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INFOKRISIS, el blog de Ernest Milà

ECONOMIA

2010: El tercer año de la gran crisis. Crisis de la banca.

Infokrisis.- Nos aproximamos a 2010 que pasará a ser el tercer año de la gran crisis. 2008 fue el año del gran destrozo en la construcción, 2009 el año de las medidas inútiles, el año que vendrá, contrariamente a todo lo anunciado por los gobiernos y las autoridades financieras va a ser el año de la gran crisis de la banca. Se ha equivocado todo aquel que pensara que la crisis de la banca ya había pasado y que la recuperación de la estabilidad del sistema bancario reabriría la espita del crédito y, a partir de ahí, todo iba a ser miel sobre hojuelas y la recuperación estaba cantada.

[Como complemento a este artículo incluimos la primera de las 6 partes del documental El dinero es deuda, estando las otras en el siguiente L I N K]


Las consignas propagadas por la ministra Salgado y el presidente ZParo según las cuales hemos pasado lo peor de la crisis aunque durante unos meses todavía vayamos a soportar tasas de paro insoportables, fueron las aprobadas en la conferencia del G-20 celebrada en Pittsburg en septiembre pasado. Se trataba de sembrar optimismo y trasladarlo a los sectores financieros para que realizaran inversión y pusieran de nuevo en marcha la maquinaria económica. El optimismo debería haberse trasmitido a través de las bolsas y, a través de estas, las empresas -las grandes empresas- obtendrían liquidez suficiente para abordar problemas de innovación tecnológica, inversiones e investigación. Así mismo, el optimismo de las bolsas -muy sensibles al estado de ánimo de los gobiernos- debería inyectarse también a los bancos y el dinero líquido hubiera permitido que estos abrieran el mecanismo del crédito. Pues bien, en estos últimos tres meses se han visto decepcionadas. Ni las bolsas levantan cabeza, ni a los bancos les va mejor, ni los inversores han picado en el anzuelo del optimismo.

El FMI: en estado de alerta


El pasado día 23, el director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Khan, señalaba que el 50% de las pérdidas de los bancos podrían seguir ocultas, añadiendo que no habría recuperación ni crecimiento real sin una "limpieza completa" de los balances de los bancos. Los bancos evitan que su situación económica real salga a la superficie; si eso ocurriera, sus acciones, probablemente se hundirían en bolsa, así pues, no es de extrañar que maquillen su contabilidad mediante recursos conocidos por todos (renegociar créditos para evitar ejecutarlos, mantener sin actualizar la tasación de los inmuebles procedentes de hipotecas ejecutadas, presentar créditos fallidos como compras de inmuebles por parte de los bancos, etc.) y que, al menos en teoría deberían ser denunciados y perseguidos por la autoridad monetaria: el Banco de España o, y en su defecto, el Banco Central Europeo. Pero estos organismos han permanecido mudos… hasta el 23 de noviembre.

En una entrevista concedida al diario parisino Le Figaro, Strauss-Khan empezó explicando: "La historia de las crisis bancarias (...) demuestra que no habrá un crecimiento sano sin una limpieza completa del balance de los bancos", para añadir luego "Sigue habiendo pérdidas importantes sin desvelar". Hay algo que preocupa al "patrón" del FMI: el tamaño de las entidades bancaras. Contra más grandes son, sus errores afectan más a la economía mundial. Stauss-Khan se mostró implícitamente partidario de limitar el tamaño de las entidades bancarias cuando propuso pedir una "contribución financiera" a los consorcios bancarios más gigantescos en la medida en que su destino puede afectar a la economía mundial.

Las palabras de Strauss-Khan evidencian que la política de compra de activos tóxicos y bajadas al mínimo (por debajo de la inflación) de los tipos de interés, no han bastado para devolver la salud a la banca. Va a hacer falta que los gobiernos empiecen a pensar en aportar una segunda inyección de ayuda a la banca y todo el problema va a consistir en cómo va a ser tomada esta decisión en países como España en los que el paro (5.000.000 reales y con un 35% de incidencia en la juventud) sigue constituyendo el principal problema, seguido de la caída en picado del consumo a causa del cierre de la espita del crédito y donde está demasiado clara la responsabilidad de la banca en el desencadenamiento de la crisis.

¿Quebrarán los grandes bancos?

