Reflexiones nacional-demócratas sobre el referendum
Redacción.- El referéndum sobre la Constitución Europea ha abierto una nueva etapa política para nuestro país y, particularmente, para los nacional-demócratas. Estos resultados contribuyen a agravar la crisis de gobernabilidad de nuestro país, al no haber obtenido ZP la masa de votos y de votantes suficientes para legitimarse en las urnas y para recuperar prestigio en Europa. A partir de aquí, podemos prever lo que va a suceder en los próximos meses y cuáles deben ser las tareas de los nacional-demócratas.
Reflexiones nacional-demócratas sobre el referéndum y sus resultados.
1. ¿Quién ha vencido en el referéndum?
Ha vencido la abstención y quien quiera ver a cualquier otro vencedor, se engaña. La gran contradicción de este referéndum estriba en la diferencia abismal entre lo que estaba en juego (nuestro futuro como nación, el futuro de Europa y las leyes de la economía que regirán a la UE en el futuro) y el desinterés del electorado unido a la frivolidad del gobierno en convocar la consulta. El hecho de que en otros países se den porcentajes de votantes similares o ligeramente superiores, no quieta importancia al hecho de que nunca tantos han estado tan desinteresados por algo tan importante y esto implica que algo falla en la construcción europea.
El gobierno ZP no ha vencido:
- Si pretendía obtener en las urnas una legitimación que no tuvo en las elecciones europeas y que estuvo bajo sospecha en las elecciones del 14-M.
- Si pretendía realizar una tarea pedagógica para divulgar entre los españoles el contenido de la Constitución y la importancia de la UE.
- Si pretendía demostrar talante democrático y aproximarse a la ciudadanía evidenciando que le interesa la opinión de la población.
- Si pretendía reforzar su posición en Europa y ser el primer gobierno que impulsaba la rueda de aprobaciones al Tratado Constitucional.
En todos estos casos, los resultados obtenidos por el gobierno han sido pobres y evidencian un fracaso en toda regla.
- El porcentaje de votantes no da legitimación al gobierno.
- El grado de desconocimiento reconocido por los votantes evidencia el fracaso en la tarea pedagógica del gobierno.
- Difícilmente puede aceptarse el talante cuando la consulta se ha realizado con el hecho consumado de haber firmado ya el tratado.
- En cuanto a la pobreza de los resultados, confirma el ninguneo que el gobierno español está recibiendo de todas las cancillerías internacionales.
Tampoco puede afirmarse que el voto negativo haya obtenido una victoria. Ha sido importante, especialmente, en Catalunya, Navarra, el País Vasco y Madrid, donde ha agrupado entre un tercio y una cuarta parte de los electores. Pero, quienes han acudido a votar, en un porcentaje del 76,73%, han votado mayoritariamente sí.
- Se esperaban 33.500.000 de votos,
- Faltaron 19.359.017 votantes.
Es decir, sólo menos de un tercio de los electores apoyaron la propuesta del Tratado de Constitución Europea.
Hay otros dos datos interesantes:
- 122.697 votos nulos (086%) y
- 849.093 votos en blanco (603%),
En cuanto a los votos negativos han sido 2.428.409, un 1724% del total de votos válidos. Así pues, en total, un 2413% de gentes que se han tomado la molestia de ir a votar, han optado por una opción contraria a la propuesta del gobierno. Uno de cada cuatro electores no ha apoyado al gobierno. Pero la abstención ha alcanzado el 5768%, seis de cada diez electores no se ha tomado la molestia de acudir a votar. La propuesta de ZP ha merecido apenas el apoyo de un tercio de electorado. Así que de legitimación a través de las urnas, nada.
Buena parte de los votos en blanco y nulos, prácticamente, otro millón de votos contrarios a la propuesta del gobierno, mantienen una posición razonable: lo más probable es que se trate de europeistas que no comparten el texto del tratado, votantes del PP que no aceptaron apoyar una propuesta gubernamental y votantes que reconocían desconocer, en un acto de sinceridad, lo que iban a votar.
Estos malos resultados que pueden arrastrar otros porcentajes similares en Europa, se producen, precisamente, cuando se inicia la visita de Bush para intentar reconstruir las relaciones diplomáticas con el Viejo Continente. Bush, en esta visita tiene un argumento a su favor: el desinterés del electorado europeo por las cuestiones de la Unión.
También esto hay que agradecerlo a ZP.
2. ¿Quién ha sido el responsable?
El gobierno no ha resultado absolutamente hundido con esta experiencia del referéndum gracias a que el PP ha apoyado el SI. Si el PP hubiera apoyado el no, el voto en blanco o la abstención, el margen del Si hubiera sito todavía menor de lo que ha sido. En cierto sentido el PP ha caído en una trampa: debería de haber pedido el aplazamiento del referéndum mientras la población no tuviera una idea clara de lo que votaba y en caso de la precipitación que se dio ZP en convocarlo, hubiera debido llamar al voto en blanco: eso hubiera debilitado la posición gubernamental y hubiera hecho que, como máximo hubieran votado Si, en torno a un 15-20% del total. Eso habría acelerado la descomposición del gobierno por falta de apoyos y ni siquiera la brigada mediática hubiera sido capaz de transformar el fracaso en rutilante éxito. El PP se equivocó.
