Pero ¿es posible votar SI el 20-F?
Redacción.- De este todas las actitudes posibles en este referéndum hay una particularmente incomprensible: votar si. Resulta, por tanto, extremadamente sorprendente que, fuera del PSOE haya formaciones políticas que propugnen el si. Voto en blanco, abstención, voto nulo, serían incluso comprensibles. El voto afirmativo en modo alguno. En las líneas que siguen vamos a analizar las distintas opciones posibles, completando nuestro llamamiento a la movilización general por el NO.
LA ABSTENCION
La abstención es el voto del perezoso o del pasota. Basado en el desinterés y en la lejanía de un referéndum que alude a algo tan lejano como Europa, la abstención es una actitud pasiva, propia de quien carece de criterios. La abstención olvida que lo que está en juego es demasiado importante: estamos diciendo si o no a las instituciones y a las reglas del juego que van a gobernar los destinos de un continente de más de 500 millones de personas. Ante una opción de este tipo es imposible permanecer callado o ajeno.
Las democracias occidentales son gobernables por que entre una cuarta parte y un tercio del electorado, prefieren permanecer en su casa en cada elección. Si estos ciudadanos fueran a votar, sin duda, la correlación de fuerzas políticas sería completamente diferente. En su nivel más consciente, la abstención es una forma de desengaño político o de desinterés marcado por lo ya visto: mi voto no cambia nada luego me abstengo. Cuando en realidad, de lo que se trata es de abandonar el fatalismo y decir: mi voto no sirve para mucho aislado: luego preciso agrupar a los que piensan como yo. Y esto implica, necesariamente, lanzarse al ruedo político.
Afortunadamente para los partidos mayoritarios, una parte creciente de la ciudadanía ejerce la pereza mental y evidencia la falta de arraigo y convicción de sus ideas. El ciudadano callado absteniéndose- es mucho más cómodo y llevadero que el ciudadano haciendo campaña contra las opciones mayoritarias.
La democracia es algo más que la ley del número. En realidad, el número es una regla del juego democrático: pero no la esencial, ni la más justa. El voto de alguien que se interese por los problemas de su tiempo, vale lo mismo que el del pasota fumeta más colgado. De hecho, 51 violadores obtienen siempre la mayoría sobre 49 premios Nobel Si la democracia fuera solamente la ley del número, maldita la gracia.
La democracia es también y sobre todo un sistema de reconocimiento de las libertades fundamentales, un sistema representativo y un sistema de división de poderes que impide que un se convierta en absoluto sobre los demás. Las democracias modernas, sufren un proceso degenerativo que hace que no exista más poder que el del dinero: no son, por tanto, democracias, sino plutocracias. Los márgenes representativos son cada vez menores: hoy en España, cuando se habla de reforma constitucional, se alude solamente al tema autonómico y, como máximo, a los derechos de la mujer en la sucesión de la corona ¿y la democracia directa? ¿y las listas abiertas? ¿y transformar al senado en una cámara corporativa y orgánica? ¿y sustituir el injusto sistema de la ley dHont en un sistema proporcional puro?...
Gracias a la inhibición de la ciudadanía de las grandes discusiones, gracias al proceso de bastardización cultural puesto en marcha por los medios de comunicación de masas, gracias a la canalización de lo cotidiano, el ciudadano se ha replegado sobre sí mismo y cree que con votar una vez cada cuatro años, ya participa en el debate político y eso cuando participa, por que entre un tercio y una cuarta parte se inhibe, incluso de esta pequeña cita.
No, la abstención, no hace más que prolongar la agonía de las democracias occidentales. De hecho, la abstención sería aceptable si se contabilizaran las ausencias en forma de escaños vacíos. Así faltarían quorums y votos de diputados para determinadas leyes y situaciones. Pero no: el voto en blanco es voto tirado a la cloaca.
En este referéndum del 20-F, la abstención es una de las peores opciones (la peor, desde luego, es hacerse cómplice del disparate, apoyándolo con un Si). Por que la abstención abre las puertas a la Europa, entendida como pieza esencial del proceso globalizador. Sella el final del Estado del Bienestar a nivel continental. Abre las puertas a la centrifugación de los Estados-Nación. Permite que Europa se convierta en una entidad indefinida e indefinible culturalmente, sin límites y sin principios. Hace, en definitiva, de Europa menos Europa y más cosmopolitismo.
