanza, para que el pueblo al pasar por delante le rindiera homenaje. Pero un maestro arquero -Thael, Thall, Tal, Tallen, Tell, según las distintas versiones de la leyenda- se negó. Tell fue obligado a disparar una flecha a una manzana colocada sobre la cabeza de su hijo. La atravesó, pero el gobernador le preguntó por qué había cogido dos flechas si solo podía fallar o acertar una vez. Tell le contestó que en caso de haber fallado, la otra flecha iba destinada al gobernador.

Apresado y encadenado, Tell y el gobernador atravesa­ron en barca un lago. Una violenta tempestad amenazó con hundir la frágil embarca­ción. Tell propuso al gobernador: "Si me desatas, salvaré la nave". Así lo hizo y, al mando del timón, Tell consiguió llevar a la embarcación hasta el lugar que hoy se conoce como Tellenplatte. Una vez en tierra, en las proximi­dades de la capilla de Santa Margarita de Thellen, en Küss­nacht, Tell logró atravesar con una flecha el corazón de Gessler y regresar a su tierra natal, el país de Uri. Tal es, en síntesis, la leyenda de la que corren distintas versiones redactadas en los siglos XIV a XVI.

TELL Y EL MUNDO CELTA

En alemán "toll" quiere decir "loco", "exaltado"; no es aquí donde debemos buscar la etimología de la palabra, pues Tell es el paradigma de la astucia, la reflexión y la serenidad. Tell, no es un personaje histórico, sino legendario que resume las virtudes de todo un pueblo. Sin embargo, la leyenda de Tell estuvo lo suficientemente arraigada como para que se diera su nombre a lugares geográficos (Tellen Blatten, Tellenplatte, Thellen, y otros muchos de la Confede­ra­ción Helvéti­ca).

Solo en la mitología celta encontramos nombres que correspondan a los contenidos que la tradición atribuye al maestro arquero. Un departamento del Ulster, donde las tribuas de Irlanda se reunían para celebrar el Lugnasad se llamaba Teltown, nombre derivado del nombre Tailtiu o Tallan, la madre nutricia del dios Lug. Talamh fue, en otro tiempo, el nombre de Irlanda y Tailtiu adoptó, finalmente, el nombre de una divinidad telúrica nacional. Tailtiu/Tallan dieron en la antigua lengua gala, "talamo", la tierra.

Todas estas divinidades fueron adoradas por los celtas en lugares donde actualmente se levantan capillas en memoria de Tell y son especialmente abundantes en Suiza Central. El mito del arquero rebelde es una reedición de la diosa celta de la Tierra. Los antiguos cronistas colocaron a quien debía representar su papel de héroe nacional, el nombre de la diosa celta, del cual sería su hijo, como Lug lo era de Tailtiu/Tallan.

LOS PRIMEROS HABITANTES DE SUIZA

Es difícil establecer cuales fueron los límites dentro de los cuales se extendieron los pueblos celtas. Se sabe que procedían de un pueblo anterior llamado de los "campos de urnas", dado que icineraban a sus muertos y los guardaban en urnas funerarias. Este pueblo apareció en Alemania del Sur y Europa Central 1500 años antes de Cristo. Creron la primera civilización del hierro (de Hallstatt, entre el 500 y el 700 antes de JC) que se extendió desde el Norte de las Galias, hasta el Bajo Rhin y las islas Británicas. A esta siguió la época de la Tène (500 al 50 a. de JC). Es en esta segunda época cuando los celtas entran en la historia, si bien desde mediados del siglo VI a.JC ya habían llamado la atención de los historiadores griegos y romanos. Ciudades muy diversas como Londres, Milán, Génova, Viena y París, deben su nombre a la antigua lengua celta.