Cuando el PSOE, a poco de conocerse los resultados electorales empezó a acusar al PP de que su campaña había carecido de convicción y había pedido el si con la boca pequeña, olvidaba que no era precisamente al PP a quien debía de hacer reproches. A fin de cuentas, tampoco podía esperarse que el PP se hubiera roto el pecho para sacar adelante un referéndum que, en realidad, solamente iba a beneficiar para estabilizar a un gobierno inestable, débil y enfermizo.
A quien el PSOE debía de haber lanzado reproches es a sus propios aliados: ERC e IU, gracias a los cuales logra mantenerse en el poder. Han sido, precisamente, estas dos formaciones políticas las que han impulsado las campañas por el No y, seguramente, los resultados en Andalucía y Catalunya tienen mucho que ver con las campañas de estos partidos. Pues bien, ante estos partidos, el PSOE no se ha atrevido ni a chistar, ni a reprocharles mínimamente su posición, ni a hablarles claro, ¿por qué? Por que el PSOE es rehén de estas dos fuerzas fuerzas que, por otra parte, son políticamente insolventes, cualitativamente nulas, y capaces de los mayores excesos para satisfacer sus alucinaciones ideológicas.
Ahora bien, los resultados dan que pensar. La acumulación del voto negativo en el País Vasco y en los barrios privilegiados, votantes habituales del PP, lleva a dos conclusiones:
- En el País Vasco, particularmente en la provincia de Guipúzcoa, los 40 años de franquismo y los 25 años de democracia, 65 años en total, los partidos nacionalistas se han habituado a presentar una situación de rechazo a cualquier cosa que sea poder. Cualquier propuesta que llega de Madrid, es rechazada por un sector de la población vasca que se ha acostumbrado a jugar, permanentemente a la contra, al margen de quien gobierne. Y esto implica que el PNV, nunca ha tenido la mentalidad de administración, sino más bien ha traspasado al País Vasco la mentalidad resistencialista del rechazo: rechazo a cualquier cosa que no sea la independencia, rechazo a todo lo que está situado a 10 km del límite geográfico administrativo vasco. Y lo que es peor: rechazo a cualquier forma de poder. Incluso, cuando la ertxantxa procede a la detención de cualquier miembro de ETA, una parte de la población, protesta airadamente ante la manifestación de un poder. En el País Vasco, durante los últimos 65 años se ha gestado una situación paradójica: libertaria que rechaza cualquier poder y extremadamente conservadora, anclada en el siglo XIX, sociedad machista cristalizada en el seno de una sociedad ginecocrática. No puede extrañar esa ridícula, cursi y constante, alusión del lendakari a los vascos y las vascas. Esa paradoja no terminará el día en que se produzca la secesión vasca. Está implícita en la educación en las ikastolas, en la moral de ONG que se predica desde la administración, en la exaltación a un idioma estancado pero que se convierte en obligatorio, en el clasismo propio de la sociedad vasca con una burguesía que dirige los asuntos económicos y, al mismo tiempo, los políticos, con un catolicismo que mira a otra parte cuando se producen asesinatos, con algunos empresarios que se dicen independentistas incluso a sabiendas de que la independencia sellará la quiebra económica del País Vasco. Gracias al nacionalismo, el País Vasco es una sociedad enferma, en donde, más que en ningún otro lugar, las madres han sido capaces de generar monstruos que asesinan sin pestañear y luego salir en su defensa. Y esa sociedad seguirá estando enferma, con independencia o con vinculación a España. En estas circunstancias, no es rara la aparición de reacciones anómalas como el resultado del referéndum en el que el voto afirmativo del PNV no haya sido seguido por buena parte de su base, especialmente por la guipuzcoana.
- En los barrios privilegiados de Madrid, el rechazo al Tratado ha alcanzado máximos históricos. ¿Podría extrañar?
En estos barrios se alberga un odio visceral hacia ZP y hacia cualquier cosa que pueda promover La Moncloa. Pero esto no ha ocurrido solamente en Madrid y en los barrios privilegiados. De hecho, los votantes del NO han sido muy superiores a los votos obtenidos por IU y ERC en toda España. Así pues ha existido un voto de protesta emanado de los votantes del PP que se ha manifestado un poco por todas partes, y especialmente, en algunos barrios privilegiados. El PP debería de pensar de esta actitud: no consigue que sus votantes sigan las consignas emanadas por la dirección del partido. Así pues, el voto es más libre, móvil y volátil de lo que los partidos se imaginan, es más independiente de lo que desean y es mucho más cambiante de lo que aceptarían. Y esto implica algo extremadamente interesante: que los grandes vuelcos de votos de unas opciones a otras y hacia nuevas opciones, todavía pueden producirse. El voto no está cristalizado y petrificado en ninguna zona, es móvil, mudable y volátil: quien hoy lo tiene, mañana, por esa misma mutabilidad, puede perderlo. Opciones nuevas, capaces de suscitar entusiasmo, confianza, transmitir honestidad, credibilidad e ideas nuevas, puede aparecer en cualquier momento y hacerse con un espacio político real entre las dos grandes formaciones y entre los micronacionalismos. Estos resultados electorales que no han beneficiado en absoluto al PSOE, tampoco han hecho otro tanto con el PP. Nadie ha ganado.
3. La campaña electoral: una farsa propia de 1984
Este referéndum ha sido una farsa de principio a fin. Nos han llamado a confirmar lo que el gobierno ya había aceptado. Y nos han llamado a las urnas con prisa, para ser los primeros en Europa y reforzar la posición internacional de ZP; nadie nos ha informado de lo que contenía la constitución. No ha existido ninguna pedagogía. No sabemos nada nuevo sobre el Tratado de lo que sabíamos o ignorábamos antes. La campaña oficial para estimular el voto se ha realizado con la misma consigna del PSOE. Nunca se había producido un fraude como éste en el que el gobierno llamara institucionalmente a la participación utilizando la misma consigna que el partido que forma el gobierno.