Ante todo esto es imposible permanecer pasivos. Es preciso dar un paso al frente y decir bien alto: YO NO QUIERO SER COMPLICE. NO LO HAREIS CON MI AYUDA.
EL VOTO NULO Y EL VOTO EN BLANCO
Ambos son dos formas, en efecto, de protestas activas. No hay ninguna duda de que el ciudadano que se toma la molestia de acudir hasta las urnas, coger el sobre, la papeleta y no marcar en ella nada, o marcar ambas opciones o, simplemente, colocar una frase que invalide la papeleta, es un ciudadano que protesta. Ambas son, pues, opciones comprensibles y, si se nos apura, opciones justas.
Nosotros mismos hubiéramos podido compartirlas: SI A EUROPA, NO A ESTA CONSTITUCION De hecho, nuestra primera intención era votar nulo, animando a escribir esta consigna en la papeleta de voto, invalidándola. Y aún hoy, consideramos que era una opción justa que evidenciaba nuestra creencia en la necesidad de una Unión Europea, pero que no se resignaba a los pobres y confusos objetivos del texto constitucional.
En un referéndum como éste, votar nulo o votar en blanco tiene su importancia: resta votos a la opción mayoritaria y propuesta por el gobierno. Ningún gobierno convoca un referéndum para perderlo, ni siquiera las mentes anémicas de ZP y de su equipo. Han convocado el referéndum por demagogia, como muestra de su talante. De ahí que lo hayamos considerado un referéndum-trampa ante el cual el voto en blanco o el voto nulo son formas de expresar la protesta.
Sin embargo, en este momento, desaconsejamos las dos opciones. ¿Por qué? Porque es posible vencer. Es posible dar una bofetada en los hocicos al gobierno débil y cobarde, es posible que la voluntad popular le escupa en la cara y que la opción mayoritaria sea el NO. ¿Qué implica el no? Implica que el gobierno quedará desnudo: creemos que ni siquiera tendrá fuerza suficiente como para plantear en la UE que no ratifica el tratado, que pide mejoras en el texto, que hace caso a la voluntad popular. De ahí que sea un momento para no desperdigar esfuerzos con opciones particulares.
Por lo demás, las estadísticas precocinadas del CIS indican que la abstención va a ser alta y que más de dos quinta partes de quienes acudirán a votar, lo harán en sentido negativo. ¿Sabéis que quiere decir esto? Que ZP puede morder el polvo y que este Tratado puede ser torpedeado, en primer lugar, desde España.
Si en España triunfa el NO, en Francia, Chiracq no se atreverá a ratificar el tratado y sufrirá presiones indecibles a derecha e izquierda para que convoque referéndum y otro tanto ocurrirá en los países con más peso en Europa. ¿El resultado ¿nos quedaremos sin UE como dice algún cretino? No, el Tratado será sometido a mejora.
Por eso creemos que los partidarios del voto nulo y del voto en blanco deben de pensar en este momento en manifestar su protesta, adhiriéndose al NO.
Independentistas catalanes y vascos, comunistas y ecohierbas votan también NO. Son, desde luego, una compañía muy desagradable, pero esta no es la cuestión: la cuestión es que el Tratado debe necesariamente mejorarse o, de lo contrario, vamos a tener una carta inhábil para regir por mucho tiempo los destinos de Europa. Por lo demás, el referéndum no es el final del camino: si el tratado debe reformarse, es evidente que nuestra opción no va a ser la misma de los independistas o del resto de exotismos políticos. Ese será otro momento político y, por tanto, responderá a otros planteamientos. Aquí y ahora, lo esencial el día 20, es bloquear el paso al engendro que se nos presenta a votación.
Y eso sólo se conseguirá, uniendo esfuerzos, abandonando personalismos y opciones que, inevitablemente, serán minoritarias y adhiriéndose al NO como única opción.