El núcleo originario de los pueblos se encuentra en el norte de los Alpes, en una zona llamada por los antiguos Bosque Herciniano que comprende un espacio situado entre el actual länder alemán de Baden-Wüttem­berg y la Baja Austria. A partir de aquí irradia­ron en oleadas sucesivas hasta cubrir todo el territorio de las Galias, las Islas Británicas, los Alpes, Iberia, el Norte de Italia, los Balcanes, llegando hasta Asia Menor. La misma raíz se encuentra en lugares tan distantes como las Galias, Galicia, Galitzia, Gales, etc. Entre el -400 y el 150, más de la mitad de Europa era celta y se podía viajar desde Escocia a Turquía hablando esta lengua de origen indo-europeo.

En la antigüedad recibieron distintos nombres que procedían de deformaciones fonéticas: celtas, galos, gálatas... Jamás constituye­ron un Estado único o un Imperio, nunca tuvieron una administración centralizada. Su concepción social estaba próxima a las polis griegas. Cada pueblo constituía unidades independientes con un "rix" a la cabeza elegido por una asamblea de hombres libres. En tiempos de guerra y ante un enemigo común, podían federarse y elegir a un "rey de las batallas". Vercingetórix sería una de ellos, cuando debieron afrontar la lucha contra Roma.

El pueblo celta más importante en Suiza eran los Helvetios. Julio César los cifró en 263.000 miembros y elogió su valor. Reconoce que su alianza con cimbrios y teutones amenazó durante años al imperio. No fue sino hasta el 102 cuando Roma los venció definitiva­mente. En el 58 César ya había creado campamentos para sus legiones en Helve­tia, después de que mostraran su valor auxiliando a Vercinge­tórix sitiado en Alesia. Los sucesores de César lograron asegurarse la fidelidad de las ciudades alpinas, pero el "pagus", el territorio que las rodeaba seguía sin colonizarse y ninguna presión fue capaz de hacer cambiar a los campesinos el celta por el latín. Cuando en el siglo V los alamanos invaden los valles suizos todavía se hablaba la lengua celta. El cristianismo no pudo hacer mucho más.

SANTA ANA: LA MADRE DE LA MADRE

Al viajar a través de Suiza, llama la atención, la prolife­ración que ha alcanzado el culto a Santa Ana y, por exten­sión, a la Virgen. En la misma tierra donde la tradición afirma que nació Guillermo Tell, en Bürglen, existe una capilla dedicada a Santa Ana. Pero esta Santa no aparece en página alguna del Nuevo Testamento y su culto es una reminiscencia céltico-pagana.

Ana es considerada la "madre de los dioses de Irlanda". Ana, originariamente fue, con este mismo nombre, una diosa celta. Cerca de Münster existen dos colinas llamadas los "dos senos de Ana". Se trata, pues, de una diosa de la fertilidad, pero al mismo tiempo es la esposa de Belenos, dios del Sol. El matrimonio entre el Cielo y la Tierra genera todo lo visible. Pero, en tanto que diosa de la Tierra, lo es también de las profundi­dades, del mundo oscuro y telúrico que los celtas consideraban el reino de los muertos.

Hasta el siglo VIII no apareció Ana, ni su esposo, Joaquín, como padres de la Virgen María. Sin embargo, en la ceremonia de consagra­ción de la Catedral de Apt el 776, ante Carlomagno, un ciego y sordomudo excavó en el piso del templo descubriendo una cripta donde la Santa estaba enterrada durante siglos alumbrada por una lámpara perpetua. Esta lámpara evocaba el carácter luminoso de la diosa celta. La inscrip­ción era inequívoca: "Aquí yace el cuerpo de la bienaventurada Ana, madre de la Virgen María". El ciego y sordomudo fue curado milagrosa­mente indicando el poder regenerador de la Madre Tierra.