Las palabras de Strauss-Khan han arrojado muchas dudas en torno a la salud del sistema bancario mundial. El director del FMI añadió enigmáticamente: "La crisis financiera está casi bajo control, aunque los bancos están muy lejos todavía de haber limpiado sus balances", añadiendo como colofón: "La cuestión es crítica porque aún se puede producir una crisis financiera (…) y la reacción no pude ser la misma: no vamos a ver dos veces la inyección de miles de millones de dólares de dinero público en el sector financiero"… Y, como se trata de no jugarse el prestigio con una afirmación rotunda, la entrevista terminó con una de cal y otra de arena, evidenciando los riesgos de la situación actual: "no creemos en una recaída (...) pero no podemos descartarlo por completo", advierte, antes de precisar que "es necesario mantener los apoyos públicos porque la demanda privada sigue siendo débil y el paro va a seguir aumentando aún durante bastante tiempo".

Unos días antes de esta declaraciones, el Banco de Santander organizó la Segunda Conferencia Internacional de la Banca a la que acudieron representantes de los bancos más importantes del mundo y de varios Bancos Centrales, así como delegados del FMI, la UE, la patronal bancaria y los centros de estudio e investigación sobre economía más importantes (la London School of Economics). Siendo un éxito de asistencia, la reunión constituyó un estrepitoso fracaso en lo que se refiere a las políticas a adoptar y a las medidas a tomar en los próximos años. Rafael Pampillón, profesor del Instituto de Empresa resumió el resultado: "Estando presente lo más granado de la banca y del sistema financiero internacional, no hubo acuerdo en las medidas que deben adoptarse".

Las intervenciones estuvieron en la misma línea que tres días después asumiría Strauss-Khan en Le Figaro. José Viñals, Consejero Director del FMI, sintetizó la situación: "la crisis dista mucho de haberse superado". Dio una cifra astronómica: la banca mundial ha perdido 1,5 billones (trillones anglosajones) y aun quedarían por reconocer otros 1,5 billones de pérdidas adicionales que se irán manifestando en los próximos meses. Estas mistas cifras fueron las reconocidas por el director de la entidad Strauss-Khan.

Lo sorprendente es que hace solamente nueve meses, Nouriel Roubini, el economista judío-iraní nacido en Turquía hace 51 años y hoy profesor de economía en Nueva York, considerado como uno de los "gurús" más prestigiosos de la economía actual, ya había alertado de la situación real de la banca aportando exactamente las mismas cifras que ahora hacía suyas el FMI. Roubini había sido tachado por los expertos gubernamentales de distintos países de "cenizo", pero cierto es que la crisis, de momento ha volatilizado una riqueza equivalente a la producción que realiza España durante tres años…

Las conclusiones a las que llegó Viñals era que los bancos van a tener dificultades para afrontar solos, sin inyecciones de dinero público, las pérdidas que se les vienen encima para 2010 y tendrán dificultades para cumplir con los requisitos mínimos de capital emanadas del G-20. ¿Cómo logrará supera el sistema bancario los 1,5 billones de pérdidas globales previstos por el FMI para 2010? Para Viñals resulta un misterio de dónde saldrán esos 1,5 billones.

El núcleo secreto del negocio bancario

El penúltimo jarro de agua fría arrojado en la Conferencia Internacional de la Banca tuvo como protagonista a Joaquín Almunia en tanto que representante de la UE. Almunia arrojó una de val y media docena de arena: "Hemos evitado el colapso, pero seguimos con una profunda sensación de fragilidad (…) Nadie debe descartar totalmente el riesgo de volver a ver en algún banco o sistema financiera una situación como la que vivimos hace un año". Almunia recordó que en 2010 los requisitos de capital en reserva para la banca aumentarán. Esto requiere una explicación.

Contrariamente a lo que se tiene tendencia a prestar, los bancos prestan un dinero que no es suyo ni está en sus depósitos, sino un dinero que a su vez piden prestado al Banco Central con la exigencia de que mantengan una reserva que, suele estar en torno al 10% del capital deudor. El Banco X quiere realizar un préstamo de 100 y recibe del Banco Central 100 debiendo conservar 10 en las arcas del banco para responder a los problemas de impago y mantener la solvencia. Lo que ocurre es que los bancos a los que les piden préstamos de 100, piden a su vez al Banco Central 110, con lo que la garantía es el propio dinero "creado" por el Banco Central.