EL VOTO AFIRMATIVO
Votar si al tratado implica que la Europa que surgirá de esta fiesta será la Europa de la debilidad social, la Europa del liberalismo salvaje, la Europa insertada en el contexto globalizador, la Europa de la inestabilidad y la Europa formada por la no-Europa. Es la Europa de las multinacionales y la Europa de los obsesos del mercado y del liberalismo salvaje. Es la Europa de la debilidad y de la falta de horizontes y objetivos, la Europa de la ambigüedad y de la indefinición, la Europa ONG, abierta a todo lo que no es Europa pero incapaz de definir sus raíces
No es raro que los socialistas voten si. A fin de cuentas este modelo de Europa coincide con el alma de ZP: la debilidad, la indefinición y el pantalón bajado en posición de 45º ante cualquier consorcio industrial o mediático. No es ZP quien pide el Si, es Polanco del que ZP es sólo el chico de los recados, vendedor de ética y de sonrisa bobalicona.
¿Hay que recordar que fue gracias a ZP que nuestro país perdió la fuerza y la representatividad conseguida en el Tratado de Niza? ¿Hay que recordar que fue ZP quien pensaba que, desde el hundimiento de El Carmelo hasta las subvenciones al algodón, todo se solucionaba retirando las tropas de Irak? Este es el Tratado de ZP y el voto afirmativo es el voto que confirma la debilidad de ZP como forma de gobierno.
Si el electorado socialista votó durante 13 años al felipismo, hacedor del GAL, del paro, de la corrupción y de la desertización industrial, ¿hay que pensar que la anemia mental de los votantes socialistas se ha remontado? En absoluto, reverdeció gracias a la posición de Aznar en torno a la guerra de Irak, pero diez meses de gobierno son suficientes como para que cualquier persona con dos dedos de frente sepa hasta donde puede llegar este gobierno. Así pues, la ceguera y la irresponsabilidad de los votantes socialistas les lleva a votar si. La campaña del PSOE está resultando patética: un ataque el PP (que también vota si) y una defensa cerrada de sus socios (ERC e IU) que votan no pero ¿se podía esperar algo más de ZP y de sus socios?
Más extraño es el caso del PP. Dudamos mucho de que los votantes habituales del PP voten si en este referéndum. Harina de otro costal es la posición oficial del partido. Ni Rajoy ni el PP han echado los restos en esta campaña. Han defendido el Si, sin convicción y sin mucha fuerza. Rajoy ha denunciado el hecho fundamental: el tratado, en su último tramo fue mal negociado. No se podía haber cerrado y estampado un tratado como éste. ZP lo hizo por analfabetismo político y falta de talla. Muy pocos van a ser los electores del PP quienes entregarán un voto que, saben perfectamente, que reforzará al gobierno. Todos sus dirigentes irán a votar con una sonrisa de oreja a oreja, al terminar, declararán que han votado si la suerte para ellos, es que el voto es secreto. Pero no albergamos ninguna duda en que el electorado del PP votará masivamente no o se abstendrá.
Quedan algunos opciones exóticas que, sorprendentemente, llevan meses afirmando que van a votar si por aquello de romper los esquemas. ¿Sus razones? Tan increíbles como incomprensibles. Tan débiles como poco convincentes. Confunden europeismo con el texto del tratado sometido a referéndum. Si se les habla de raíces cristianas de Europa, se descuelgan con alusiones al paganismo y otras lindezas. Siguiendo la tradición implícita, si no crean confusión revientan. Su objetivo estatutario es construir un gran partido socialista y, por tanto, hacen lo que hace el único gran partido socialista: votar si. El día en que estos espabilen, maduren y sean capaces de darse cuenta de toda la confusión que han ido arrojando en los últimos cinco años, será el llanto y el crujir de dientes. Mera anécdota, en cualquier caso intrascendente y risible.
No será gracias a ellos, desde luego, que el Si pueda triunfar, será gracias a la manipulación mediática de Prisa, la SER, RTVE, unido a la inercia del votante socialista que cree que si no apoya las órdenes de sus líderes, le quitarán el cortijo al zeñorito Guerra o Aznar volverá a llevar las tropas a Irak.