El gobierno ha planteado este referéndum como un plebiscito y una parte del electorado así lo ha entendido: los gobiernos deben de reforzarse por la brillantez de su gestión, no por su capacidad de engaño sobre las masas. Al intentar reforzarse fraudulentamente, buena parte de los electores, o se han abstenido, o han votado no, desvinculándose del llamamiento del partido al que habían votado en las generales y en las europeas. Es más: si se hubiera sabido el análisis que realizó Pepe Blanco pocos minutos después de cerrarse las urnas, no albergamos la menor duda de que ni un solo voto del PP, hubiera apoyado la opción ZP. Porque, a fin de cuentas, lo que estaba tras el referéndum era la legitimación buscada por ZP en las urnas y el realce de su papel en Europa.
Pero el referéndum no ha servido ni para lo uno ni para lo otro. El referéndum-trampa (vota y así legitimas a ZP), se ha convertido en referéndum-inútil (el resultado no ha servido para nada más que para demostrar lo que ya sabíamos: las contradicciones de ZP, su debilidad, su cobardía, su interés en mantener la alianza con los euroescépticos de ERC-IU, etc.).
Ahora bien, el referéndum no ha servido más que para confirmar lo que ya sabíamos: que España está viviendo una situación política surrealista en la que la única ambición del gobierno ZP consiste en:
- Mantenerse en el poder lo suficiente como para promover reformas legislativas que faciliten su intromisión en el poder judicial y que aumentarán la concentración de poder mediático en el grupo de comunicación del cual el propio PSOE es un perro fiel.
- Recuperar la normalidad de relaciones con los EEUU, tras haber advertido que una cosa es ejercer antiamericanismo con pancarta y otra hacer otro tanto desde el poder.
- Aguantar hasta las elecciones vascas en la esperanza de obtener entonces la legitimidad que hasta ahora no ha tenido, y rezar para que las simetrías electorales favorezcan un pacto PSOE-PNV.
- Aplazar al máximo el problema catalán, manteniendo buenas relaciones, mientras sea posible con ERC, cediendo en todo lo accesorio e intentando que Maragall tenga tiempo suficiente para asentarse en la Generalitat.
De todo este planteamiento sólo el primer punto es viable y fundamental. Cuando Polanco sea propietario de la mayoría de audiencias radiofónicas, tras haberse convertido en propietario de las plataformas digitales en régimen de monopolio, en convertirse en el principal interesado que los libros de escuela de nuestros hijos no sea gratuito, que la nueva ley de comunicaciones le beneficie hasta extremos difícilmente imaginables ante esta situación, Polanco y su chico de los recados, ZP, estará en condiciones de convertir el tema central de 1984 en realidad: cualquier hecho objetivo puede retorcerse hasta ser presentado de una forma completamente opuesta a como es en realidad. O dicho con otras palabras: cualquier fracaso de los muchos que, día a día, el gobierno débil y cobarde, está cosechando, son reelaborados, metabolizados, digeridos y defecados por la SER, por El País y por los informativos de Canal Plus, en forma de brillantes éxitos del gobierno, cuyo presidente, el insigne mediocre de ZP, ha alcanzado, gracias a este referéndum, una proyección internacional, difícilmente igualable.
George Orwell parece el guionista del PSOE en esta desgraciada hora para nuestro país.
4. Experiencias políticas de esta campaña
Cuando, inicialmente, optábamos por el Voto Nulo lo hacíamos para evitar confusiones con las opciones, así mismo negativas, que proponían partidos tan absolutamente ciegos y repelentes como pueden ser ERC o EA. Ahora bien, las necesidades de la dimensión europea de nuestra lucha política, nos indujeron a rectificar este primer impulso y votar NO, propuesta que comparten, sin excepción de ningún tipo, todas las formaciones de nuestra familia política en Europa.
Ahora, cuando ya ha pasado la convocatoria electoral, tenemos la obligación de plantear un problema ineludible: el modelo de Europa al que aspiramos. No basta con decir no a la Europa del mundialismo, es preciso hablar en positivo y plantear las cuestiones de fondo: ¿cómo articular la existencia de un bloque geopolítico continental con los Estados-Nación hoy existentes?, ¿cómo articular todo esto con los problemas regionales y de las nacionalidades?, ¿cómo debe ser la estructura de la Unión Europea y cuáles sus prioridades?
Diciendo NO en este referéndum hemos contestado sólo a algunos de estos problemas. Ahora hace falta una respuesta europea. Y en este terreno resulta particularmente confusa la situación de nuestra familia política en Europa. Pero esta confusión debe terminar y el euro-escepticismo del que se ha hecho gala debe dejar paso a una nueva actitud: el de la propuesta en positivo.
Ahora toca, no sólo contactar, sino debatir. Esto servirá para definir espacios políticos y a partir de estas definiciones estará claro quién estará con quien y en función de qué. Nuestra familia política precisa una articulación a nivel europeo, pero, esta articulación será inviable si previamente no se produce una clarificación.
En este proceso de clarificación hay que conjugar tres elementos:
- El pragmatismo: no podemos proponer una Europa idealista y subjetiva sin posibilidades de existencia real.
- El modelo: se trata de definir un modelo de Europa y de relación entre los Estados Nacionales y la Unión Europea, concreto, diferenciado y eficaz.