Cuando los bancos realizan una mala gestión de sus activos corren el riesgo de que esa cifra pierda valor, puede ocurrir también que hayan falseado la realidad de sus reservas o que una crisis o la inflación, o la volatilidad, hayan hecho que sus reservas disminuyan, incluso que la normativa bancaria de cada país se haya ido relajando, las inspección del Banco Central a los bancos privados hayan ido disminuyendo y haciendo la vista gorda sobre problemas de tesorería compensados con el préstamo interbancario o con la posibilidad de negocios rápidos especulativos. Sea como fuere, cuando estalla la crisis se evidencia que el Banco Central ha impreso papel y que ese papel no se ha traducido en riqueza real.

El proceso de creación de dinero demuestra que el dinero se crea a partir de la deuda, algo que nos sitúa en plena abstracción económica: contra más endeudados están países, ayuntamientos, familias, empresas, eso implica que más dinero se ha impreso… aun cuando ese dinero no tenga como soporte real más que el depósito mínimo al que están obligados los bancos desde que en 1973 Nixon abolió la paridad del dólar con el patrón oro. A partir de ese momento la economía mundial asistió a la creación de dinero artificial a partir de la deuda.

De la economía ficción al mundo real

Es evidente que en períodos de crisis y volatilidad, los gobiernos y los Bancos Centrales precisan aumentar las exigencias de reservas depositadas en los bancos para alcanzar estabilidad y garantizar solvencia… y esto es lo que va a ocurrir en 2010. Para colmo, la deuda pública de los países ya no podrá financiarse con compras de bonos, letras, etc del Estado con dinero prestado… por el Banco Central, lo que implicará que durante un mínimo de 10-15 años seremos los ciudadanos los que deberemos pagar la deuda con nuestros impuestos. La perspectiva, pues, no puede ser más sombría.

Nadie ha explicado hasta ahora por qué los Estados y los Bancos Centrales permitieron la aventura del crédito, cómo era posible que los niveles de dependencia del crédito hubieran crecido hasta un 20% cuando los ingresos de las familias y de los Estados sólo lo hacían un 3%. ¿Cómo es que los banqueros pensaron que eran posibles pagar más y más créditos cuando los ingresos no iban aumentando y la única posibilidad de hacerlo iba en función de extender los tiempos de amortización? ¿Se podría jugar esa partida hasta el infinito?

Toda crisis económica constituye un verdadero terremoto seguido y precedido por réplicas. La versión oficial que hasta ahora han ido difundiendo los gobiernos desde la cumbre de Pittsburg del G-20 celebrada en septiembre pasado consistió en ir tranquilizando a la opinión pública sembrando un  optimismo que debería contagiar a los inversores y animarles a reactivar la maquinaria económica. En apenas tres meses esas ensoñaciones se han disipado: no estamos viviendo "réplicas" de la sacudida principal, sino que estamos inmersos todavía dentro del gran terremoto y esto implica: mayores niveles de endeudamiento de los estados, menor consumo y  mayores cargas fiscales. En 2010 no nos espera el mejor de los mundos.

(c) Ernest Milà - infokrisis - infokrisis@yahoo.es - ttp://infokrisis.blogia.com- Prohibida la reproducción de este texto sin indicar origen.

La inviabilidad del sistema económico mundial

La inviabilidad del sistema económico mundial Redacción.- Durante el año 2004 cerraron en Europa 11.500 fábricas textiles, con un total de 165.000 puestos de trabajo perdidos. En el primer trimestre del 2005, las importaciones chinas han crecido cerca del 500% y los precios han descendido hasta un 60%. Las ventas autóctonas decrecen y los consumidores apenas nos beneficiamos de la diferencia, como bien podemos observar, ya que son los distribuidores quienes se llevan el gato al agua. Un chino dedica al trabajo 60 horas semanales a 45 céntimos de euro la hora, cuando aquí la jornada es de 40 horas pagadas a 15 euros.

Estamos a punto de alcanzar el límite de inviabilidad del sistema económico mundial. La globalización está a punto de desarbolar a sus mentores y, de paso, colapsar a los países occidentales. China en vanguardia y, tras ella, otras naciones de Asía, están irrumpiendo inconteniblemente en los mercados internacionales y en todos los terrenos de la producción. Lo dicho hasta ahora para tranquilizar a Europa se está demostrando una inmensa falsedad.

