365 QUEJÍOS (294) forces ocultes
En 1943, Robert Muzard, director de la productora Nova Films, lanza la película Forces Occultes recuperando las teorías del complot masónico difundidas desde el affaire Dreyfus por el núcleo intelectual que luego daría vida a Action Française. La película se proyectó por vez primera el 10 de marzo de 1943 en París (cuando ya la guerra había tomado un signo adverso para las potencias del Eje) si bien previamente se había presentado a las élites culturales de la Francia ocupada el 9 de enero del mismo año.
El argumento de la película es lineal y responde a los códigos del lenguaje cinematográfico de la época, excesivamente próxima a los orígenes del “Séptimo Arte” como para que hoy pudiera ser apreciada en todo su valor. Se suele decir que se trata de un film antimasónico y ciertamente lo es, pero también es una película antiparlamentaria en la medida en que se identifica de manera especialmente grotesca al hemiciclo como el germen de las peores corruptelas, como el reino de la estupidez y de la confusión, el dominio de la inmoralidad, el arribismo y el tráfico de influencias… Y todo esto se vincula a la masonería. Se ha dicho que la película es también “antisemita”. Hay que dudarlo. La cinta alude a la franc-masonería y solamente a esta orden; en ella no aparecen ni judíos, ni se hacen alusiones antisemitas. De hecho, tanto el director como el guionista conocían muy bien a la masonería (ambos habían sido iniciados en las logias), pero en ningún escrito demostraron animadversión hacia el judaísmo. Esta coletilla de “film antisemita” se incorpora falazmente para justificar el que el director fuera fusilado en la postguerra y el guionista condenado a muerte en contumacia…
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