A la capilla suiza de Sainte-Anne de Romont acudían las mujeres embarazadas que querían garantizar un feliz nacimiento. Más al Norte, en las viejas leyendas Irlandesas, Ana está presente como diosa de los Tuatha De Dannán, constructores de dólmenes. En Bretaña, las regiones que tienen ermitas y templos dedicados a Santa Ana, son igualmente, las más ricas en megalitos. A poco que observemos la naturaleza de estos lugares comprobaremos que el culto a Santa Ana está más vivo en zonas de difícil acceso (valles situados entre altas montañas en Suiza), islas (Irlanda) o penínsulas (Bretaña), o bien en zonas, como Barcelona, donde la presencia de provenzales de origen celta, fue importante. Pues bien, en estas zonas pudo conservarse el recuerdo de la diosa-madre céltica cuyo carácter luminoso, regenera­dor y fecundo pervive en la tradición católica.

LA RENOVACIÓN DE LA TRADICIÓN CELTA

Los territorios celtas de Suiza fueron cristianizados en una época tardía, hacia finales del siglo IV. Las "Actas de los Mártires" mencionan a San Mauricio, martirizado en Agaune. Pero las invasiones bárbaras destruyeron momentáneamente la estructura de la iglesia suiza. No fue sino hasta el siglo VII cuando aparecieron en la región los monjes irlandeses de San Columbano y San Gall. Columbano, de linaje irlandés, partió en el siglo VI para evangelizar el mundo celta, llegando hasta Italia. San Gall, por su parte, junto con 12 discípu­los, bordeó el lago Constanza y en el 614 construyó el monasterio que todavía hoy puede visitarse en las riberas del Steinach.

El cristia­nismo que predicaban estos dos santos, no era el "primitivo" que predicaron los discípulos de Cristo, sino un catolicismo teñido con influencias celtas. Las diferencias entre ambas confesiones eran múltiples: celebraban en fechas diferentes las fiestas de Pascua, no aceptaban la regla benedictina, ni aplicaban la tonsura romana (la tonsura celta tenía forma de media luna, con la parte frontal del cráneo rasurada), los católicos celtas daban más importan­cia al monacato, que conside­raban de idéntica dignidad a los antiguos druidas; para ellos, el monje debía prevale­cer sobre el sacerdote secular, el monasterio sobre la diócesis, el abad sobre el obispo. San Columbano presentó estas tesis a dos papas -Gregorio I y Bonifacio IV- siendo vivamente criticado por los obispos continen­tales. Columbano, fue obligado a abandonar Luxeil, donde predicaba, y se estableció en el cantón de Lucerna, pasando la última etapa de su vida en Italia.

Así fue como Suiza, nación de origen celta, volvió a renovar su contacto con los orígenes, gracias a los monjes de Columbano y Gall. Gracias a ellos llegó a Suiza el culto a la antigua Diosa Madre, a la Madre de la Madre, la Madre de la Virgen María, Santa Ana.

No muy lejos de San Gall se encuentra la cueva de San Beato. Este santo procedía, igualmente, de Irlanda y vivió en esta gruta hacia el siglo VI. La leyenda cuenta que venció a un peligroso dragón y predicó el cristianismo irlandés entre los paganos. San Beato es otro vencedor de dragones, animal que aparece muy frecuentemente en la mitología celta. No muy lejos de la cueva de San Beato se encuentra la ciudad de Arth. Allí, en el campanario de la iglesia, está representado un dragón que en otro tiempo amenazó a la villa. Pero Arth remite directamente a la tradición artúrica...

SAN GOTARDO Y LA TRADICION ARTURICA

El oso rampante figura en el escudo del Cantón de Berna, donde se instalaron las tribus germánicas en el siglo V. El oso era un símbolo familiar para los celtas y el animal totémico de la casta guerrera, mientras el jabalí lo era de los sacerdotes druidas. En una antigua estatui­lla encontrada en Muri, proximidades de Berna, se representa a la Deae Artioni, con un roble, un oso y una mujer llevando frutos. Esta estatui­lla simboliza la concepción social de los celtas, con sus tres funciones: el roble, simbolizando el poder de los druidas, la función sacerdotal, el "eje del mundo" que comunica la Tierra y el Cielo; el oso, símbolo de la casta guerrera; finalmen­te, la mujer, represen­ta la función productiva, el artesanado y la indus­tria, la diosa-madre que los celtas veneraban con varios nombres -Rosmerta, "la proveedora"- compañera del dios Lug, el Mercurio celta.