HAY UNA POSIBILIDAD DE QUE EL NO SE IMPONGA
En el momento en que escribimos estas líneas, existe una posibilidad de que el NO se imponga. Las encuestas salidas de la cocina del CIS dan una diferencia poco significativa entre el SI y el NO. Teniendo en cuenta que buena parte de la gente miente en estas encuestas, teniendo en cuenta que dice que va a votar, pero que, a la hora de la verdad, prefiere ver los teleñecos, teniendo en cuenta que quien decide votar NO, lo hace como protesta y que, no tiene ganas de confesar su opción, ante el presunto agente del gobierno, esto es, del CIS, y teniendo en cuenta lo exagerado de las cifras de votantes, da la sensación de que en la cocina del CIS, se han pasado y hay intranquilidad. Pues bien, vamos a hacer que se preocupen un poco más.
En esta última semana, debemos multiplicar las conversaciones, los emails, las tareas de propaganda y agitación:
- NI UN VOTO AFIRMATIVO EN EL REFERENDUM-TRAMPA
- NI UN VOTO PARA ZP Y PARA EL GOBIERNO DEBIL Y COBARDE
- NI UN VOTO PARA EL TRATADO DE LA GLOBALIZACION
- NI UN VOTO PARA LA EUROPA DE LA DEBILIDAD Y LA INDEFINICIÓN
- NI UN VOTO PARA LA EUROPA DEL LIBERALISMO SALVAJE
¡VOTA NO! ¡POR TUS DERECHOS Y LIBERTADES! ¡POR EUROPA! ¡POR TU PATRIA! ¡POR TU CIVILIZACION Y TU CULTURA! ¡VOTA NO!
© Ernesto Milá infokrisis infokrisis@yahoo.es
LA ABSTENCION
La abstención es el voto del perezoso o del pasota. Basado en el desinterés y en la lejanía de un referéndum que alude a algo tan lejano como Europa, la abstención es una actitud pasiva, propia de quien carece de criterios. La abstención olvida que lo que está en juego es demasiado importante: estamos diciendo si o no a las instituciones y a las reglas del juego que van a gobernar los destinos de un continente de más de 500 millones de personas. Ante una opción de este tipo es imposible permanecer callado o ajeno.
Las democracias occidentales son gobernables por que entre una cuarta parte y un tercio del electorado, prefieren permanecer en su casa en cada elección. Si estos ciudadanos fueran a votar, sin duda, la correlación de fuerzas políticas sería completamente diferente. En su nivel más consciente, la abstención es una forma de desengaño político o de desinterés marcado por lo ya visto: mi voto no cambia nada luego me abstengo. Cuando en realidad, de lo que se trata es de abandonar el fatalismo y decir: mi voto no sirve para mucho aislado: luego preciso agrupar a los que piensan como yo. Y esto implica, necesariamente, lanzarse al ruedo político.
Afortunadamente para los partidos mayoritarios, una parte creciente de la ciudadanía ejerce la pereza mental y evidencia la falta de arraigo y convicción de sus ideas. El ciudadano callado absteniéndose- es mucho más cómodo y llevadero que el ciudadano haciendo campaña contra las opciones mayoritarias.
La democracia es algo más que la ley del número. En realidad, el número es una regla del juego democrático: pero no la esencial, ni la más justa. El voto de alguien que se interese por los problemas de su tiempo, vale lo mismo que el del pasota fumeta más colgado. De hecho, 51 violadores obtienen siempre la mayoría sobre 49 premios Nobel Si la democracia fuera solamente la ley del número, maldita la gracia.
La democracia es también y sobre todo un sistema de reconocimiento de las libertades fundamentales, un sistema representativo y un sistema de división de poderes que impide que un se convierta en absoluto sobre los demás. Las democracias modernas, sufren un proceso degenerativo que hace que no exista más poder que el del dinero: no son, por tanto, democracias, sino plutocracias. Los márgenes representativos son cada vez menores: hoy en España, cuando se habla de reforma constitucional, se alude solamente al tema autonómico y, como máximo, a los derechos de la mujer en la sucesión de la corona ¿y la democracia directa? ¿y las listas abiertas? ¿y transformar al senado en una cámara corporativa y orgánica? ¿y sustituir el injusto sistema de la ley dHont en un sistema proporcional puro?...
