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INFOKRISIS, el blog de Ernest Milà

El Misterio de la Catedral de Barcelona. La plantilla del trazado: una estrella pentagonal

Infokrisis.- Se trató este de uno de nuestros más felices descubrimientos a lo largo de nuestras pesquisas sobre la Catedral. Lo realmente sorprendente es que el esquema pentagonal se adapta perfectamente, no sólo a la Catedral Gótica, sino también a la románica, anterior a ella, cuyos restos se encuentran bajo las naves de la misma. Para hacer nuestros cálculos tomamos como referencia la obra de Basegoda Nonell sobre la restauración de la Catedral de Barcelona. También aquí será básico insertar lo antes posible, los gráficos que permiten percibir con más facilidad nuestras afirmaciones.

 

El misterio de la Catedral de Barcelona
Primera Parte
Capítulo X
LA PLANTILLA DEL TRAZADO: UNA ESTRELLA PENTAGONA
L



No hay que olvidar que la Catedral gótica de Barcelona es apenas un desarrollo y una ampliación de la Catedral románica. Es imposible encontrar la clave constructiva sin remontarnos a la Catedral edificada a lo largo del siglo XI. Hoy los historiadores parecen estar completamente de acuerdo en que no existió disrupción entre una y otra y que nunca jamás el culto fue interrumpido; el hecho de que pueda superponerse perfectamente el templo gótico al románico, el  que la cripta de Santa Eulalia no variara de lugar y, finalmente, que el altar mayor de la Catedral gótica nunca fuera consagrado, nos indican que a medida que se iba construyendo el templo gótico, el románico se fue derribando. Incluso es seguro que buena parte de sus piedras y lápidas sepulcrales se aprovecharan en el nuevo recinto. Con todo, no hay que olvidar que la técnica del gótico era diferente de la utilizada en el románico e incluso sus principios constructivos variaban notablemente. Así pues, entre las dos catedrales existirán afinidades y divergencias. Las primeras derivan del trazado de doble estrella pentagonal utilizado como plantilla para el diseño de la Catedral románico, a la que luego se superpuso la gótica. Esta última respetó y amplió el trazado de la románica. Las disrupciones procederán de la leyenda de las "tres tablas del Grial". El primer punto por desarrollar es la orientación de la Catedral, idéntica en ambos estilos.

Como la mayoría de templos románicos y góticos, e incluso como la mayoría de los templos cristianos construidos hasta hace bien poco, la Catedral de Barcelona sigue las "Constituciones Apostólicas" por las que se regía la Iglesia desde la más remota antigüedad. Gracias a estos documentos se sabe que, originariamente, los cristianos oraban con el cuerpo girado a Oriente, hacia el Este, el lugar por donde sale el Sol. El propio Cristo es llamado "Luz de Oriente" y "Sol de Justicia". El sol debe iluminar la puerta del Este -la de San Ivo- y jamás tocar el rosetón de la fachada. Ya veremos cual es la desviación del eje de la Catedral de Barcelona, respecto al Norte y como el Este está perfectamente marcado por una particular gárgola. Si la Catedral Románica y la Gótica tienen la misma orientación, la paleocristiana, en cambio, disponía del ábside igualmente orientado hacia el Este, si bien con una desviación equivalente a las que le siguieron. Por lo demás, tampoco el Sol daba jamás de frente a la facha de la primera catedral barcelonesa.

El templo fue trazado a partir de un solo punto generatriz, no hubo necesidad ni de complicados cálculos matemáticos, ni planos cuidadosamente trazados por equipos de delineantes utilizando los más avanzados recursos técnicos. Y sin embargo, es más que probable, que cuando la mayoría de edificios modernos, así diseñados, hayan desaparecido, nuestra Catedral siga desafiando los tiempos.

El procedimiento de trazado del plano de un edificio sagrado utilizado por los maestros de obras medievales, se conserva todavía como tradición oral, patrimonio de determinadas asociaciones iniciáticas; es a su generosidad y confianza que debemos buena parte de lo que sigue.

Para construir la Catedral de Barcelona se empleó inicialmente una columna o un bastón y una cuerda. El bastón tenía una medida cuidadosamente determinada y la cuerda estaba dividida en trece segmentos, por doce nudos separados regularmente. El bastón se colocaba perpendicular al suelo, en el punto generatriz de la Catedral, allí donde las corrientes telúricas eran más perceptibles; en un momento del año, relacionado con los solsticios, y a una hora solar concreta -el medio día- la sombra proyectada por el bastón marcaba un punto que servía al mismo tiempo para definir la orientación del eje de la Catedral y trazar un círculo cuyo centro era el punto generatriz y la longitud del radio la sombra del bastón. Así se cumplía el principio hermético de "lo que está arriba es como lo que está abajo". Y es que la Catedral se forjará según el dictado del cielo, pues no pretende sino reproducir el arquetipo celeste.

Sabemos cual era el punto generatriz de la Catedral. Está marcado desde hace casi mil años por la cripta de Santa Eulalia y el Altar Mayor de la nave central. Pero ¿qué medida se utilizó? ¿cuál era la altura del bastón o de la columna cuya sombra definió la orientación de las Catedrales gótica y románica, diferente de la paleo-critiana? No basta decir que se trató de un problema de terreno disponible. Cualquier permuta hubiera dado la posibilidad de hacer efectiva la orientación requerida. Ciertamente, la orientación de la Catedral coincide con la de las calles del Obispo y la calle de los Condes, pero esto no debe extrañarnos: estas calles son una proyección en el tiempo presente de los antiguos "decumanus" de la ciudadela romana. Hoy sabemos que la fundación de una ciudad romana se realizaba en función de ritos sagrados no muy diferentes de los utilizados en la edad media en las catedrales. Los arúspices determinaban el lugar y luego los sacerdotes, rememorando el arquetipo de la fundación de Roma por Rómulo, recorrían el perímetro que la ciudad debía tener con una yunta de bueyes que tiraba un arado. Este arado solo era levantado en cuatro ocasiones que marcaban las cuatro puertas de la ciudad. Así se hizo también en Barcelona pocos años antes de Cristo y así volvió hacerlo el obispo Bernard Pelegrí el 1 de mayo de 1298, cuando trazó con su báculo el nuevo perímetro de la catedral, determinando el espacio sagrado que contendría el volumen mediador entre el cielo y los hombres. El templo no podía ser expresión personal de la creatividad de un artista, sino reproducir el arquetipo celeste; este arquetipo es, en el caso de la Catedral, el Templo de Salomón que no era sino el lugar sagrado cuyas dimensiones comunicó el mismo Dios a David, padre del sabio rey constructoren.

La clave de la Catedral gótica está en una capilla cercana, que contiene la medida utilizada. Es la Capilla de las Once Mil Vírgenes, hoy conocida como capilla de Santa Lucía.

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