En el cantón de Uri se levantó el monasterio benedictino de San Gotard (en alemán Gotthard), en honor del obispo de Hildesheim en el siglo XI. El nombre de Gotard disimula la raíz Got-, dios, y arkt-, oso. San Gotardo no es más que una reminiscencia del antiguo "dios oso" de los celtas. La raíz latina de oso es "ursus"; pues bien, por si había alguna duda, al pie del Gotard existe el valle de Urseren, cuyo escudo muestra un oso y uno de los antiguos nombres de la montaña era "Ursernberg", montaña de los osos.

En el macizo alpino del Gotard están unidos simbólicamente el cielo y la tierra. Una de sus cumbres es el Anaberg, literalmente, "montaña de Ana", la diosa madre de la tierra. Fue cerca de aquí, donde San Gall, el discípulo de Columbano, domesticó a un oso, el animal solar. En homenaje a este hecho, el Emperador Federico II, creó la "Orden del Oso" u "Orden de San Gall" para defender el territorio de las invasiones extranjeras y participar en las cruzadas.

El nombre del oso se reproduce en muchos toponími­cos de Suiza. En el cantón de Schwyz existe la ciudad de Arth (raíz art-, oso). El patrón de Arth es San Jorge, el arcángel combatiente y, por tanto, represen­tante de la función guerrera representada por el oso. La ciudad se encuentra situada entre dos lugares extraños, Ecce-homo y el macizo de Rigi. Ecce-homo debe su nombre a una imagen de Cristo pintada en una piedra y encontrada en el interior de un roble. Arbol sagrado de los celtas y emblema de los druidas, el culto al roble fue proscrito por Carlomagno en el siglo IX. En la antigua lengua celta, Rix era la palabra con la que se conocía al rey, mientras que reina en irlandés, se dice "rigan". Desde que en 1368 se dió al macizo recibió el nombre de "Mons Riginan", los antiguos celtas querían ver en esta impresio­nante montaña la residencia de la Diosa Madre.

HACIA LA CONFEDERACION HELVETICA

El 1 de agosto de 1291, los represen­tantes de los cantones de Uri, Schwyz y Unterwld se reunieron para liberarse de la dominación de los Habsburgo. Este pacto se firmó en el prado de Rütli. ¿Por qué el 1º de Agosto? ¿Por qué en Rütli?

A finales del siglo XIII, la cultura celta estaba viva y activa en Suiza. Se seguía adorando a los robles y a las fuentes del bosque. Incluso en el siglo XVI la estatua de una diosa madre pagana que se descubrio en Seelisberg fue objeto de un culto clandestino y luego transformada en "Maria Sonnenberg".

El 1º de agosto, los pueblos celtas celebraban su fiesta más importante. Desde Irlanda a los Balcanes, las hogueras se encendían el Lugnasad y en las proximidades de Lyon tenia lugar cada año, el "Concilium Galliarum", asamblea de los galos. Era la fiesta pancélti­ca por excelencia, el día de la "gran asamblea". Aun hoy en Suiza numerosas fiestas locales se celebran en torno a los primeros días de agosto. ¿Qué mejor augurio para una confederación célta que fundarla el día en que los ancestros se reunían en la "gran asam­blea"?

Además, en los textos legendarios que refieren este episodio se habla de tres fundadores, Arnold de Melchtal, propietario de una yunta de bueyes, símbolos de riqueza y fecundidad, hombre tranquilo y reposado, ­Wal­ter Fürst, campesino que responde por la fuerza al abuso de los Habsburgo, y Stauffacher, que ante el abuso reflexiona, se deja aconsejar y delibera... una vez más estamos en presencia de la concepción celta de las tres funciones: la sacerdotal (Stauffa­cher), la guerrera (Fürst) y la productiva (Malchtal). En otras versiones de la leyenda, Guillermo Tell reemplaza a Fürst o lo acompaña. En el juramento de Rütli están presentes, tres cantones, pero, lo que era más importante en la época y en la sociedad celta, tres estamentos que se juramentan para combatir a la dinastía extranjera.