- La línea política: definir una línea política a nivel europeo y evitar que aparezcan contradicciones con la línea política en cada nación, es la tarea más importante del momento actual.
No podemos evitar el proceso unitario europeo, pero si podemos hacer que nuestra familia política, sea, dentro del contexto europeo la primera fuerza que dispone de un mismo análisis político, de una misma respuesta política y de un mismo modelo político. Mientras esto no exista, resultará absolutamente imposible lo que se ha intentado hasta ahora: que el éxito de una formación política en un país, revierta en otros.
En los actos realizados en la campaña se han demostrado avances reales (tanto en número de asistentes en relación a campañas anteriores, como en la concentración en el tema de la campaña, evitando las fugas hacia otros temas, todo se ha enfocado en función del Tratado Constitucional), pero también algunas carencias en la forma de plantear los mítines y las conferencias. En el mismo terreno de Internet, que, hasta ahora nos ha reportado beneficios muy notables, era posible ir un poco más allá y aplicar técnicas de dinámica de grupos que, hasta ahora, por las razones que sea, todavía no hemos aplicado.
Lo fundamental, y la enseñanza que hemos recibido en esta campaña es:
- No polemizar con quien no vale la pena polemizar en la medida en que sus argumentos y los nuestros están excesivamente alejados para llegar a acuerdo alguno.
- Mejorar las relaciones con quienes existen suficientes elementos de coincidencia tanto en términos de contenido, como de estrategia, como de imagen.
- Concentrarnos en los temas de las campañas: si estamos hablando de Europa, no vendamos otros contenidos, es de Europa de lo que hay que hablar.
- Impulsar el desarrollo de las nuevas delegaciones del partido y de las nuevas áreas (juventudes que ya han experimentado un notable impulso desde su creación hace tres meses), aprovechando las coyunturas creadas por el gobierno.
5. Las tareas del partido en los próximos meses
En estos momentos el partido está obligado a fijar lo que ha avanzado en esta última campaña. A los cuadros dirigentes del partido nos corresponde multiplicar las reuniones, los desplazamientos, los mítines y las conferencias locales, dinamizando los nuevos grupos creados, facilitando material a los afiliados, mejorando nuestros medios a través de Internet y multiplicando su audiencia, promoviendo la creación de más blogs y webs asociadas al partido, perfeccionando técnicamente los medios ya existentes y, sobre todo, siendo extremadamente realistas sobre nuestras necesidades futuras, nuestras posibilidades de acercamiento a otras fuerzas políticas que hayan manifestado posiciones coherentes y con las que existan razonables posibilidades de llegar a acuerdos concretos.
La situación política en España puede resumirse así:
- El PSOE, amparado en su matriz, el grupo PRISA, va a resistir el desprestigio que su mala gestión presente y futura le va a acarrear. Cualquier fracaso de ZP, será transformado por la brigada mediática de PRISA en un éxito fastuoso de su pupilo y títere.
- Durante el tiempo en el que el PSOE se mantenga en el poder va a aumentar la crisis nacional, el proceso de centrifugación, el parón económico y una situación de presión e inestabilidad de las clases trabajadoras y de los grupos más modestos de la sociedad.
- En esas condiciones el PP, difícilmente recuperará el poder, mucho más en tanto siga enrocado en la defensa de las posiciones aznaristas en política exterior que ya llevaron al deterioro de la imagen del PP ante el electorado. En 2007, PRISA, todavía recordará la Cumbre de la Azores y que ZP retiró las tropas de Irak. Esto que, entonces serán banalidades, serán las defensas de PRISA contra el PP.
- Por lo demás, el PP no va a estar en condiciones de recuperar el voto de los principales damnificados por la política del PSOE: las clases populares. El proceso de conversión de IU en un grupo marginal, formado por corrientes marginales (inmigrantes, gays, feministas, pacifistas, antimilitaristas, etc. ¿y las clases trabajadoras?) le inhabilita, así mismo, para este cometido e incluso es de prever que irá perdiendo apoyo electoral mientras persista en ese progresismo mentecato en el que está instalado.
- Así pues, la derrota del PSOE, solamente se producirá en la medida en que nazcan fuerzas políticas de nuevo cuño capaces de orientar la protesta popular contra quien está generando el despiece y la centrifugación de la sociedad española y unir este sector popular a la defensa de los intereses de la burguesía tradicional, arrinconada, laminada y constantemente ofendida por los tópicos de la política de izquierdas.
A fin de cuentas, de lo que se trata es de:
- Evidenciar el carácter de partido-títere del PSOE, agregado de ambiciones, inutilidades y mediocridades, aupadas por el principal grupo mediático.
- Generar una alternativa que vele por los intereses de las clases trabajadoras, sea capaz de articular una defensa global de sus derechos ante la especulación, la deslocalización empresarial, la inmigración masiva, la pérdida del Estado del Bienestar y el liberalismo salvaje.
- Esta alternativa cristalizará, especialmente, en barrios populares y en donde la crisis se vive de manera más directa y descarnada: ante los problemas, la inestabilidad y la pérdida de poder adquisitivo, ni las mentiras más arteras del PSOE y de su matriz mediática, podrán ocultarlas.
- Esta alternativa se completará con elementos decepcionados por el giro centrista que dará el PP, antes o después, para recuperar los espacios de centro perdidos.