EEUU está fuera del juego de la producción. Cada vez realiza menos exportaciones y cada vez su mercado interior es más tributario de las importaciones de bienes manufacturados y de capitales. El cómo los EEUU van a soportar una pérdida constante de puestos de trabajo y de capacidad adquisitiva, es cosa suya. Pero hay que reconocer que los problemas que en un tiempo fueron solamente de EEUU, van extendiéndose a los países europeos. Existe un fenómeno preocupante de mimetismo que podía preverse desde los años 70, pero que en estos momentos está alcanzando un punto crítico en todos los terrenos: alimentación, cultura, ocio, tensiones étnicas y, por supuesto, economía.

El fondo del problema

La cuestión es esta: la continua pérdida de puestos de trabajo en el sector primario y secundario, hace que solamente los puestos de trabajo creados en Europa salgan del sector terciario. Esto implica convertir a Europa en una “zona de servicios”. Esta perspectiva es difícil de sostener a medio plazo. No se ve exactamente de dónde van a salir los puestos de trabajo suficientes como para que en Europa se pueda mantener una “sociedad de los tres tercios” como la que teorizaba la izquierda hace quince años.

Según esa teoría, un tercio de la sociedad gozaría de empleo en condiciones aceptables, el segundo tercio viviría, literalmente, a salto de mata, y el tercero, simplemente se mantendría de las subvenciones del Estado. En un país como España, el sector turístico, por ejemplo, ofrecería una bolsa de empleos notable. Ahora sabemos que no va a ser así: también en el terreno del turismo, los países en vías de desarrollo se están convirtiendo en mercados turísticos accesibles y baratos, a diferencia de España, objetivo turístico cada vez más caro. Esto implicará, la pérdida constante de puestos de trabajo y, unido al fenómeno de la inmigración, el abaratamiento de la mano de obra. Porque hay que tener en cuenta que es falso el razonamiento según el cual, la inmigración contribuiría a mantener la competitividad del sector turístico. En efecto, el abaratamiento de costos laborales no sirve para abaratar el precio de la oferta, sino para aumentar el margen de beneficios del inversor.

En otras palabras: el actual proceso de globalización acarrea en Europa, irremediablemente, la pérdida de puestos de trabajo y, en absoluto, la creación de sectores nuevos. Si bien las centrales de las empresas multinacionales siguen situándose en el “primer mundo”, las zonas de producción se han desplazado en dirección sur y sur-este. En Asia se dan una serie de circunstancias prometedoras para el capitalismo: cercanía a las materias primas, demografía explosiva lo que implica una oferta de trabajo interminable, ausencia de estructuras y de tradición reivindicativa con lo que implica de bajos costes laborales. En este sentido, es absolutamente imposible pensar que la producción en los sectores primario y secundario regresará a Europa mientras persistan las actuales circunstancias.

La trampa de la “calidad”

Hasta hace unas semanas se decía: “el calzado y los textiles chinos inundan a Europa… pero Europa puede jugar la carta de la calidad”. Razonamiento voluntarista, pero falso. ¿Y China? ¿No va a jugar jamás la carta de la calidad? ¿acaso las máquinas para fabricar calzado no son las mismas en Elda que en Cantón? ¿y la calidad de los cueros? ¿no se compran en el mismo sitio? Y, por lo demás, ¿sólo los diseñadores europeos son brillantes? ¿1200 millones de chinos no van a dar diseñadores, como mínimo de la misma calidad?

China, en estos momentos, está jugando también la carta de la calidad. No han llegado hasta España, pero en la propia China se están vendiendo prendas de vestir de calidad óptima… fabricadas y diseñadas en China. Los tiempos en los que toda la población, desde el Presidente hasta el último mendigo, vestían el consabido “traje Mao”, ya han pasado a la historia. Tampoco volverán jamás.

No existen distintas calidades en un tubo catódico, en un chip o en un monitor LTF, se fabriquen en China o en Bobadilla. En China, en este momento, se están comercializando terminales telefónicas, ordenadores portátiles, equipos de comunicaciones, de los que todavía no se tiene noticia ni siquiera de su existencia en España.

Ciertamente, en China, la miseria más absoluta coexiste con las tecnologías más avanzadas. Se calcula que en este momento existen 200 millones de mendigos en todo el territorio chino. Es comprensible que el gobierno chino no ceda el poder político en la medida en que, en las actuales circunstancias, solamente con una planificación sistemática y rígida, es posible evitar que la sociedad China termine estallando.