Gracias a la inhibición de la ciudadanía de las grandes discusiones, gracias al proceso de bastardización cultural puesto en marcha por los medios de comunicación de masas, gracias a la canalización de lo cotidiano, el ciudadano se ha replegado sobre sí mismo y cree que con votar una vez cada cuatro años, ya participa en el debate político y eso cuando participa, por que entre un tercio y una cuarta parte se inhibe, incluso de esta pequeña cita.
No, la abstención, no hace más que prolongar la agonía de las democracias occidentales. De hecho, la abstención sería aceptable si se contabilizaran las ausencias en forma de escaños vacíos. Así faltarían quorums y votos de diputados para determinadas leyes y situaciones. Pero no: el voto en blanco es voto tirado a la cloaca.
En este referéndum del 20-F, la abstención es una de las peores opciones (la peor, desde luego, es hacerse cómplice del disparate, apoyándolo con un Si). Por que la abstención abre las puertas a la Europa, entendida como pieza esencial del proceso globalizador. Sella el final del Estado del Bienestar a nivel continental. Abre las puertas a la centrifugación de los Estados-Nación. Permite que Europa se convierta en una entidad indefinida e indefinible culturalmente, sin límites y sin principios. Hace, en definitiva, de Europa menos Europa y más cosmopolitismo.
Ante todo esto es imposible permanecer pasivos. Es preciso dar un paso al frente y decir bien alto: YO NO QUIERO SER COMPLICE. NO LO HAREIS CON MI AYUDA.
EL VOTO NULO Y EL VOTO EN BLANCO
Ambos son dos formas, en efecto, de protestas activas. No hay ninguna duda de que el ciudadano que se toma la molestia de acudir hasta las urnas, coger el sobre, la papeleta y no marcar en ella nada, o marcar ambas opciones o, simplemente, colocar una frase que invalide la papeleta, es un ciudadano que protesta. Ambas son, pues, opciones comprensibles y, si se nos apura, opciones justas.
Nosotros mismos hubiéramos podido compartirlas: SI A EUROPA, NO A ESTA CONSTITUCION De hecho, nuestra primera intención era votar nulo, animando a escribir esta consigna en la papeleta de voto, invalidándola. Y aún hoy, consideramos que era una opción justa que evidenciaba nuestra creencia en la necesidad de una Unión Europea, pero que no se resignaba a los pobres y confusos objetivos del texto constitucional.
En un referéndum como éste, votar nulo o votar en blanco tiene su importancia: resta votos a la opción mayoritaria y propuesta por el gobierno. Ningún gobierno convoca un referéndum para perderlo, ni siquiera las mentes anémicas de ZP y de su equipo. Han convocado el referéndum por demagogia, como muestra de su talante. De ahí que lo hayamos considerado un referéndum-trampa ante el cual el voto en blanco o el voto nulo son formas de expresar la protesta.
Sin embargo, en este momento, desaconsejamos las dos opciones. ¿Por qué? Porque es posible vencer. Es posible dar una bofetada en los hocicos al gobierno débil y cobarde, es posible que la voluntad popular le escupa en la cara y que la opción mayoritaria sea el NO. ¿Qué implica el no? Implica que el gobierno quedará desnudo: creemos que ni siquiera tendrá fuerza suficiente como para plantear en la UE que no ratifica el tratado, que pide mejoras en el texto, que hace caso a la voluntad popular. De ahí que sea un momento para no desperdigar esfuerzos con opciones particulares.
Por lo demás, las estadísticas precocinadas del CIS indican que la abstención va a ser alta y que más de dos quinta partes de quienes acudirán a votar, lo harán en sentido negativo. ¿Sabéis que quiere decir esto? Que ZP puede morder el polvo y que este Tratado puede ser torpedeado, en primer lugar, desde España.
Si en España triunfa el NO, en Francia, Chiracq no se atreverá a ratificar el tratado y sufrirá presiones indecibles a derecha e izquierda para que convoque referéndum y otro tanto ocurrirá en los países con más peso en Europa. ¿El resultado ¿nos quedaremos sin UE como dice algún cretino? No, el Tratado será sometido a mejora.
Por eso creemos que los partidarios del voto nulo y del voto en blanco deben de pensar en este momento en manifestar su protesta, adhiriéndose al NO.