- Desde el punto de vista parlamentario, esta alternativa no tendrá otra ambición que la de sustituir a los partidos nacionalistas e independentistas en la gobernabilidad del Estado: pequeñas causas, pueden producir grandes efectos, como primer paso para formar una gran alternativa a los partidos mayoritarios.
21 de febrero de 2005
© Ernesto Milà infokrisis infokrisis@yahoo.es
Reflexiones nacional-demócratas sobre el referéndum y sus resultados.
1. ¿Quién ha vencido en el referéndum?
Ha vencido la abstención y quien quiera ver a cualquier otro vencedor, se engaña. La gran contradicción de este referéndum estriba en la diferencia abismal entre lo que estaba en juego (nuestro futuro como nación, el futuro de Europa y las leyes de la economía que regirán a la UE en el futuro) y el desinterés del electorado unido a la frivolidad del gobierno en convocar la consulta. El hecho de que en otros países se den porcentajes de votantes similares o ligeramente superiores, no quieta importancia al hecho de que nunca tantos han estado tan desinteresados por algo tan importante y esto implica que algo falla en la construcción europea.
El gobierno ZP no ha vencido:
- Si pretendía obtener en las urnas una legitimación que no tuvo en las elecciones europeas y que estuvo bajo sospecha en las elecciones del 14-M.
- Si pretendía realizar una tarea pedagógica para divulgar entre los españoles el contenido de la Constitución y la importancia de la UE.
- Si pretendía demostrar talante democrático y aproximarse a la ciudadanía evidenciando que le interesa la opinión de la población.
- Si pretendía reforzar su posición en Europa y ser el primer gobierno que impulsaba la rueda de aprobaciones al Tratado Constitucional.
En todos estos casos, los resultados obtenidos por el gobierno han sido pobres y evidencian un fracaso en toda regla.
- El porcentaje de votantes no da legitimación al gobierno.
- El grado de desconocimiento reconocido por los votantes evidencia el fracaso en la tarea pedagógica del gobierno.
- Difícilmente puede aceptarse el talante cuando la consulta se ha realizado con el hecho consumado de haber firmado ya el tratado.
- En cuanto a la pobreza de los resultados, confirma el ninguneo que el gobierno español está recibiendo de todas las cancillerías internacionales.
Tampoco puede afirmarse que el voto negativo haya obtenido una victoria. Ha sido importante, especialmente, en Catalunya, Navarra, el País Vasco y Madrid, donde ha agrupado entre un tercio y una cuarta parte de los electores. Pero, quienes han acudido a votar, en un porcentaje del 76,73%, han votado mayoritariamente sí.
- Se esperaban 33.500.000 de votos,
- Faltaron 19.359.017 votantes.
Es decir, sólo menos de un tercio de los electores apoyaron la propuesta del Tratado de Constitución Europea.
Hay otros dos datos interesantes:
- 122.697 votos nulos (086%) y
- 849.093 votos en blanco (603%),
En cuanto a los votos negativos han sido 2.428.409, un 1724% del total de votos válidos. Así pues, en total, un 2413% de gentes que se han tomado la molestia de ir a votar, han optado por una opción contraria a la propuesta del gobierno. Uno de cada cuatro electores no ha apoyado al gobierno. Pero la abstención ha alcanzado el 5768%, seis de cada diez electores no se ha tomado la molestia de acudir a votar. La propuesta de ZP ha merecido apenas el apoyo de un tercio de electorado. Así que de legitimación a través de las urnas, nada.
Buena parte de los votos en blanco y nulos, prácticamente, otro millón de votos contrarios a la propuesta del gobierno, mantienen una posición razonable: lo más probable es que se trate de europeistas que no comparten el texto del tratado, votantes del PP que no aceptaron apoyar una propuesta gubernamental y votantes que reconocían desconocer, en un acto de sinceridad, lo que iban a votar.
Estos malos resultados que pueden arrastrar otros porcentajes similares en Europa, se producen, precisamente, cuando se inicia la visita de Bush para intentar reconstruir las relaciones diplomáticas con el Viejo Continente. Bush, en esta visita tiene un argumento a su favor: el desinterés del electorado europeo por las cuestiones de la Unión.
También esto hay que agradecerlo a ZP.
2. ¿Quién ha sido el responsable?
El gobierno no ha resultado absolutamente hundido con esta experiencia del referéndum gracias a que el PP ha apoyado el SI. Si el PP hubiera apoyado el no, el voto en blanco o la abstención, el margen del Si hubiera sito todavía menor de lo que ha sido. En cierto sentido el PP ha caído en una trampa: debería de haber pedido el aplazamiento del referéndum mientras la población no tuviera una idea clara de lo que votaba y en caso de la precipitación que se dio ZP en convocarlo, hubiera debido llamar al voto en blanco: eso hubiera debilitado la posición gubernamental y hubiera hecho que, como máximo hubieran votado Si, en torno a un 15-20% del total. Eso habría acelerado la descomposición del gobierno por falta de apoyos y ni siquiera la brigada mediática hubiera sido capaz de transformar el fracaso en rutilante éxito. El PP se equivocó.
Cuando el PSOE, a poco de conocerse los resultados electorales empezó a acusar al PP de que su campaña había carecido de convicción y había pedido el si con la boca pequeña, olvidaba que no era precisamente al PP a quien debía de hacer reproches. A fin de cuentas, tampoco podía esperarse que el PP se hubiera roto el pecho para sacar adelante un referéndum que, en realidad, solamente iba a beneficiar para estabilizar a un gobierno inestable, débil y enfermizo.
