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INFOKRISIS, el blog de Ernest Milà

Himno Nacional: va siendo hora de recuperar lo que ya tenemos.

Himno Nacional: va siendo hora de recuperar lo que ya tenemos.

Infokrisis.- Siempre habrá un nacionalista que diga que no se ha hablado de su terruño específicamente y que, por tanto, no es el himno de todos. Así pues prevemos que la versión elegida para la letra del himno oscilará entre la cursileria más acrisolada, la ambigüedad ingenuo-felizota y la jabonosidad hacia las partes (monarquía, autonomías). ¿Será eso la letra de un himno o más bien e habitual churro en el que terminan estos “grandes debates?

La letra de Pemán

El vecino de la esquina o el poeta romántico del pub al que voy todas las noches pueden escribir una letra que tendrá todas las limitaciones de quienes son, de por sí, limitados en sus capacidades literarias. No se puede esperar gran cosa de los siete mil espontáneos que han enviado su contribución a este malhadado concurso para dar una letra al himno nacional.

En cuanto a los escritores profesionales, han preferido abstenerse a la vista de lo improbable de poder articular una letra que satisfaga a todos. Ninguna de las grandes plumas de la Real Academia (la única que, como colectivo, en principio, debería tener entidad suficiente como para cumplir el encargo) se ha querido comprometer con esta tarea titánica llamada al fracaso más estrepitoso.

Pero lo que hoy no existe –intelectuales comprometidos con su país, en lugar de con su carrera literaria- si existió en el pasado. José María Pemán fue un intelectual de fuste que desde los años veinte hasta los sesenta estuvo en activo. Medio siglo de producción hoy injustamente olvidada gracias a la militancia franquista de Pemán durante unos años y luego a la militancia monárquica juanista en los años cincuenta.

Es famosa la anécdota de Pemán, en las primeras semanas de la guerra civil, en el aula magna de la universidad de Salamanca, con Unamuno, su rector, entonando el “Venceréis pero no convenceréis” a un Millán Astray particularmente energuménico esa tarde, gritando “Viva la muerte, abajo la inteligencia”, mientras Pemán se levantó e intentó poner orden en donde era imposible diciendo aquello otro de “No, abajo los malos intelectuales”. Ahí estaba doña Carmen Polo de Franco para dar el brazo al anciano Unamuno y concluir al acto antes de que el incidente pasara a mayores. Pues bien, las virtudes diplomáticas de doña Carmen Polo (denostada luego como “la collares”) están hoy tan olvidadas como las cualidades literarias de Pemán.

Y Pemán fue uno de los grandes de nuestra literatura. En los primeros pasos de la TVE, su serie semanal “el Séneca”, demostró que su fina ironía y su sentido del humor seguían siempre presentes. Si hubo una serie en la que se analizara “lo español” fue precisamente en esa que tenía como guionista y presentador a un Pemán ya envejecido, pero no por ello, menos brillante.

Pemán tiene hoy lo que no tienen los miles de espontáneos bienintencionados que han enviado sus letras al concurso de marras. Tiene prestigio. Y, sobre todo, tiene letra para el himno.

Esa letra se redactó a petición del General Primo de Rivera en 1927 y fue la oficial durante unos años. Pemán había estado afiliado al partido de corte social-cristiano de derechas fundado por el dictador, la Unión Patriótica. En el marasmo de la dictablanda de Berenguer y del advenimiento de la República, la letra se olvidó. El franquismo la recuperó en sus primeros años y, hasta finales de los años 40 era frecuente que se cantara incluso en algunos colegios. Luego también pasó al olvido por motivos que se nos escapan a todos. Desde el principio de TVE –ya que hemos aludido a este ente- en 1956, el himno nacional con el que se cerraban las emisiones, se retransmitía sin letra.

Es cierto que el franquismo impuso algunos pequeños cambios en la letra y allí donde decía: “Alzad la frente hijos del pueblo español”, puso aquello otro de “Alzad los brazos hijos del pueblos español”, pero, respeto todo el resto y la letra todavía conserva hoy su poesía, su patriotismo indeleble y, en definitiva, su fuerza, porque ya que estamos hablando de himno nacional, se trata de que tenga “fuerza” (y prevemos que las letras presentadas al concurso son un portento de ambigüedad, cursileria, sino mariconadas puras y simples).

Una propuesta: que no nos impongan un churro

Hay situaciones de “máximo riesgo” y esta es una de ellas. La letra que gane, a falta de cualquier otra, será la oficiosa, hasta que una próxima reforma constitucional le dé el reconocimiento institucional. Mal asunto si Zapatero, este gobierno o cualquier otro hecho de componendas y ajustes con los partidos nacionalistas periférico, tiene que dar el visto bueno. Legítimamente podemos esperar lo peor.

Por eso vale la pena adelantarse, difundir lo antes posible y popularizar la letra de Pemán que es, de todas las posibles, la que, al menos tiene garra, fuerza y poesía. Así que a partir de este momento, esta versión cantada queda incluida en nuestra “zona de descargas” y a continuación ofrecemos la letra. Creo que vale la pena difundirla al máximo, especialmente en los foros y chats más frecuentados

A falta de la versión originaria (que ignoramos si existe) hemos recuperado una de las versiones que se cantaron en los primeros años del franquismo. Las variaciones son mínimas.

Hace unos años propusimos que en la medida en que las competiciones deportivas serán las ocasiones en las que se cantará lo más frecuentemente el himno de manera colectiva, al llegar al “Alzad los brazos hijos del pueblo español”, se acompañara la letra con el gesto, mil veces repetido en los estadios, de alzar, efectivamente los dos brazos que, en el fondo, es lo que hoy se hace coreando el himno con el “la-la-la”.

¿Gestualización absurda? En absoluto, los himnos tienen un aspecto iconográfico indiscutible. Contra más sensación gestual se dé de unidad y más se exteriorice, mejor.

Ahí va la letra y se ruega difundirla por Internet lo más posible:

“Viva España

Alzad los brazos [alzad la frente]

Hijos del pueblo español

Que vuelve a resurgir.

Gloria a la Patria

Que supo seguir

Sobre el azul del mar

El caminar del Sol.

Triunfa España,

Los yunques y las ruedas

Marchan al compás

Del himno de la fe.

Juntos con ellos

Cantemos en pie

La nueva vida y era

Del trabajo y paz”

© Ernesto Milá – infokrisis – infokrisis@yahoo.es

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