Independentistas catalanes y vascos, comunistas y ecohierbas votan también NO. Son, desde luego, una compañía muy desagradable, pero esta no es la cuestión: la cuestión es que el Tratado debe necesariamente mejorarse o, de lo contrario, vamos a tener una carta inhábil para regir por mucho tiempo los destinos de Europa. Por lo demás, el referéndum no es el final del camino: si el tratado debe reformarse, es evidente que nuestra opción no va a ser la misma de los independistas o del resto de exotismos políticos. Ese será otro momento político y, por tanto, responderá a otros planteamientos. Aquí y ahora, lo esencial el día 20, es bloquear el paso al engendro que se nos presenta a votación.
Y eso sólo se conseguirá, uniendo esfuerzos, abandonando personalismos y opciones que, inevitablemente, serán minoritarias y adhiriéndose al NO como única opción.
EL VOTO AFIRMATIVO
Votar si al tratado implica que la Europa que surgirá de esta fiesta será la Europa de la debilidad social, la Europa del liberalismo salvaje, la Europa insertada en el contexto globalizador, la Europa de la inestabilidad y la Europa formada por la no-Europa. Es la Europa de las multinacionales y la Europa de los obsesos del mercado y del liberalismo salvaje. Es la Europa de la debilidad y de la falta de horizontes y objetivos, la Europa de la ambigüedad y de la indefinición, la Europa ONG, abierta a todo lo que no es Europa pero incapaz de definir sus raíces
No es raro que los socialistas voten si. A fin de cuentas este modelo de Europa coincide con el alma de ZP: la debilidad, la indefinición y el pantalón bajado en posición de 45º ante cualquier consorcio industrial o mediático. No es ZP quien pide el Si, es Polanco del que ZP es sólo el chico de los recados, vendedor de ética y de sonrisa bobalicona.
¿Hay que recordar que fue gracias a ZP que nuestro país perdió la fuerza y la representatividad conseguida en el Tratado de Niza? ¿Hay que recordar que fue ZP quien pensaba que, desde el hundimiento de El Carmelo hasta las subvenciones al algodón, todo se solucionaba retirando las tropas de Irak? Este es el Tratado de ZP y el voto afirmativo es el voto que confirma la debilidad de ZP como forma de gobierno.
Si el electorado socialista votó durante 13 años al felipismo, hacedor del GAL, del paro, de la corrupción y de la desertización industrial, ¿hay que pensar que la anemia mental de los votantes socialistas se ha remontado? En absoluto, reverdeció gracias a la posición de Aznar en torno a la guerra de Irak, pero diez meses de gobierno son suficientes como para que cualquier persona con dos dedos de frente sepa hasta donde puede llegar este gobierno. Así pues, la ceguera y la irresponsabilidad de los votantes socialistas les lleva a votar si. La campaña del PSOE está resultando patética: un ataque el PP (que también vota si) y una defensa cerrada de sus socios (ERC e IU) que votan no pero ¿se podía esperar algo más de ZP y de sus socios?
Más extraño es el caso del PP. Dudamos mucho de que los votantes habituales del PP voten si en este referéndum. Harina de otro costal es la posición oficial del partido. Ni Rajoy ni el PP han echado los restos en esta campaña. Han defendido el Si, sin convicción y sin mucha fuerza. Rajoy ha denunciado el hecho fundamental: el tratado, en su último tramo fue mal negociado. No se podía haber cerrado y estampado un tratado como éste. ZP lo hizo por analfabetismo político y falta de talla. Muy pocos van a ser los electores del PP quienes entregarán un voto que, saben perfectamente, que reforzará al gobierno. Todos sus dirigentes irán a votar con una sonrisa de oreja a oreja, al terminar, declararán que han votado si la suerte para ellos, es que el voto es secreto. Pero no albergamos ninguna duda en que el electorado del PP votará masivamente no o se abstendrá.