A quien el PSOE debía de haber lanzado reproches es a sus propios aliados: ERC e IU, gracias a los cuales logra mantenerse en el poder. Han sido, precisamente, estas dos formaciones políticas las que han impulsado las campañas por el No y, seguramente, los resultados en Andalucía y Catalunya tienen mucho que ver con las campañas de estos partidos. Pues bien, ante estos partidos, el PSOE no se ha atrevido ni a chistar, ni a reprocharles mínimamente su posición, ni a hablarles claro, ¿por qué? Por que el PSOE es rehén de estas dos fuerzas fuerzas que, por otra parte, son políticamente insolventes, cualitativamente nulas, y capaces de los mayores excesos para satisfacer sus alucinaciones ideológicas.
Ahora bien, los resultados dan que pensar. La acumulación del voto negativo en el País Vasco y en los barrios privilegiados, votantes habituales del PP, lleva a dos conclusiones:
- En el País Vasco, particularmente en la provincia de Guipúzcoa, los 40 años de franquismo y los 25 años de democracia, 65 años en total, los partidos nacionalistas se han habituado a presentar una situación de rechazo a cualquier cosa que sea poder. Cualquier propuesta que llega de Madrid, es rechazada por un sector de la población vasca que se ha acostumbrado a jugar, permanentemente a la contra, al margen de quien gobierne. Y esto implica que el PNV, nunca ha tenido la mentalidad de administración, sino más bien ha traspasado al País Vasco la mentalidad resistencialista del rechazo: rechazo a cualquier cosa que no sea la independencia, rechazo a todo lo que está situado a 10 km del límite geográfico administrativo vasco. Y lo que es peor: rechazo a cualquier forma de poder. Incluso, cuando la ertxantxa procede a la detención de cualquier miembro de ETA, una parte de la población, protesta airadamente ante la manifestación de un poder. En el País Vasco, durante los últimos 65 años se ha gestado una situación paradójica: libertaria que rechaza cualquier poder y extremadamente conservadora, anclada en el siglo XIX, sociedad machista cristalizada en el seno de una sociedad ginecocrática. No puede extrañar esa ridícula, cursi y constante, alusión del lendakari a los vascos y las vascas. Esa paradoja no terminará el día en que se produzca la secesión vasca. Está implícita en la educación en las ikastolas, en la moral de ONG que se predica desde la administración, en la exaltación a un idioma estancado pero que se convierte en obligatorio, en el clasismo propio de la sociedad vasca con una burguesía que dirige los asuntos económicos y, al mismo tiempo, los políticos, con un catolicismo que mira a otra parte cuando se producen asesinatos, con algunos empresarios que se dicen independentistas incluso a sabiendas de que la independencia sellará la quiebra económica del País Vasco. Gracias al nacionalismo, el País Vasco es una sociedad enferma, en donde, más que en ningún otro lugar, las madres han sido capaces de generar monstruos que asesinan sin pestañear y luego salir en su defensa. Y esa sociedad seguirá estando enferma, con independencia o con vinculación a España. En estas circunstancias, no es rara la aparición de reacciones anómalas como el resultado del referéndum en el que el voto afirmativo del PNV no haya sido seguido por buena parte de su base, especialmente por la guipuzcoana.
- En los barrios privilegiados de Madrid, el rechazo al Tratado ha alcanzado máximos históricos. ¿Podría extrañar?
En estos barrios se alberga un odio visceral hacia ZP y hacia cualquier cosa que pueda promover La Moncloa. Pero esto no ha ocurrido solamente en Madrid y en los barrios privilegiados. De hecho, los votantes del NO han sido muy superiores a los votos obtenidos por IU y ERC en toda España. Así pues ha existido un voto de protesta emanado de los votantes del PP que se ha manifestado un poco por todas partes, y especialmente, en algunos barrios privilegiados. El PP debería de pensar de esta actitud: no consigue que sus votantes sigan las consignas emanadas por la dirección del partido. Así pues, el voto es más libre, móvil y volátil de lo que los partidos se imaginan, es más independiente de lo que desean y es mucho más cambiante de lo que aceptarían. Y esto implica algo extremadamente interesante: que los grandes vuelcos de votos de unas opciones a otras y hacia nuevas opciones, todavía pueden producirse. El voto no está cristalizado y petrificado en ninguna zona, es móvil, mudable y volátil: quien hoy lo tiene, mañana, por esa misma mutabilidad, puede perderlo. Opciones nuevas, capaces de suscitar entusiasmo, confianza, transmitir honestidad, credibilidad e ideas nuevas, puede aparecer en cualquier momento y hacerse con un espacio político real entre las dos grandes formaciones y entre los micronacionalismos. Estos resultados electorales que no han beneficiado en absoluto al PSOE, tampoco han hecho otro tanto con el PP. Nadie ha ganado.
3. La campaña electoral: una farsa propia de 1984
Este referéndum ha sido una farsa de principio a fin. Nos han llamado a confirmar lo que el gobierno ya había aceptado. Y nos han llamado a las urnas con prisa, para ser los primeros en Europa y reforzar la posición internacional de ZP; nadie nos ha informado de lo que contenía la constitución. No ha existido ninguna pedagogía. No sabemos nada nuevo sobre el Tratado de lo que sabíamos o ignorábamos antes. La campaña oficial para estimular el voto se ha realizado con la misma consigna del PSOE. Nunca se había producido un fraude como éste en el que el gobierno llamara institucionalmente a la participación utilizando la misma consigna que el partido que forma el gobierno.
