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INFOKRISIS, el blog de Ernest Milà

1893, HACE AHORA CIEN AÑOS: LA GUERRA DE LOS MAGOS

Infokrisis.- La historia de este artículo es azarosa. Escrito en 1993 (cuando se cumplían realmente 100 años de los hechos narrados), pasó la fecha y no conseguí "colocar" el artículo en ninguna revista. Los datos quedaron olvidados en un diskete de 3,5 pulgadas hasta que en 2006 estuve reuniendo material para elaborar un libro sobre la historia del satanismo. Sin embargo, abandonamos el proyecto al comprobar que este tema de la "guerra de los magos" era lo único que podíamos aportar como novedoso. Hoy, revisando disketes magneto-ópticos antiguos lo hemos encontrado y ahí queda para el archivo. El artículo fue escrito tras la lectura de La bás (Allá abajo) de Huyssmans, uno de los protagonistas de los hechos narrados.

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En siglo XIX consagró a Francia como la "capital de la razón". El espíritu cartesiano se fue afianzando en el vecino país y la batalla de las ideas fue ganada por el racionalismo. ¿En toda Francia? Podemos dudarlo. Fue en esa misma francia en donde floreció el ocultismo con figuras como "Papus" o Eliphas Levi, fue allí donde aparecieron movimientos neotemplarios  con Fabre Palaprat  iglesias gnósticas con obispos y prelados, sectas ocultistas de todos los pelages y condiciones y, finalmente, en la apoteosis de lo irracional, movimientos satánicos de un lado y rosacrucianos de otro. Hace ahora 100 años, unos y otros se enzarzaron en una extraña disputa que fue conocido como la "guerra de los magos".

Estos son los personajes y estas las situaciones...

EL SACERDOTE SATANISTA: EL ABATE BOULLAN


Joseph Antoine Boullan fue uno de los muchos sacerdotes franceses que en el último tercio del siglo pasado cambiaron la adoración a Cristo por el cultos heréticos, sino satánicos.

Tras haber fundado en 1850 la Congregación Misionera de la Preciosa Sange, se familiariza con la mística católica del Siglo de Oro español. Estas enseñanzas le inspiran una vía diferente y para hacerla efectiva funda la Obra de la Reparación. Las apariciones marianas de la virgen de La Salette (no reconocidas por la Iglesia) le guían, si hemos de creer en sus palabras, por el camino de la devoción exaltada.

Será en el curso de una peregrinación a La Salette donde conocerá a una monja belga, Adela Chevalier, que será su alma gemela en la espiritualidad y, de paso, su amante. Ambos redactarán los estatutos de la Obra que serán rechazados por Roma. Á pesar de este contratiempo juntos seguirán su camino, Boullan autoridad espiritual de la secta y Adele encargada de la organización.

La exaltación de Boullan fue creciendo con los años. Poco a poco se convenció de sus dotes de curandero: si el pecado estaba en el origen de las enfermedades, decía, ¿acaso la penitencia no redimiría consecuentemente de la enfermedad? El, Boullan, administraba la confesión... redimiento almas creía, paralelamente, redimir cuerpos.

Ahora bien, cuando Boullan hablaba de administrar "penitencias" lo que hacía, más bien, era realizar prácticas sado masoquistas y escatològicas con sus fieles: les escupía en la boca, los azotes eran tan frecuentes para expiar pecados como el Ave María, su orina y la de su amante, en proporciones adecuadas redimían de cualquier culpa... y así sucesivamente.

EL ROSACRUZ: STANISLAS DE GUAITA


A finales de siglo, dos hombres excepcionales se elevan sobre el magma ocultista parisino y renuevan el movimiento rosacruciano: se trata de Josephin Peladan y de Stanislas de Guaita; ambos tienen carácteres contrapuestos y, hasta cierto punto complementarios. Ambos constituirán la "Orden Cabalística de la Rosa Cruz". Peladan, finalmente, terminará por chocar con Guaita y funda su Orden de la Rosa Cruz Católica que tendrá cierto protagonismo en el desarrollo del "affaire" del tesoro de Rennes le Chateau.

