Carta abierta a los militantes de DN y a los exDN
El proceso unitario emprendido por tres organizaciones de nuestra área política se ha iniciado en un clima de colaboración y voluntad de entendimiento, lo cual no es poco para partidos que desde hace cinco años apenas habían mantenido contactos. Se trata, de tres organizaciones que enfatizan el tema de la "prioridad nacional" en lo que se ha dado en llamar el "área anti-inmigración". Es evidente que no están todos los que son… pero vale la pena también preguntarse por qué una de las siglas, Democracia Nacional, no está presente en ese proceso.
En las últimas reuniones que tuvieron lugar en 2005 de la llamada Mesa de Coordinación, DN, en cambio, sí estuvo presente. Sin embargo, en esta ocasión se ha juzgado que era imposible e inadecuado invitarla. El motivo es muy simple: en las dos últimas convocatorias electorales, la dirección de DN ha demostrado su mala fe ordenando a sus militantes que taparan sistemáticamente los carteles de cualquier otro partido que defendiera la "prioridad nacional". DN ha usado y abusado de esta táctica de manera injustificada y reiterada. Ahora le toca a su dirección asumir las responsabilidades de sus actos y afrontar un aislamiento que les va a ser muy difícil de superar.
Sin embargo, DN en su momento representó un intento de renovación de nuestro ambiente político: las tesis que dieron vida a DN todavía hoy siguen siendo válidas. Su análisis sobre la mundialización figura entre las mejores aportaciones ideológicas que se han producido desde la transición, su tesis sobre la "autonomía histórica" contribuyó a redefinir los contornos de un ambiente político, también, hacia 2003 fue el primer partido que estuvo en condiciones de enunciar una serie de medidas tendentes a resolver el problema de la inmigración. Inútil decir que quienes elaboraron todo este arsenal de documentos, en la actualidad se encuentran fuera de DN (a decir verdad, dentro de DN solamente queda uno de los fundadores del partido: uno solo de los 900 miembros que contó el partido en el momento de su fundación y que hoy están reducidos a menos de la tercera parte).
Desde el año 1999, DN ha ido segregando distintas promociones de dirigentes y militantes de tal manera que seguramente en la actualidad existen más ex militantes de DN que militantes en activo. Por otra parte, los principios que dieron vida a DN parecen haberse difuminado dentro del partido. Las delegaciones nacen, crecen y mueren a velocidad vertiginosa. De hecho, salvo un par de delegaciones (Burgos y Asturias) el resto está formado por grupos inestables de poca entidad, incluidos los de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. Y es preciso recordar que el partido tiene ya 13 años y que, salvo en una ocasión que rozó los 15.000 votos, en todas las convocatorias electorales se sitúa entre los 5 y los 10.000, error técnico incluido.
En el momento de escribir estas líneas son las 3:30 de la madrugada. A esa hora el contador del partido indica 30 visitas simultáneas, simpre 30 visitas, ni una más ni una menos… lo que quiere decir que el contador está deliberadamente falseado. Lo sabemos todos desde hace años, pero ¡qué importa!: estas prácticas no ayudan a que el partido crezca, sino tan sólo a retrasar el reconocimiento del fracaso de la gestión de Manuel Canduela al frente del partido.
Y esto es lo que todos tenemos claro: que el problema de DN no es la militancia que, fácilmente podría integrarse en el proceso unitario que hemos emprendido; el problema es el presidente del partido. Sólo ese y nada más que ese.
Va siendo hora de que los militantes de DN pidan explicaciones a su presidente ¿Qué avances se han logrado en estos últimos seis años, desde que asumió la dirección en exclusiva? ¿Qué éxitos se han cosechado? ¿Qué incremento -o disminución- en el número de militantes? ¿Cuántas delegaciones se han creado y cuántas más han desaparecido? ¿Qué número real de visitas tiene la Web? ¿Por qué en los últimos años ni siquiera se ha podido convocar la Universidad de Verano digna de tal nombre que fue otra de las innovaciones de DN y que contribuyó a que, al menos durante unos días al año, los militantes de distintas provincias tuvieran un conocimiento exacto de la situación del partido? No aludiré ya a que todo militante tiene derecho a pedir el libro de cuentas del partido porque esta es una vieja historia tan evidente que, a estas alturas, no vale la pena remover.