Nadie sobrevivirá al “efecto dominó”

Existe un segundo problema de fondo generado por la globalización: la interrelación entre las economías regionales y la posibilidad de que se produzca un “efecto dominó” en la economía mundial que, a partir de un país que entre en crisis, arrastre al resto. La caída de un sistema –el chino, por ejemplo- acarrearía la caída de todo el sistema económico mundial. El colapso de la economía norteamericana puede acarrear el colapso de la economía mundial. Un enfrentamiento China-Japón puede operar el mismo efecto. O una catástrofe natural.

El sistema económico mundial ha “cristalizado”. Una estructura cristalina es aquella en la que todas las partes están íntimamente unidas entre sí con unos enlaces rígidos e irremplazables. Pero el sistema económico mundial está, en los últimos 15 años, en permanente evolución y a velocidad creciente. Bruscamente, el centro de la economía mundial se ha desplazado al arco del Pacífico. No se trata de una zona particularmente estable: ni social, ni políticamente, ni siquiera desde el punto de vista climático o geológico. Todo lo contrario. Un sistema cristalino no puede ser fluido, precisa estabilidad; si carece de ella, antes o después, se rompe.

Ese desplazamiento y la dinámica misma de los cambios, hacen que la inestabilidad sea la dominante en los próximos años. Y esto en una Europa que, desde 1945, se ha habituado a la estabilidad, la paz y la opulencia. Porque, a fin de cuentas, el problema no es que la economía europea no esté adaptada a los tiempos nuevos, sino que los Estados europeos no van a poder satisfacer las necesidades de sus poblaciones. Y lo que es peor: las poblaciones europeas no están en condiciones de soportar situaciones de carestía, privación, ni siquiera de estrés…

La confianza ciega en el mercado no es la solución

Y, a todo esto, ¿qué piensan los gobiernos europeos? En tanto que gobiernos plutocráticos –esto es, dependientes del “dinero”- no saben-no contestan, no prevén. La teoría dominante es que la globalización lo resolverá todo. El neoliberalismo es todavía un dogma como lo era en el siglo XV el que la tierra era plana.

La única salida posible es la abolición del “acuerdo general de aranceles”, la creación de “zonas económicas geopolíticas autosuficientes”. No existe libremercado cuando en unos países la fuerza de trabajo cuesta X y en otra X/150, cuando en unas zonas hay coberturas sociales y en otras se desconoce el concepto. El actual sistema económico mundial es inviable por que los distintos competidores no parten de una situación de igualdad, sino de desequilibrios. Suele decirse que estos desequilibrios, llevarán a un nuevo equilibrio final, pues el mercado es sabio. No es evidente. El problema es que si esa es la perspectiva que nos auguran, es muy posible que el sistema económico mundial haya estallado antes de llegar a ese nuevo equilibrio. De hecho es lo más probable que ocurra.

© Ernesto Milá – infokrisis –infokrisis@yahoo.es

LAS MENTIRAS DEL LIBERALISMO

LAS MENTIRAS DEL LIBERALISMO Redacción.- Desde hace varias semanas viene circulando por Internet este artículo en el que se refutan las tesis del liberalismo globalizado y globalizador. El “desconocido” autor ha identificado los tópicos más frecuentes utilizados por la ideología globalizadota y los ha refutado de manera inapelable. Reproducimos aquí este artículo e invitamos a todos los lectores a difundirlo.

"El liberalismo, es mas elección y mejores precios para el consumidor"

FALSO: Según el mismo dogma liberal, el liberalismo solo funciona si existe una competencia suficiente por el lado de la oferta. Sin embargo, en los hechos, el capitalismo liberal tiende hacia la concentración y la formación de monopolios que eliminan toda competencia, reduciendo la elección del consumidor y hacen subir los precios (y bajar la calidad ).

En el área de los servicios públicos como por ejemplo la distribución del agua, el correo, o los ferrocarriles, su privatización siempre se ha traducido por un aumento de los costos para el pasajero, una reducción del servicio, y una reducción de las inversiones en el mantenimiento de las infraestructuras.