Para Guaita ser rosacruciano era una forma de conjugar el cabalismo hebreo con el catolicismo. Entendía que el movimiento rosacruz surgido en Alemania en el siglo XVII era una interpretación cabalística del cristianismo y, por tanto, tendía a rescatar los aspectos "mágicos" de éste último. Cuando Guaita habla de "magia" se refiere a "magia blanca".

En su libro "El problema del mal", escrito en colaboración con el prominente masón Oswald Wirth, explica que la antítesis fundamental del mundo es la que se da entre dos tipos de magia: aquella que supone manipular esencias divinas y aquellas otra que consiste en entregarse a las fuerzas demoníacas. El, opta por la primera y se considera un "mago blanco".

En su comportamiento ético y moral, Guaita practicaba un ascetismo estricto que le llevó a aborrecer sinceramente las prácticas desarrolladas por Boullan.

Oswald Wirth consiguió ganarse la amistad de Boullan y penetrar en su Obra de la Misericordia, asistiendo horrorizado a los exhorcismos y ritos de trasfondo sado masoquista; miembro de la Orden Cabalística de la Rosa Cruz, informó a su Gran Maestre, Guaita, de lo que acontecía en el entorno de Boullan.

En este hecho reside el origen de "la guerra de los magos".

HUYSMANS Y LA MODA DEL SATANISMO


Suficientemente conocidos a nivel de sectas esotéricas y ocultistas, ni el abate Boullan, ni probablemente De Guaita, hubieran tenidola repercusión que tuvieron en la sociedad francesa de lo ser por la amplia difusión que obtuvo la noveda de Joris Huysmans "Allá abajo". Con ella el satanismo se puso de moda en la sociedad francesa.

Aparecida en 1881, Huysmans se inspira en la figura del abate Boullan, para crear su doctor Johannes, el cual junto al resto de los personajes se mueve en un entorno snob atraido irresistiblemente por todo lo paranormal y muy especialmente por el satanismo. Pero junto a esta historia ochocentistas, Huysmans restaca del olvido a un siniestro personaje que durante siglos la historia francesa habìa pretendido olvidar: Gilles de Rais.

De Rais, fue mariscal de Francia y combatió junto a Juana de Arco antes de que la Doncella de Orleans fuera prendida, juzgada y quemada como hereje. Hasta entonces De Rais habìa sido un guerrero valeroso del que no se conoce ningún exceso sanguinario; pero su vida cobró un giro siniestro tras retirarse a su castillo.

Obsesionado porla búsqueda del elixir de la eterna juventud creyó hallarlo en la sangre de varias decenas de niños que dos de sus lacayos fueron secuestrando sistemáticamente durante años. De Rais los asesinaba sádicamente, no ahorrando prácticas sexuales aberrantes sobre los cuerpos agonizantes o ya muertos. Bebía su sangre y solía caer en crisis histéricas,en el curso de las cuales su mismos rasgos físicos de alteraban.

Detenido y juzgado, se arrepintió ante el tribunal que lo juzgaba y realizó un sincero acto de contricción. La crónica de sus crueldades y excesos se conoce gracias a los registros de la inquisición que transcribieron con excepcional detalle toda la confesión voluntaria de Gilles de Rais y de sus dos lacayos. Utilizando estos registros, Huysmans compuso una parte de su novela, "Alla Abajo".

Como muchos católicos de fin de siglo, Huysmans mantuvo relaciones con medios esotéricos ambiguos, a un paso de la heregía y conoció de cerca los medios satanistas y demoníacos. Su círculo de amigos estaba compuesto por intelectuales y artistas frecuentemente relacionados son las ordenes rosacrucianas de Stanislas de Guaita y Josephin Peladan.