El gobierno ha planteado este referéndum como un plebiscito y una parte del electorado así lo ha entendido: los gobiernos deben de reforzarse por la brillantez de su gestión, no por su capacidad de engaño sobre las masas. Al intentar reforzarse fraudulentamente, buena parte de los electores, o se han abstenido, o han votado no, desvinculándose del llamamiento del partido al que habían votado en las generales y en las europeas. Es más: si se hubiera sabido el análisis que realizó Pepe Blanco pocos minutos después de cerrarse las urnas, no albergamos la menor duda de que ni un solo voto del PP, hubiera apoyado la opción ZP. Porque, a fin de cuentas, lo que estaba tras el referéndum era la legitimación buscada por ZP en las urnas y el realce de su papel en Europa.
Pero el referéndum no ha servido ni para lo uno ni para lo otro. El referéndum-trampa (vota y así legitimas a ZP), se ha convertido en referéndum-inútil (el resultado no ha servido para nada más que para demostrar lo que ya sabíamos: las contradicciones de ZP, su debilidad, su cobardía, su interés en mantener la alianza con los euroescépticos de ERC-IU, etc.).
Ahora bien, el referéndum no ha servido más que para confirmar lo que ya sabíamos: que España está viviendo una situación política surrealista en la que la única ambición del gobierno ZP consiste en:
- Mantenerse en el poder lo suficiente como para promover reformas legislativas que faciliten su intromisión en el poder judicial y que aumentarán la concentración de poder mediático en el grupo de comunicación del cual el propio PSOE es un perro fiel.
- Recuperar la normalidad de relaciones con los EEUU, tras haber advertido que una cosa es ejercer antiamericanismo con pancarta y otra hacer otro tanto desde el poder.
- Aguantar hasta las elecciones vascas en la esperanza de obtener entonces la legitimidad que hasta ahora no ha tenido, y rezar para que las simetrías electorales favorezcan un pacto PSOE-PNV.
- Aplazar al máximo el problema catalán, manteniendo buenas relaciones, mientras sea posible con ERC, cediendo en todo lo accesorio e intentando que Maragall tenga tiempo suficiente para asentarse en la Generalitat.
De todo este planteamiento sólo el primer punto es viable y fundamental. Cuando Polanco sea propietario de la mayoría de audiencias radiofónicas, tras haberse convertido en propietario de las plataformas digitales en régimen de monopolio, en convertirse en el principal interesado que los libros de escuela de nuestros hijos no sea gratuito, que la nueva ley de comunicaciones le beneficie hasta extremos difícilmente imaginables ante esta situación, Polanco y su chico de los recados, ZP, estará en condiciones de convertir el tema central de 1984 en realidad: cualquier hecho objetivo puede retorcerse hasta ser presentado de una forma completamente opuesta a como es en realidad. O dicho con otras palabras: cualquier fracaso de los muchos que, día a día, el gobierno débil y cobarde, está cosechando, son reelaborados, metabolizados, digeridos y defecados por la SER, por El País y por los informativos de Canal Plus, en forma de brillantes éxitos del gobierno, cuyo presidente, el insigne mediocre de ZP, ha alcanzado, gracias a este referéndum, una proyección internacional, difícilmente igualable.
George Orwell parece el guionista del PSOE en esta desgraciada hora para nuestro país.
4. Experiencias políticas de esta campaña
Cuando, inicialmente, optábamos por el Voto Nulo lo hacíamos para evitar confusiones con las opciones, así mismo negativas, que proponían partidos tan absolutamente ciegos y repelentes como pueden ser ERC o EA. Ahora bien, las necesidades de la dimensión europea de nuestra lucha política, nos indujeron a rectificar este primer impulso y votar NO, propuesta que comparten, sin excepción de ningún tipo, todas las formaciones de nuestra familia política en Europa.
Ahora, cuando ya ha pasado la convocatoria electoral, tenemos la obligación de plantear un problema ineludible: el modelo de Europa al que aspiramos. No basta con decir no a la Europa del mundialismo, es preciso hablar en positivo y plantear las cuestiones de fondo: ¿cómo articular la existencia de un bloque geopolítico continental con los Estados-Nación hoy existentes?, ¿cómo articular todo esto con los problemas regionales y de las nacionalidades?, ¿cómo debe ser la estructura de la Unión Europea y cuáles sus prioridades?
Diciendo NO en este referéndum hemos contestado sólo a algunos de estos problemas. Ahora hace falta una respuesta europea. Y en este terreno resulta particularmente confusa la situación de nuestra familia política en Europa. Pero esta confusión debe terminar y el euro-escepticismo del que se ha hecho gala debe dejar paso a una nueva actitud: el de la propuesta en positivo.
Ahora toca, no sólo contactar, sino debatir. Esto servirá para definir espacios políticos y a partir de estas definiciones estará claro quién estará con quien y en función de qué. Nuestra familia política precisa una articulación a nivel europeo, pero, esta articulación será inviable si previamente no se produce una clarificación.
En este proceso de clarificación hay que conjugar tres elementos:
- El pragmatismo: no podemos proponer una Europa idealista y subjetiva sin posibilidades de existencia real.
- El modelo: se trata de definir un modelo de Europa y de relación entre los Estados Nacionales y la Unión Europea, concreto, diferenciado y eficaz.
- La línea política: definir una línea política a nivel europeo y evitar que aparezcan contradicciones con la línea política en cada nación, es la tarea más importante del momento actual.