Los prados de Rütli se extienden por las riberas del lago de los Cuatro Cantones, rodeados de bosques. El lugar era un "neme­ton", santuario celta donde se rendía culto al dios Lug. Cerca de allí está el santuario de María Sonnen­berg; "Sonnenberg", literal­mente, quiere decir "Montaña del Sol", es decir, monte de Bel, dios celta del Sol. Así mismo, en la otra orilla del lago se encuentra Seelisberg, donde circulaba la leyenda de un cabrero que había perdido su ganado; buscándolo, había encontra­do una cueva subterránea donde tres personajes yacían dormidos. Eran los "tres Tell" (die drei Tellen), genios guardianes de la tierra que protejen los valles alpinos de las invasiones extranjeras. La leyenda tiene el mismo significado que el mito de Avalon, donde los reyes heridos o los héroes muertos, llevan una vida latente y esperan para volver y ayudar a su pueblo. Así mismo, el hecho de que el episodio tenga lugar en el Lago de los Cuatro Cantones es significa­tivo: indica la idea sagrada de centrali­dad como el reino de Rheged en Gran Bretaña. La pradera de Rütli era, pues, el centro de las cuatro tribus helvetias primitivas, allí donde celebraban su gran asamblea anual y el culto común, el 1º de agosto, al dios del Sol y a la diosa de la Tierra.

El juramento que está en el origen de la independen­cia de Suiza tuvo lugar en aquel lugar en Rütli un 1º de Agosto, como reduerdo y fidelidad a los orígenes célticos de sus habitantes.

EL FINAL DEL PAGANISMO SUIZO

El pacto de Rütli tuvo lugar en 1291. Poco antes habían sido liquidados los cátaros en Montsegur y poco después lo serían los templarios. La humanidad medieval vivía sus últimos momentos y la tradición celta no pudo perpetuarse en Suiza. En los años siguientes, el país se vería afectada por los procesos inquisitoria­les contra la brujería. Las últimas ejecuciones tendrán lugar en 1782. Pero mucho más violento que la Inquisición, actuó el protestan­tismo. La destrucción de las religuias, la supresión de las imágenes de los santos, la prohibición de las oraciones por los difuntos y la condena de las leyendas piadosas, la supresión del culto a la Virgen, y la violencia con que calvinistas y luteranos las impusieron, borraron de la faz de Suiza el vigor de la tradición celta en unas pocas décadas. La iglesia suiza, por su parte, aprovechó la coyuntura posterior a la reforma, para eliminar las huellas de paganismo que habían logrado subsistir. Los lugares de culto a los bosques y a las fuentes, se saturaron de ermitas y templos piadosos.

Desde que se amputó la herencia pre-cristiana hoy solo quedan las leyendas y los lugares en donde se desarro­llaron. Lo cual no es poco.

P o s t – s c r i p t u m

GUILLERMO TELL Y LA MANZANA

La tradición celta y la judeo-cristiana tienen en común la presencia de la manzana. Pero lo que en el mito de Adán y Eva es una tentación y causa de perdición, entre los celtas era un signo solar y de realización. Si partimos una manzaña por la mitad, perpendicu­lar­men­te a su eje, nos aparece en el centro, una estrella de cinco puntas, formada por la disposición de las semillas.

La redondez de la manzana y el hecho de que sea rojiza o amarillenta, le confieren un carácter solar. Alcanzar con una flecha el centro de la manzana es signo de realización y perfección interior. La manzana es un símbolo real y como tal aparece en la mitología indo-europea y celta. Para colmo, en el mito de Guillermo Tell, su hijo, con la manzana en la cabeza, está apoyado sobre un roble, árbol sagrado.

© Ernesto Milà Rodríguez – infokrisis – infokrisis@yahoo.es – 02.05.06