En cuanto a los sistemas de jubilación privados (fondos de pensiones), consisten en privar a los asalariados de toda seguridad, entregándoles a la incertidumbre de la gestión de dichos fondos a organismos financieros. En caso de quiebra de estos últimos, los asalariados se hallan sin jubilación a pesar de años de cotización. Lo que ya ha sucedido en Estados Unidos en 2002 con la quiebra de Enron.

"El liberalismo, es el juego del libre mercado"

FALSO: Siempre según el dogma liberal, el libre-mercado requiere la transparencia del mismo mercado y de la información.

En realidad, a causa de prácticas opacas y de la inequidad en el acceso a la información, el consumidor no puede escoger con conocimiento de causa.

"El crecimento crea empleos"

FALSO: El crecimiento crea empleos en primer momento, pero sirve sobretodo para financiar las "re-estructuraciones" y las relocalizaciones. A final de cuentas, destruye mas los puestos de trabajo de lo que crea.

"Solo el mercado es apto para determinar el precio justo de las materias primas, divisas o de las empresas"

FALSO: Los mercados son esencialmente guiados por la especulación y la busca del mayor lucro a corto plazo. Las fluctuaciones y variaciones del mercado son a veces irracionales, excesivas, y sometidas a la manipulación. Estas oscilaciones excesivas en el mercado (bolsas) son destructoras, provocan ruina y quiebras en la economía real. Pero al mismo tiempo, estas variaciones son generadoras de ganancias para los especuladores. Nuevamente el principio de los vasos comunicantes…!

"La empresa crea riqueza. Es la fuente de la prosperidad de los países y de sus habitantes"

FALSO: Por lo general, las empresas no crean riqueza, porque el valor creado es inferior al costo real de los recursos utilizados o destruidos, si tomamos en cuenta el costo medioambiental y humano, así como el costo real de las materias primas renovables.

El "lucro" de las grandes empresas es logrado en realidad en detrimento de la naturaleza, pillada por la explotación, la urbanización y la contaminación, o "vampirizado" sobre otros factores económicos:

- sobre los asalariados, a quienes se los habrá despedido para ahorrar costos u "aumentar la productividad", o a quienes se habrá reducido la remuneración o la protección social.

- sobre los consumidores que deben pagar mas por una calidad o cantidad menor.

- sobre los proveedores (en particular sobre los productores de materias primas de minerales o agrícolas)

- sobre otras empresas a los cuales se habrá provocado su quiebra mediante practicas desleales de competencia, o que son compradas para ser posteriormente desmanteladas, vendidas por partes, y cuyos asalariados serán transformados en desempleados.

- sobre las poblaciones del Tercer Mundo que serán expoliadas de sus tierras y de sus recursos, y que han sido reducidas a la esclavitud, obligadas a trabajar en las minas o en "talleres del sudor" de empresas transnacionales, o peor aun, obligadas a servir de conejillos de india para la industria farmacéutica, o de vender sus órganos (por lo general riñones o un ojo) que serán operados a enfermos afortunados. (el precio pago para un riñón llega a 20.000 $us en Turquía, a solo 800 $us en la India)

"La Globalización beneficia a todos "

FALSO: Entre 1992 y 2002, el ingreso por habitante ha decaído en 81 países. En el Tercer Mundo, el número de personas "extremadamente pobres" ha aumentado en mas de 100 millones.

La diferencia entre salarios ha aumentado de forma impresionante. Tomemos el ejemplo de una obrera de una empresa sub-contratista asiática de Disney que fabrica ropa con el logotipo de Mickey para consumidores occidentales. Esta obrera trabaja en un "taller de sudor", 14 horas por día, 7 días sobre 7, sin ninguna protección social, sin derecho a huelga, el todo por un salario horario de 0,28 dólar. Al mismo tiempo, el salario horario de un Gerente de Disney (PDG) es de 2800 dólares, es decir 10.000 veces mas.

Las 225 personas más ricas del mundo acumulan un patrimonio global de 1000 billones de dólares, equivalente al ingreso anual de los 3 mil millones de personas más pobres del planeta, es decir 47% de la población mundial. La fortuna adicionada de las 84 personas más ricas sobrepasa el producto interior bruto de China con sus 1,2 mil millones de habitantes.

En 2002, 20% de la población mundial acapara 80% de las riquezas, posee más de 80% de los coches en circulación y consume 60% de la energía, mientras que mil millones de los habitantes más pobres comparten el 1% del ingreso mundial.

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