365 QUEJÍOS (175) el Pronto
365 QUEJÍOS (175) – CRONICAS DESDE MI RETRETE
Sí, voy de “anarca” contrario al pensamiento masificado, pero tengo a gala leer la revista de mayor tirada en España. Reconozco que la única revista que entra en mi casa es el Pronto. Haca ya tiempo que dejé de leer Le Monde Diplomatique o el Viejo Topo, por aburridas y facciosas. Si algo une a los españoles, muy por encima del Boletín Oficial del Estado, es la revista Pronto, realizada en Cataluña y cuyo contenido tiene un valor “universal”. Va por el millón de ejemplares. Créanme que entra en casa porque es una buena revista en la que se habla de todo. Frivolidad, la hay, consejos para los padres, psicología, recetas, noticias de todo tipo, biografías. Se fundó en el tardo-franquismo, allá pro 1972 y se dice de su promotor, Mariano Nadal, que en su caja fuerte están los secretos impublicables de media España (que él, un hombre que aborrece los escándalos y que cree, juiciosamente, que si tiene que haber prensa del colorín, no tiene porqué ser necesariamente escandalosa) que ha comprado pero no difundido. Le dedico al Pronto, esos momentos del día en los que, inevitablemente, nos sentamos y, si tenemos buena digestión, dejamos que la gravedad actúe sobre la taza del retrete. En ese trance, mejor una publicación ligera que el último ensayo de Alain de Benoist o la Historia de las Ideas Políticas de Jean Touchard, créanme. Me quejo de lo que veo en Pronto.
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