El enorme impacto que tuvo su novela contribuyó a interesar a todas las clases sociales por el fenómeno satánico y llegó en un momento de crecimiento económico, justo cuando la burguesía ociosa buscaba emociones fuertes. Ocultismo, espiritismo, satanismo, teosofía, se ofrecían en el "supermercado espiritual" para que cada cual eligiera a su antojo. Muchos optaron por el satanismo y así puede entenderse que una década después de la aparición de la novela, la prensa francesa sehiciera eco a toda plana y en grandes caracteres de lo que se conoce como "la guerra de los magos".

LA GUERRA DE LOS MAGOS

Boullan y Guaita, ambos católicos heréticos, ambos implicados en el submundo ocultista de París, los dos lectores de Allan Kardec y en algún momento de sus vidas, espiritistas devotos, disputándose incluso una clientela parecida y, sobre todo, firmemente convencidos de la justeza de sus posiciones, no podían tardar en enfrentarse.

Boullan, que se decía "mago blanco", calificaba a los rosacruces como "magos negros". Guaita opinaba justamente lo contrario y con idéntica behemencia lanzó acusaciones  más o menos justificadas  contra Boullan por sus sexualidad patológica. en su famoso libro "La serpiente del Génesis" se refería a Boullan como satanista y le calificaba de "pontìfice de la infanmia" e "ídolo abyecto de la Sodoma mística".

En 1886 la disputa se torna excepcionalmente agria y alcanza sus más altas cotas. El prominente masón y ocultista Oswald Wirth acudió en ayuda de Guaita y ambos constituyeron un "tribunal iniciático" compuesto por personalidades ocultistas de la época. El acta de acusación implicaba tres cargos: desviaciones sexuales y promiscuidad con los discìpulos; adulterio, incesto y zoofilia; y finalmente invocación a íncubos. El tribunal, después de escuchar las pruebas a favor y en contra condenó a Boullan a la "muerte iniciática".

Esta sentencia equivalía a arrojar a Boullan extramuros del universo ocultista parisino y divulgar por todos los medios las acusacionesque ya se daban como probadas. Guaita y Wirth siempre mantuvieron que este era el alcance de la "condena". ¿Hubo más?

Para Boullan era evidente que sí y otro tanto ocurría con Huysmans. Este se quejaba de que una "entidad astral" le despertaba por las noches haciéndole sentir una sensación de contacto frío y húmedo en el rostro. Atribuía tal fenómeno a un conjuro de los rosacruces. Boullan, por su parte, vió como Adele Chevalier, su compañera, caía misteriosamente enferma. Ningún médico supo interpretar el origen de su dolencia. Para Boullan, sin embargo, estaba claro.

Intentó sanar a Adele a base de exorcismos e imposición de hostias consagradas por él; emplastos de excrementos y orines de caballo junto a fórmulas mágicas, lograron solo una recuperación parcial de la desafortunada mujer.

A todo esto Huysmans había buscado remedio a los íncubos que le atormentaban entre los exorcistas de Notre Dame que lograron aliviarle. En 1893, Boullan, con sus nervios progresivamente deshechos tanto por los esfuerzos realizados para protegerse de los reales o supuestos conjuros rosacruces, como debilitado por los contraataques mágicos que lanzó contra Wirth y Guaita, empezó a sufrir ahogos, aparentemente inexplicables. En una de estas crisis murió.

Jules Bois acusó públicamente a Guaita de ser el culpable de esta muerte y recibió como réplica a los padrinos de éste. Cuando Bois acudió a la cita, su carruaje sufrió dos accidentes: un caballo falleció instantáneamente y, sustituido por otro, el carruaje volcó. Bois llegó al "campo del honor" ensangrentado. Pero ni Guaita, ni bois resultaron heridos y el honor quedó a salvo...

Tal fue la "guerra de los magos" que para el París de hace cien años constituyó un espectáculo que mantuvo en vilo a la sociedad francesa de la época. Y es que ciertas prácticas mágicas pueden ser, no solo arcaismos o vana palabrería, sino amenazas directas a la integridad de las personas. Boullan murió creyéndolo y Huysmans se refugió en lugares santos y se rodeó de exhorcismos para evitar los "ataques fluídicos" del medio rosacruciano...

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