Durante estos años, para los que estamos fuera del partido, ha resultado evidente que Canduela lo ha dirigido como si se tratara de una secta: ha estimulado una visión paranoica de la realidad ("todos están contra nosotros", "el CNI, la policía, los demás partidos patrióticos, todos conspiran contra nosotros", "DN es la pieza clave de la política española y para cerrarle el paso, el sistema utiliza todos sus recursos", y así sucesivamente). Realmente nadie, ni siquiera dentro de los grupos patrióticos se acordaría de DN de no ser por esa persistente manía de tapar la propaganda de todos los demás partidos. A decir verdad, es seguro que los cuerpos de seguridad del Estado tienen a algún informador dentro de DN, pero no porque suponga un peligro de desestabilización, sino simplemente porque, ha convocado manifestaciones provocadoras con choque garantizado contra la extrema-izquierda. Y ni siquiera Canduela se ha preguntado quién es el informador que tiene dentro de sus filas, en su propia cúpula.
El presidente del partido cuando viaja a Barcelona explica que en Salamanca el partido avanza incontenible; cuando está en Huelva dice que el avance se produce en Asturias; cuando está en Burgos explica que en breve se abrirá un local en Madrid y que la estructura allí es fuerte… En realidad casi todo esto es falso y tiene un único fin: que los militantes tengan una imagen falseada de su propia organización, que crean que, aunque allí donde se encuentran ellos son débiles, hay otras provincias alejadas en las que DN "arrasa". Todo esto es mucho más patético que una estafa pura y simple: es un fraude a la esperanza y a la buena fe de la militancia. Y está durando demasiado.
La militancia de DN debe de entender que el cinturón sanitario creado en torno a esta sigla no es gratuito: está forzado por la actitud de su presidente Manuel Canduela, abiertamente hostil a cualquier otro grupo patriótico y anti-inmigración. Hoy, en un momento en que es preciso concentrar esfuerzos, la militancia de DN se encuentra cada vez más aislada. Es preciso recordar que nadie, absolutamente nadie, alberga el menor resquemor contra la militancia de DN. Lamentablemente no puede decirse lo mismo de la actitud hacia su presidente que cosecha un rechazo unánime en todo nuestro ambiente político.
Desde este punto de vista, la militancia de DN debe de hacer un esfuerzo para tomar el tren que está arrancando: informarse bien sobre la situación real del partido, plantear los problemas en congreso o mediante escritos a la dirección y afrontar la sustitución del actual presidente por incapacidad manifiesta para alcanzar los fines estatutarios.
Y luego estamos los que en un momento de nuestras vidas fuimos militantes de DN y, por diversos motivos, nos hemos alejado o hemos sido expulsados por los motivos más banales. También a nosotros nos compete cierta responsabilidad en la resolución del impás que vive el partido. La creación de una Asociación que agrupe a los que se suele llamar exDN debería ser el primer paso para recuperar los temas y los ejes que dieron vida al partido hace 13 años.
Lo paradójico es que, durante ese tiempo, las tesis de autonomía histórica y la crítica al mundialismo han sido incorporadas a otros partidos… mientras que han desaparecido completamente de DN. Va siendo hora de que los exDN recordemos qué reflexiones políticas e ideológicas nos llevaron a incorporarnos al partido.
Digámoslo claro: quienes impulsamos el proceso unitario queremos que la militancia de DN se integre en el mismo en plano de igualdad con las otras organizaciones. Pero, para eso, la militancia de DN tiene que poner algo de su parte y manifestar interés y decisión. Por nuestra parte estamos dispuestos a apoyarles. Pero, eso sí, hay una persona incompatible e irrecuperable para cualquier proceso unitario: a la militancia de DN corresponde decidir cómo resolver este conflicto.
Recibid un cordial saludo
Ernest Milà
PD.- A las 4:10 cuando termino esta Carta Abierta el contador de la web de DN sigue "misteriosamente" atascado en las consabidas 30 visitas de cada noche. Sólo por eso alguien merece ser corrido a gorrazos.
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