No podemos evitar el proceso unitario europeo, pero si podemos hacer que nuestra familia política, sea, dentro del contexto europeo la primera fuerza que dispone de un mismo análisis político, de una misma respuesta política y de un mismo modelo político. Mientras esto no exista, resultará absolutamente imposible lo que se ha intentado hasta ahora: que el éxito de una formación política en un país, revierta en otros.
En los actos realizados en la campaña se han demostrado avances reales (tanto en número de asistentes en relación a campañas anteriores, como en la concentración en el tema de la campaña, evitando las fugas hacia otros temas, todo se ha enfocado en función del Tratado Constitucional), pero también algunas carencias en la forma de plantear los mítines y las conferencias. En el mismo terreno de Internet, que, hasta ahora nos ha reportado beneficios muy notables, era posible ir un poco más allá y aplicar técnicas de dinámica de grupos que, hasta ahora, por las razones que sea, todavía no hemos aplicado.
Lo fundamental, y la enseñanza que hemos recibido en esta campaña es:
- No polemizar con quien no vale la pena polemizar en la medida en que sus argumentos y los nuestros están excesivamente alejados para llegar a acuerdo alguno.
- Mejorar las relaciones con quienes existen suficientes elementos de coincidencia tanto en términos de contenido, como de estrategia, como de imagen.
- Concentrarnos en los temas de las campañas: si estamos hablando de Europa, no vendamos otros contenidos, es de Europa de lo que hay que hablar.
- Impulsar el desarrollo de las nuevas delegaciones del partido y de las nuevas áreas (juventudes que ya han experimentado un notable impulso desde su creación hace tres meses), aprovechando las coyunturas creadas por el gobierno.
5. Las tareas del partido en los próximos meses
En estos momentos el partido está obligado a fijar lo que ha avanzado en esta última campaña. A los cuadros dirigentes del partido nos corresponde multiplicar las reuniones, los desplazamientos, los mítines y las conferencias locales, dinamizando los nuevos grupos creados, facilitando material a los afiliados, mejorando nuestros medios a través de Internet y multiplicando su audiencia, promoviendo la creación de más blogs y webs asociadas al partido, perfeccionando técnicamente los medios ya existentes y, sobre todo, siendo extremadamente realistas sobre nuestras necesidades futuras, nuestras posibilidades de acercamiento a otras fuerzas políticas que hayan manifestado posiciones coherentes y con las que existan razonables posibilidades de llegar a acuerdos concretos.
La situación política en España puede resumirse así:
- El PSOE, amparado en su matriz, el grupo PRISA, va a resistir el desprestigio que su mala gestión presente y futura le va a acarrear. Cualquier fracaso de ZP, será transformado por la brigada mediática de PRISA en un éxito fastuoso de su pupilo y títere.
- Durante el tiempo en el que el PSOE se mantenga en el poder va a aumentar la crisis nacional, el proceso de centrifugación, el parón económico y una situación de presión e inestabilidad de las clases trabajadoras y de los grupos más modestos de la sociedad.
- En esas condiciones el PP, difícilmente recuperará el poder, mucho más en tanto siga enrocado en la defensa de las posiciones aznaristas en política exterior que ya llevaron al deterioro de la imagen del PP ante el electorado. En 2007, PRISA, todavía recordará la Cumbre de la Azores y que ZP retiró las tropas de Irak. Esto que, entonces serán banalidades, serán las defensas de PRISA contra el PP.
- Por lo demás, el PP no va a estar en condiciones de recuperar el voto de los principales damnificados por la política del PSOE: las clases populares. El proceso de conversión de IU en un grupo marginal, formado por corrientes marginales (inmigrantes, gays, feministas, pacifistas, antimilitaristas, etc. ¿y las clases trabajadoras?) le inhabilita, así mismo, para este cometido e incluso es de prever que irá perdiendo apoyo electoral mientras persista en ese progresismo mentecato en el que está instalado.
- Así pues, la derrota del PSOE, solamente se producirá en la medida en que nazcan fuerzas políticas de nuevo cuño capaces de orientar la protesta popular contra quien está generando el despiece y la centrifugación de la sociedad española y unir este sector popular a la defensa de los intereses de la burguesía tradicional, arrinconada, laminada y constantemente ofendida por los tópicos de la política de izquierdas.
A fin de cuentas, de lo que se trata es de:
- Evidenciar el carácter de partido-títere del PSOE, agregado de ambiciones, inutilidades y mediocridades, aupadas por el principal grupo mediático.
- Generar una alternativa que vele por los intereses de las clases trabajadoras, sea capaz de articular una defensa global de sus derechos ante la especulación, la deslocalización empresarial, la inmigración masiva, la pérdida del Estado del Bienestar y el liberalismo salvaje.
- Esta alternativa cristalizará, especialmente, en barrios populares y en donde la crisis se vive de manera más directa y descarnada: ante los problemas, la inestabilidad y la pérdida de poder adquisitivo, ni las mentiras más arteras del PSOE y de su matriz mediática, podrán ocultarlas.
- Esta alternativa se completará con elementos decepcionados por el giro centrista que dará el PP, antes o después, para recuperar los espacios de centro perdidos.
- Desde el punto de vista parlamentario, esta alternativa no tendrá otra ambición que la de sustituir a los partidos nacionalistas e independentistas en la gobernabilidad del Estado: pequeñas causas, pueden producir grandes efectos, como primer paso para formar una gran alternativa a los partidos mayoritarios.
21 de febrero de 2005
© Ernesto Milà infokrisis infokrisis@yahoo.es
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