Quedan algunos opciones exóticas que, sorprendentemente, llevan meses afirmando que van a votar si por aquello de romper los esquemas. ¿Sus razones? Tan increíbles como incomprensibles. Tan débiles como poco convincentes. Confunden europeismo con el texto del tratado sometido a referéndum. Si se les habla de raíces cristianas de Europa, se descuelgan con alusiones al paganismo y otras lindezas. Siguiendo la tradición implícita, si no crean confusión revientan. Su objetivo estatutario es construir un gran partido socialista y, por tanto, hacen lo que hace el único gran partido socialista: votar si. El día en que estos espabilen, maduren y sean capaces de darse cuenta de toda la confusión que han ido arrojando en los últimos cinco años, será el llanto y el crujir de dientes. Mera anécdota, en cualquier caso intrascendente y risible.
No será gracias a ellos, desde luego, que el Si pueda triunfar, será gracias a la manipulación mediática de Prisa, la SER, RTVE, unido a la inercia del votante socialista que cree que si no apoya las órdenes de sus líderes, le quitarán el cortijo al zeñorito Guerra o Aznar volverá a llevar las tropas a Irak.
HAY UNA POSIBILIDAD DE QUE EL NO SE IMPONGA
En el momento en que escribimos estas líneas, existe una posibilidad de que el NO se imponga. Las encuestas salidas de la cocina del CIS dan una diferencia poco significativa entre el SI y el NO. Teniendo en cuenta que buena parte de la gente miente en estas encuestas, teniendo en cuenta que dice que va a votar, pero que, a la hora de la verdad, prefiere ver los teleñecos, teniendo en cuenta que quien decide votar NO, lo hace como protesta y que, no tiene ganas de confesar su opción, ante el presunto agente del gobierno, esto es, del CIS, y teniendo en cuenta lo exagerado de las cifras de votantes, da la sensación de que en la cocina del CIS, se han pasado y hay intranquilidad. Pues bien, vamos a hacer que se preocupen un poco más.
En esta última semana, debemos multiplicar las conversaciones, los emails, las tareas de propaganda y agitación:
- NI UN VOTO AFIRMATIVO EN EL REFERENDUM-TRAMPA
- NI UN VOTO PARA ZP Y PARA EL GOBIERNO DEBIL Y COBARDE
- NI UN VOTO PARA EL TRATADO DE LA GLOBALIZACION
- NI UN VOTO PARA LA EUROPA DE LA DEBILIDAD Y LA INDEFINICIÓN
- NI UN VOTO PARA LA EUROPA DEL LIBERALISMO SALVAJE
¡VOTA NO! ¡POR TUS DERECHOS Y LIBERTADES! ¡POR EUROPA! ¡POR TU PATRIA! ¡POR TU CIVILIZACION Y TU CULTURA! ¡VOTA NO!
© Ernesto Milá infokrisis infokrisis@yahoo.es
5 comentarios
Confucio (de confusionista) -
Una pregunta, ¿no serán aquéllos que en España llevan décadas sacando las castañas del fuego a la derecha los que crean "confusión" dentro del área patriótica?
Gualterio Malatesta -
Gualterio Malatesta -
ernesto -
Sigue el CIS: "Y de esos dos tercios, otro tanto (el 50% del censo) dicen que votarán sí. El no queda limitado a la sexta parte del censo, tres veces menos que los partidarios del sí. Error. El voto afirmativo es poco militante. Esto no es la OTAN en donde se levantaron pasiones: es la UE... les interesa a pocos. Y ZP va a sacar pocos votos de votantes del PP. Lo odian demasiado como para facilitarle las cosas.
El voto negativo es más militante. La cocina del CIS debe de haber elevado algo estas cifras, pero, donde se ha producido el fraude es en lo primero: cifra de votantes. Contra más voten más ganará el SI, contra menos voten, el NO se afirmará más.
Creo que, en este momento, debemos estar en torno al 50% SI, 35% NO, 5% blanco.
La gente que irá a votar ya ha decidido su voto. Si a las 12'00 ha acudido más de un 25%, el SI se impondrá por un 65 a 30. Si a esa hora, las cifras son más bajas (20%), la cosa puede quedar entre el 50 SI,35 NO,5 Blanco. Si a esa hora no llega al 20%, estaremos en torno a cifras muy igualadas.
Hay por ahí varios libros de un tal Massó Tarruella con cálculos de "politing", marketing aplicado a política, que toca el tema de las encuestas electorales.
Un abrazo
Fray Fanatic -
Un saludo